19 La boda
Presente
—¿Lista?
—¿Sabés algo de...?
—Mamá este es el día de ustedes, disfrútalo y no pienses en otras cosas —ella agachó la cabeza con lágrimas en los ojos— mamá —Mel suspira y la abraza fuerte.
La boda se llevará a cabo en una pequeña casa de campo y será algo íntimo para amigos cercanos, compañeros de April y los padres de Alina. La pelinegra no tiene familia aquí y ellos tampoco aceptan que su hija se este y se case con una mujer.
Las novias entran por un jardín lateral y los pocos invitados las esperan, desde arriba una persona observa todo sin que nadie se percate de nada, excepto Mel.
Ellas dan sus votos y el sí quiero, luego de sellar todo con un beso. Observa algo particular en ambas novias, sus aretes y dije de algo que reconocer muy bien, algo azul.
—¿No vas a bajar?
—No. Pero no podía perderme el día de ellas, aunque estoy enojada, sé que es un día importante y no podía ser tan mierda de perdermelo —Becca mira a su hermana— no les digas que vine.
—Cavanagh —ella voltea— no le hará daño a tu orgullo felicitar a mamá al menos. Ella me estuvo preguntando si sabía algo de ti, si vendrías, porque no...
—No Melissa, porque no y punto —la mira seria— en cuanto corten el pastel me iré, tengo mi auto en la esquina... —suspira— deje el regalo y una carta para ellas —Mel frunció el ceño— tranquila no dice nada malo —mira la hora— tengo que volver a rendir mi maestría, aunque el director de la orquesta me ha solicitado a la universidad y ellos me dejan rendir desde aquí, no puedo darme el lujo de no rendir materias.
—Dos años Rebecca —ella la observa enojada— voy a llamarte como llamo a mi hermana. Dos años y en ese tiempo no le has dado la posibilidad a April de hablar ¿Cuanto tiempo más piensas seguir lejos nuestro y enojada con ella?
—Vendré la semana que viene, les quiero presentar a alguien.
—No me digas que es la loca de Ainhoa.
—Me propuso casamiento es... complicado —traga con dificultad— espero que sea la indicada.
—Ay por favor no te cases con la loca.
El picaporte gira y Alina casi entra a la habitación, menos mal que Becca le había echado llave antes.
—¿Mel estás aquí?
Ella se queda callada y Becca la pellizca para que hablara, no sin antes advertirle que no dijera nada sobre ella.
—Sí mamá, ya voy.
—Te veo la semana que viene.
Se despiden y luego de que ella saliera volvió a echarle llave a la puerta. Como había dicho, en el momento que cortaron el pastel y con todos distraídos se escabulló por atrás, no sin antes dar un vistazo de ellas dos tan felices, y casi que sin quererlo, sonrió y fue feliz por ellas también.
Pasado
—Feliz aniversario un año juntas —Mel las abrazó a ambas— vamos Becca ven, no seas tímida.
—No lo soy, no me gusta el contacto físico.
Las tres se abalanzan contra ella que trata de esquivarlas, se pone como un gato que se la paran los pelos, se queda firme con los brazos a los costados mientras recibe el amor de su familia.
—Bueno demasiado amor, ya se me está agotando la paciencia ¿Me sueltan? Me sueltan —todas la dejan— gracias y —sacó una caja de la mochila— feliz aniversario, de parte de Mel y mía, un año juntas es algo grande —abren la caja y hay dos dijes de dos mamás con dos nenas— no nos alcanzó para la cadena y ni siquiera es de oro... o plata, pero...
—Nos encanta —dicen ambas con una amplia sonrisa en sus caras.
—Hay algo más... sin presiones pero —les da una bolsita a cada una— tenemos fé con Mel y como ambas queremos que sigas siendo parte de esta familia mamá 2, los abuelos nos ayudaron a comprar estos... bueno prácticamente lo financiaron ellos —dentro de las bolsas de papel habían un juego de aros con un dije de piedras azules para cada una— ya tienen algo nuevo y algo azul para cuando se casen —April abre la boca y Alina mira con ojos grandes a las chicas— seamos honestas mamás, van a terminar casadas tarde o temprano... y si es temprano, podríamos tener un hermanito ¿quizás?
—Bueno recién es nuestro primer aniversario ¿Qué tal si nos dejan llegar a cumplir un par de aniversarios más? Ahora vamos a desayunar, que se les hace tarde para la escuela.
—¿Tenemos que ir? Es su aniversario.
—Bueno —April mira a Alina con ojos se cachorrito— ¿pueden faltar por hoy? Por fis amor.
—No es justo son tres contra una.
—Bueno así es la vida, no siempre es justa mamá 1, pero vale la pena, porque la vida es bella —dice Becca.
—Aparte compré 4 entradas para empezar nuestro aniversario en Disneyland.
Ellas dos gritaron y subieron a cambiarse para empacar ropa.
—¿Y en que momento piensas celebrar el aniversario conmigo? —se acerca Alina a April tocando sus senos por encima de la ropa pegándola a su cuerpo— me encanta que sumemos a las chicas, pero quiero hacer cositas no aptas para todo público y el que gimas mi nombre hasta venirte un par de veces, se va a complicar con las niñas cerca...
—April le aprieta las nalgas y la besa con fuerza— ¿Y quién dice que no pensé en eso? Me subestimas Cavanagh, ve a vestirte y luego te daré la sorpresa, espero que tú tengas algo preparado para mí, aunque seamos honestas, tú sin ropa y con un moño es más que suficiente.
Alina sonríe marchandose, April le da una nalgada, sonriendo poniendo cara de inocencia. Alina se vuelve acercándose y chupa el dedo que ella había metido en la mantequilla de maní, de manera lasciva, haciendo que la pelinegra quedara boquiabierta.
Eso es el efecto Cavanagh, un poder que las mujeres de esta familia tienen de cautivarte con lo que irradian, de hacer que te tiemblen las piernas, y te desborde el corazón con una posible arritmia a causa de lo que ellas causan. Mel descubrirá ese poder en unos años más.
Pasan casi todo el día en el parque al que los suegros de April también fueron, por supuesto que cada oportunidad de pasarlas con sus nietas ellos no la desaprovechan, y una vez que la pelinegra mostró ser digna, ellos la acogieron.
—Vamos —toma a Alina— esta es nuestra salida, tus padres van a quedarse con ella, nos están esperando en el hotel.
La pelirroja si decir nada más, la tomó de la mano y se escabullen como adolescentes traviesas. Llegan al hotel dónde las esperaban para recibir masajes relajantes, manicura y pedicura, esto es lo lindo de tener de pareja a una mujer, poder disfrutar de estas cosas las dos.
Luego subieron a la suite que ya tenía una valija con la ropa de ambas y algunas otras cositas adentro.
—Aqui está el vestido que no encontraba hoy.
—Bueno era una sorpresa mi amor —se acerca April con una copa de champagne— salud, por el primer año de muchos juntas —brindaron, le saca la copa de las manos, la música comienza a sonar en la habitación— quería bailar contigo un ratito, un lento, esta canción la compuse para ti. Este es nuestro mundo y nuestro lugar seguro, me has dado lo que nadie me dio jamás Alina y creo que aún no te das cuenta de eso.
—¿Y qué te dí?
—Amor, una familia y lo más importante un lugar al cual pertenecer, te amo, me haces inmensamente feliz.
—Y tú me has dado seguridad, confianza, amor, una hija, un futuro en cual pensar y del que me gusta que seas parte.
Bailan al son de la música lenta instrumental, una canción de piano que April compuso y grabó especialmente para esta ocasión. Luego la tomó de la mano y la llevó hasta la cama, con la luz de la luna de fondo, y sus respiraciones agitadas, se amaron hasta quedar, satisfechas y agotadas. Ambas se conocían ahora el punto exacto de cada una, cada zona erogena que estallaba de placer, y uno a uno detonaron cada una sus puntos claves, para darle a la otra el máximo placer carnal, del éxtasis mortal puro.
Ellas se aman y eso es todo lo que importa.
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