Capítulo XXV
ESPECIAL NAVIDAD 🎄
La Navidad, la época favorita de muchos, aunque por desgracia no sea la mía.
Os pondré en contexto; mi padre, su ausencia y la poca familiaridad que tenía hacía parte de mi familia.
Cada navidad hacía exactamente lo mismo; botella de champán, vinos y unos cuantos chupitos fue suficiente para olvidarnos por algunos momentos, y finalmente quedarse durmiendo en el sillón, mientras él día siguiente le prometía a mi madre no volverlo hacer.
Estaba claro que era más que mentira.
Así qué, sí, se podría decir que es un trauma familiar, más aún cuando en las fiestas la gente se alcoholiza como si no hubiera un mañana.
No es que tuviera nada en contra del alcohol, claro solo si no se tomaba en navidad.
-Aún no entiendo porqué tenemos que ir a esa cena -me quejé mientras me ajustaba mi tacones en forma de bota.
-Es Navidad Sienna, es una fecha para divertirse y disfrutar con la familia y amigos
-Oh, dios -me lleve las manos a la cabeza.
-¿Qué? -preguntó algo angustiada mi compañera de equipo.
-Allegra empiezas a sonar como mi madre -reí cogiendo mi bolso.
La británica rodó los ojos.
-Y tú deberías dejar de quejarte tanto y empezar a disfrutar
Tras varios minutos de escuchar villancicos navideños por obligación de la pequeña Charlie, llegamos a la sala principal del Hôtel Plaza Athénée, la cuál estaba llena de giraldas, nieve y un increíble árbol navideño en la mitad de ella, con luces y bolas doradas, transmitiendo lo que realmente era la navidad.
-¿Es precioso verdad? -preguntó Allegra mientras observabamos el árbol juntas.
Ese árbol me paralizó por completo, y no para mal, al contrario, era como si al ver un simple árbol me volviera a latir el corazón como hace unos años atrás. Cómo si la navidad me quisiera decir algo pero no pudiera.
Cuando amaba la navidad siendos exactos.
-¿Tita Sienna, estás bien? -preguntó la pequeña, pegándome pequeños tirones del vestido.
-Oh, sí, sí todo bien...
La pequeña alzó sus brazos para que pudiera cogerla, y así fue.
Antes de entrar y llegar a la mesa donde todos mis amigos y conocidos estaban charlando y riendo anímicamente, me detuve para preguntarle algo a la rubia.
-Esto... Char
La nombrada se dio la vuelta de inmediato mientras me observaba con cautela.
-¿Para ti que es la navidad?
-Mmh, ¡Papá Noel! -sonreí ante aquella pequeña respuesta.- Y también los regalos y mi familia, ¡me encanta estar con mi familia en navidad! Aunque esté todos los días con ellos -esta última frase me la susurro.
Iba a empezar a andar cuando la pregunta volvió de vuelta de forma instantánea.
-Tita Sienna, ¿y para ti que es la navidad? -preguntó con interés.
-Pues... supongo que felicidad, intusiasmo y amor
-¿amor?
-Sí amor, ¿tú quieres mucho a tú mami? -afirmó.- bien, estonces eso es amor
-¿Igual que tú y Tito Maxie?
Sonreí.
-Sí, creo que sí
Mis mejillas se sonrojaron en cuanto lo vi mirándome desde la mesa, vestido de traje.
-Tita Sienna -volvió a dar ese pequeño tirón.- ¿Tito Maxie y tú me daréis un amiguito para jugar?
Allegra...
-Pero bueno -reí.
Salí a correr detrás de la pequeña británica, así llegando hasta la mesa donde todos mis amigos me recibieron con las brazos abiertos.
-Estas preciosa Scarlett -le abraze con fuerza.- deja de ser tan guapa o Pierre nunca te podrá soltar, y tú y yo nunca nos podremos casar en secreto
-¡Oye! -soltó un gruñido el francés.
-Lo siento Gasly, pero es la verdad
Las siguientes personas en ser abrazadas y elogiadas fueron, Emma, Venecia, Lando, Carlos, Charles y como no, Max.
-¿No seré el chico más afortunado del mundo verdad?
El neerlandés posó sus manos en mis caderas, mientras se relamia los labios, analizando aquel vestido, él cuál, también fue un regalo suyo de aquel día que se volvió loco y me compró media tienda en Mónaco.
-Charlie dice que si le daremos un amiguito para jugar pronto -sonreí recordándolo, mientras le ponía su corbata recta.- ¿Puedes creer que Allegra le haya dicho eso a Char?
Max rió.
-No creo que sea Allegra la que se lo haya dicho
-¿Entonces quién?
Pose mis manos por detrás de su cuello, mientras acariciaba su pelo lentamente.
-Puede que yo haya tenido un poco de culpa -rió.- digamos que el otro día estábamos hablando Charles y yo sobre bebés, y Charlie estaba al lado nuestra escuchando
-¿Estabais hablando sobre bebés?
Un silencio se hizo a la par de nosotros.
-¿Alguien quiere turrón? -el rubio evitó a toda costa la pregunta, sentándose en la mesa.
Así que bebés.
-¿Recordáis cuando Lando se estampo contra aquel muñeco de nieve? Lo mejor fue cuando tuvo que pedirle o más bien suplicarle a aquel niño pequeño que dejara de llorar -contó Carlos, mientras Lando se quejaba.
Todos nos reímos.
Observé a todos y cada unos de los invitados, y pude llegar a comprender la suerte que tenía al llegar a tener a este tipo de amigos en mi vida, donde no había envidia, y mucho menos nadie odiaba a nadie por como éramos realmente. Sumándole que estábamos disfrutando en el mejor restaurante de Francia, en frente la Torre Eiffel.
Junté mi mano junto a la de Max, y eso hizo que nuestras miradas conectarán por segundos.
-Bien, y ahora... ¡hora de los regalos! -exclamó el monescago, dejando un beso en la mejilla de la primogénita de Wolff.
Todos los chicos se levantaron y cogieron los regalos, esperando impacientemente a dárselo a su pareja.
Charles dándole un conjunto de lencería a Allegra, Pierre dandole unas pinturas a Scarlett, la cuál está muerta de la vergüenza...
Sin duda hubiera pagado por saber que están pensando cada una de las chicas a la hora de recibir el regalo.
-Mooi -susurro Max, enseñandome una caja de un tamaño algo peculiar.
-¿Qué es esto Max? -volví a sonreír como una tonta.
¿Cuántas veces he sonreído en tan poco tiempo?
-Se que no es mucho pero... espero que te guste
Procedí a abrir mi regalo envuelto por papel de navidad, el cuál al ser descubierto quede estupefacta. Era una pulsera hecha a mi medida y hecha solamente para mí. Después de observar una vez más la caja, en el final venía una nota con algo escrito por el puño y letra de neerlandés.
"Si tuviera que elegir un lugar para enamorarme de ti una y otra vez, sería este. Tú, yo y la mejor suite del hotel. Te espero."
Los dos nos reimos, y pude observar como se ponía nervioso.
Viendo que todos los chicos estaban cada uno a su tema, me apoyé en mi brazo, mientras levantaba la ceja mirando fijamente a Max.
-¿Alguna vez dejarás de ser tan directo?
-Digamos que es una virtud que tengo -sonrió.- ¿te ha gustado?
-Ha sido el mejor regalo que he tenido nunca -posé un beso en sus labios.- lástima que yo no tenga un regalo para ti
Los dos sabemos de lo que hablamos.
-Esto... Max -nos interrumpió Charles.
-Charles más te vale que sea algo importante -amenazó.
-mmh, si, se podría decir
Los dos escuchábamos impacientes.
-¿Será que puedes dejarme tú coche para ir con Allegra a...? ¡tomar un helado!
-¿iréis a por condones verdad? -dijo ofreciéndole la llave del Ferrari.- solo pido una cosa, ni se os ocurra hacer nada adentro de mi coche, eso ya lo tengo reservado para hacerlo yo
-¡Max! -grite avergonzada.
Por la parte de Leclerc salio corriendo en cuanto tuvo oportunidad.
Y no lo culpo. Yo también lo quería hacer.
Tras unos brindis y unos cuantos abrazos de despedidas, decidimos ir cada uno por su lado y con su pareja respectiva.
Max me tapó los ojos con un pañuelo que
-Max, entiendo que te gustaría que fuera una sorpresa, pero si me lo dices antes, ya no creo que lo sea
Reí mientras lo escuchaba apurarse preparando las cosas.
¿Qué estaba preparando?
-¿Puedo abrir los ojos? -pregunté.
Una música suave se escucho de fondo, cuando de la nada mi pañuelo es destapado, dejándome ver las maravillosas vistas de la que el neerlandés se hizo.
-¿Te gusta?
-Oh, dios mío -trate de evitar que se notarán mis nervios.- ¡Oh, dios mío! ¡Las estrellas! ¡Junto a la Torre Eiffel!
-Me tomaré eso como un sí -rió.
Me abalance hacia él, pegando sus labios contra los míos, mientras disfrutábamos de aquel momento.
-¿Siempre hemos sido tú y yo Schatje?
Él neerlandés asintió con cierto nerviosismo recorriendole por todas y cada unas de sus partes del cuerpo.
-Siempre Mooi
Nuestras cabezas se volvieron a juntar, mientras que nuestras frentes se chocaron llevándonos a un dulce pero a la vez intenso beso.
Era increíble lo que Max podía hacer en cuestión de segundos en mí cuerpo, era increíble como llenaba ese vacío emocional con mariposas en el estómago.
-¿Crees que cuando te pida ser mi esposa, accederás?
-¿Quieres que sea la señora Verstappen?
Era un tonto en todas las formas, pero aún así lo amaba.
-Se podría decir que sí
-Bien, porque aceptaré -sonreí abrazandolo.
Un silencio se hizo presente.
-Sie...
-¿Sí?
-La pequeña Char me dijo algo hoy
Le mire por un momento con cara de extrañada.
-¿Y qué te dijo?
-Qué sí podíamos empezar a buscar a su amiguito, para tenerlo lo más pronto posible
-¿Estás tratando de decirme algo Verstappen?
-Bueno... hay una lencería de Dior encima de la cama, la cuál no has visto, así que creo que es un buen comienzo para empezar
Afirme besando su cuello.
-Solo que debemos ser callados, no querrás que nuestros vecinos se quejen por ruidos
Señalé hacía la habitación de al lado.
-¡Ni que Allegra y Charles no parecieran dos conejos en celo cuando lo hacen!
Me cargó como un saco de patatas, hasta llevarme a la cama, en la cuál se podía decir que se hizo de todo menos dormir.
En fin... Feliz Navidad.
JO,JO,JO!! FELIZ NAVIDAD!! ¿Qué os aparecido el especial de Navidad?
Recordatorio:
Este capítulo NO influirá en la continuación de la historia, con esto quiero decir que no tiene que ver a continuación.
Recordar ser muy felices y espero que paséis unas bonitas fiestas rodeadas de vuestros seres queridos. También recordaros que podéis pasaros por los perfiles de _byalma y Asss_17a y leer sus especiales de navidad de la Saga Speed Ladies 🎄🎄
Nos vemos en el próximo capítulo ;)
Besos, Sisi ♡
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