PRESENTE Y DESDE AQUÍ SOLO PRESENTE

Rebecca está nerviosa y no por que va a tener que agachar la cabeza y pedir perdón, sino porque hace más de dos semanas, casi tres que no ve a su familia. El único mensaje que le mandó a su madre, ella le respondió de manera cortante luego de horas con un simple ok.

La puerta suena y las manos le sudan, su corazón está desbocado latiendo y ella se pone tan nerviosa como si fuera a rendir un importante examen que determinaría el curso de su vida.

—Buenas tardes —dice Alina ingresando sin ver a Becca y tomada a la mano de la pelinegra.

—Buenas tardes —saluda con una sonrisa April— ¿Nos sentamos en el living?

—Sí —Audry las saluda con un abrazo y ellas si le regalaron una gran sonrisa cálida— ¿Quieren tomar té? —asienten— sientense y ya vuelvo —mira a Becca y le hace la seña con dos dedos que la estará viendo.

Alina mira hacia afuera sin mirar a su hija sentada en frente, April se pone un poco nerviosa por la incómoda situación, pero ella sabe que cuando su esposa se enoja no hay marcha atrás, es inflexible si tiene la razón y más de una vez se vio orillada a pedir disculpas, así como ella también pide disculpas cuándo se equivoca.

—Audry llega con la bandeja de té para las cuatro— Bueno las citamos hoy porque Becca tiene algo que decirles, la codea.

—Perdón —Alina toma la taza de té y la mira fijo, un simple perdón no es suficiente— perdón mamá y April, por haberme sobre pasado... —Audry le aprieta la mano para que siga— todo este tiempo, no solamente la última vez que nos vimos —Alina sonríe negando con la cabeza.

—¿Al menos entiendes porqué estás pidiendo disculpas Rebecca? ¿Eres consciente de la gravedad de tus palabras y tus actos? Porque tanto April como yo —traga con dificultad un momento tragándose el llanto— sabemos que actuamos mal en no decirte antes sobre que ella era tu madre biologica y créeme que nos has hecho pagar esa desición con creces ¿Desde cuándo piensas en eso de que no soy tu madre? —lagrimas caen y ella las limpia mientras salen— te he criado más de 20 años ¿y aún no merezco ser tu madre?

—Mamá —ella mira al suelo, no es capaz de mirarla a la cara por la vergüenza que siente. Es como si volviera a ser una niña de nuevo, se siente pequeña, el dolor que ha causado la comprime— yo no. Lo dije sin pensar, estaba enojada, jamás me habías levantado la mano de esa forma y yo sentía mucha rabia. Eres mi madre, lo eres desde que te ví la primera vez, desde la primer noche que dormiste conmigo cuando lloré tanto hasta quedarme dormida y... —la mira— perdón mamá, perdón a ambas —Alina se cruza los brazos y se limpia la cara y naríz sin decir nada más— hablé con Audry y es tiempo de escucharte April —ambas miran a Audrielle, ella ha logrado una gran azaña— entonces te escucho.

April comienza contando todo, cómo lo había conocido, cómo cuando se enteró que él era casado se alejó, cómo la había obligado a entregar a Becca, cómo la había golpeado cuando se enteró que ella seguía en contacto con Alina, cómo la veía desde lejos y solo fue capaz de marcharse pero siempre pensando en ella, cuando vió que Alina la amaba de verdad y la cuidaba. Lo único que omitió y era algo hablado con Alina, fue el hecho de que ella había sido producto de una violación, no había necesidad en que ella supiese eso.

Becca se queda un momento callada intentando procesar toda la información, tratando de pensar porque había sido tan necia de haberse negado a escuchar a April antes, ella había pasado por mucho, demasiado. Intentó pensar como una chica de 20 años con un bebé prácticamente se las había apañado para alimentarla, cuando ni siquiera ella tenía para comer a veces y cuando tocó fondo y se vio en extrema necesidad fue a buscar al padre de la bebé, para que la ayudará con algo económico y a cambio de eso, él se lo había arrebatado.

—Becca comienza a llorar y cuando levanta los ojos, ve a su madre que la mira aún con amor, llora con desespero— Perdón mamá, perdón —se tapa el rostro tratando de contener el llanto, pero no pudo. Audry se aparta y sus madres toman su lugar una a cada lado— ¿Cómo es que no me odias? Fui una perra contigo.

—Eres mi hija Becca y jamás podría odiarte, te amo hija y siempre lo haré.

—Pero mamá —mira a April y comienza a llorar de nuevo, pero esta vez la abraza—, he sido una mala hija. Con las dos —mira a Alina y ella le seca las lágrimas— perdón mamá ¿Me perdonas?

—Alina se aclara la garganta- No sé ¿Ya soy tu madre de vuelta? —April la fulmina con la mirada.

—Nunca has dejado de serlo, mamá.

—Claro que te perdono hija —besa su frente— pero nunca jamás vuelvas a insinuar siquiera que no lo soy, fue bastante doloroso una vez y es suficiente.

—Sí mamá. Amor —Becca mira con los ojos rojos a Audry, ella ha quedado sentada en uno de los sillones de enfrente, observando todo el panorama— gracias, porque si no hubiera sido por ti, yo jamás... —traga con dificultad— tal vez me habría quedado sola con mi orgullo.

—Ven aquí Audry, tú eres parte fundamental de esta familia —Alina le extiende la mano y ella se acerca— gracias Audry —se levanta y la abraza con fuerza— nos has devuelto a nuestra hija.

Se aparta y deja que April también la abrace, luego llega el turno de Becca, la besa y la abraza llorando aún un poco en su hombro.

—¿Qué les parece si vamos a comer? ¿pasamos por Mel? —dice Audry casual.

—Está con Ezra —responde April— últimamente vive casi en casa de Eva y Theia —La única que no entiende es Becca, ya que ellas se habían alejado mucho el último tiempo— está de novia con Ezra. ¿no te contó? —ella niega— entonces tampoco sabías que casi tuvo un atraso y a tu madre le da un mini infarto.

—Como que... ¡ese pendejo casi embarazó a mi hermanita!

—Ya no es tan chiquita —sonríe Audry— con ella también tienes que componer la relación ¿Cuando fue la última vez que hablaron?

—Ni siquiera sé cuando fue que dejamos de contarnos todo —agacha la cabeza cabizbaja— podríamos buscarla en nuestro auto y encontrarnos en el restaurante. Así de paso intimido a Ezra un poco, ahora como hermana mayor.

Todas ríen y el ambiente está mucho más relajado. Audry sube a buscar abrigo para ella y Becca, Alina aprovecha para hablar con su hija mientras April lava las tazas con té.

—Ella es material para casarse —toco a la pelinegra con el hombro— tengo el anillo de la abuela por si lo quieres, hablamos con tu madre y queremos que lo tengas.

—La verdad es que la amo profundamente y sé que ella es la correcta. ¿Me ayudarían con la propuesta?

—Claro que sí —le besa en la frente— me alegra que por fin hayamos arreglado las cosas hija. Mi bebé mayor.