20 El acoso a Becca
Presente
—Mamá tengo un problema —llama Becca llorando a Alina— es mi ex y necesito ayuda.
Rebecca no fue la semana siguiente a hacer la presentación de con quién iba a casarse, ya que el compromiso terminó cuando ella la descubrió engañandola, por eso mismo tampoco se sintió en necesidad de hablar sobre ella con su madre, solo Mel sabía de toda la situación por la que estaba pasando y de como Ainhoa se había tornado la ex tóxica y peligrosa acosandola.
—¿Hija dónde estás? ¿Qué pasó? —Alina toma sus cosas y sale de inmediato a su encuentro. Llega al departamento de Becca y lo encuentra todo pintado con aerosol al igual que su auto casi destruido— ¡Rebecca! —entra por la puerta abierta y adentro la cosa no estuvo mejor— hija.
—¡Mamá! —como una niña pequeña corre a su encuentro y llora hasta que logra calmarse, Alina no hizo preguntas hasta que ella fue capaz de hablar— es mi ex mamá, ella me ha estado acosando, mira lo que hizo, destruyó todo.
—Dime su nombre -—La mirada de Alina se torna sombría, nadie va a lastimar a su hija y salir indemne.
—No mamá —el sollozo por fin estaba cediendo— ¿Qué harás? —Alina sonríe con malicia& uy me dio miedo —un escalofrío recorrió la espalda de Becca— solo acompañame hasta que llegue la policía y tenga que ir a hacer la denuncia, tendré que cambiar la cerradura y la puerta —se toca la cabeza— ya me duele la cabeza —comienza a salirle sangre de la nariz.
La policía llega, los peritos sacan fotos, hacen la denuncia y al llegar nuevamente a su depto ya había un hombre colocando una puerta nueva con cerradura, más Mel que corre a abrazarla y April que se contuvo de hacerlo, pero se acercó a Alina, tomando su mano, su esposa le da un apretón y ella observa a su hija con lágrimas en los ojos, le duele no poder acercarse.
—Contra todo pronóstico Becca hizo un impass y abraza a April brevemente— Gracias por venir y —señala su departamento— por la puerta.
—Ven con nosotras mi vida, duerme en casa, puedes quedarte el tiempo que quieras mientras encuentras otro lugar donde vivir. Mañana le llegará la órden y una intimación para que pague por los daños, quien sabe de lo que sea capaz.
—Está bien.
Sin ganas de discutir, tomó su campera, lo único que sobrevivió al huracán Ainhoa que destruyó todo a su paso, ni siquiera se salvó el colchón o la licuadora, ella arrasó con todo. Cerró echando llave para marcharse lejos de la destrucción que tendría que volver a limpiar eventualmente.
Pasado
—¿En que piensas? —pregunta la pelirroja a su novia tomándole la mano mientras ve a Becca sentada leyendo afuera.
—En Rebecca —dice ella contestandole de manera automática— ya llevo demasiado tiempo con ella de conocerla y...
—No crees que ella te perdone.
—No —mira finalmente a la pelirroja— cada vez que he tratado de indagar o tocar el tema, ella es tajante y ni siquiera tampoco quiere seguir hablando. Lo peor es que a medida que pasa el tiempo me siento peor por no decirle —aprieta sus labios— pero tengo tanto miedo de perderla, de perder esto que tenemos, de que... —lagrimas silenciosas bajaron por su rostro.
—Podemos decirle ambas, ella no puede estar enojada toda la vida, en algún momento tendrá que escucharte y saber tu versión. Yo te apoyaré y...
—Estás demasiado involucrada amor y no quiero que ella... se enojará con ambas por no decirle antes ¿Estás preparada para eso?
—Sí —suelta un suspiro, sin soltarle la mano— lo que sea lo enfrentaremos juntas.
—Voy a vomitar azúcar si siguen siendo tan dulces.
Dijo Becca con una sonrisa dándoles la espalda a ambas y abriendo la puerta de la heladera, ambas la rodean por los dos lados, sin dejarle posibilidad de escapar la llenan de besos y abrazos apretujados, ella de a poco ha ido cediendo al cariño familiar y de vez en cuando las deja acercarse para que la mimen.
—Bueno mamás se me está agotando la tolerancia.
—Yo tengo que irme a comprar lo de tu cumpleaños —dice Alina.
—Mamá no quiero fiesta y ya se los dije. Regalenme el violín que quiero —dibuja una amplía sonrisa— me va a servir mucho más que una fiesta donde voy a tener que darle de comer a un montón de gente que va a olvidar y criticar todo.
—April la abraza por atrás, apoyando su mentón en su hombro derecho y ella se deja abrazar— Eres nuestra hija y lo que elijas lo respetaremos, pero queremos celebrar también tu nacimiento, es muy importante para nosotras y estamos muy agradecidas de que existas ¿Nos dejarías al menos hacerte una fiesta solo para los más allegados?
—Está bien mamá, pero algo sencillo y solo para los más cercanos —voltea le da un abrazo fuerte a April, a Alina un beso en la mejilla— tengo que ir a estudiar —toma una manzana— ¿Quién va a llevarme a las clases de violín?
—Las tres —dijo Alina.
Todas se suben al auto, April mira por el espejo retrovisor a sus hijas, lo parecida y hermosa que Mel salió a Alina, y su pelinegra de ojos negros, dos hijas del mismo hombre que de él no tienen nada, solo sangre y poco de ADN, gracias a Dios no se parecen en nada a ese ser nefasto.
Becca se baja despidiendose y Mel sigue con sus auriculares puestos.
—Las hemos criado bien —Alina le toma la mano.
—Tú más que yo, has estado con ellas más tiempo.
—Ya tendrás tiempo de compartir por delante.
Se besan mientras siguen rumbo al centro para comprar el violín de Becca y algunas cosas para el cumpleaños que van a festejarle 16 años ya, tres años desde que April está en sus vidas y 2 años como su mamá 2 "oficial".
Pero el tiempo ya les dió demasiadas oportunidades de poder haberle contado la verdad sobre April a Becca y lo que no dijeron antes, saldrá ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro