Entre repetidas sesiones de besos, Sunghoon y Jake pierden la noción del tiempo, el australiano tiene varias llamadas perdidas de su novio y aunque ambos quisieran evitarlo, deben retornar al festejo y enfrentar las consecuencias de sus decisiones.

—Mientras más pronto sepa la verdad mejor.

—Por favor no lo hagamos hoy ... No en el festejo de su cumpleaños. —Jake le pide angustiado.

—No podemos retrasar más las cosas, si no lo hacemos hoy tendrás que quedarte a dormir en esta casa, no voy a permitir que hagas eso.

—No pasará nada, Jay no es insistente y es respetuoso, no merece que le hagamos esto, no en su día.

—... Tienes razón, esperemos a mañana y si esta noche pasara algo no dudes en llamarme.

—Entraré primero y diré que tuve una llamada, trata de esperar unos minutos y entras al salón.

Sunghoon toma a Jake del brazo para darle un último beso, acaricia su rostro y une sus frentes antes de dejarlo ir, están tan inmersos en su mundo que no notan que alguien los observa desde el balcón.

—¿Viste eso Jay? Ya van más de una hora así, te dije que salgas con mi primo Jungwon, él nunca te hubiera traicionado... —Le dice su amigo Sunoo.

Jay se dirige al cuarto de invitados donde está alojado Jake y saca sus pertenencias del ropero para lanzarlas a su maleta, el alcohol y la decepción nublan sus pensamientos y sus acciones, la persona a la que cortejó por más de seis meses lo traicionó después de pasar un par de horas con su mejor amigo.

Su mejor amigo de toda la vida y que sabía de sus sentimientos hacia Jake tampoco dudó en traicionarlo y ¿todo para qué? Si en un par de años cuando Jake alcance la mayoría de edad en Corea tendrá que casarse con Jay, sus padres ya arreglaron y negociaron su unión en matrimonio. 

Jay espera a Jake en la puerta del salón principal, lo toma del brazo bruscamente y lo dirige hacia la habitación de invitados. —Jay espera me estás lastimando. —Jake le pide desesperado.

—¿Yo te estoy lastimando? No seas cínico Jake, lo vi todo me viste la cara de estúpido y con mi mejor amigo, recoge tus cosas y lárgate de mi casa.

Jake se levanta y empieza a recoger sus cosas colocándolas en su maleta, nunca vio a Jay en este estado —Perdón Jay, todo esto es mi culpa. —Le pide con lágrimas en los ojos.

—Claro que es tu culpa, ¿Cómo engatusaste a Sunghoon? Pero porqué pregunto si lo vi todo, en más de seis meses no pudiste tener una muestra de afecto físico conmigo, pero compartes con él un par de horas y ya te estás entregando.

Sunghoon ingresa al salón principal en busca de Jake y Jay pero no los encuentra por ningún lado, empieza a llamar a Jake pero este no responde el teléfono, algo malo está pasando, se dirige al segundo piso apresurado. Jay no puede contener su molestia, sujeta a Jake por ambos brazos y lo empuja contra la pared acercando sus rostros de manera violenta mientras Jake opone resistencia. 

—¿Qué tiene él, que no tenga yo? ¿Es su manera de besarte, de tocarte? Si a mí nunca me dejaste ni acercarme.

Jay intenta besar a Jake mientras le reclama, el australiano le pide que por favor lo suelte pero es inútil, sus decisiones despertaron las consecuencias que está atravesando, Sunghoon ingresa a la habitación violentamente y separa a Jay de Jake lanzándole un golpe al rostro, Jay siente la sangre correr por sus labios y responde golpeando a Sunghoon en el estómago, ambos se entrelazan entre golpes, insultos y reclamos; Jake les grita que por favor se detengan pero es inútil, la adrenalina y el enojo de Jay hacen que este lance a Sunghoon al piso y empieza a golpearlo sin control, Jake se lanza encima de Jay y trata de separarlo, pero es inútil, Jay empuja con todas sus fuerzas a Jake y el australiano cae de nuca al suelo de mármol de la habitación.

... Un fuerte silencio pone en pausa la situación y  un charco de sangre tiñe el suelo de la habitación, Jay vuelve en sí y trata de acercarse a Jake para ayudarlo.

—¡No lo toques! ¡Llama a una ambulancia!