—El archivo está encriptado —informó Cyrus.

—¿Y eso supone un problema? —Cuestionó Rotor.

—Conmigo aquí, no —respondió presuntuoso.

     Cyrus giró su silla hacia el escritorio, posicionó sus manos sobre el teclado y pulsó múltiples comandos. Sally observó el proceso de decodificación desde la lejanía, recargada en la pared con los brazos cruzados.

     Maurice entró al habitáculo, Rotor y Sally voltearon a verlo. El erizo saludó impactando la palma de la morsa, mientras que a la ardilla le proporcionó un beso en la mejilla.

—¿Y mi beso? —Bromeó Rotor. Maurice dejó escapar una carcajada—. ¿Es idea mía o ustedes últimamente andan muy cariñosos?

—Ideas tuyas —evadió el cobalto—. ¿Qué tal van?

—Los datos están bajo encriptación, pero Cyrus ya se está encargando —actualizó Sally—. ¿Qué tal te fue en la reunión con los militares? —Inquirió.

—Las Fuerzas Armadas recibieron un mensaje de ayuda desde Mercia. Al parecer, Eggman planeó un ataque externo —comunicó.

—Se está expandiendo. Si no lo detenemos, éste solo será el primero de muchos más ataques —sentenció Rotor.

—Lo sé, así que Cyrus —llamó el cobalto— ¿te falta mucho? —Insistió.

—Pues de hecho —cesó—... Ahí lo tienes —indicó echando la silla hacia atrás.

     Maurice esbozó una sonrisa ladina. Sally se acercó al monitor, conectó su dispositivo y pulsó tres pares de botones presentes en el teclado.

     Un albo destello cegó por décimas de segundo a los espectadores, sobre la pantalla se proyectaron haces de luz formando un pequeño cuerpo 3D, creando la ilusión de que éste flotara sobre el aparato.

—¿Qué es eso? —Indagó Maurice.

—Ya te lo he dicho, ella es Nicole.

     La imagen dada consistía en una aparente lince de pelaje marrón y cabellera azabache. NICOLE recibió al rostro de Sally con una sonrisa afable, creando una mueca de incredulidad en Maurice.

—Empiezo a comprender porqué decidiste ponerle nombre a tu computadora. Y yo que creía que solo era loquera tuya —la ardilla se volvió hacia él, enseriando el semblante.

—Increíble —terció Cyrus anonadado— creía que una inteligencia artificial así de avanzada tan solo era cosa de las películas.

     Sally sonrió complacida por la abrupta y poco disimulada impresión del resto.

—Princesa Sally —saludó el holograma.

—Nicole, muéstrame el archivo Log001 —demandó.

     El lince asintió con la cabeza, se minimizó y permitió que el documento ocupara su lugar. Rotor ladeó la cabeza confundido por los dejos de conciencia de NICOLE.

     El archivo Log001 consistía en planos de la maquinaria pesada de Robotnik, el grupo rebelde lo escrutó por un corto lapso. Sally le ordenó a NICOLE proseguir con el siguiente archivo de la carpeta Log002.

—Una mezcladora industrial y una máquina ensambladora, nada que no sepamos ya —enumeró la morsa.

     Cyrus se movía de lado a lado en la silla impulsándose con las puntas de sus pies. Maurice se cruzó de brazos impaciente, la rabia se apoderaría de él si no encontraban nada que les sirviera en aquella auditoría. El sacrificio de su tío Chuck sería en vano.

     NICOLE continuó abriendo archivo tras archivo, todos mostraban planos de diferentes creaciones, tanto máquinas y transportes como robot de combate.

—Todo sería más fácil si Eggman hubiera nombrado los archivos con "plano de...", en vez de ponerle Log a todo —quejó el erizo.

—Log es la abreviatura de Logbook, cuaderno de bitácora en español —informó Nicole.

—¿O sea que Eggman lleva un diario? —Insinuó Rotor.

—No exactamente, pero podría decirse —respondió Sally.

     Fue hasta el archivo bajo la nomenclatura Log022 cuando Sonic se mostró fuertemente interesado en el holograma.

—Espera, esa cosa ya la he visto —interrumpió.

—Todo ha estado en las fábricas que tú mismo volaste —minimizó la ardilla.

—No, éste no. Ya he visto esos planos en la casa de Chuck —compartió.

     Los cuatro dirigieron su vista al plano, consistía en una base de metal con dos barandales.

     La madera crujió, los Freedom Fighters giraron su cabeza para descubrir la causa. Cruzando el marco de la puerta, caminaban a paso lento Antoine D'Colette y Bunnie Rabbot, ésta última siendo dependiente de su acompañante.

—¿Qué hacen ustedes acá? —Cuestionó Rotor.

—Tengo entrenamiento, no quería dejarla sola —articuló Antoine.

     Bunnie arrugó la frente y entrecerró los ojos, dio un par de pasos más y escudriñó la imagen expuesta en el holograma.

—¿Cómo consiguieron los planos de la máquina robotizadora? —espetó la coneja.

—Esto no es el robotizador. Lo que vi cuando te salvé era un cilindro de metal de, mínimo, tres metros de alto.

     Los mobians intercambiaron miradas difusas, si bien sabían que el roboticizer de Chuck había sido robado, Maurice defendía que los enunciados de Bunnie no eran una posibilidad.

—El robotizador inicial era una plataforma con dos barandas —arguyó—. Robotnik me capturó desde el primer ataque de robians, aún no comprendemos si robotiza de manera aleatoria o hay alguna conexión entre cada víctima.

—Fuiste parte del primer grupo de raptados después del pelotón militar —concluyó Maurice acertadamente—. Creí ya haber rescatado a todos.

—Fui trasladada a tres plantas diferentes, eso explicaría porque nunca nos encontramos antes —hipotisó.

—¿Sabes dónde quedan sus demás instalaciones? ¿Puedes llevarnos ahí? —Interrumpió Sally.

—Desconozco su ubicación. No sé mucho sobre Robotnik, pero puedo asegurarles que pude ver esa cosa —señaló al holograma— en sus manos.

     Maurice apretó la quijada y torció los labios con molestia, pese a que encontraba factible la declaración de Bunnie, algo aún no cuadraba en su razonamiento.

—Robotnik tuvo que hacerle modificaciones al roboticizer de tu tío —supuso Cyrus.

—Eso ya lo sé, lo que no logro comprender es qué hace Eggman con los planos de mi tío —calló—. Chuck nunca daba copias, ni siquiera tenía documentos digitales, todas sus investigaciones, prototipos, inventos, cada cosa que creó está escrita sobre papel con su puño y letra. Siempre lo hacía para evitarse que, precisamente, sus tesis fueran ocupadas para fines distintos —apuntó al holograma con la mano extendida.

     Cyrus giró su silla hacia el monitor de la computadora, escrutó la pantalla leyendo cada elemento de la lista hasta dar con uno notoriamente inusual al resto.

—El último archivo es mucho más grande que los anteriores —anunció.

      Sally le solicitó a NICOLE la proyección de éste. El documento posicionado al final de la lista ocupaba trescientos ochenta y cuatro kilobytes, una diferencia enorme considerando que los demás de la lista oscilaban entre los tres y siete kilobytes.

     Los haces de luz dibujaron una hoja en blanco, la cual cargaba de arriba hacia abajo con suma lentitud. Al cabo de cinco segundos, a un costado de la proyección se leyó la leyenda que informaba sobre el número de páginas totales.

—¡¿Ochocientas treinta?! ¡¿Cuántos planos son?! —clamó Rotor.

—No son planos —refutó Sally, pulsando uno de los botones de su dispositivo, las páginas continuaron avanzando.

—Es una bitácora escrita —completó Cyrus.

     Antoine y Bunnie observaban el desarrollo de la escena desde el fondo de la habitación. Maurice apretó los puños al percatarse de la fecha de creación del documento, 12 de febrero de 1993.

—Su primera edición es del noventa y tres ¡lleva siete años planeándolo! —Clamó.

     La mano de Rotor palpó parte del pecho y hombro izquierdo del erizo, teniendo como objetivo tranquilizarlo.

—No importa cuánto lleva preparándolo, aún podemos hacerle frente. Si queremos predecir sus futuros movimientos, primero tenemos que comprender los pasados —argumentó. Maurice tronó la lengua refunfuñando.

     NICOLE comenzó la lectura, Maurice parpadeaba despacio y dirigía su atención auditiva a la voz medianamente computarizada del programa. El primer subtema recibía el nombre de Julian Kintobor.

—¿Quién es Julian Kintobor? —Cuestionó Cyrus.

—Un allegado de mi padre —respondió Sally—. Nunca lo conocí, pero por lo que he oído fue un gran científico que sirvió al gobierno, él fue quien propuso la implementación de swatbots en el campo de batalla.

Maurice.

—12 de febrero del 93, ayer he arribado al Reino Acorn bajo el nombre de Julian Kintobor. Llegué desde a la costa fingiendo ser un refugiado de la zona bélica del Este, conseguí llamar la atención del teniente Jules The Hedgehog, patrulla los alrededores de la aduana durante dos días a la semana.

>>Tras narrar la trágica historia sobre mi odisea marítima, Jules accedió a adentrarme en el territorio para un chequeo general en un hospital.

—Utilizó a tu padre para saltarse todos los filtros aduanales —espetó Sally—. Por más triste y convincente que fuera su historia hubiera conseguido pasar, necesitaba ayuda de una figura de autoridad.

—18 de febrero del 93, el señor Jules The Hedgehog se ha ofrecido a auxiliarme con mi trámite de ciudadanía. Como Julian Kintobor no cuento con la documentación necesaria a causa de mi desdicha, por lo que el teniente ha pedido un favor a el Rey Maximillian, con quien mantiene una estrecha relación.

>>14 de julio del 93, estoy a unas semanas de culminar mi proceso de naturalización. He logrado acercarme lo suficiente al Rey Maximillian como para ser considerado alguien de confianza, le he expuesto mis ideas respecto a la seguridad del reino y cómo podría mejorarse implementando la utilización de robots.

>>Maximillian es un tipo sencillo de entender, lo resumiría a un sujeto apasionado por el bienestar de su gente, no ha sido difícil captar su atención y convertirme en alguien de su agrado. En exactamente ocho días presentaré mi tesis sobre el significativo cambio que implicaría el uso de robots en el campo militar, si es aprobada desde ahora, mi objetivo final llegará más pronto de lo que esperaba.

Fruncí el entrecejo encolerizado, Eggman había coordinado meticulosamente un plan a largo plazo. Él mismo había impulsado la iniciativa de los swatbots, mi padre solía hablarme sobre la importancia de éstos al salir a campo, me aseguraba que su propósito era apoyar a la milicia para evitar poner en peligro las vidas de los soldados.

—En la siguiente página menciona dos archivos: Log034 y Log101 —enunció dirigiendo su vista al monitor de la computadora.

—¿Y qué son? —Interrogó Antoine.

—El primero es un modelo detallado para la fabricación de swatbots, tiene el emblema del reino Acorn en la esquina superior derecha.

—Es decir, los planos que presentó como propuesta —inferí.

—Esos justamente —cliqueó el segundo documento—. El otro es un ensayo sobre la programación de comandos verbales con las que cuentan los swatbots. No tiene el emblema de la bellota —agregó cansino.

Robotnik se había aprovechado del gobierno para la fabricación en masa de robots cuya finalidad estaba escondida y estrechamente ligada a él.

—25 de agosto del 93 —retomó Nicole—, Julian Kintobor ya es oficialmente un ciudadano del reino Acorn. La cercanía que he desarrollado con Max ha influenciado mi posición social. Hace dos semanas que me he integrado a la milicia como científico, el proyecto Log034 ha sido condicionado, deberé de hacer una demostración del poder de mis creaciones.

>>Calculo terminar la construcción del modelo de prueba en dos días más, lo presentaré a los altos mandos y esperaré al veredicto final dado por el rey. Sé con certeza que Maximillian le dará luz verde al proyecto, confía en mí ciegamente. Uno más a la lista de desperfectos que conlleva el régimen monárquico.

Eggman había conseguido deludir a todo un reino, fabricó a sus propios secuaces pretendiendo salvar vidas, fingió ser alguien digno para atacar desde adentro  y, sobre todo, juró velar por el bien del prójimo cuando él fue el causante de toda la agonía.

—6 de octubre del 93, la producción en cadena de los swatbots ha empezado.
El modelo de prueba fue examinado exhaustivamente, pese a que he firmado un contrato en el que me comprometo a no modificar el diseño sin autorización previa, he incluido el Log101 en los próximos ejemplares. Ignorantes ¿quién le teme a una celda teniendo máquinas de guerra a su merced?

>>La siguiente fase del plan verá la luz en cuanto considere que mi ejército es lo suficientemente grande para dar un golpe de estado sin la más mínima posibilidad de fracasar. Si la producción en masa no se frena, el mandato de Maximillian no llegará a mediados del próximo año.

—El Roboticizer ni siquiera estaba contemplado en su plan —afronté—. Se encontró con la investigación de Chuck en el proceso, los ataques de Eggman serían llevados a cabo por robots, no por robians.

Exhalé decepcionado, reculé y crucé a través de la puerta abierta. Caminé por el suelo maderado, ignoré el tronido de mi calzado y me senté en la plataforma, columpiando mis pies desde el borde.

Cerré mis párpados y respiré con profundidad en un intento desesperado por oxigenar mis neuronas y tranquilizarme. Demasiadas presiones para un cuerpo tan pequeño.

Abrí mis ojos al conseguir adoptar un ritmo pulmonar más sosegado. Dirigí mi vista a los habitantes refugiados, las carpas establecidas en el atrio habían disminuido, ahora muchos más contaban con una vivienda relativamente segura en la altura de un árbol.

El sonsonete de un par de tacones reververaron en mis oídos, me giré con sutileza, Sally permaneció de pie al lado mío.

—¿No te da alegría ver que cada día ellos comienzan a vivir mejor? Nos estamos recuperando —alentó.

—No tendríamos que hacerlo si mi familia hubiese sido más precavida.

—No seas tan duro —adelantó su pierna derecha para arrodillarse—. Ni tu padre ni tu tío son culpables de lo que sucede.

—Mi padre permitió que Robotnik se adentrase en el reino y Chuck hizo posible que ese maniático construyera un ejército basado en vidas perdidas.

—Jules no sabía cuáles eran las intenciones de Eggman y el invento de Chuck fue robado. ¿En verdad desconfías de tu propia familia?

—Tampoco desconfiaba de Cyrus y hace unos días por poco hace que me roboticen —planteé barriendo la mirada—. Eggman lleva años planeando esto, debió de hacer pruebas al roboticizer antes de hurtarlo para estar seguro de que funcionaría. No quiero seguir con esa bitácora, si Chuck llegara a estar compinchado con Robotnik... —posó su mano sobre mi hombro.

—Lo que Cyrus te hizo fue un error, pero no implica que debas de lidiar con esto solo, aún habemos muchos en los que puedes confiar —volteé hacia ella—. Solo debes de tener algo de fe.

Me dedicó una sonrisa cerrada para posteriormente levantarse del suelo con el impulso de sus piernas, caminó hasta el marco de la puerta sin mirar atrás.

Dirigí mi campo de visión al atrio frondoso, las familias allí presentes oraban cada día por el fin de esta era. Si los Hedgehog los habían perjudicado, era mi deber limpiar mi legado.

Me ceñí y alcancé a Sally, ambos nos adentramos al recinto nuevamente. Su apoyo emocional era lo que más necesitaba en estos días.

[...]

—27 de mayo del 94, se me ha permitido acceder al banco de datos gubernamental. Charles The Hedgehog, el hermano del teniente Jules, trabaja como científico en una organización gubernamental y ha sido nombrado Sir por sus múltiples contribuciones, dándole algunos lujos como el trabajo en casa —Maurice empuñó sus manos con ansiedad.

>>Lleva desarrollando el proyecto Roboticizer alrededor de cinco años, una máquina capaz de sanar hasta las heridas más complicadas. Charles promete que será cuestión de años para hacerlo público y, con unos años más, podría llegar a sustituir los costosos tratamientos de enfermedades degenerativas. Un invento extraordinario de una mente brillante.

>>Estoy considerando retrasar mi plan por algunos meses, nadie sospecha de los swatbots y la alternativa de fabricar un ejército a base del roboticizer parece ser prometedora, sin embargo, he de indagar más en ella.

Escrito: 18/02/2020.
Publicado: 21/11/2020.