12 Una charla de ahora y de antes
Presente
—¿Qué sabes de Becca? —pregunta la Doc pelinegra de Eva.
—Iba a venir para las fiestas —suspiro— pero no vino. No quiere saber nada de April. Se comporta como si ella no existiera. Estoy dividida entre mi hija y mi prometida.
—Es difícil Lina, pero entiendo las dos partes. Sé que los motivos de April son de peso, pero en cierto punto Rebecca tiene razón en estar enojada —se encogió de hombros— supongo que solo es cuestión de darle su tiempo y espacio, no puede estar enojada toda la vida ¿O si?
—Ese ese es problema, Becca puede ser y estar así toda la vida, sin ningún problema. Ella anula a las personas que la lastiman, lo ha hecho con Pietro, después de años él la quiso contactar y ella simplemente le dijo que no sabia quien era él, que siguiera con su vida y que jamás volviera a contactarla porque para ella, él esta muerto. Así de tajante es Becca.
—Bueno al parecer la pelinegra sacó tiene su carácter fuerte.
—Sí, demasiado Cavanagh de su parte.
—Tu prometida, aún ahora me parece increíble que te estés por casarte con ella, estabas muy negada al principio. ¿Lo recuerdas?
—Río— Pensar que fui yo quien la besó primero.
Pasado
Alina
Hace meses que April está en nuestras vidas y ha sido el mejor tiempo. La desición de incluirla para que esté cerca de Becca fue la más certera, yo me gané un amiga y nuestra hija una confidente con quién también podría contar.
—¿A que hora es el concierto?
—A las 6pm.
—¿Ella no sabe que iremos?
—No, será una sorpresa. Ya compre el ramo de flores.
—¿Ese enorme con el que te saqué la foto?
—El mismo. Aún no sé porque que me sacaste la foto. Tú y ella tienen un temita con tomarme fotos.
—Ay mamá, es que lucias muy tierna. Mira.
—Sí, si muy tierna. Bueno ve a bañarte mientras termino de hacer la comida —le doy una nalgada— niñata insolente.
Nos preparamos todas para salir, llegamos temprano al auditorio y luego de hablar con el personal de ahí, les dejo el ramo así se lo entregaban cuando terminara el concierto. Nos sentamos en primera fila, cuándo ella sale y nos ve, una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, hasta sus ojos brillaron.
El concierto y el solo que tocó fue hermoso, jamás la había visto tocar y quedé fascinada, jamás había siquiera imaginado el enorme talento de esta mujer.
Un señor se acerca para hablarme al oído antes de que terminaran de tocar, me levanto y lo acompaño, me entrega el ramo que yo misma les había dado y con demasiadas nervios paso a escenario para entregárselo. Toda ella irradia una luz imposible de ignorar, su semblante se volvió radiante cuando aparecí por un costado. Llego a su lado y le entrego el ramo, por un breve instante sentí que solo eramos ella y yo, cuando me miró a los ojos, y su mano tomó la mía todo lo demás desapareció. Los aplausos me trajeron de vuelta a la realidad, ella hizo una reverencia sin soltar mi mano. Los latidos de mi corazón se escuchan igual o más fuerte que el sonido del público al aplaudir.
—Muchas gracias por venir y por el ramo.
Las chicas entraron corriendo a abrazarla, Becca a quien menos le gusta el contacto físico, la abrazó y se mantuvo luego a distancia hablando con ella emocionadas sobre la función. Yo solo no podía dejar de verla, me siento cautivada por ella, por su talento, por sus ojos, su boca, por ella.
—Lina —me llama otra vez sacándome de mis pensamientos— ¿Estás bien?
—Sí, solo me quedé pensando. ¿Vamos a cenar? Yo invito.
April
Cada vez se me hace más difícil no ver a Alina y me refiero a no ver que me gusta ¿Como no hacerlo? Y más después de hoy, donde por un segundo me quedé suspendida en su mirada, su enorme sonrisa y el caminar con ese hermoso ramo de flores que compró para mí.
Como hace unos días, que le estaba dando un masaje y tuve ganas de besar su cuello, de acariciar sus suaves brazos, hasta sé la cantidad exacta de pecas que tiene un su rostro 61, el lunar que tiene en forma de corazón detrás de su oreja derecha. Pero tengo que sacarme esas ideas de la cabeza, la única relación que hay y va a haber entre ella y yo es solo de amistad.
—¿Quieres un masaje? Estar tanto tiempo sentada en la computadora hace que te duela la espalda y el cuello.
—Lo sé, pero con mi trabajo de editora tengo que hacer las correcciones —me coloco a su espalda— si o si en la computadora, contes... Ay Dios que bien se siente esto —se tira hacía adelante apoyando su cabeza en un suéter que hizo un bollito— April me voy a quedar dormida aquí, esto es demasiado relajante.
—Y deberías, tienes que descansar.
—Tengo demasiado trabajo atrasado, tengo que hacer el almuerzo, llevar a Becca al auditorio para sus clases de violín, literalmente me estoy partiendo en demasiadas fracciones para hacer todo.
—Se acomoda en la silla— Entonces déjame a mí —La abrazo por atrás con mis brazos hacia adelante y ella los toma acariciándolos— yo no tengo nada más que hacer hoy y puedo ayudarte ¿Qué me dices? —beso su mejilla y ella voltea a verme ambas quedamos con nuestros labios muy cerca sosteniendonos la mirada— bueno si quieres claro —me alejo antes de besarla.
—¿Harías eso por mí? —haria cualquier cosa por ustedes.
—Claro, aparte así puedo pasar más tiempo con las chicas, la semana pasada fue muy ajetreada y las vi poco.
—Gracias te prometo que es solo por hoy —se levanta y me toma de las manos— gracias de verdad. Luego te lo compenso ¿Qué te parece una cena? Vamos a comer algo.
—¿Solo las dos?— Claro.
—Las chicas estarán emocionadas.
Que idiota de pensar que solo seríamos ella y yo. Cierro los ojos y suspiro mientras ella vuelve a su trabajo. Me puse a hacer la comida y ella se acercó por atrás pegándose a mi espalda, juro que un día de estos pierdo el control y la beso, no puede hacerme esto de acercase así a mí, todo en ella se siente demasiado bien.
—Apoya su mentón en mi hombro y como es un poco más alta puedo ver todo lo que estoy cocinando— Que buena pinta tiene eso.
Intento no moverme y ella se pega a mí, pasando una mano por mi costado, con la otra se apoya en mi cadera, toma una tira de zanahoria y se la lleva a la boca, respiro y cierro los ojos. Se coloca a mi lado mirándome a la cara, pasa la zanahoria por queso crema y un poco queda en la comisura de su boca, le paso el dedo y lo chupo.
Ella se queda mirándome embobada la boca, yo me muerdo el labio inferior tragando con dificultad. Demasiadas acciones que no son de amistad, demasiadas acciones que me desestabilizan.
Ella se acerca a mí rápidamente, pienso que va a besarme, tiene que ser eso, no ha dejado de mirarme la boca. Pero no lo hace, besa mi mejilla quedándose en ese beso un poco más de lo común, se separa y me mira a los ojos, aún seguimos demasiado cerca y yo podría acortar la distancia. Acaricio su mejilla, con mi pulgar y ella cierra los ojos.
Escuchamos la puerta abrirse, y nos separamos rápidamente. Las chicas vienen hablando entre ellas. Perdí mi oportunidad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro