Efectos Secundarios
Normal: 1. adj. Dicho de una cosa: Que se halla en su estado natural. 2. adj. Habitual u ordinario. 3. adj. Lo normal es todo aquello que se encuentra en su forma o entorno natural, así como aquello que se considera parte de la norma social.
Sin embargo la palabra "normal" había adquirido un nuevo significado en el mundo cuando las peculiaridades empezaron a surgir.
Entonces cuando lo "normal" era que el 80% de la población tuviera poderes, los casos en donde se veían envueltas dichas peculiaridades y sus estragos eran pan de cada día en la sociedad.
Bakugo Katsuki lo sabía, después de todo él estaba entrenando para ser un héroe y debía de estar preparado para este tipo de situaciones, sin embargo lo que no entendía era porque después de estar todo un día en la cama de un hospital no podía irse del lugar.
—¿Tienes alguna idea de cómo te encontramos? —Aizawa Shota había fruncido el entrecejo, mientras le miraba con los ojos bien abiertos, la resequedad en ellos asomo por encima de todo, sus brazos, a pesar de no estar cruzados se encontraron firmes por sobre sus rodillas y Bakugo pudo notar como sus manos aferraron con fuerza la tela de su pantalón negro. La mirada de Aizawa se endureció cuando Bakugo alzo una ceja con indiferencia— Estabas completamente deshidratado y casi al borde de la muerte —las palabras se deslizaron con fuerza entre un par de dientes que chocaron entre sí, Bakugo chasqueo la lengua, sin embargo no era lo suficiente estúpido como para pelear una batalla perdida, por lo que se hundió aún más en la cama del hospital, aun así sus brazos se cruzaron por encima de su pecho dejando en claro su postura antes de mirar hacia el techo, Aizawa dejó escapar un suspiro antes de levantarse de su silla— Solo, tómatelo con calma niño problema ¿sí?
Una mano se estaciono por encima de su cabello, dedos callosos y bien trabajados acariciaron su cabello desordenándolo aún más. Como respuesta Bakugo resoplo. No le gustaba que lo trataran como un niño, después de todo sería un héroe, había trabajado duro para entrar a U.A. y conocía los riesgos, además no había sido como el grupo de idiotas que se había dejado atrapar por la peculiaridad del villano en su último ejercicio. Y aun así, había sido el único que necesito quedarse en la cama de hospital.
Bakugo escucho la puerta cerrarse, dando por finalizada la visita de su maestro. Bakugo había recobrado la consciencia esa misma mañana y cuando vislumbro la sala estéril, su mente se puso en marcha para recordar lo que había sucedido para encontrarse en ese lugar.
Los recuerdos pasaron como un conjunto de manchones, trazos inexactos que pronto se convirtieron en escenas al azar, sin embargo entre lo que pudo rescatar concluyo que su clase se encontraba en un ejercicio por parte de Aizawa, el cual termino en un ataque con un villano desconocido en la isla desierta donde estaban entrenando, en retrospectiva una clase entera de prospectos a héroes podrían detener fácilmente a un simple villano. Pero una vez más "simple" no había sido el apelativo correcto cuando el villano cambio la balanza a su favor con el poder de su peculiaridad.
El villano en cuestión tenía la habilidad de convertir a la gente en animales, uno por uno sus compañeros fueron cayendo y cuando Bakugo se dio cuenta había sido el único que quedaba en pie.
Sin una respuesta exacta de cuando vendrían por él y los demás tras comunicarse con su maestro a través de la radio y este le explicara que ninguna embarcación o nave podrían trasladarse a la zona por la alerta de un ciclón Bakugo tuvo que improvisar, primero encontrando a su clase y reagrupándola, por suerte se habían pegado a él como abejas a la miel, por supuesto también tenía el problema del villano, el cual pudo resolver fácilmente, sin embargo crear un refugio y mantenerlos con vida fue cosa aparte, de solo tratar de recordar lo que había tenido que hacer le estaba dando migraña.
Bakugo no pudo evitar fruncir el entrecejo, faltar a clases por pequeñeces, -porque claramente ya estaba bien-, era inaceptable. No obstante la mirada de Aizawa le había dicho mucho, como el hecho de que no lo dejaría presentarse a su clase y ninguna en realidad si asistía cuando él le había dado la orden de descansar.
Bakugo suspiro, sabía que enojarse no solucionaba nada, así que al final cerró los ojos y se dejó acunar con el ruido del monitor cardiaco conectado a él y el goteo de la bolsa de suero los cuales formaron un ruido blanco que de apoco le hizo quedarse dormido.
Bien, tal vez Aizawa había tenido razón, aun necesitaba algo de descanso, sin embargo nunca lo admitiría abiertamente, en su lugar dejo que su mente se enfrascara en lo que haría en su regreso, porque por supuesto que no dejaría que nadie lo superara.
Bakugo no espero ser el último en llegar a su salón, sin embargo al mirar a la gente a su alrededor se dio cuenta que lo era, su entrecejo se frunció, mientras arremangaba la correa de su bolso. Se tragó el chasquido que estuvo a punto de soltar, porque por supuesto sería el último. El camino de regreso a U.A. había sido un viaje en auto de 20 minutos, ya que su padre no quería conducir demasiado rápido por su reciente salida del hospital, si tan solo lo hubieran dejado en la enfermería con Recovery Girl, pensó, sin embargo su madre no había estado dispuesta a dejarlo en el campus sin un chequeo real en un hospital, Bakugo sabía que su madre había estado a la defensiva después de muchos incidentes con los villanos, tampoco había ayudado un secuestro ni mucho menos el mal manejo que tuvo el festival deportivo en el historial, así que su madre no cedería, supuso Bakugo que Aizawa también había llegado a la misma conclusión por lo que había permitido que su madre se lo llevara.
Adentrándose a paso firme, Bakugo se dirigió hacia su asiento, pronto varias miradas se posaron en él, Bakugo frunció aún más el entrecejo, eso hizo desistir a algunos de sus compañeros, sin embargo a su grupo de idiotas no, pero al menos había detenido al nerd de levantarse y hacer alguna escena tonta frente a todos, Ashido se giró, ella se encontraba de pie frente al asiento de Hagakure dejando de lado su conversación, sus ojos brillaron con emoción y sus labios se ancharon en una sonrisa demasiado grande, como demasiado alegre para su gusto.
—¡Bakugo! —agito una mano llamando su atención.
Pronto Kaminari se puso de pie, el sonido de sus palmas chocando contra la madera de su pupitre resonaron, grandes ojos ámbar se estacionaron en los suyos antes de mostrarle una sonrisa aperlada, Bakugo chasqueo la lengua cuando lo vio chocando con la pata de su silla mientras se dirigía hacia él, Kaminari tendía a meterse en su espacio personal como si fuesen cercanos, cosa que no eran, aun así Bakugo de alguna u otra forma se había acostumbrado al contacto, así que se preparó mentalmente ante el choque, es decir cuando Kaminari estrellara su cuerpo en alguno de sus estúpidos abrazos, sin embargo antes de que pudiera llegar Kaminari, Kirishima se había lanzado hacia él.
Bakugo se quedó estático en medio del agarre, Kirishima lo había alzado en el aire, ambos brazos rodeando su cintura y brazos, sus manos se encontraron contra los costados de sus pantalones, sin poder moverlas a una longitud adecuada para apartarlo, los ojos de Bakugo se abrieron por un momento ante la sorpresa, rojo contra rojo chocaron entre sí, a pesar de ser casi similares, los ojos de Bakugo eran inusualmente más rojos de lo normal, más profundos como enigmáticos, como el color de la sangre, inyectados por la misma, en ellos había fuerza, cargada con lo que algunos comprenderían como experiencia o sabiduría a pesar de su corta edad. Los de Kirishima en cambio eran más vibrantes, a pesar del tono, había una capa de dulzura como compasión, Kirishima siempre había sido del tipo de persona fácil de entender, sus expresiones siempre hacían gala de lo que sentía transmitiendo así mejor sus sentimientos, en ese instante la alegría desbordaba en su mirada y una sonrisa tonta se desplazó en sus labios, la sorpresa de Bakugo se apagó rápidamente y en cambio su entrecejo se frunció.
—Kirishima —apretó los dientes, las silabas salieron arrastrando— ¡Bájate antes de que te explote el trasero! —Kirishima parpadeo un par de veces, su sonrisa se desdibujo solo para formar una sonrisa torpe de dientes completos, aun sosteniendo en el aire a Bakugo quien lo miro mal.
Con cuidado lo deposito en el piso, y sus brazos se deslizaron de su cuerpo, la risa nerviosa crepito de su garganta, mientras su mano derecha rasco su mejilla.
—Yo, supongo que ¿Me emocione? —soltó con una mirada de disculpa, Bakugo entrecerró los ojos, sin embargo dejo el tema, en su lugar una mirada furiosa se estaciono en su rostro cuando sintió el peso de alguien en su hombro, a su izquierda estaba Sero apoyando su brazo con una sonrisa demasiado brillante.
—Así que nuestro Bakugo está de regreso— su mirada suave y tranquila choco contra el ceño fruncido de Bakugo quien lo aparto rápidamente.
—No me toques.
—Oh, vamos amigo —respondió Sero aun con una sonrisa en el rostro, no parecía ofendido con sus palabras ni mucho menos cuando este empezó a caminar.
—¡Exacto! —exclamo Kaminari saltando a sus brazos, solo para fallar cuando Bakugo se deslizo un paso a la derecha, sin querer choco contra alguien.
Bakugo giro su rostro solo para toparse con la mirada taciturna por no decir muerta de Todoroki Shoto, quien lo estaba mirando. Bakugo se sintió insultado de solo estar en el mismo espacio que él. Ambos se miraron en silencio, una mueca apareció en los labios de Bakugo cuando Todoroki no aparto la mirada, ¿Qué carajo?
—¡¿Qué?! —arremetió ante el mutismo del chico, ambos ojos desiguales lo miraron fijamente, como si tratara de encontrar algo, eso lo irrito aún más— ¡¿Qué mierda, Todoroki?! —gruño, eso pareció llamar la atención de su compañero, quien reacciono, apartando la mirada, sin poder pronunciar una sola palabra, Bakugo se sintió satisfecho, en sus labios una sonrisa feroz se enmarco en su rostro.
—¿Bakugo? —llamo Kirishima yendo hacia él, Bakugo lo ignoro, sin embargo Kirishima siguió caminando detrás de él —¿Sucede algo? —susurro en su oído, inclinándose hacia adelante.
Bakugo le regalo una mirada antes de chasquear la lengua y al final murmuro en un gruñido "nada".
Dejándose caer en su asiento, coloco su bolso sobre su pupitre, Kirishima se quedó de pie a un lado, mirándolo con simpatía, Ashido, Sero y Kaminari se dirigieron a su puesto, Bakugo suspiro con resignación.
Era un día normal, supuso, sin embargo normal nunca fue un apelativo para su clase.
—Bakugo —una voz le hizo mirar hacia el frente, encontrándose así a Yaoyorozu Momo con una libreta en mano, Bakugo no era del tipo que pedía favores, había faltado tres días y por supuesto que necesitaría los apuntes de los días que no había asistido a clases, Bakugo la miro fijamente, esperando a que hablara, Yaoyorozu se mantuvo firme con una sonrisa amable y una mirada nivelada— Pensé que sería de ayuda para ti —ofreció el cuaderno.
Bakugo le ofreció una mirada calculadora antes chasquear la lengua y tomar el cuaderno —Gracias, o lo que sea —murmuro, la sonrisa de Yaoyorou se volvió más amplia antes de asentir y retirarse.
—Muy bien, clase —anuncio Aizawa entrando al salón— Todos a sus asientos, la clase esta comenzado —llamo antes de colocarse al frente, su mirada recorrió a todos sus alumnos, finalmente se posó en Bakugo— Bakugo recuerda pedirle los apuntes a alguien. Estoy seguro que muchos de tus compañeros estarán más que felices de ayudarte— Bakugo suspiro.
La clase fue tranquila, sin ningún altercado además del típico bullicio de sus compañeros y las preguntas tontas que a veces solían expresar. Bakugo no era ningún idiota, él sabía que estaba por detrás de sus compañeros con los días que había perdido en la cama del hospital, por lo que su concentración se centró en la nueva información que su profesor les estaba dando, esa misma tarde se pondría al corriente con los apuntes que Yaoyorozu le había dado, no por nada -tuvo que admitir a regañadientes- le había ganado el primer puesto en lo académico, así que estaba en buenas manos, sin embargo si algo odiaba Bakugo era depender de otras personas, por eso, él también estaba poniendo de su parte.
Su mano derecha se barrió, mientras el bolígrafo subrayaba el párrafo del libro de leyes y garabateo un ovalo encerrando la palabra clave que usaría después para memorizarlo. Una sonrisa se extendió en sus labios solo para morir cuando alzo la cabeza y se encontró con un par de ojos mirándolo.
¿Qué mierda?, pensó cuando se encontró con la mirada de Todoroki.
Su entrecejo se frunció enseguida y una fea mueca se deslizo en su rostro, aun así Todoroki no aparto la mirada. Bakugo bufo, lo que género que Midoriya se estremeciera en el asiento de atrás.
—Todoroki —llamo Aizawa, este se acercó a su pupitre y solo así Todoroki desvió la mirada— Presta atención.
Todoroki asintió, Bakugo en cambio resoplo.
Jodido rarito.
La primera clase término sin muchos problemas, Bakugo hizo sus propias anotaciones y observo a su grupo de amigos autodenominado Bakusquad esperándolo cerca de la puerta, Kirishima le sonrió alegremente, mientras pasaba junto a él. Sin embargo una vez más sintió una mirada sobre él, Bakugo no estaba de humor para lidiar con eso ahora cuando miro por el rabillo a Todoroki junto con su grupo de nerds, por la posición parecía que estaba mirando la salida, pero una vez más sintió sus ojos sobre él, regresando su atención al frente con un gruñido cabeceo hacia adelante y exclamo; "Vámonos".
Las siguientes clases pasaron de la misma forma, con la extraña sensación de sentirse observado solo para encontrarse con la mirada media muerta de Todoroki y él frunciéndole el entrecejo de regreso. Porque sea lo que estuviera planeando no funcionaria, si Todoroki estaba tratando de hacer que perdiera su concentración y se atrasara estaba completamente perdido, después de todo, lidiar con Deku por años le había enseñado a cerrar ciertos canales para concentrarse en un punto en específico, no por nada podía combatir con la mayoría de los murmullos que el chico vociferaba en cada clase, los cuales eran más de los que un ser humano podría soportar sin que quisiera reventarle la cabeza.
Bakugo sonrió mostrando todos los dientes cuando su clase favorita llego, el entrenamiento heroico era una de las pocas clases donde podía sacar todas sus frustraciones y a decir verdad estaba realmente cabreado, su cuerpo ardía en cúmulos de adrenalina que deseaba expulsar, estos tres días en el hospital había arruinado no solo su dieta, porque puaj, comida de hospital, siempre la peor junto con la de los aviones, pero lo peor no había sido la mala comida que recibió sino que se había saltado su rutina de entrenamiento.
Así que por supuesto se encontraba emocionado, sus manos se cerraron y abrieron dejando escapar pequeñas chispas de ellas, estaba preparado para patear algunos traseros.
O al menos lo estaba.
—Esta vez no usaran sus peculiaridades —declaro Aizawa junto a All Might— Creo que están demasiado confiados en sus propias peculiaridades, sin embargo en el campo no siempre podrán hacer uso de ellas, ¿Qué harán cuando eso pase? —muchos se sus compañeros se miraron entre sí, Bakugo se cruzó de brazos, era cierto que muchos de sus compañeros dependían completamente de sus peculiaridades para luchar, así que entendía por qué Aizawa lo estaba haciendo, sin embargo no pudo evitar pensar que había algo más, sus ojos se entrecerraron cuando le lanzo una mirada acusatoria, si estaba siendo blando por su condición por supuesto que estaría feliz de hacerle saber que piensa sobre eso, Aizawa por supuesto ni se inmuto. Bakugo gruño.
—¿Bakugo? ¿Estás bien? —Kirishima le llamo, Bakugo le dio una mirada cancina antes de responder.
—Por supuesto ¿Por qué no lo estaría?
Kirishima abrió un poco los ojos, sorprendido, quiso decir algo, pero su balbuceo fue interrumpido rápidamente ante la fuerte voz de All Might.
—Bien, clase, serán agrupados en pareja.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Bakugo tomo asiento en la banca, a su lado se sentó Kirishima, el primer encuentro había sido Ojiro vs Shoji, pronto más de sus compañeros se unieron a él en la banca y para su mala suerte se encontró con un brazo rosando su costado, miro hacia su derecha solo para encontrarse con Todoroki, quien se encontró mirando la pelea. Sus ojos se desviaron solo para notar que había más que suficientemente espacio como para que Todoroki se apretujara contra él, gruñendo, le lanzo un codazo atrayendo su atención.
—¿Qué mierda te pasa? No te me pegues —Todoroki parpadeo un par de veces.
—Oh —murmuro— Perdón, no me había dado cuenta— Se deslizo unos centímetros hacia el lado opuesto, Bakugo lo miro con desconfianza.
—Por supuesto que no te habías dado cuenta —gruño.
Bakugo regreso la mirada hacia el campo, Shoji se encontraba bloqueando las patadas de Ojiro, quien parecía estar ganando terreno, Shoji siguió defendiendo, sus brazos se habían envueltos sobre sobre sí mismo creando un escudo y hasta el momento sus otras articulaciones se habían ocultado, Bakugo frunció el entrecejo y cruzo sus brazos sobre su pecho, Shoji Mezo, a pesar de tener una peculiaridad donde su poder derivaba de su cuerpo al igual que Ojiro, no estaba del todo versado en la pelea cuerpo a cuerpo como el propio Ojiro quien había estudiado varias artes mixtas, Shoji tenía el tamaño y la fuerza, desenvolver su cuerpo como una herramienta bien engrasada seria su fuerza a la hora del combate real, sin embargo Shoji no era del tipo que se enfrentaba de frente y de lleno, como lo haría Kirishima, Bakugo supuso que Aizawa estaba poniendo a prueba a Mezo sobre sus habilidades, ante ello suspiro.
Su espalda golpeo contra la pared de concreto, si la clase se concentraría en batallas sin uso de quirks, estaba viendo al mejor de su clase en el ring, lo que solo dejaba el hecho de que los siguientes encuentros serian aburridos y tediosos, después de todo no confiaba que alguno de sus compañeros supiera algo básico sobre defensa personal, aunque había escuchado que cara redonda había aprendido algunos trucos nuevos en su pasantía anterior, así que posiblemente ella sería un buen adversario. Su sonrisa se ancho ante el pensamiento, sin embargo esta no duro demasiado, siendo que sintió un peso sobre su costado derecho.
Lanzando una mirada mordaz se encontró con Todoroki, el espacio que había dejado entre los dos cuando se movió se redujo una vez más, esta vez no solo su hombro se encontraba apoyado contra el suyo, sino que su pantorrilla se oprimía contra la suya con suavidad.
—¿¡Que mierda crees que estás haciendo!? —farfullo con irritación empujando a Todoroki, el chico parpadeo confundido— ¡Te dije que no te me pegues, maldito mitad-mitad!
—¡Bakugo! —sus gritos llamaron la atención de Aizawa quien le reprendió— Presta atención a la clase.
Bakugo chasqueo la lengua y se cruzó de brazos, decir que estaba enojado era decir lo menos, en realidad estaba cabreado, Todoroki estaba siendo todo un raro, si es que podía ser más raro de lo que ya era. Pero no lo dejaría ganar, si era algún tipo de juego táctico para sacarlo del juego, Todoroki no lo lograría. Así que se concentró en la pelea, Shoji estaba durando más de lo que espero, y Bakugo sabía que debería prestar atención a la clase, pero seguía irritado.
—Hey —escucho un susurro y desvió la mirada para encontrarse con la sonrisa boba de Kirishima y esos ojos brillantes— Yo creo que le ganarías —Bakugo abrió los ojos por un instante con leve sorpresa, y luego sonrió, vivaz y con fuerza, su hombro empujo el de Kirishima, solo un poco y luego rio.
—Por supuesto que sí.
Y el buen humor de Bakugo regreso en ese mismo instante, porque Kirishima lo entendió, había entendido el punto de las cosas, él no se dejaría vencer tan fácilmente por nadie, se los demostraría y aún más al idiota mitad-mitad.
Por suerte o mejor dicho para su infortunio ese momento había llegado antes de lo esperado.
—¡Vamos, bastardo! —Bakugo vocifero de pie sobre el campo. Frente a él se encontraba Todoroki, mirándolo en silencio, su cara parecía la de un pez muerto y eso enojo Bakugo, no me estas tomando en serio, ¿No es así? Pensó con ira— ¿¡Que estas esperando, maldito!? —gruño con fuerza y apretó sus manos en forma de puños.
Pero Todoroki siguió de pie. Estático, mirándolo en silencio.
Bien, si no vienes tu por mí, lo hare yo, cambio sus planes para correr hacia él con el brazo flexionado, Bakugo le borraría esa expresión engreída a puñetazos.
Ir de frente no era la primera táctica de Bakugo, en realidad sabía que era estúpido, pero al parecer Kirishima, quien seguía coreando su nombre desde las bancas pensó que era varonil. Lo cual por supuesto lo hizo sentir aún más estúpido.
Por supuesto Todoroki lo esquivo, Bakugo lo había contemplado desde un principio, Todoroki Shoto el hijo del héroe número 2 en el ranking de héroes le mostraría algunos movimientos básicos. Una mueca se perfilo en su rostro cuando recordó la conversación que no había querido escuchar a escondidas, decir que Endeavor le había "enseñado" algo era hablar a la ligera, pero una vez más sacudió cualquier otro pensamiento en su mente y se concentró en la pelea, después de todo Todoroki había bloqueado su siguiente golpe y eso era lo suficientemente bajo hasta para sus estándares.
Sus golpeas fueron de izquierda a derecha, de arriba y abajo, sus pies se movieron para barrer contra los de Todoroki, mientras lanzaba un puñetazo en dirección a su rostro. Bakugo había colocado un letrero imaginario con un enorme blanco sobre esa estúpida cara, por supuesto que le borraría esa expresión del rostro, pero hasta el momento ninguno de sus golpes lo había tocado, y Todoroki parecía estar concentrado en algo más que en su propio encuentro.
—¿¡Eso es todo lo que tienes!? ¡No te burles de mí! —grito arremetiendo una vez más, sus golpes fueron más rápidos, lo que ocasiono que sudara más y no es como si Bakugo pudiera detener una reacción natural del cuerpo humano, Bakugo sabía que debía tener cuidado, sus ojos se movieron en dirección de Aizawa y él no admitiría nunca en voz alta que fue un alivio notar que lo estaba viendo, y que Aizawa era consciente de lo que podría pasar, lo que debía contrarrestar si las cosas se prendían. Sin embargo el descuido de Bakugo tuvo como consecuencia un escalofrió desenroscándose en todo su cuerpo cuando una mano toco su costado, Bakugo giro con rapidez su rostro, casi de forma sobrehumana, solo para observar a Todoroki ahí, junto a él con una mano en su costado, en su jodido costado y eso solo lo hizo enojar aún más, Todoroki Shoto se había estado moviendo en respuesta a sus movimientos, no había atacado una sola vez y cuando tuvo oportunidad de hacerlo, simplemente toma su costado como si Bakugo no fuese la gran cosa, su entrecejo se frunció, y sus labios perfilaron una mueca de disgusto que solo lo hizo verse aún peor, porque esta vez Bakugo no está gritando, en su lugar estaba en silencio, al igual que el grupo de idiotas que estaban mirando la pelea como un espectáculo único y raro, Bakugo no se había dado cuenta, pero Midoriya se estaba mordiendo las uñas en su asiento, complemente horrorizado, porque Midoriya reconocía ese tipo de enojo en él— ¡¿Qué crees que estás haciendo?! —Gesticulo, sus dientes chocaron entre sí y las palabras viajaron estranguladas, mientras las dijo, Todoroki en su lugar permaneció mirándolo en silencio, como si Bakugo fuese un misterio que desentrañar y eso lo hizo enfadar aún más, el movimiento fue rápido y limpio, nadie lo vio venir, alguien soltó un jadeo desde las bancas, mientras miraron la escena, Todoroki había caído de culo en el suelo, su nariz estaba sangrando, pero aún siguió mirándolo como el tipo raro que Bakugo ya sabía que era.
Bakugo no quería una pelea así, no cuando su oponente no estaba tomando las cosas en serio, una pelea así no valía la pena ganar. Sus puños se cerraron con fuerza, la frustración escapo por cada poro de su cuerpo y sus labios dibujaron una línea recta y fina, mientras sus ojos se encontraron con los de Aizawa antes de darse la media vuelta. Bakugo no caería en la misma trampa dos veces, ya lo había hecho una vez en el festival y las cosas no habían resultado bien.
Sin embargo antes de poder decir algo la voz de Todoroki llamo su atención.
—Creo que ya lo entiendo —Todoroki miro sus palmas y luego regreso la mirada hacia Bakugo, Bakugo lo miro en silencio, Todoroki era extraño, y lo estaba molestando más de la cuenta, los murmullos de sus compañeros resonaron y preguntas sobre si deberían detener el combate se deslizaron hasta sus oídos, pero cuando Todoroki se levantó los murmullos se detuvieron, Bakugo lo estaba estudiando. Algo había cambiado, lo noto al instante y cuando Todoroki lanzo su primer golpe pudo notar un fuego avivándose en su mirada.
Sin embargo, llamarlo golpe era decir demasiado, cuando las manos de Todoroki no parecían querer golpearlo, sino tocarlo.
Este era el contraataque, supuso Bakugo mientras retrocedía a su agarre, y procesaba lo que estaba pasando en cuestión, no podían usar quirks así que el hecho de que Todoroki quiera agarrarlo no cambiaría nada, y no era como si tuviera que usar el contacto para congelar a alguien, así que no entendía porque sus manos con rapidez se movían hacia su dirección y no puños.
—¿¡Que carajos estás haciendo!? —rugió con fuerza, su mano derecha golpeo la de Todoroki cuando -casi- estuvo a punto tomar su brazo. Bakugo no sabía que Todoroki podía hacer más de una expresión en blanco, pero ahí estaba, frente a él, algo que casi pudo leer como desesperación.
—Y-Yo, no lo sé —respondió jadeando, Bakugo intuyo que Todoroki tenía el conocimiento sobre qué hacer en una pelea donde no hay de por medio quirks, pero de alguna forma el propio Todoroki no los había puesto en práctica por mucho tiempo y por ende sus movimientos se habían estado volviendo decadentes, Todoroki lanzo un nuevo ataque, esta vez sus pies trataron de hacerlo tropezar, pero Bakugo pudo ver a través de los movimientos taquigrafiados, Bakugo estaba listo de ponerle fin a la pelea, su puño se había alzado en el aire y luego Todoroki hablo— Quiero tocarte —dijo y Bakugo se quedó congelado con el brazo en el aire aun extendido, estaba tratando de procesar sus palabras— Bakugo, no sé porque, pero quiero tocarte.
Bakugo se encontró con su mirada, azul y gris mirándolo en silencio, brillantes, expectantes y necesitados, no había mentira ahí y aun así no podía creerle, pero no parecía estarle mintiendo, Bakugo tiene conocimiento sobre mentirosos, durante muchos años se vio rodeado de ellos, gente que deseaba acercarse a él con alguna intención y ese bicho raro le estaba diciendo que quería tocarlo, Bakugo debería golpearlo, se estaba burlando una vez más de él y aun así no lo hizo, la nariz de Todoroki seguía rota, la sangre salía de ella, y Bakugo tuvo que darle crédito y tal vez como muestra de ello por eso su gancho derecho no había conectado aun en su rostro, y por una vez en su vida quiso entender a qué rayos se estaba refiriendo, porque Todoroki era raro, realmente raro, pero esto se estaba saliendo de su propia rareza, y luego alguien chillo desde las bancas.
Mina y Hagakure se habían abrazado desde sus lugares, mientras soltaron otro chillido de emoción, las chicas podían ser realmente ruidosas, pensó.
—¡Oh, por dios! ¿Qué escucho? ¿¡Esto es una clase de confesión!?
Bakugo abrió los ojos en par y en sus labios una mueca amarga se formó, su brazo había caído a su costado y en cambio ambas manos se apretaron en forma de puños.
—¡Ni una mierda! —grito, claro y conciso, porque si no se los dejaba en claro desde ese instante no lo dejarían de molestar, Bakugo les había enviado su peor mirada de advertencia que casi había funcionado si es que no hubiera soltado una expresión de horror cuando sintió unas manos alrededor de su cintura— ¡Quítate de encima, maldición! —despotrico. Todoroki se había deslizado en ese instante de distracción hasta quedar atrás de él y sus manos serpentearon hacia su cintura hasta afianzarla, Todoroki ni se inmuto ante sus gritos, en realidad parecía tranquilo y a gusto. Bakugo estuvo a punto de hacer lo más razonable -según él- que haría una persona cuerda y estuvo a punto de estallarle la cabeza a Todoroki. O al menos eso quiso hacer, si no fuera por el abrupto gruñido que escucho. Sus ojos se dispararon hacia el frente y noto entonces que Kirishima había llegado hasta ellos y le había gruñido a Todoroki— ¿Kirishima?
Kirishima se encontraba frente a ellos, acuclillado y con la mirada puesta en Todoroki, Bakugo observo como el surco de sus cejas, se habían unido casi por completo cuando frunció el entrecejo y una vez más gruño. Si, Kirishima le había gruñido a Todoroki y no solo eso, le había mostrado los dientes, Bakugo lanzo una mirada discreta hacia Todoroki quien parecía encontrarse en su espacio mental, complemente ajeno de la pelea que estaba a punto de suscitarse.
—Todoroki —se había acercado Midoriya con preocupación, al mismo tiempo Kaminari y Sero se acercaron para ver a Kirishima— ¿Paso algo? —Bakugo resoplo, lo que faltaba, que Deku empeorara las cosas.
—Hey Kirishima ¿Qué sucede hombre? —pregunto Kaminari, sin embargo no hubo respuesta, con cuidado Kaminari quiso colocar una mano en su hombro, pero casi había sido mordido como una forma de advertencia—¿Kirishima?
—Kirishima —esta vez llamo Bakugo y Eijiro inclino el rostro dirigiéndole una mirada curiosa— ¿Qué estás haciendo?
Kirishima lo observo por unos segundos y cuando quiso articular algo no pareció poder hacerlo, moviendo su cabeza de un lado a otro, como si eso pudiera despejar su mente, se encontró con la mirada curiosa y preocupada de sus amigos, Kirishima parpadeo en confusión.
—Todoroki —esta vez hablo Midoriya llamando la atención del chico, pero este no pareció notar su presencia, Bakugo resoplo y con el codo le golpeo ligeramente el costado, Todoroki pareció despertar de su estado taciturno.
—Hey —llamo Bakugo y Todoroki parpadeo con somnolencia.
Midoriya aprovechó, al notar que Todoroki parecía volver en si —¿Te sientes bien?
—Sí, Midoriya ¿Por qué lo preguntas?
Midoriya hizo una mueca de nerviosismo —Bien, es que estas abrazando a Kacchan —trago algo de saliva— ¿Por qué? —Todoroki pareció tomarse un tiempo para pensar sobre sus palabras.
—Porque Bakugo es cálido y reconfortante —se acurruco aún más en su abrazo. Las miradas de asombro se abrieron paso por casi toda la clase A, Bakugo simplemente frunció el entrecejo y trato de zafarse de su agarre lanzando maldiciones. Tras eso Kirishima se movió hacia adelante, mostrando los colmillos le gruño una vez más a Todoroki. Parecía un perro defendiendo a su amo contra las amenazas.
—Pero ¿Qué rayos? —se quejó Bakugo.
Sero por primera vez concordó con Bakugo y se dirigió hacia Kirishima.
—Hermano ¿Qué te pasa?
Kirishima pareció reaccionar otra vez y lo miro completamente confundido.
—Yo realmente no lo sé, solo sé que no me gusta que Todoroki toque así a Bakugo.
Un nuevo chillido se escuchó no muy lejos y dios Bakugo ya sentía venir el dolor de cabeza.
—Bakugo, Kirishima, Todoroki —llamo Aizawa— Vengan conmigo, Yoayorozu, Iida están a cargo —dirigió una última mirada a la clase que no dejo lugar a más preguntas.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
—¡¿Efectos secundarios?! —Bakugo se cruzó de brazos, se encontraba en medio de la oficina de Aizawa si es que eso podía llamarse oficina al pequeño cubículo de trabajo de su profesor, junto a él estaban Kirishima y Todoroki sentados en sus respectivas sillas, Bakugo había sido paciente, sus ojos se movieron acusadoramente hacia Aizawa, mientras esperaba respuestas y como de costumbre Aizawa había sido lo suficientemente directo para ir al grano.
—¿Qué tanto recuerdas sobre lo que paso en la isla?
Bakugo frunció el entrecejo, lo que había pasado en esa isla era algo que realmente quería olvidar con toda su alma, los días que estuvo atrapado con los demás convertidos en animales le había llevado a usar toda su paciencia para no explotarles la cara. Así que hablar de ello estaba fuera de discusión a menos que ese evento tuviera conexión con el extraño comportamiento de Kirishima y Todoroki, sus ojos se abrieron ante la realización.
—Dime que es una broma —gruño.
Aizawa suspiro cancinamente —Es algo por lo que pasaron tus demás compañeros.
—¡No puedes simplemente decir eso! —estallo— ¿¡Tu quirk, no puedes hacer algo al respecto!?
—Un efecto secundario dentro de la influencia de un quirk no es algo que pueda borrar el mío.
—Entonces ¿Qué? ¿Debo permitir que estos dos simplemente se me peguen como chicle todo el día?
Aizawa alzo una ceja en reconocimiento —Así que eso paso —murmuro Aizawa, desinflándose en su asiento y llevándose una mano detrás del cuello, estaba cansado, Bakugo chasqueo la lengua irritado— Bakugo, no te estoy pidiendo que permitas algo que en primer lugar no te gusta y te pone en una situación incómoda, solo quiero que entiendas lo que está ocurriendo con tus compañeros y comprendas que no es del todo algo que puedan controlar.
Bakugo resoplo —Así que fue algo que solo paso ¿no? —Aizawa asintió— ¿Qué tan malo fue? —Bakugo lo miro en silencio, sus ojos rojos penetraron los suyos, estudiando cada rasgo, cada palabra con atención, Bakugo siempre fue un chico demasiado reacio a confiar en los demás, una parte de Aizawa se sintió un poco orgulloso de ello.
—Asui rasgo algunas cortinas mientras jugaba con ellas, e Iida se colgó en la lámpara de la cocina —Bakugo desenredo sus brazos por sobre su pecho, al parecer eso le hizo bajar un poco la guardia— La comida empezó a desaparecer, al parecer Uraraka estaba guardando suministros para el invierno —algo en la mirada de Bakugo brillo— Midoriya empezó a rondar los botes de basura —y Bakugo estallo en una enorme carcajada que pronto cubrió con una mano, se había echado hacia atrás en su asiento y simplemente rio.
—¿De verdad? —pregunto, un par de lágrimas se escaparon por las comisuras de sus ojos, la sonrisa aun persistía en su rostro, aunque más suave, mientras se agarraba el estómago de tanto reír.
—Si —afirmo Aizawa— Aun trabajamos en ello —se reacomodo en su lugar y prosiguió— Pude borrar el poder del quirk con el que fueron afectados, sin embargo las costumbres animales que adquirieron, mientras estuvieron de esa forma es algo que solo pasara de forma paulatina.
Bakugo se quedó en silencio, su mirada se había movido hacia el piso, parecía estarlo reconsiderándolo y luego miro a Aizawa una vez más
—Efectos secundarios ¿Eh? —su mirada era evaluativa—¿Qué significa eso?
Aizawa se flexiono hacia adelante, aparto la mirada de Bakugo y la redirigió hacia Kirishima, mientras alzaba una ceja —¿Kirishima?
Eijiro se removió en su lugar con nerviosismo hasta quedar completamente erguido de forma rígida, paso algo de saliva, la pregunta tacita que flotaba encima hizo que sus mejillas se sonrojaran, aun mas cuando Bakugo lo estaba observando.
—Bien yo... —sintió la boca seca, lucho tratando de formar alguna oración coherente— Yo no lo entiendo del todo, pero quiero estar cerca de Bakugo —trato de explicar, después de todo cuando vio a Bakugo de regreso se sintió inmensamente feliz y aliviado, bien, en realidad habían sido tantas emociones en su interior como para ponerlas en palabras, Kirishima dirigió una mirada hacia Bakugo quien había fruncido el entrecejo, al parecer no se había explicado bien— Quiero decir, ya me gustaba estar cerca de él, después de todo somos amigos y —rio nerviosamente, su mano viajo detrás del cuello, su mirada era dolorosa al no poder decir correctamente lo que pensaba— Pero como decirlo, aún más cerca, ya sabe —hizo un movimiento con la mano tratando de hacer conocer su punto, pero fallo, Kirishima suspiro frustrado— Es extraño, esto que siento, porque Bakugo es un tipo fuerte y el chico más varonil que he conocido, y claro es sumamente hábil, pero simplemente no puedo evitar querer estar con él y cuando pasa este tipo de situación donde Bakugo parece estar en problemas no puedo evitar sentir la necesidad de cubrir su espalda —Kirishima sabía que sus palabras no eran del todo precisas, lo que sentía y lo que pensaba se encontraban en diferentes niveles de intensidad, y sentía que lo que estaba diciendo carecía de sentido, Kirishima se forzó a mirar una vez a Bakugo, sabía que posiblemente estaría molesto, sin embargo esta vez que sus ojos se encontraron, Bakugo ya no tenía su entrecejo fruncido, en su lugar una mirada seria reemplazo su ira, eso había sido nuevo.
Aizawa suspiro —Todoroki —esta vez dirigió una mirada hacia hijo del héroe número 2, quien había guardado silencio pacientemente, aunque Aizawa dudaba que lo hubiera hecho por respeto y no porque estaba demasiado absorto mirando en dirección de Bakugo— ¿Qué quieres decir con que quieres tocar a Bakugo? —Aizawa nunca se imaginó estar preguntando este tipo de cosas a uno de sus alumnos.
Bakugo giro hacia su dirección, solo para mirarlo con el entrecejo fruncido cuando se encontró cara a cara con el chico de doble quirk.
—¿¡Por qué demonios me estás viendo así!?
—Ahora que lo pienso, eres un sujeto raro Bakugo —respondió Todoroki y Bakugo se levantó de su asiento y apretó las manos con fuerza, pequeñas chispas se asomaron entre ellas.
—Bakugo, cálmate —demando Aizawa con una mirada de advertencia, Bakugo regreso a su asiento de mala gana— Todoroki —le llamo una vez más— ¿A qué te refieres con querer tocar a Bakugo?
Todoroki guardo silencio por unos segundos cuando dirigió su mirada hacia Aizawa.
—No sé porque, pero cada vez que veo a Bakugo quiero tocarlo —Aizawa estudio sus rasgos con atención— Bakugo se siente confortable, cuando lo toco me siento cálido —hizo una pequeña pausa— Seguro.
Bakugo, quien parecía estar siempre irritado con la presencia de Todoroki después del festival deportivo, por primera vez había dejado atrás su entrecejo fruncido y mueca de disgusto. Su rostro había adquirido la misma mirada seria que cuando le pregunto al propio Aizawa las implicaciones de dichos efectos secundarios.
—Bien —suspiro Bakugo tras un breve silencio, una vez más se cruzó de brazos y miro directamente a Aizawa— Pero habrá condiciones, no pueden simplemente estar pegados a mí —mascullo tras soltar un chasquido.
Aizawa asintió —Por supuesto que las habrá —y por primera vez Aizawa sonrió, aunque su sonrisa más que reconfortar a sus alumnos envió un escalofrió en ellos.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Las reglas que había dado Aizawa habían sido claras:
• Manos donde pueda verlas.
•· No interferir en horario de clases, ni mucho menos en las horas de estudio de Bakugo.
• Bakugo siempre podrá negarse al contacto o cortarlo si está ocupado o si se siente incómodo.
• Cualquier tipo de interacción siempre deberá ser consensuada por las dos partes.
Bakugo leyó con cuidado cada una de las reglas y luego asintió, los otros chicos también parecieron estar de acuerdo con ellas. Bakugo pensó que las reglas facilitarían las cosas, sin embargo cuando los tres salieron de la oficina y Kirishima se removió incomodo en medio del pasillo no pudo evitar resoplar.
—Oi, deja esa mierda —reclamo, mientras lo miraba inquisitivamente, Bakugo no tenía que ser un genio para saber que Kirishima se sentía "descubierto" después de la conversación que tuvieron con Aizawa, Kirishima lo miro con timidez, Bakugo en cambio lo reto a apartar la mirada, él sabía que no era la mejor persona para reconfortar a otra, pero aun así lo intento, su mirada era franca, intensa y sin una pizca de burla en ella. Bakugo quien solía expresar con facilidad lo que le molesta, no estaba mostrando su típica mirada hastiada, y eso género que Kirishima soltara un suspiro que parecía estar conteniendo.
Si bien, Kirishima no conocía a Bakugo de toda la vida, supo entender que el chico que parecía ser todo menos simple, en realidad era todo lo contrario, Bakugo era hábil, detestaba perder el tiempo, por ende hacia cada cosa a la perfección y siempre estaba tratando de superarse, si algo le molestaba lo diría abiertamente, él no creía en las mentiras piadosas o verdad a medias, así que si se sentía compungido con la situación en general lo hubiera dicho, en ese preciso instante, sin embargo, en su lugar, lo estaba mirando directamente a los ojos, no parecía estar enojado, en realidad estaba en completa calma, una calma que conocía bien, como el reconocimiento de los hechos, hechos que no podría simplemente arreglarse de la nada, Kirishima titubeo un poco, su mirada se desvió por un segundo, pero rápidamente regreso a Bakugo cuando sintió la intensa mirada que le dirigía, Bakugo alzo una ceja tratando de retarlo a que dudara sobre sus propias elecciones, a su manera, de alguna forma Kirishima entendió el mensaje que trataba de comunicarle; no es tu culpa, le estaba tratando de decir.
Kirishima abrió los ojos con sorpresa y emoción, sus labios dibujaron una sonrisa que solo empezó a crecer más y más hasta que su aperlada dentadura brillo con fuerza. Kirishima sintió el impulso de acercarse, la emoción recorrió cada poro de su cuerpo y de alguna forma observo a Bakugo aún más varonil de lo que ya era, y eso ya era mucho que decir de por sí.
—Gra...
—Bakugo —la voz de Todoroki se sobrepuso sobre el susurro de Kirishima, ambos dirigieron una mirada hacia el chico, Bakugo había fruncido el entrecejo— Déjame tocarte.
Bakugo hizo una mueca, su entrecejo se frunció aún más, sus manos se abrieron y empezaron a crepitar por el sudor, Bakugo había contraído su espalda encorvándose hacia adelante, mientras miraba a Todoroki, parecía tenso.
—¿¡Qué mierda!? —soltó enojado.
—Quiero tocarte —su mirada estaba fija en él, Bakugo lo miro en silencio por un momento, el don de la elocuencia no parecía afín al chico de doble quirk— ¿Puedo hacerlo ahora? —preguntó y Bakugo suspiro, claramente Todoroki había prestado atención a las reglas que Aizawa les había dado, estaba solicitando su permiso, Bakugo no era del tipo de persona que tuviera tacto la mayoría de veces, sin embargo, por alguna razón el cómo lo había dicho, lo había molestado. Pero una vez más, Todoroki era raro socialmente y por el tipo de vida hogareña que tuvo entendía en parte porque, Bakugo trato de educar su expresión, se había puesto a la defensiva por la simple declaración, él suspiro, trato de relajar sus músculos antes de responder, después de todo no era algo que pudieran controlar ¿Verdad?
—¿De verdad? ¿Aquí mismo mitad-mitad? —Todoroki avanzo mientras asentía, Bakugo chasqueo la lengua y cuando quiso responder Kirishima gruño, colocándose casi en medio de los dos mientras mostraba los dientes. Todoroki dirigió una mirada rápida a Kirishima y regreso a Bakugo.
Las reglas, se suponía que facilitarían las cosas, -sin embargo descubrió no tan asombrado- que las reglas solo serían el primer paso si es que no quería que estos idiotas se interpusieran en sus asuntos.
Bakugo resopló, y se cruzó de brazos un tanto insatisfecho, miro a ambos chicos antes de fijar su mirada en Kirishima.
—Oi, basta —no grito, pero sus palabras fueron firmes y claras, Kirishima lo miro con grandes ojos tristes, casi parecía un cachorro pateado, Bakugo bufo, esto sería un problema, uno que una vez más tendría que resolver por su cuenta, imagino— Bien —esta vez dirigió su mirada a Todoroki— Puedes hacerlo, pero no aquí. Iremos a mi habitación, pero que sea rápido.
El cambio fue perceptible, a pesar de la mirada estoica y perpetua que solía consolidar a Todoroki Shoto como un chico inmutable y por ende genial al mantener siempre la tranquilidad, aun así la sorpresa coloreo su expresión ante sus palabras.
Todoroki Shoto no era cercano a Bakugo Katsuki, Bakugo era irascible, de carácter fuerte y por lo regular antagónico, cuando lo vio por primera vez dudo de varias maneras sobre que Bakugo podría convertirse en un héroe, después de todo conocía a la gente de su tipo, su padre era un ejemplo claro, sin embargo, a pesar de la lógica, Bakugo había demostrado en varias ocasiones que podría pensar más allá de sí mismo, su relación, si es que podía denominarla así, había empezado con el pie izquierdo, de alguna manera Bakugo lo había elegido como un rival potencial aunque Todoroki en esencia nunca miro en particular a nadie dentro de su clase como un igual. Todoroki tuvo que admitir que había pecado en soberbia al creer que ninguno de sus compañeros podía enfrentársele y luego apareció Midoriya Izuku, quien le había demostrado lo contrario y le había hecho abrir los ojos.
En cambio el enfrentamiento con Bakugo fue catastrófico y termino terriblemente mal, en algún punto de la pelea simplemente había perdido el fuego y la pasión para ganar, y simplemente se rindió, algo que por supuesto Bakugo no perdono.
Bakugo se asemejaba en varios aspectos a su padre, era terco y no aceptaba sus propias limitaciones, a veces era cruel, y la enemistad que habían adquirido no era del todo importante para él, pero luego, Todoroki había adquirido amigos y el simple hecho de tener este tipo de sentimientos no le había parecido del todo sano, así que hizo lo mejor que podía hacer, disculparse, Bakugo por supuesto no acepto sus disculpas, y aún seguía retándolo de vez en cuando como un niño, aunque Bakugo siempre supo cuando tomarse las cosas en serio y hacer su trabajo, cosa que reconoció como algo bueno en él. Y luego los pequeños detalles empezaron a surgir de vez en cuando, cuando el propio Todoroki se permitió verlos, Todoroki sabía que Bakugo había cuidado de ellos en la isla gracias a su profesor, muchos se habían sorprendido por este hecho, como también conmovido, Shoto no sabía que sentir al respecto, además de la necesidad de darle los gracias aunque sabía que Bakugo no era del tipo que hacia las cosas por los demás.
Así que, Todoroki simplemente lo había dejado pasar, esta situación solo era una más de la que en algún punto de su carrera pudo haber estado expuesto y simplemente enterró el sentimiento muy en el fondo de su ser, sentimiento que revivió cuando vio a Bakugo entrar al salón de clases y empezó a sentirse extraño junto a él.
Todoroki sabía que no era amigo de Bakugo, no tenían esa extraña relación que Bakugo solía llevar con algunos de los otros chicos, porque aunque Bakugo solía vociferar improperios a diestra y siniestra de alguna forma se había acercado a gente que parecía no importarle su carácter y que podía entenderlo, por lo que la propuesta de Bakugo de llevarlo a su habitación había resultado algo contundente de asimilar, su mirada se desvió hacia Kirishima por un momento y por la leve conmoción supuso que la declaración también fue una sorpresa para él.
Todoroki regreso la mirada hacia Bakugo, quien lo estaba estudiado, su entrecejo estaba fruncido y por primera vez su rostro no se contorsiono en extrañas y retorcidas formas cuando lo miro, estaba serio y parecía sereno, no hubo calor del todo en sus palabras y por un momento Todoroki creyó comprender porque deseaba tanto tocar a Bakugo aunque aún le costaba entender como el chico más ruidoso que había conocido en su vida le causaba tranquilidad. Aun así asintió con la cabeza y Bakugo giro por sobre sus talones para empezar a andar.
Bakugo los llevo al ascensor y oprimió el piso 4, a pesar de querer mirar hacia otro lado, sus ojos se siguieron desviando hacia él, había algo en Bakugo que parecía magnético, y no sabía descifrar que era, Todoroki intento apartar la mirada una segunda vez, solo para notar que no era el único que parecía absorto mirando a Bakugo.
Kirishima lo estaba viendo de una forma cariñosa, de alguna manera le recordó a como la protagonista del dorama que veía su hermana veía a su amado, Todoroki se preguntó si él también miraba a Bakugo de esa forma, sin embargo no tuvo mucho tiempo para pensar en ello cuando el ascensor se detuvo y Bakugo salió, detrás Kirishima lo siguió de cerca y por ultimo él hizo lo mismo.
En cada piso había cuatro habitaciones, Todoroki notó que Bakugo se detuvo en la habitación 4 y para su sorpresa la habitación de Bakugo se encontraba debajo de la suya.
—Bien, Kirishima tú ya conoces las reglas —Kirishima pareció animarse ante el reconocimiento, Todoroki fue paciente, y espero a que prosiguiera, Bakugo sostenía el pomo de la puerta con firmeza— Esto es simple, tocas una mierda, te exploto la cara —dijo y la puerta se abrió, Bakugo avanzo, solo para detenerse en el medio y darle una última mirada— Nada de cosas extrañas mitad-mitad —entrecerró los ojos y luego entro. Kirishima fue el siguiente, Todoroki les siguió en silencio y para su sorpresa la habitación de Bakugo estaba limpia y bien ordenada, no habían muchas cosas además de las necesarias, un pequeño escritorio de trabajo pegado a la mesita de noche, junto con un estante a su derecha y un closet, algunos posters colgaban en las paredes de lo que parecía ser música o tal vez películas, su habitación era de lo normal, limpia, cómoda y de buen gusto a pesar de que él prefería el estilo tradicional, él habría imaginado tonos oscuros y pertenencias que reflejaran la personalidad explosiva de Bakugo sobre todas las cosas, pero ese no fue el caso, o al menos lo que imagino.
—¿Terminaste de mirar? —la voz de Bakugo le sorprendió y Todoroki por primera vez se sintió algo avergonzado cuando Bakugo le sonrió petulantemente. No es como si a Todoroki le gustara chismear sobre el tipo de habitación que tenían sus compañeros, ya había conocido a la de la mayoría, pero la de Bakugo siempre fue un misterio a voces, aunque Midoriya aseguraba que su habitación era agradable, después de todo tenía buen gusto, las palabras de Midoriya no parecieron reconfortar a nadie siendo que el chico de cabellera verde tenía una colección de All Might entera en la suya.
—Yo no, solo...
Bakugo rodo los ojos —Mitad-mitad solo cállate, créeme que esto es igual de doloroso para mí que para ti, terminemos con esto lo más rápido posible así que ven —Bakugo siguió de pie frente a él, las ultimas silabas golpearon muy hondo y aunque por un momento parecieron intimas ante sus oídos no lo fueron en realidad, a pesar de ello Todoroki hizo lo que le pidieron, o al menos intento hacerlo, porque una vez Kirishima gruño, Bakugo le lanzo una mirada de advertencia— Kirishima, basta, siéntate —Kirishima pareció un cachorro regañado, Bakugo chasqueo la lengua— Bien, puedes tomar mi cama, pero nada de desordenarla —eso animo al chico, Todoroki procedió con lo suyo, sus brazos se habían extendido a los lados, pero Bakugo no se movió, su mirada era penetrante, ahora que lo miraba con atención Bakugo tenía una bonita cara, ángulos finos, con pómulos altos, labios lo suficientemente jugosos como para ser los de un hombre, cosa que no había notado cuando el chico se empeñaba a retorcer el rostro en muecas casi dolorosas y anormales, Todoroki paso algo de saliva cuando se encontró pecho a pecho y luego lo encerró en un abrazo.
Todoroki creyó que el abrazo seria incomodo, después de todo era muy diferente el deseo que ardía con fuerza dentro de él y le instaba a querer tocarlo a hacerlo, a la lógica de su cerebro que le decía que era extraño, y que sería dolorosamente incómodo, además de que terminaría mal, horriblemente mal, sin embargo cuando sus brazos se estrecharon su cuerpo simplemente no pudo evitar suspirar, en algún momento su rostro cayó en la clavícula de Bakugo y dejo que su nariz olfateara el dulce olor que desprendía.
Bakugo olía dulce, a vainilla, suave y ligera, era reconfortante como el simple hecho de presionar su cuerpo contra el de él le estaba otorgando calma, la cintura de Bakugo era pequeña, más pequeña que la suya, mientras que sus abdominales eran más grandes que los suyos, Todoroki se apretó aún más y Bakugo soltó un chillido que Todoroki no se perdió. Todoroki removió su rostro, casi arrastrándolo perezosamente y su nariz acaricio su cuello cuando subió hasta la altura de su oreja.
—Lo siento —susurro y Todoroki pudo sentir como Bakugo se estremeció, aun así no dijo algo al respecto, solo chasqueo la lengua y Todoroki tatareo en respuesta antes de enterrar su rostro una vez más en su clavícula, Bakugo era cálido, y reconfortante, tanto que parecía querer darle sueño por el simple hecho de tenerle entre brazos. sin embargo el abrazo no duro, Bakugo lo aparto, empujándolo un poco lejos de él, Todoroki entonces notó que habían estado así por 10 minutos, sin moverse cuando sus ojos se encontraron con el reloj alarma de la mesita de noche. Kirishima estaba sentado en la cama de Bakugo, los estaba mirando a los dos como un problema de matemáticas que resolver y Todoroki solo pudo asentir antes de regresar a Bakugo, quien estaba desviando la mirada.
—Supongo que esto bastara, hare un cronograma para que este tipo de cosas no interfiera con mi horario, así que ahora largo —señalo la puerta con un dedo. Todoroki asintió.
—Gracias Bakugo, nos vemos mañana Kirishima —Kirishima ladeo la cabeza con curiosidad y Todoroki se marchó no sin antes escuchar el tardió "hasta luego" de Eijiro.
No entendía del todo que significaba esto que estaba sintiendo, pero la calidez de Bakugo aun persistía en él y eso fue lo suficiente para él en ese momento.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Bakugo se llevó una mano a la cabeza lleno de frustración, eso había sido raro, raro de una forma nueva que le dejo un extraño sabor en la boca.
—¿Estas bien? —preguntó Kirishima, yendo hacia él con preocupación y si hubiese sido alguien más hubiera arremetido de forma grosera, pero Kirishima demostró ser un libro abierto, sus intenciones siempre se mostraron en su rostro con claridad, y él parecía haber notado que algo andaba mal, lo cual no era del todo erróneo, pero aun así se sentía también todo lo contrario a ello, Bakugo gruño y asintió, educando su expresión se dirigió hacia él.
—¿Y bien? ¿Qué es lo quieres que haga? —preguntó sin rodeos, Kirishima había dicho que quería estar cerca de él, pero Bakugo aun dudaba de sus verdaderos deseos, después de todo Kirishima era así de estúpido, los ojos de Kirishima se abrieron y luego rio, de esa forma estúpida y contagiosa que de alguna forma le recordaba que estaba aquí, que eran jóvenes e idiotas y eso no era del todo malo aunque no fuese lo suyo.
—Solo déjame quedarme un poco más contigo ¿Si?
Esta vez, Bakugo lo miro con sorpresa, al menos solo por un micro segundo antes de fruncir el entrecejo y soltar con indiferencia; —Lo que sea.
Kirishima se sentó en silencio, mientras Bakugo empezó a trabajar con las notas que Yaoyorozu le había entregado esa mañana, su letra era prolija y como era de esperar sus notas fueron de gran ayuda, contenía resúmenes precisos y notas detalladas, Bakugo chasqueo la lengua, no le gustaba deberle favores a nadie, luego pensaría en cómo pagárselo. Además aún tenía el problema con ese par, Aizawa había declarado sus reglas, sin embargo eso no conferiría que no hubiera problemas. Con pluma en mano garabateo en su cuadernillo, de vez en cuando su mirada se deslizaba hacia Kirishima, quien más relajado que hace unos minutos atrás, ahora que lo pensaba, esta no era la primera vez que Kirishima había reaccionado de esa forma con Todoroki, en la isla lo había mordido, supuso que la razón de su reacción confería al tipo de respuesta que tenía Bakugo. En la isla se había enojado por como Todokoala se había pegado a su pierna, recordando lo que había pasado unas horas antes, Kirishima solo se movió contra Todoroki cuando noto la aprensión hacia él, así que concluyo que ese podría ser detonante.
Anoto algo más en el cuadernillo y luego regreso la mirada hacia Kirishima —Si perderás el tiempo en mi habitación al menos ponte a hacer algo de provecho —regaño, Kirishima parpadeo hacia él y luego sonrió mientras asentía.
—Por supuesto.
Bakugo suspiro, dejando el cuadernillo de lado volvió su vista hacia las notas que Yaoyorozu le había entregado y empezó a escribir.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Bakugo se estiro en su lugar y cerro su libreta, levantándose de la silla miro a Kirishima quien estaba mordiendo su lápiz, al parecer se había trabado en uno de los problemas de matemáticas.
—Hey —llamo, Kirishima alzo la vista en confusión— Vamos a comer. Los ojos de Kirishima se iluminaron dejando atrás la pesadumbre.
—¿Hablas en serio?
—¿Alguna vez bromeo?
—Correcto, solo dame un segundo —Bakugo bufo, pero aun así lo espero, observo como con rapidez guardo sus cosas en su bolso antes de levantarse de su lugar, en ningún momento su sonrisa se desvaneció— ¡Bien, vamos! —Bakugo no dijo nada esta vez, solo procedió a caminar, Kirishima fue tras de él cuando salieron de la habitación Bakugo extendió el cuadernillo hacia él— ¿Bakugo?
—Reacomode mi horario, dale un vistazo y dime si interfiere con alguna de tus actividades —Kirishima se quedó en silencio por unos segundos antes de asentir fuertemente.
Mientras los dos esperaron en el elevador, Kirishima observo pequeñas modificaciones en los tiempos, ya sea en clase o en la hora del almuerzo, para finalizar con una hora después de clases, en las casillas encontró el nombre de Todoroki y de alguna forma sus ojos se desanimaron cuando se dio cuenta que estos arreglos eran más que nada para el chico de doble quirk.
Kirishima no estaba celoso ni nada de eso, él era consciente que la actitud de Todoroki no era algo que pudiera controlar, los dos estaban en el mismo barco por así decirlo, aun así...
—¿Qué? —Bakugo pareció notarlo y Kirishima no quería ser un mal amigo y compañero— Solo dilo de una vez, Kirishima —Kirishima suspiro, muchos solían malinterpretar el carácter fuerte de Bakugo con el de un tipo que no suele escuchar las opiniones de los demás, lo cual se reforzaba aún más cuando el chico era un estratega de cuidado y sus planes resultaban mejores que el de los demás, así que por lo regular por lo que opiniones extras no eran del todo necesarias, pero aun así, Bakugo era del tipo que escuchaba con atención, sea lo que se dijo y lo que no, él solía estar al tanto de las cosas a su alrededor, como en ese instante, en que lo estaba mirando con esa expresión de lo digas o no lo sabré así que ahórrame el tiempo y arreglemos esta mierda.
—Bien —se removió nervioso y se rasco la mejilla con el dedo índice— Es solo, no agregaste tiempo para nosotros.
Bakugo parpadeo en silencio, Kirishima en cambio fue un manojo de nervios, mientras la realización llego a él, una vez más se había equivocado en las palabras, eso no era lo que quería decir ¿correcto? Había sonado mezquino y eso no era nada varonil.
Sus manos cubrieron su rostro y en ese instante deseaba no estar compartiendo espacio en un lugar tan pequeño con Bakugo, porque había sonado tan mal lo que dijo y...
—Kirishima —su diatriba interna se detuvo cuando escucho la voz de Bakugo, era firme, ronca y por supuesto tan varonil como los héroes de esos programas que había visto en su niñez, así de genial era Bakugo— Mírame —dijo, y de apoco aporto sus manos para verlo, no parecía estar enojado, en realidad, en ese instante Bakugo lo miraba como a veces había descubierto que Bakugo podía mirar las cosas, de forma casi relajada y contemplativa lo que hizo que algo en su corazón diera un vuelco, entonces él se llevó una mano en el cuello y desvió la mirada— No pensé en ello, después de todo siempre estamos juntos. Pero —pareció por un momento avergonzado— Podrías acompañarme en mis rutinas, si quieres.
Una ola de emoción se apodero de Kirishima, quiso saltar en los brazos de Bakugo, pero se abstuvo, eso era cierto, siempre están juntos, porque son los mejores amigos y aunque Bakugo no lo había dicho con palabras, el subtexto estaba ahí, así que se había preocupado por nada. Kirishima se sintió aliviado.
—¡Me encantaría!
Cuando el elevador se detuvo ambos se dirigieron a la cocina, Kirishima tomo un asiento frente a la isla y el cuadernillo descanso sobre la madera, Bakugo en cambio abrió la alacena y las estanterías, Bakugo parecía estar tan calmado cuando cocinaba y eso le hizo sentir feliz.
A Bakugo le gustaba cocinar, lo relajaba, era un área de la cual había disfrutado en su niñez cuando su madre empezó a inculcarle lo básico, porque ningún hijo suyo no sabría usar la cocina adecuadamente, eso estaba bien para Bakugo, después de todo sería un héroe, tendría que llevar una dieta saludable y no confiaba lo suficientemente en otros como para depender su alimentación.
Así que se movió como un pez en el agua, mientras preparaba una cena de cinco estrellas, por supuesto no se perdió la mirada boba que Kirishima le estaba dando ni mucho menos las miradas indiscretas del grupo de nerds que lo miraban con curiosidad, Deku como de costumbre era demasiado obvio, aunque aún parecía avergonzado de sí mismo cuando lo atrapaba viéndolo, Cara redonda había sido un poco más descarada, supuso que ya sabían lo que había ocurrido, Bakugo rodo los ojos.
Sus compañeros eran unos completos chismosos, por decir lo menos. Y la llegada de Hagakure y Ashido en su cocina no ayudo del todo a defender su honor ante tal apelativo. Las preguntan fueron lanzadas hacia su dirección, pero Bakugo las esquivo con frialdad, después de todo Bakugo aun debía configurar su horario para ponerse a la par en las clases. Así que dejo a Kirishima hundirse solo. Luego notó a Todoroki, sus miradas conectaron por un segundo y Bakugo rodo los ojos, aun así le llamo. Todoroki se dirigió hacia él para sorpresa de muchos que esperaron que la enemistad de ambos solo creciera ante el llamado de atención de su profesor, pero no fue así, en su lugar cabeceó hacia Kirishima.
—Revísalo —Todoroki asintió y tomo el cuadernillo, hasta fue lo suficientemente audaz de pedir un bolígrafo de alguien y garabatear algo encima.
Con los últimos arreglos, esa noche Bakugo recogió su plato no sin antes extender uno en dirección hacia Yaoyorozu quien se había puesto nerviosa por su amabilidad, aun así agradeció la ofrenda y con esto se marchó, no sin antes dejar en claro a Kirishima que comería solo ya que aún tenía trabajo que hacer, Kirishima asintió un tanto triste, pero logro recomponerse enseguida cuando Sero y Kaminari lo distrajeron con conversaciones triviales.
Esa misma noche, mientras terminaba su Niku Dofu, termino de garabatear las notas de la clase de leyes y prosiguió con historia del arte.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
El primer día fue uno de prueba, analizando las respuestas de ambos chicos con el horario de interacción que había creado, el cual era bastante simple, solo había modificado sus tiempos, después de todo estaba claro que no podían interrumpir las clases y mucho menos permitiría que nadie lo atrasara. Sin embargo decirlo y hacerlo eran dos cosas distintas.
Kirishima era una persona social por naturaleza a pesar de su timidez, la cual afloraba cuando notaba la atención extra, a pesar de ello, desde que -según él- se habían vuelto amigos solía seguirlo por donde quiera, así que su compañía no había sido del todo ingrata o abrumadora en encontrarse con la de Todoroki extendiendo los brazos en su dirección y aferrándose a él como si fuese una balsa en medio del mar.
Por lo regular el solía pedir un momento cada dos horas y empezaron a comer en un lugar más privado cuando parte de su receso se resumía en un fuerte abrazo entre los dos.
Todoroki fue puntual, una vez que descubrió que Bakugo era un madrugador por excelencia, así que cuando despertaba su primer pensamiento era dirigirse a la cocina donde se encontraba a Bakugo haciendo el desayuno.
—Bakugo —llamaba Todoroki extendiendo los brazos a unos pasos de Kirishima quien se encontraba sentado en una de las sillas frente a la isla en el medio, Bakugo al principio gritaba algún par de improperios, sobre si no tenía ojos y se daba cuenta que estaba ocupado, sin embargo Todoroki seguía ahí con el cabello despeinado y su piyama puesta, parado con ambos brazos extendidos esperando a que Bakugo diera su permiso. Y luego Bakugo se dirigía hacia él con un gruñido de protesta, los brazos de Todoroki se cerrarían sobre su cuerpo y su rostro se escondería entre su hombro, lo cual dejo varias veces congelado a Bakugo en su lugar por no saber cómo proceder en esta nueva dinámica entre ambos. Sin embargo este tipo de respuesta, no había sido del todo fructífera cuando su sartén empezó a oler a quemado en su cuarto día.
Así que tuvo que improvisar en medio de la marcha. Y tuvo que permitirle dejarle avanzar mientras seguía cocinando, lo que terminaba con Todoroki abrazándolo por detrás, mientras Bakugo seguía con lo suyo y que más de una vez alguien lanzara el comentario sobre que parecían una pareja cuando miraban la escena.
Si Kirishima era como un cachorro siguiendo a su dueño, siendo feliz con su simple presencia, ofreciendo de vez en cuando temas de conversación que no eran del todo desagradables para Bakugo, mientras trataba de ayudarlo, Todoroki era más como un gato, siempre acercándose a su gusto, aunque en teoría debería ser el comportamiento de un koala, al menos en eso se había convertido cuando el villano uso su quirk con él. Pero aun así, Todoroki siempre fue un tipo demasiado raro, así que ¿Qué demonios?
Fue en su segunda semana cuando a regañadientes incluyo a Todoroki en la lista exclusiva de quien puede comer su comida. Y eso solo se había debido porque su paciencia había llegado al límite al verlo comer soba tres veces al día. Una vez más ¿Qué demonios?
—¡No te hagas absurdas ideas, solo es porque eres un caso perdido!
Todoroki guardo silencio, como si por primera vez su sentido de autopreservación se hubiese activado y simplemente se limitó a comer. Para sorpresa de Todoroki la comida de Bakugo sabía bien.
—¿Lo mejor que has probado, verdad? —codeo Kirishima a su costado, mientras Todoroki llevo otro bocado a la boca. Bakugo sonrió orgulloso de sí mismo.
—Por supuesto que lo es, después de todo, lo prepare yo —mascullo con una sonrisa arrogante. Todoroki se preguntó si su perorata se extendería o simplemente terminaría ahí, la respuesta tuvo que esperar para otro momento, cuando el móvil de Bakugo empezó a sonar.
Era extraño ver a Bakugo teniendo llamadas, en el poco tiempo que estuvo con él raramente Bakugo solía recibir algunas, aunque claro que noto uno que otro mensaje que el chico simplemente se limitó a ignorar.
Todoroki no era del tipo de persona que se inmiscuyeran en los asuntos personales de otra persona, Bakugo parecía ser del tipo de persona que no tendría gente cerca, pero una vez más Kirishima parecía ser su amigo y algunos chicos solían pasar el rato con él, Midoriya, a pesar de la hostilidad de Bakugo con su persona aun lo miraba maravillado.
Él había comentado que iban en la misma escuela y una vez escucho que fueron amigos, así que supuso que Midoriya veía algo que él no, algo diferente, algo que también quería poder ver.
—Si, en la noche, lo prometo —había respondido a quien sabe quién y Todoroki se sintió curioso, al parecer su curiosidad no pasó desapercibida.
—Sus padres, cuando Bakugo ignora demasiado tiempo sus mensajes suelen llamarlo.
Todoroki asintió con comprensión, supuso que Bakugo tal vez no se llevaba bien con sus padres y eso solo añadió una nueva pieza al misterio que resultaba ser Bakugo Katsuki para él, siendo que cada que apartaba la vista de él sentía que algo más se interponía en la imagen real que quería descubrir. Una que se le escapaba cada que lo tenía en brazos y el estupor empezaba a invadirle.
Bakugo era reconfortante, le otorgaba un alivio sin igual, aunque aún no sabía porque.
Por lo regular la cena era un momento para los tres, de alguna forma se había vuelto así con el paso de los días y Bakugo en realidad era buena compañía cuando no estaba tratando de matar a Midoriya, reflexiono Todoroki, sin embargo esa noche fue diferente, Bakugo los miro y fue claro.
—Estoy ocupado.
La respuesta fue corta, simple, pero concisa, Todoroki se había versado un poco en el idioma Bakugo como para entender lo que implicaban sus palabras.
—Oh... —soltó sin querer, sorprendiéndose así mismo porque sonaba triste.
—Está bien, entonces nos reunimos mañana —Todoroki sabía que Kirishima y Bakugo solían levantarse temprano para correr por las mañanas, por lo regular cuando bajaba aun somnoliento hacia la cocina en busca de Bakugo ya encontraba a Kirishima ahí con él, la rutina de ambos no era ningún secreto en la clase A, sino un hecho común, aun así, las palabras de Kirishima salieron como una pregunta.
—¿Acaso crees que dejare holgazanear tu flojo trasero a estas alturas? —reprendió y Kirishima rio vivazmente.
Todoroki pudo notar que había un vínculo singular entre ellos, de alguna forma pensó en su amistad con Midoriya, Iida y Uraraka, y aun así supo que era una cosa completamente diferente.
No estaba enojado por ello, pero aun así se sintió mal.
—Como sea perdedores, nos vemos mañana —sonrió Bakugo, llevándose la comida a su habitación, Todoroki quiso decir algo, entonces sintió una mano cálida espolvoreando su cabello, cuando alzo la mirada se encontró con la arrogante sonrisa de Bakugo y antes de poder hacer algo más el chico desapareció.
Siguiendo la sombra de los pasos de Bakugo, Todoroki se encontró mirando por donde se marchó sin notar la mirada apreciativa que Kirishima le estaba dando.
Dos días después, Bakugo se fue el fin de semana para visitar a sus padres.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Bakugo supuso que era buena idea, después de todo Kirishima había dejado de actuar de forma agresiva con Todoroki, una vez que su hipótesis fue comprobada, la agresividad solo había sido un reflejo ante su propio reaccionar. Todoroki no era su amigo, pero tuvo que educar sus rasgos a algo más neutral ante la incomodidad que de alguna forma había comenzado a ser menos incomoda con el paso de los días.
Y Todoroki Shoto seguía siendo un bicho raro, pero tenía que admitir que empezaba a entender al chico, además no era del tipo de entrometerse en sus asuntos y había dejado de ser un idiota a la hora de los combates.
Bakugo también notó gradualmente que parecían menos dependientes de él, Todoroki de alguna forma había pasado de ser una sanguijuela en su costado cada dos clases a saltarse al menos un abrazo o dos cuando estaban juntos. Por supuesto Bakugo no lo señalo, después de todo no quería un retroceso en este punto.
Por ello cuando su padre le llamo, en lugar de su madre, había accedido a su petición de visitarlos.
Su familia era, por supuesto poco convencional en base a las normas sociales con las que trabajaba una sociedad Japonesa tradicional hablando estrictamente.
Después de todo, mientras una mujer debería ser el epitome del cuento de Nadeshiko o al menos eso era lo que se trataba de emular en la mayoría de las mujeres japonesas, su madre era, por supuesto una contradicción andante, su madre era ruidosa, a veces polémica por su sentido de humor como personalidad, ella pisaba fuerte y se hacía notar, sin embargo también era buena en cualquier cosa que se proponía, sabia cocinar, como zurcir un calcetín y limpiar la mancha de vino de la camisa favorita de su padre -aunque su padre era un hombre autosuficiente-, además siempre estuvo preparada a la hora de limpiar sus heridas cada vez que se raspaba las rodillas al jugar y supo cómo lucir femenina como fatal en una reunión importante en la que debía asistir. En su casa los roles de generó no eran relevantes, su madre tuvo la fortuna de que su padre adorara su intensidad a pesar de ser una persona tranquila por naturaleza, las cosas se medían de forma diferente dentro de la residencia Bakugo, aunque sabían cómo actuar en base a las normas de la sociedad funcional.
Así que cuando las personas entraban en la vida ruidosa de los Bakugo por supuesto siempre causaban ese tipo de impresión equivocada que solo generaba especulaciones raras, su madre le había enseñado a ser directo, su padre en cambio a ser honesto, los hechos hablan mucho más que las palabras comprendió rápidamente ante el atípico afecto de sus padres que no solían ser del tipo de palabras bonitas -al menos no su madre-, así los hechos hablaban en la residencia Bakugo, aunque de vez en cuando el dialogo hacia aparición cuando los hechos no podían expresar lo que querían decir.
Su madre le había estado enviando mensajes, algo natural en ella, sin embargo después de una serie de demasiados eventos malos que tenían que ver con su persona, Bakugo notó un incremento en los mensajes de texto, su madre no era de conversaciones nostálgicas y llenas de lágrimas como las de la tía Inko, sin embargo lo que no decía en palabras, solía exteriorizarlos mediante preguntas.
"¿Ya cenaste?" "¿Terminaste tu tarea?" "¿Vendrás este fin de semana a casa?" "Katsuki, por favor no causes problemas"
Bakugo no solía contestar estos mensajes y por supuesto eso generaba que más mensajes se almacenaran en su bandeja de entrada hasta que su madre lo llamara.
Sus llamadas solían ser aún más ruidosas y con varios improperios en una misma oración, la gente no lo entendía, y no eran del tipo de gente de explicarse, pero con su padre era un punto y aparte, su padre era demasiado blando y sentimental, si bien se había adecuado a la forma de ser de su madre, aun así reconocía cuando la mujer cedía y complacía a su padre y las palabras tuvieron que aflorar de su garganta de manera febril, pero constante.
Bakugo con su padre podía tomarse su tiempo, y ser un poco más franco, en sus conversaciones había alguna que otra maldición viniendo de él cuando su padre solía pedirle cosas que en realidad no le interesaba hacer, como ser más educado y amable con los demás, puajj. Y sus preguntan tendían a ser más íntimas aunque tenía esa forma especial de no hacerlas parecer de esa forma.
"¿Cómo has estado, hijo?" "¿Has hecho amigos, Katsuki?" "¿Cómo vas con la escuela?" "¿Hay algo en que pueda ayudarte?"
Y aunque Bakugo odiaba la ayuda de los demás, con su padre era diferente, su padre siempre quiso decir lo que quiso decir sin dobles intenciones, era sincero y a pesar de su actitud no era de dejarse pisotear.
Su relación era un poco mejor que con la de su madre, su padre le dijo que era porque ambos se parecían demasiado, Bakugo expreso en ese entonces su disgusto imitando dar arcadas de asco aunque claramente sabía que se parecía más a su madre y estaba bien con ello. Eso por supuesto generaba que su padre alzara una ceja y tras un latido de silencio ambos rieran, era ese tipo de relación entre ambos por lo que contradictoriamente no tenían que hablar demasiado entre sí, por ello cuando vio la llamada de su padre no pudo evitar mirar su pantalla con perplejidad.
Bakugo chasqueo la lengua, pero aun así respondió su llamada, pidiendo que lo llamara otra vez en unos 20 minutos. Si hubiese sido su madre la conversación hubiese sido más larga, con su madre entrometiéndose preguntándole porque debía esperar una llamada con su propio hijo, pero su padre entendió, algo que agradeció.
En la privacidad de su habitación espero paciente, su padre no era de llamarlo, a menos de que hubiera sucedido algo, cosa que no había pasado. Por lo que solo podía significar una cosa.
Su madre estaba preocupada.
Su teléfono sonó y en la pantalla apareció el nombre de su padre, Bakugo respondió con facilidad.
"Katsuki".
—Hey.
"¿Interrumpo algo?"
—No, solo estaba preparando mi cena, ahora es buen momento, ¿Paso algo?
"No, por supuesto que no, lamento haber causado preocupación, es solo... Has estado algo ocupado, tu madre y yo sabemos que es importante para ti tu expediente académico, pero sería agradable verte este fin de semana".
Bakugo tarareo en respuesta, supuso que su madre seguía preocupada por lo que había pasado, su primer fin de semana de regreso a U.A. se había quedado en los dormitorios, y les había dicho vagamente que no vendría a casa para ponerse al corriente con sus estudios, ellos lo habían aceptado, pero este era su segundo fin de semana y no había respondido sus mensajes del todo, así que supuso que era normal.
—Está bien.
"¿De verdad?" "¡Eso es genial, se lo diré a tu madre!"
Después de ello tuvieron una pequeña conversación sobre las asignaturas y luego Bakugo colgó. Un fin de semana no parecía una locura después de todo, esos dos no parecían tan apegados a él para ese lapso de tiempo que había trascurrido.
Sin embargo al parecer no era del todo el caso.
No cuando ambos chicos se abalanzaron a él al verlo llegar el domingo por la tarde.
El fin de semana había sido como de costumbre una contradicción absoluta, sus padres lo recibieron con su comida favorita cuando llego a casa y la cena fue un ir y venir entre las exaltaciones de su madre y él, mientras su padre mediaba las cosas como de costumbre, para muchos pudo parecer que estaban teniendo una discusión, cuando él alzo un poco la voz al afirmar que realmente estaba ocupado y luego su madre hizo lo mismo y le regaño por no hacer algo tiempo para sus propios padres. Sin embargo ese era su forma de expresarse, las palabras para Katsuki y su madre era gritar toscamente, pero entre líneas podían leer la verdad no dicha.
Su madre estaba preocupada, lo supo cuando menciono que tenían buen aspecto y luego dejo escapar un suspiro que tal vez había estado conteniendo.
"¡Por supuesto que tengo buen aspecto, me estoy cuidando!", había gruñido, aunque en realidad no estaba molesto, su madre había sonreído y Bakugo comprendió que tal vez, su vieja bruja tenía más en común con la tía Inko de lo que pensó.
Esa noche se retiró temprano a su habitación y a la mañana siguiente había pasado a la oficina de su padre con libreta en mano. Esto era algo de ellos, desde que Bakugo tenía memoria sabía que se convertiría en un héroe, fue cuando tuvo cinco y su peculiaridad apareció que empezó a diseñar su traje, no era solo lucir genial, sino que este pudiera ayudarle con ella, en ese entonces sus explosiones parecían simples fuegos artificiales, pero Bakugo estaba seguro que estas se volverían fuertes con el paso del tiempo y sus manos chamuscadas daban fe de que necesitaría equipo de apoyo.
El primer boceto de su traje había sido ideas garabateadas en un cuaderno, el cual tenía muchas, pero muchas fallas técnicas, aun así había ido a ver a sus padres y luego los dos le habían ayudado a mejorarlos.
Había sido una batalla campal para mantener su concepto sin cambios tan drásticos, por suerte los tres habían coincidido que lo practico iba por encima de cualquier otra cosa.
Bakugo entro a la habitación, su padre había dejado de teclear en su computadora y alzo la mirada.
—¿Ocurre algo, Katsuki?
Pregunto su padre y Bakugo ofreció la libreta, esa mañana él junto a su padre empezaron a rediseñar una mejor forma para sus guanteletes, su madre sonrió cuando vio la escena y luego se unió a ellos.
—Así que ya te disté cuenta que son algo imprácticos ¿No?
Había dicho su madre espolvoreando su cabello, lo que hizo que empezara una pequeña discusión amena, que había dado paso a varios modelos de diseño que podría usar.
Así que su fin de semana no había sido infructífero, había sido relajante a su manera, aun así se sentía cansado, el cambio de ritmo entre su hogar y los dormitorios era notorio, por ello cuando se despidió de ellos con un fuerte abrazo de ambos que por primera vez no apresuro -supuso que había adquirido tolerancia gracias a Todoroki- no espero este tipo de situación.
—Llegaste —declaro Kirishima, demasiado animado, saltando casi en su lugar y entrando en su campo de visión cada que trataba de mirar más allá de su sonrisa boba. Bakugo frunció el entrecejo, aún más cuando sintió el peso encima. Todoroki lo estaba abrazando fuertemente.
—Sí, es condenadamente obvio que lo he hecho —declaro, dando una mirada entre su cuerpo y el de Kirishima quien rio nerviosamente, antes de despegarse un poco.
—Yo... supongo que ¿Me emocione? —una de sus manos sostenía la suya y Bakugo aun llevaba su maleta de mano con una simple muda de ropa y lo básico para pasar la noche.
—Lo note —entrecerró los ojos, pero aun así no aparto la mano de Kirishima, en su lugar le dio un ligero apretón que ocasiono una mirada de sorpresa en su rostro, solo para segundos después sonreír aún más brillante.
—¿Cómo te fue? —Bakugo resoplo, Kirishima era un buen tipo, pero estaba cansado y en realidad solo quería tomar un baño antes de irse a la cama, sus deberes ya estaban terminados así que sería una noche tranquila, o al menos eso espero.
—Kirishima —le llamo y casi vio como Kirishima se erguía en su lugar como un cachorro amaestrado, dio un ligero movimiento con la cabeza y lucho con las palabras por un momento— ¿Podrías...? —sin querer sus palabras se alargaron, Kirishima lo miro por unos segundos antes de comprender lo que quería decir y cuando lo hizo asintió efusivamente.
—Por supuesto, la dejare en tu habitación.
Kirishima tomo la bolsa de mano y se adelantó a la habitación de Bakugo, en otras circunstancias Bakugo lo hubiera hecho por sí mismo, sin embargo, estaba atrapado, atrapado por el fuerte abrazo de Todoroki Shoto.
Los abrazos, se había dado cuenta, siempre fueron diferentes entre sí, a veces eran cortos, un simple roce que duraba un par de segundos y otras veces sus abrazos fueron demandantes, sus manos se envolverían con fuerza alrededor de su cintura y en esos casos Bakugo siempre soltaba una audible queja; —¡Oi!
Pero entonces Todoroki se aferraba aún más y removía su rostro entre la intercepción de su cuello y hombro, mientras susurraba en su oído; —Lo siento, solo un poco más, Bakugo.
En esos momentos Bakugo resoplaba con insatisfacción, y simplemente dejaba que el abrazo durara lo que tuviera que durar, culpo al hecho de que había escuchado a escondidas la conversación que había tenido con Deku, puaj, sentimientos, se dijo así mismo, pero aun así no lo aparto y espero hasta que Todoroki diera el primer paso y empezara a alejarse, entonces le daría las gracias aunque Bakugo no entendía porque se las estaba dando.
En otras ocasionas los abrazos eran algo que solo pudo comparar con el reconfortante abrazo que solían darle sus padres cuando era un niño, eran suaves y nostálgicos, una mezcla de calidez que solo lo hizo sentir más extraño al estar tan cerca de Todoroki.
Todoroki era raro, sumamente raro, no espero estar cerca del chico, después de todo él lo había humillado públicamente, y aun así compartía su propio espacio y le estaba permitiendo tocarlo. No conversaban más de lo necesario aunque notó como a veces el intercambio de palabras se volvía mayor que el día anterior, siendo que Todoroki a veces preguntaba cosas que en un principio irritaron a Bakugo.
Todoroki no parecía ser alguien que tuviera conocimiento sobre las normas sociales, iniciar una conversación para el chico se resumía en sacar temas obvios o simplemente de la nada. "Cementoss dejo un reporte sobre la historia de los quirks" "Mañana habrá examen con Present Mic" "Parece que te fue bien en la prueba que dejo Midnight"
Hechos que Bakugo no comprendía porque Todoroki sacaba a colación, pero aun así lo hacía. En esos momentos hubiera preferido no estar a solas con él y que alguien más amortiguara las bolas bajas que arrojaba Todoroki. Y por lo regular se limitaba a responder con un simple "si" antes de dar como finalizada la conversación. Bakugo se preguntó cómo lo hacia la gente, hacer parecer tan fácil hablar algo trivial y sin sentido sin hacerlo incómodo.
Kaminari solía hacerlo con facilidad, aunque en realidad no es como si le importara una mierda, después de todo siempre prefirió la honestidad en las cosas, y si la gente era demasiado blanda como para soportar la verdad era su problema, no todos lo entendieron, pero hubo gente que lo hizo.
Kirishima podía hacerlo y eso facilito muchas cosas.
En realidad siempre había sido diferente con Kirishima.
Kirishima quien era el tipo de sujeto que se lanzaría contra viento y marea si veía que algo era injusto y que era también del tipo de persona que daba y daba sin pedir nada a cambio.
El mismo Kirshima Eijiro que le daba esa mirada esperanzada cuando hacía algo que al parecer necesitaba ser premiado.
Como cuando Kirishima entendía el ejercicio a la primera y luego alzaba la mirada, sus ojos brillaban cual estrellas y Bakugo con resignación soltaba un "nada mal" que solo hacia crecer la sonrisa de Kirishima aún más.
Kirishima era alegre, sabia cuando detenerse y cuando no hacerlo, Bakugo respetaba eso de él, después de todo a pesar de ser un cabeza de chorlito no era de los que retrocedieran su palabra aunque a veces era del tipo que actuaba sin un plan.
Estar con Kirishima lo calmaba, como pensaba que hacia él con el propio Kirishima cuando le sonreía con esa sonrisa que parecía contener al propio sol. En cambio estar con Todoroki era abrumador, él mismo sabía que a Todoroki le causaba seguridad cada que lo abrazaba, ya que lo había escuchado de su propia boca, aun así, Bakugo no entendía porque.
Y Bakugo no era del tipo que se preocupara por pequeñeces, a pesar de su nueva "normalidad", él había estado vigilando a sus compañeros, notando los pequeños patrones que a simple vista no salían fuera de lo común y aun así lo eran, Asui quien había sido convertida en gato, aún tenía ese tipo de afición por las luces y las tiras que intentaba atrapar, tampoco se había perdido el cómo el presidente de la clase seguía mirando de forma extraña cualquier objeto donde alguien pudiera colgarse y una vez lo atrapo en una rama de árbol cuando estaba terminando su carrera matutina, o como Ashido se había acercado a Koda y había reemplazado su gusto por la comida chatarra con la saludable fruta y vegetales, Uraraka en cambio, cuando creía que nadie la estaba viendo escondía un par galletas o dulces en los bolsillos de su sudadera, Mineta, de por si asqueroso, a veces lo vio saltando en lugar de caminar y soltando un chirrido cual grillo, y una vez encontró en el congelador un paquete de grillos y escorpiones provenientes de Latinoamérica que al parecer alguien había comprado por internet, y luego estaba Deku que solía quedarse mirando las bandejas de los platos de comida los demás y cuando estaba cerca del bote de basura se ponía nervioso.
Bakugo sabía que Aizawa no le mentiría, pero aun así ver como no era el único afectado hizo que una mueca en forma de sonrisa apareciera en su rostro.
Además estaba la promesa sobre que esto no duraría para siempre.
Tal vez por ello se había permitido envolver los brazos alrededor de la espalda de Todoroki trazando suaves movimientos en la columna vertebral del chico y si pudo sentir el leve escalofrió debajo de su piel, no dijo nada. En su lugar dejo que se acurrucara en su clavícula y respirara su olor.
—Todoroki, en algún momento, tendremos que movernos de aquí —Todoroki asintió con el rostro aun enterrado en la intersección de su cuello y hombro, Bakugo suspiro— No me soltaras ¿verdad? —esta vez Todoroki negó con el rostro, Bakugo se resignó sin mucho remedio.
Esa noche fue larga y algo tediosa, Bakugo no sabía que había pasado, solo que por un lado tenía a Todoroki pegado a su costado y a Kirishima saltando a su alrededor.
No sabía que era más molesto si el mutismo de Todoroki, mientras seguía tocando su cintura o el hecho de que cada vez que Bakugo necesitara algo Kirishima se ofreciera a hacerlo por él. Lo cual descubrió que de cierta manera eso hacía que Kirishima se sintiera complacido.
Las costumbres animales eran extrañas, pensó Bakugo para sus adentro mientras terminaba su cena en silencio y les dio una mirada de advertencia sobre que no lo siguieran, Bakugo tal vez había sido muy indulgente con los dos, pero su hora de sueño era sagrada y Deku había sido lo suficientemente inteligente como para distraer a Todoroki para que no lo siguiera.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Bakugo se desplomo en su cama, había sido un día largo, demasiado contacto y demasiadas charlas triviales, demasiada interacción social, aunque no había sido tan abrumador, Bakugo hizo una mueca, se estaba acostumbrando a su presencia y eso no era algo que quisiera hacer ni tampoco pensar, sus parpados se estaban cerrando cuando alguien toco a su puerta.
Bakugo tomo su almohada y ahogo un grito en ella antes de caminar a paso firme hacia la puerta.
—¿¡Qué!? —su tono fue áspero, duro e inflexible, Kirishima del otro lado de la puerta se removió nerviosamente.
—Oh, yo lo siento, no sabía... Es solo que fui al baño y no te encontré y... —Bakugo pasó ambas manos con exasperación sobre su rostro antes de tomar la mano de Kirishima y hacerlo pasar.
—Kirishima, cálmate —apretó con ligera fuerza su mano.
Kirishima lo miro a los ojos, en silencio asintió antes de tomar aire, ninguno hablo. El silencio se estaciono ante un pasillo vació y de vez en cuando el ruido de la sala de abajo se colaba a su alrededor.
—Yo, primero que nada lo siento —rompió el silencio Kirishima.
Bakugo fue paciente, lo suficiente como para no rodar los ojos —Eso ya lo sé, Kirishima ¿Qué sucede?
Kirishima parecía avergonzado, lo suficiente como para que sus orejas adquirieran un color rojizo que noto Bakugo enseguida cuando Kirishima desvió la mirada. Kirishima sabía que Bakugo no era una persona paciente, tampoco le gustaban las cosas complicadas y él parecía ser un manojo de nervios ante la vorágine de sentimientos complicados en su interior. Además, Kirishima sabía que no era tan inteligente como Bakugo, el chico era listo, mientras tanto él parecía tener una maldición desde que se vio afectado por el quirk del villano que lo convirtió en un perro, haciendo que cada vez que quisiera expresar lo que sentía, simplemente no pudiera hacerlo, no es como si sus palabras fueran del todo erradas, pero no parecían estar lo suficientemente cerca.
Kirishima suspiro, Bakugo aun sostenía su mano y se sentía lo suficientemente tonto por haber entrado en pánico, solo era que, realmente estaba preocupado y triste y luego...
Kirishima miro de reojo una vez más a Bakugo, él aun lo estaba esperando en silencio, ¿Y qué si todo lo que iba a decir en ese preciso instante era una completa tontería o no tenía sentido? Bakugo quería escucharlo, lo supo cuando se encontró con su mirada.
—Yo, en realidad no sé porque lo hice, venir aquí, ya sabes —hizo un movimiento con la mano—Quiero decir si lo sé, pero ahora que estoy enfrente de ti, siento que es una tontería —rio nerviosamente— Es solo... —hizo una pequeña pausa— Te fuiste todo un fin de semana, sé que fuiste a ver a tus padres, y claro que estarías bien porque qué clase de niño no está seguro con sus padres ¿No? —Kirishima notó una ligera mueca en la expresión de su amigo, pero aun así continuo— Y claro, nos lo dijiste y eso fue muy amable, y peleare con uñas y dientes si tratas de negarlo, porque sé que odias ese tipo de cosas, pero en realidad eres amable a tu manera y bueno...
—Kirishima —advirtió Bakugo.
—Yo solo te extrañe, ¿Ok? Y sé que es tonto y tal vez extraño, pero lo hice, y estoy seguro que también lo hizo Todoroki, y ahora estas aquí, pero cuando fui al baño y regrese no estabas, y...—Bakugo suspiro, llevo un mano detrás de su cuello— Lo siento, estoy diciendo cosas extrañas y estúpidas, será mejor que me vaya, ibas a dormir ¿No es así? —rio aunque su risa fue más por reflejo.
—¿Quieres dormir aquí?
Los ojos de Kirishima se abrieron, Bakugo lo estaba mirando, su entrecejo se había fruncido y pudo notar algo de timidez en su semblante.
—¿De verdad?
—No lo repartiré otra vez.
—Yo... ¡iré por mis cosas! ¡Volveré enseguida!
Bakugo resoplo, aun mirando la puerta por donde había salido corriendo Kirishima, no estaba seguro si era una buena idea, sin embargo ya estaba hecho, segundos después escucho el ruido de algunos objetos cayendo en la habitación de al lado y de repente un portazo.
—Ese idiota —mascullo entre dientes.
Kirishima había traído una colchoneta y una manta ligera, las cuales acomodó a un lado de la cama de Bakugo. Ambos empezaron una charla ligera, pero Kirishima rápidamente se dio cuenta que Bakugo pronto se quedaría dormido, sus respuestas se habían vuelto menos ásperas cuando pregunto sobre los temas que podrían venir del examen de matemáticas y más francas.
—Es obvio que Ectoplasma pondrá el ejercicio de la página 47 y 64, le encanta confundirnos y repasar temas en los que de alguna forma cree que podríamos tener problemas —había dicho, lo cual no era del todo errado, Ectoplasma solía personalizar los exámenes en base cada estudiante, si veía que estabas flaqueando en algún punto solía retomarlo para dejarlo en claro.
Bakugo se durmió 45 minutos después de su hora habitual de dormir, Kirishima hizo lo propio, la habitación de Bakugo era impresionante, bonita y limpia, de alguna forma elegante sin rayar en lo exagerado. Además olía a Bakugo, de apoco se empezó a quedar dormido. Solo para despertarse en medio de la noche, Kirishima se estiro sobre la colchoneta, uno de sus brazos flexionados choco contra algo, que pronto diviso como la mano de Bakugo, la cual estaba colgando desde la esquina, ya antes había escuchado por parte de Iida que algunos de sus compañeros tenían una mala postura al dormir, Kirishima se apoyó de los codos para tomar asiento y luego se dio cuenta que Bakugo se encontraba con la mitad de la cobija enrollada en su pie, mientras el otro extremo se encontraba en el piso, su camisa revelo parte de su estómago, Kirishima se le quedo mirando fijamente por un momento, había descubierto que la piel de Bakugo era lisa y sin imperfecciones, supuso que fue el cuidado y mantenimiento que le daba a su cuerpo.
Después de todo Bakugo era un hábil contendiente en el campo, manejaba su quirk con precisión y hacia estrategias con rapidez, era natural que alguien como él no se dejara herir, para él sería inaceptable, pero no era lo que se podía ver a simple vista lo que apreciaba Kirishima sino las partes que no.
Kirishima cubrió a Bakugo una vez más con la manta, solo para notar como su mano derecha seguía colgando, con delicadeza la tomo, su dedo índice comienzo a trazar la forma de su mano, deslizándose sobre la piel, formando la forma de sus dedos, la membrana entre ellos, y luego trazando las cicatrices.
No es algo que pueda verse a simple vista, las manos de Bakugo no son suaves, son callosas como cualquier mano bien trabajada, siempre ocultas debajo de los guantes protectores, Kirishima pudo sentir la capa protectora que genéticamente su cuerpo creo para su propia peculiaridad, las heridas no son muchas, son ligeras y algunas han desaparecido con el paso del tiempo, pero aun así Kirishima las trazo casi con reverencia, con ternura, como si estuvieran abiertos y todavía sangraran y necesitaran ser atendidos, a diferencia de las imperfecciones en la piel visible, este era un secreto suyo y solo suyo, uno que aun quería mantener para sí mismo, y con ese mismo deseo las envolvió entre las suyas.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Por lo regular los músculos de Bakugo se sentían sueltos, mientras se estiraba, sintiendo cada parte de su propio cuerpo, mientras sus huesos se mueven, y luego se relajaba en el colchón o al menos eso es lo quisiera sentir.
En su lugar lo primero que sintió Bakugo al recobrar la consciencia era algo apresando su mano derecha, y si no estuviera lo suficientemente lucido como para saber dónde se encobraba en ese momento hubiera entrado en acción. Bakugo se giró suavemente, lo más minuciosamente que pudo para no llamar la atención y entonces lo vio, a Kirishima durmiendo sentado a un costado de su cama aferrando su mano con vehemencia.
Bakugo suspiro, tal vez había sido algo negligente con Kirishima, enfocándose demasiado en la necesidad de tacto de Todoroki, no había previsto que Kirishima también lo necesitaba de esa forma, Bakugo se sentó con cuidado en la cama, con su mano libre acaricio el cabello de Kirishima, el rojo de su pelo baño su piel casi pálida en la oscuridad de la noche y después de cepillar un par de veces su cabello encendió la lámpara de la mesita de estar.
—Oi —llamo Bakugo, Kirishima abrió los parpados para encontrase con su rostro y con cuidado lo soltó solo para restregarse un ojo para enfocar mejor.
—¿Bakugo? —pregunto, cuando vio al chico alejarse y colocarse en la esquina, Bakugo palmeo un lado de la cama.
—Vamos, sube, no quiero que me culpes por tu mal rendimiento mañana.
Kirishima sonrió, aun con somnolencia y tomo la oferta por lo que era, Bakugo estaba siendo amable con él.
La cama era lo suficientemente grande como para que entraran los dos, aun así Bakugo lo miro fijamente y luego acerco su mano y acaricio su mejilla. Lo cual genero una especie de cosquilleó en sus pestañas.
—¿También quieres tocarme? —sus palabras salieron como un susurro y en el medio del sueño Kirishima asintió dejando de lado las influencias de su cerebro medio dormido. Bakugo guardo silencio por unos segundos y se mordió el labio inferior— ¿Qué quieres hacer? —para sorpresa de Kirishima, Bakugo estaba preguntando, y no solo eso, lo había hecho dos veces en la misma oración, el jodido Bakugo Katsuki quien no pregunta, simplemente sabe. Porque siempre sabe.
—¿Puedo abrazarte?
Bakugo guardo silencio por uno momento y luego asintió, acercándose de apoco, aun con la mirada puesta en Kirishima cautelosamente. En cambió Kirishima sonrió, sonrió de esa forma boba y encantadora, y esta solo se ancho cuando sus manos pasaron por sobre su cintura, y Bakugo sintió por primera vez que no podía mirar esa condenada sonrisa, con un movimiento de sus palmas flexionadas sobre la camisa de Kirishima, Bakugo se apartó solo un poco para girar su cuerpo y quedar de espaldas, aun así regalo una última mirada hacia Kirishima antes de añadir; —Prefiero dormir así.
Kirishima asintió, sus manos cayeron encima su abdomen, aun así busco a tientas sus manos y cuando Bakugo lo notó, las tomo contra las suyas. Bakugo creyó escuchar una especie de ronroneo, sin embargo rápidamente aplasto el pensamiento cuando la nariz de Kirishima se froto instintivamente en su nuca, lo que le hizo sentir un escalofrió que el propio Kirishima trato de calmar cuando trazo ligeros relieves de sus manos. Kirishima dibujo con las yemas de sus dedos, las cicatrices que nadie debería ver y aun así pudo reconocerlas por lo que son, con movimientos suaves y ligeros cual pluma que solo se lo confirmaron, mientras el hormigueo se expandía en cada centímetro de su cuerpo y luego simplemente cayo en el ensueño.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
Todoroki se removió incómodamente en su futón, no había podido dormir en toda la noche y aun se sentía inquieto aunque Bakugo había regresado y solo cuando lo sostuvo entre sus brazos se dio cuenta que lo había extrañado. Todoroki sabía que los dos no eran cercanos, aun así habían empezado a comer juntos, y a compartir espacio como a tocarse.
Una mano se extendió en el aire y la miro con curiosidad.
Cálido. Murmuro para sus adentros, el fantasma del olor y calidez de Bakugo persistieron entre sus dedos, y aun así no eran suficientes, Todoroki sabía que Midoriya tenía razón, cuando Todoroki notó su ausencia quiso ir a buscarlo, pero Midoriya le había dicho que había notado a Bakugo cansado y podría ser el caso.
Volver a casa también lo dejaba exhausto, el ambiente en la finca Todoroki nunca había sido agradable aunque su hermana Fuyumi le aseguro que hubo buenos días y cuando Fuyumi decía eso su hermano Natsuo solía poner una expresión lejana.
Así que, Todoroki desconocía el confort de un hogar al cual volver, pero aun así sabía cómo se sentía encontrarlo, o al menos a esa conclusión había llegado.
Bakugo olía y se sentía como su hogar a pesar de toda la lógica en contra de ese pensamiento. Además, Bakugo nunca lo había apartado, descubriendo así que Bakugo podía ser amable.
Todoroki se giró hacia el otro lado, solo para mirar la hora del reloj, era demasiado tarde para tener un sueño adecuado y demasiado temprano para levantarse, pero tal vez, podría aprovechar esta oportunidad, Bakugo solía despertarse temprano para correr, y por consecuencia Kirishima hacia lo mismo, los dos solían correr por las mañanas. Así que con suerte podría unírseles.
Bakugo solía levantarse a las 6:30 de la mañana para ejercitarse, tomar una ducha y preparar su desayuno, él por lo regular era de los primeros en llegar a clase y siempre tenía en mano algún libro para leer o se encontraba escuchando música, mientras miraba por la ventana. Todoroki tuvo que reconocer que en esencia Bakugo era una persona tranquila cuando no se le molestaba.
Y a veces el término de "molestar" variaba dependiendo el estado de humor del chico, aun así Bakugo era más que mucha ira dentro de su cuerpo como irracionalidad. Era trabajador, su fuerza solo demostraba cuan duro había trabajado para alcanzar ese nivel, tenía buenas notas encontrándose dos posiciones arriba que él con respecto a lo académico. Era apasionado en todo lo que hacía y nunca dejaba nada a medias, después de todo, Bakugo había aceptado su condición y nunca se echó para atrás.
Tal vez Todoroki se había equivocado con Bakugo y no era como su padre, porque sus lados ásperos no eran del todo afilados debajo de ellos pudo encontrar algo que aun trataba de comprender.
Algo de lo que quería formar parte.
Todoroki se sentó sobre el futón y estiro sus brazos antes de levantarse, un largo bostezo salió de sus labios y con lentitud se dirigió a la sala. Entonces lo notó, algo había cambiado, aunque no sabía qué, pero el sentimiento solo creció por la sonrisa demasiado brillante que tenía Kirishima en los labios.
Parecía más enérgico, más feliz, y claro eso era algo bueno, pero pensó que se sentiría un poco como la mierda, al menos así se sentía él en ese momento.
—¡Oh, Todobro! ¡Buenos días! —saludo jovialmente Kirishima— Te levantaste temprano.
—O tal vez nosotros nos levantamos tarde y ¿Adivina de quien es la maldita culpa? —se quejó Bakugo, atando sus cordones. Kirishima rio.
—Para mí defensa tampoco querías levantarte —Bakugo lo miro mal y luego observo a Todoroki.
—¿Sucedió algo?
Todoroki suspiro y camino hacia ambos.
—No pude dormir bien, así que me levante temprano, pensé que podría despejar mi mente si lo hacía.
Todoroki espero las burlas, el comentario mordaz, pero eso nunca paso, Bakugo entrecerró los ojos en su dirección y extendió los brazos. Todoroki creyó escuchar un susurro que decía; entonces tú también.
Sin embargo no tuvo tiempo para pensar en eso cuando su cuerpo se movió y acepto el abrazo que Bakugo le estaba dando, esta era la primera vez que Bakugo le ofrecía uno y Todoroki se aferró a él con una desesperación que ninguno de los dos imagino podía tener.
Bakugo acaricio su espalda en movimiento circulares, ocasionando un escalofrió en su columna vertebral y luego sus brazos se aferraron aún más, era tan extraño como Bakugo parecía encajar perfectamente en ellos, o tal vez era él quien encajaba bien con Bakugo.
Amoldándose a cada pequeña demanda que su cuerpo solía exigir, Bakugo cubría cada pequeño rincón de su ser con su esencia, cubriendo el mal del pasado como el mal del futuro por haber, dándole así un presente que desconocía había anhelado tanto sentir a flor de piel.
Pero luego, su abrazo cedió, ligeramente sus brazos soltaron el cuerpo del otro y cuando estos flotaron por encima de su ropa, Bakugo suspiro y de apoco bajo sus propios brazos, Todoroki fue el primero en alejarse, notando así que Bakugo había desviado la mirada y el rojo coloreaba en sus orejas y parte de sus mejillas.
Su corazón sin querer dio un vuelto y Todoroki casi creyó tener la respuesta en la punta de la lengua sobre el misterio que era Bakugo para él, pero Kirishima carraspeo y el momento simplemente desapareció así de la nada, como había llegado, como si nunca hubiera existido en primer lugar.
—Supongo que nos saltaremos la práctica de hoy ¿no?
Bakugo resoplo.
—Ya quisieras que deje de golpear tu estúpido trasero en la pista —sonrió audazmente, antes de señalar la puerta, Kirishima se animó y luego recordó a Todoroki.
—¿Por qué no nos acompañas, Todobro?
Los ojos de Todoroki brillaron y asintió. Tomando la delantera se abrió paso hacia la puerta.
—Joder ¿No te atreverás a salir así, verdad? —gruño Bakugo, Todoroki parpadeo en su dirección, esperando a que le dijera porque no podía hacerlo, Bakugo resoplo— Solo traes tu piyama —Todoroki quiso refutar algo sobre que él podía regular su temperatura, así que no habría problema con su ropa. Pero Bakugo prosiguió como si leyera su mente— Además traes solo tus pantuflas, al menos ponte calzado adecuado.
Bien, Bakugo tenía un punto.
—Vuelvo en un momento.
—¡Date prisa o te dejare!
Todoroki asintió, se dirigió hacia su habitación, reviso sus cajones y saco un par de short deportivos, una camisa y tomo sus tenis para correr, a pesar de la advertencia de Bakugo, cuando regreso ahí estaban los dos, esperándolo.
Correr por la mañana, descubrió Todoroki que no había sido del todo una mala idea, Todoroki no era un fan en el entrenamiento matutino, su padre había facilitado su reticencia hacia la práctica, pero con Bakugo y Kirishima había sido diferente, Bakugo solía ver todo como una competencia y eso había añadido algo de diversión a su carrera matutina. Para su sorpresa Bakugo era rápido, sus piernas eran muestra de ello, los músculos se cotonearon en cada pisada que daba por encima de la pista. Todoroki se vio distraído sin querer por su cuerpo, aun así había logrado llegar en segundo lugar ocasionando que Bakugo regañara a Kirishima por su lentitud.
El regreso a High Alliance fue ameno, con la voz ruidosa de Bakugo y animada de Kirishima, mientras observaba su interacción y añadía alguno que otro comentario, de alguna forma no se sintió fuera de lugar, cosa que espero, pero Kirishima siempre había sido amigable con todos y Bakugo era del tipo que no le importaba mucho los modales sociales.
Así que estuvo bien.
Bakugo chasqueo la lengua cuando entro, Todoroki se alzó por encima de su hombro para saber porque se había molestado, la molestia fue visible cuando se encontró con algunos de sus compañeros ya despiertos. Bakugo era del tipo madrugador, anteponiendo su tranquilidad por sobre las cosas cuando tenía que hacer algo. Todoroki pudo entender eso muy bien, después de todo a Todoroki le gustaba su clase, era animada y ruidosa, lo cual había estado bien tras pasar mucho tiempo en una enorme casa llena de solo silencio. Pero a veces el ruido excesivo parecía abrumador.
Inconscientemente su brazo rodeo su cintura y lo llevo adentro, Bakugo estrangulo un grito antes de llamar la atención de sus compañeros de forma equivocada.
—Oh, Bakugo, Kirishima, Todoroki, buenos días —sonrió Yaoyorozu con una taza de té caliente, Bakugo gruño en forma de respuesta.
—Yaoyorozu —respondió cortes, Todoroki.
—Buenos días también a ti Yaoyorozu y Tokoyami —Kirishima le devolvió la sonrisa.
Tokoyami quien se encontraba a lado de Yaoyorozu dio un asentimiento con la cabeza.
—¿Cómo les fue en su entrenamiento matutino? —pregunto amablemente Yaoyorozu.
Kirishima palmeo la espalda de Todoroki.
—Todobro sí que fue una fuerza a tomar en cuenta —sonrió mostrando todos los dientes, Yaoyorozu asintió, Tokoyami observo la escena desarrollarse en silencio, Bakugo bufo.
—¡Ja! —se burló— ¡Tal vez para ti! Supongo que aún hay que trabajar en tu agilidad.
—Entonces, supongo que necesitare más ayuda —Kirishima se giró para mirar a Bakugo con grandes ojos esperanzados y con una sonrisa encantadora.
—¡Ni de broma! —Bakugo se cruzó de brazos— Además por tu culpa llegamos tarde.
—Pero... Te juro que no fue apropósito —trato de defenderse Kirishima, Todoroki los miro con curiosidad— Además parecías estar tan cómodo en la cama y...
—Kirishima —advirtió Bakugo.
—¡¿Cama?! —dio un respingo Iida desde el refrigerador donde había sacado la leche, parecía horrorizado.
Todoroki podía ser del tipo que no entendía mucho sobre las relaciones sociales o muchas de las palabras modernas que se usaban actualmente, después de todo había sido criado de forma rígida dentro de un sesgo estricto, pero de alguna forma la realización llego al instante en su cabeza.
—Durmieron juntos —no fue una pregunta, sino un hecho, Todoroki miro a Kirshima, quien parecía avergonzado y luego a Bakugo quien entrecerró los ojos en su dirección. Desde el fondo de la cocina pudo escucharse los gritos de Iida quien parecía contrariado por las palabras que había dicho Todoroki. Fue una guerra de miradas entre Bakugo y él, ninguno dijo nada por un momento y muchos se preguntaron cómo era posible que pudieran simplemente ignorar la potente voz de su presidente de clases quien estaba dando un sermón sobre las reglas de convivencia y la moral— Entonces también dormiré contigo.
La voz de Todoroki a simple vista fue plana, monótona y sin un gramo de sentimiento, pero su mirada decía otra cosa, era intensa, Bakugo pensó que era la mirada más intensa que podía poner Todoroki en algo o alguien.
—¿¡Acaso crees que mi cama es un hotel de paso!?
—¿No puedo? —pregunto, Bakugo suspiro exasperado, sus brazos se encogieron y Todoroki pudo notar como la tensión en ellos había desaparecido.
—Oye, ¿A qué hora piensas soltarme mitad-mitad? —Todoroki entonces se dio cuenta que había tomado a Bakugo de la cintura, sus ojos se encontraron con los de él, el entrecejo de Bakugo se había fruncido— Por si no lo sabes aún tengo un desayuno que preparar y una ducha que tomar, tú también deberías tomar una, apestas.
Todoroki asintió y lo soltó muy lentamente, Bakugo se fue pisando fuerte. Nadie menciono que Bakugo no había respondido a la pregunta.
✧◦❖⋆✩⋆❖◦✧
—¡Quítate de encima, maldición! —gruño Bakugo sin mucha energía, el peso adicional se sumó a su cuerpo, un mentón se apoyó sobre su hombro, mientras la nariz acaricio el borde de su camisa y el cabello rojo y blanco contrasto el tirante verde del delantal. A pesar de la protesta de Bakugo, Todoroki no se apartó, Bakugo suspiro— Si esto se llega a quemar te matare.
—¡Aquí esta, Bakugo! —sonrió Kirishima aún más brillante de lo que normal -cosa que nunca creyó podría pasar- mientras entregaba el paquete de especias en sus manos. Bakugo suspiro cuando sus ojos se encontraron con los suyos, expectante, Kirishima se encontraba esperando con demasiada energía en su lugar.
—Lo hiciste bien —mascullo con resignación antes de girarse en dirección de la olla, y Kirishima se lanzó en sus brazos lleno de felicidad. Bakugo casi pudo observar como una cola imaginaria empezó a moverse de felicidad por un segundo.
—¡Los tres parecen muy animados esta mañana! —sonrió Hagakure desde la encimera, había aparecido de la nada y para este punto ya no era una sorpresa para sus compañeros de clase.
—¡Ni de coña! —gruño Bakugo en medio del abrazo de los dos— ¡Y ustedes quítense! —de sus manos las chispas empezaron a crujir con fuerza.
—Bien, bien —Kirishima se alejó alzando las manos al aire en forma de rendición.
Todoroki tardo unos segundos más antes de soltarlo del todo, y una mano se estaciono en su muñeca.
—Bakugo hoy dormiré en tu habitación.
Bakugo gruño, quiso protestar, pero antes de poder hacerlo un chillido de escucho desde la puerta.
Mina y Hagakure habían escuchado la no tan discreta conversación entre ambos, siendo que Todoroki no había sido tampoco silencioso.
—Entonces, ustedes dos —las dos chicas se amontonaron sobre el chico de doble quirk, en busca de respuestas, Bakugo frunció el entrecejo, conociéndolo de seguro solo diría alguna cosa que se malinterpretaría.
—Nunca dije que podrías dormir conmigo.
—Pero dormiste con Kirishima. Así que también puedo hacerlo.
Bakugo frunció el entrecejo, abrió la boca, pero Kirishima ya había llegado hasta los dos colocándose en medio, intervino.
—Podría ser como una piyamada.
—Puaff, quien querría una...
—¡¿Una piyamada?! —le interrumpió Hagakure— ¡Eso suena fantástico! ¡Deberíamos hacer una también!
—¡Espera! —intervino Mina— ¿Y si mejor hacemos una? ¡Podría ser en la sala!
—En realidad —se entrometió Yaoyorozu esta vez— No creo que sea tan buena idea ya que...
—Pero la temporada de exámenes ya termino —señalo Mina.
—Eso es verdad —respondió dubitativamente Iida— Pero aun ni es mitad de semana y aun así estaría mal, después de todo tenemos clases mañana.
—¿Y una no piyamada?
—¿No piyamada? —pregunto curioso Iida dirigiendo una mirada hacia donde los guantes de Hagakure flotaban.
—Quiero decir, todos hemos estado tensos por la temporada de exámenes, además pronto tendremos nuestras pasantías y ¿No sería genial tener un momento de vinculación entre compañeros de clase?
—Hmm —Iida se llevó una mano al mentón— Eso podría ser aceptable, hablar sobre los problemas que tenemos en algunas asignaturas y repasarlos, además podrías echarle un vistazo a la guía del año escolar.
—Pero eso no suena divertido —hizo un puchero Mina.
—Hmm, podríamos ver una película ¿Tal vez? —se unió a la conversación Yaoyorozu.
—¡Eso suena genial, tengo tantas que podríamos ver!
—¡Entonces ya está! ¡Tendremos una No piyamada!
Bakugo suspiro, su presidente de clase era demasiado ingenuo.
La No piyamada empezó a tomar forma después de clases, cuando los muebles de la sala principal se reacomodaron en las esquinas y el centro quedo libre, colocando así un par de colchonetas, futones y bolsas para dormir. Al parecer a sus compañeros les había agradado la idea de pasar el rato juntos.
Bakugo no era del tipo de persona que pasaba tiempo con sus compañeros de clase, claro a veces compartía alguno que otro comentario sarcástico con Sero y Kaminari era una molesta plaga que solía colgársele en la espalda, Mina solía ir con él de vez en cuando y sacaba alguna charla trivial, la chica podía leer el ambiente con facilidad lo que hizo que las cosas fluyeran y luego estaba Kirishima que seguía pegado a él, como su sombra a pesar de que Bakugo reconocía que era alguien desagradable con quien pasar el rato, aun así Kirishima quería estar con él.
Sin notarlo, Bakugo se vio en medio de su grupo de no amigos, no pasando del todo mal, con los chistes sin sentido e intercambiando su opinión cuando en algún punto empezaron a hablar de las pasantías y los temas que podrían ver a futuro en clases. Después de todo Iida no dejaría pasar la oportunidad de ver la guía escolar, aunque eso no duro, después de un breve repaso sugirieron ver una película antes de dormir y la mayoría estuvo de acuerdo.
Bakugo había quedado en medio de Kirishima, y de Todoroki, cuando él decidió sentarse a su otro extremo al inicio de la tonta comedia romántica que Hagakure había puesto. Arriba de ellos se encontraba Mina apoyada del brazo extendido de Sero y como Jiro y Kaminari se habían girado, quedando frente al otro, de vez en cuando Kaminari se inclinaba a su oído y susurraba algo que hacía que Jiro riera, el ambiente era tranquilo a pesar de estar con sus ruidosos compañeros, ellos se encontraron más tranquilos de lo normal, supuso que se debió al entrenamiento de la tarde con All Migth.
El sueño no tardó en llegar. En otras circunstancias hubiera peleado con uñas y dientes contra él, después de todo no era de bajar la guardia frente a extraños y tampoco era como si se llevara del todo bien con todos ellos, pero de alguna forma no sintió la necesidad de seguir atento a su alrededor, Bakugo sintió como Kirishima le tomo de la mano y Todoroki había envuelto sus brazos en su cintura, y él debió estar enojado, exclamar su inconformidad, pero en su lugar se empezó a dejar llevar por el sueño. Y entonces se durmió.
Bakugo no era de despertarse en las noches, no comúnmente, sin embargo por segunda noche consecutiva lo hizo, cuando sintió que alguien lo estaba mirando, Bakugo frunció el entrecejo y abrió los ojos de mala gana solo para encontrarse que aún era de noche y Todoroki lo estaba viendo.
—Estas despierto —susurro Todoroki, Bakugo y él estaban frente al otro, de apoco Bakugo empezó a despertarse por completo notando así que Kirishima le estaba sujetando por atrás, una mano cayendo sobre su abdomen, pero no solo era eso, había otra en la posición contraria trazando pequeños círculos sobre su espalda baja.
—Y de quien crees que es la culpa —gruño en voz baja.
Todoroki detuvo su mano.
—Lo siento, es solo... —Bakugo alzo una ceja, y espero— No puedo evitarlo, no importa cuánto tiempo lo analice, no puedo entender lo que me haces sentir —Bakugo guardo silencio, Todoroki parecía lo suficientemente sincero cuando dijo eso, parecía estar luchando contra las palabras y Bakugo sabía lo difícil que es encontrar las palabras correctas, con su mano libre acaricio la mejilla de Todoroki y coloco unos mechones de cabello hacia atrás de su oreja.
—Y ¿Te molesta? —pregunto, su pulgar rozo la marca de quemadura, la piel ahí era rugosa, diferente a la suave piel prístina de Todoroki.
—No —su mano tomo la suya— En realidad yo quiero descubrirlo —a donde nos lleva esto, quedo resguardado, implícito en el beso que deposito en la muñeca de Bakugo cuando la flexiono y la llevo a los labios. El beso fue corto, casto, un simple roce pero no por menos necesitado— ¿Te molesta?
—Creo que ya debes saber la respuesta —sonrió Bakugo con esa sonrisa satisfecha que Todoroki deseo besar— Así que ¿Qué harás? —Bakugo reto, Todoroki se movió más cerca, tan cerca como sus cuerpos se lo permitieron.
Bakugo quedo en medio apretado entre ambos cuerpos, Todoroki aun sostenía su mano flexionada cerca de su rostro, los ojos disparejos de Todoroki miraron los suyos, con una emoción que no sabía que podían contener.
—Si no te gusta, por favor házmelo saber —ofreció, Bakugo asintió en silencio, entonces Todoroki soltó su mano y la palma de su mano reposo en mejilla, Bakugo no se movió, espero en silencio, hasta que Todoroki se inclinó hacia adelante, Bakugo pudo sentir su respiración y como sus labios casi se frotaron contra los suyos, solo para ver como el rostro de Todoroki se enterró en su cuello, Bakugo sintió una mano apretando su cintura, cuando Todoroki beso su cuello, por inercia Bakugo rodeo su espalda con el brazo libre y el movimiento género que Kirishima se removiera, Bakugo le dio un leve apretón con la mano que sostenía la suya y Kirishima entre sueños esparció besos en su nuca.
Bakugo odiaba el contacto, le resultaba innecesario cuando la situación no lo ameritaba, el sentimentalismo estaba sobrevalorado, y aun así, su cuerpo se encontraba apretujado en medio de este par idiotas, debería estar molesto, exasperado, disparar sus explosiones contra ellos, pero en su lugar empezó a quedarse dormido.
—Bakugo, vamos a dormir —el susurro lamio su piel y Bakugo ofreció pequeños movimientos circulare sobre la espalda de Todoroki como respuesta, mientras se apoyaba contra su hombro.
Bakugo pensó, que "esto" también era cosa de los efectos secundarios de la peculiaridad, porque si "esto" fuese algo más seria un problema.
Porque si "esto" fuera algo parecido a sentimientos no había una cura que esperar y no sabía si quería que hubiera una. Así que por esa noche se dejó abrazar y amar. Como también él se permitió hacerlo.
Notas finales
Este oneshot está basado en el capítulo 57.1 del manga de Boku no Hero Academy Smash, se los recomiendo mucho de leer. Espero que les haya agradado, el final puede ser ambiguo, pero para aclarar algo importante, Kirishima y Todoroki se han enamorado de Bakugo inconscientemente, Bakugo puede ver las señales, pero tampoco puede creer en ellas de forma natural, además como suelen decir; quien se enamora primero, pierde, así que dejara que las cosas fluyan.
Muchas gracias por leer, hace mucho que no escribía una nota, me hace sentir nostálgico. Los amo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro