Presente

Alina no estaba muy convencida de esto, Becca pasó por mucho y más con Ainhoa. Pero una vez que escuchó los motivos de Audrielle decidieron ayudarla, sabe que ellas se aman y que si Audry se alejó fue para protegerla, tal como ella misma había hecho en el pasado aguantando a su ex marido.

Todo había salido bien, ellas habían vuelto, están juntas y Becca ha venido a verla por dos semanas, a pedido del hermano de Audry que la tomó prestada para conciertos a beneficencia, por supuesto en Londres accedieron a regañadientes y solo por que la filarmónica se puso de acuerdo para ayudar a su compañera y cubrirla.

La casa sola de nuevo, nuestras hijas han crecido demasiado rápido. Mel ahora de novia con Ezra y por ingresar a la universidad en poco tiempo

—Se acerca la pelinegra a su esposa— Supongo que tendremos tiempo y más espacio para nosotras —besa a su esposa— podríamos viajar. Siempre quisiste hacer un viaje en ruta en una casa rodante, no conocía tu lado hippie.

—Alina voltea para quedar frente a frente— Me encantaría y podría hacerlo con la excusa en el trabajo de visitar nuestras agencias de editoriales en el país —la besa± pero tú enseñas aquí y...

—Tengo mis ahorros y algunas inversiones en la bolsa, me aseguré para cuando este  momento llegara. Ambas somos jovenes...

—Bueno tú más que yo.

—Solo por 5 años y seamos honestas mi amor —se alejó tomandola de las manos— eres guapísimamente sexy y lo mejor de todo en ti es esto —besa la mano con su anillo— es que eres mi esposa —se acerca y la besa nuevamente.

Estaban demasiado ensimismadas la una con la otra, cuando el teléfono de Alina suena con el nombre de Becca en la pantalla y ella atiende en medio de los besos de su esposa.

—Hola hija ¿Qué pasa Becca? —la escucha llorando— ¿Cómo? ¿En que hospital? Ya vamos —corta— es Audry —mira a su esposa con lágrimas en los ojos— Ainhoa le disparó, está grave.

Llegan al hospital dónde se enteran que ella había muerto tres veces y no solo eso, se había interpuesto en el trayecto de una bala que iba a matar a Rebecca a quemarropa. April en cuanto se entera que Ainhoa está en el mismo hospital, va a buscarla enfurecida, burla al policía de la puerta de una patada en su masculinidad y entra a golpear a la magullada Ainhoa que tenía una mano esposada a la camilla.

—Y como te atrevas a respirar siquiera cerca de mi hija y mi nuera, te arranco la vida —los enfermeros la sacaron a la fuerza— loca de mierda —la señala— no me conoces Ainhoa. Seré tu peor pesadilla ¡Malnacida!

Su esposa la encuentra con un enfermero cubriéndole la mano con una venda, mientras ella aún sostiene en la otra mano un mechón de pelo de Ainhoa. Limitándose a no hacer preguntas Alina, la abraza fuerte y la besa, para volver a ver a su hija y su nuera.

Al poco tiempo ellas les regalan una casa parte de una herencia a ambas, pero las cosas seguían tirantes entre ambas pelinegras y Alina ha llegado al límite de su paciencia.

—¡Rebecca! Le pides ya perdón a April ¡Ya mismo!

Como siempre su hija había tirado un comentario mordaz a su esposa y Alina ya no lo soportó más.

—Amor por favor.

—No —Mel y Audry que venían entrando riendo, callaron abruptamente ante el clima tenso— Rebecca pídele disculpas.

—Tú estás con ella por elección, a mí me tocó en la ruleta rusa de la vida, no le pediré disculpas a esa cualquiera —Y esa fue la gota que rebalsó el vaso. Alina la abofeteó— que bien, que bien, lo que te faltaba Alina —se soba la cara y dió un paso atrás— todo por defender a esa —la pelirroja seguía mirandola con rabia— espero que lo valga.

—Somos tus madres y nos debes respeto Rebecca, éstoy harta de tolerar como la tratas. Años han pasado y ni siquiera te has molestado en darle la oportunidad de escuchar su versión.

—¿Madres? —levanta una ceja— ¿Ustedes? Tú no eres mi madre. Aceptaste a una niña abandonada por esa de ahí y la criaste, nada más. Gracias por tu apellido Alina, creo que no lo voy a necesitar más.

Y lo que más le dolió a la pelirroja, no es que su hija estuviera rompiendo el vínculo filial, sino que a pesar de que habían pasado por tanto y por tantos años, ella no la considerase su madre aún. Después de todo lo que había hecho, después de todo lo que había soportado con tal de no dejarla a merced de Pietro. Alina no podía creer que la misma hija a la cual había amado, sea capaz de lastimarla tanto y entonces rompió a llorar.

—Años y aún no soy tu madre para ti.

La pelirroja toma las llaves del auto y sus cosas, April la sigue en silenció con Mel que ni siquiera mira a su hermana. Rebecca la ha cagado épicamente.

—Me voy —dice Audry— puedes ir armando la cama en el sillón o usar el cuarto de invitados y como abras la boca y digas que esta no es mi casa, sera la última vez que me veas —Becca se ha quedado callada— hoy transgrediste todos los límites Rebecca, lastimar así a la persona que más te ha dado todos estos años... —suspiro agotada— eres una desagradecida. Piensa en lo que acabas de hacer y luego hablamos.

—¿A dónde vas?

—A ver mi suegra, ya que mi novia le disparó a matar, iré a ver como está.

Sale sin mirar atrás, dando un portazo y dejando a Becca sola. El almuerzo se ha visto empañado por un comentario, por su actitud, por traspasar por última vez los límites de las mujeres de su vida. Entonces fue cuando cayó en la cuenta finalmente, de la cagada mega descomunal que se había mandado.

Pasado

—Ya rendí la admisión a Julliard, solo queda esperar —dice agotada luego de haber presentado la carta de admisión— pero ya me cansé de esperar, ya pasó un mes.

—Te irá bien, yo he visto como tocas y hasta tus profesores dicen lo buena alumna que eres. Te han dado su recomendación —April se acerca besando su frente y ella se deja mimar— serían unos idiotas si no vieran el talento.

—Es que son muchas personas mamá...

—Y mi hija es una de las mejores candidatas, vamos Becca lo sé y tú también lo sabes. Ahora come y ve a dormir, necesitas descansar. Hace más de un mes que has rendido y con los nervios de recibir la carta...

—¿Me avisaran si llega?

—Subiré corriendo a decirte.

—Sonríe— Bien má, te creo —se estira desperezandose— ¿Salen esta tarde? —la pelinegra asiente— ¿Puedes prestarme tu auto? Tengo que ir al auditorio a llevar mi violín, Charlie me lo pidió prestado para una función de esta noche y me da flojera tomar el bus.

—Claro, solo ve con cuidado. Por cierto hija —April le da un sorbo a su taza de té caliente— con tu madre queríamos hablar contigo sobre algo mañana. Es importante.

—Okay ¿Es grave? No hice nada malo... que yo sepa o que ustedes sepan... —entre cierra los ojos y April piensa no es algo malo que tu hayas hecho hija— bueno má me voy a dormir y si llega...

—Ya sé, te aviso. Ve a dormir.

Beca va a dejar el violín y regresa a su auto cuando escucha una voz que le hace dar escalofríos en la espalda.

—Hola hija ¿Como has estado niña?