Toco mi vientre enorme ahora con 7 meses, mi hija de 3 años me mira y se acerca a mí corriendo.

—¿Y entonces que pasó? ¿Ainhoa y Killian fueron presos? ¿Que pasó con Audry? ¿Murió? ¿Y Cavanagh, que pasó  con ella?

—Bueno digamos que una parte de ella murió ese día...

—¡Mamá! —grita la pequeña corriendo luego hacia a mí— vamos por un helado.

—Hija mami está un poco lenta, tu hermana no deja de moverse.

—Mi amor despacio ¿Sí?

—George —me giro a verlo— digamos que las cosas después de todo no salieron tan mal para ambas.

—Rulitos amor, con cuidado —el hombre abre los ojos grandes, cuando la pelinegra se acerca a mi tomando mi manom

—Me alegra haber compartido mi historia contigo George, te veo la próxima semana —digo mientras mi esposa me ayuda a llevar las cosas— espero que tu hija y su esposa estén bien, tus nietos son hermosos.

—Atenea me dijo que te dijera de invitarte al cumpleaños de los niños la semana que viene, los gemelos quieren que vaya tu hija.

—Genial, lo tendré en cuenta.

—¿Cavanagh? —mi esposa voltea a verlo.

—Hace mucho que nadie me llama así —sonríe— supongo que te contó nuestra historia, es un placer conocerte al fin George. Puedes decirme Becca.

—Pero ¿Cómo?

—Ambas nos miramos— Será una historia para la semana que viene.

Conocí a George en ese mismo parque al que lleva sus nietos, nuestra amistad comenzó como un juego sobre contarnos historias y el otro adivinando quien era quién en ellas, una vez descubierto el nombre podríamos llamarnos así.

Pero de seguro quieren saber que pasó con nosotras y lo que pasó fue que...

La vida te hace pagar hasta el último segundo del marcador las deudas pendientes. Ainhoa luego de alegar abuso de autoridad contra Frannie, ella se le abalanzo y le partió la cara nuevamente, dejándole un ojo morado, una cicatriz en la ceja izquierda y el labio partido, que le costó su trabajo en la fuerza por el cual le dieron la baja, más terapias obligatorias sobre el control de la ira. En las terapias conocío a Jerome con quién creo "butterfly alas abiertas" y manejan el lugar para darle apoyo y refugio a niños y adolescentes  sacandolos de las calles y la violencia en casa, al fin ella descubrió su verdadera vocación y al amor de su vida, que la llevó a bajar mil quinientos cambios.

—¿Al fin descubrio quien eras en la historia?

—Mi amor si le diste la solución cuando me llamaste rulitos, aunque con este embarazo más el desorden hormonal, tengo el cabello lacio ahora.

—Alex y Cavaldi nos esperan para almorzar —alzó a nuestra hija Bianca de cabello negro, piel blanca como la nieve, con el color de mis ojos— que increíble que tú y Alex lleven el mismo tiempo de embarazo.

—Me parece más increíble que ella y Cavaldi sigan juntos, mi hermano es muy pendejo.

—Al menos él no hace la locura de recibir un balazo y morir tres veces.

—No me la dejaras pasar nunca.

—No mi amor —sonríe y me besa— por cierto mis madres nos invitaron a cenar.

—Bien tengo ganas de verlas.

Desde que arregló las cosas con April y al fin la llamó mamá, su relación ha mejorado y a ambas lucen más tranquilas. Pero sobre todo Alina que no está dividida entre su esposa y su hija, tratando de mediar entre ambas.

Ainhoa quiso armar un motín en la cárcel, murió en manos de otra rea de la cual quiso escapar, porque se había obsesionado con ella ¿Karma o justicia divina? No lo sé, pero su muerte no me causó placer, solo me dio pena. Rebecca no quiso acompañarme a su entierro, fui la única a en el lugar ya que Killian estaba preso también por haber sido complice y habernos querido atropellar, más un sin fin de cargos. Siempre hay un loco para otro loco, él siempre estuvo enamorado de ella, aunque ella jamás lo iba a ver, por obvias razones.

Su muerte no me causó tristeza, pero movilizó algo en mí, no pude perdonarla hasta que tire una flor blanca sobre su cajón y lo ví descender en el hueco de la tierra. Fui a su velorio y entierro en parte para asegurarme de que fuera ella y que no volvería a hacernos daño nunca más. Solo en ese momento decidí perdonarla, para yo poder tener paz en mi corazón y no porque ella se lo mereciera en verdad.

Así fue como decidí volver a la vida, le había prometido a Cavanagh que siempre volvería a ella y es lo que hice.

—Necesito que le des un mensaje a Frannie de su hermana hija, dile que no fue su culpa, que ella hizo lo que pudo y que siempre será su mariposa, pero que es hora de emprender vuelo. Ella me dijo que entenderia. Vamos hija es hora de volver —me paro y nos abrazamos— dile que los amo Audry y a ti también te amo —se apartó— ahora hija vuelve —me da un empujón en el pecho.

—Papá eso dolió.

—Vuelve Audry —otro empujón que me lleva hacía atrás.

—Au papá, ¡eso duele! —me tomo el pecho— despacio.

—Que vuelvas hija —otro empujón— ¡vuelve!

Entonces caí y siento que voy caí demasiado rápido y profundo, di una bocanada de aire sintiendo que me atropello un camión.

—¡Vuelve Audry! —esta vez la voz era diferente— Bien gente tenemos pulso. Bienvenida al mundo de los vivos de nuevo Audry. Entre tu primita Victoria y tú van a matar a sus madres, definitivamente hay genes defectuosos en ustedes —dijo Deb a mi lado, no reconocí su rostro con el barbijo y el gorro pero si su voz.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?

—Bueno te interpusiste en el trayecto de la bala que iba a tu novia, esa es la versión corta. La versión larga es que llegaste muerta y te moriste como dos veces más, luego de eso. Menos mal que despertaste porque Víctoria me arrancaría los ovarios si te dejaba del otro lado.

Debra se graduó de médica hace poco, luego de haber sido enfermera primero y con el apoyo de su esposa lo logró.

—¿Qué pasó con mi ex? —pregunté mientras me llevan.

—No sé muy bien la versión oficial, pero una de las versiones dicen que primero tu amiga se volvió loca y luego que tu novia quiso terminar el trabajo.

—Sí, suena a ellas.

Entraron a verme de a una, la primera fue haciendo uso de su autoridad y adelantándose a las demás fue Frannie. Abrió la puerta y en cuanto vi su cara de enojo, me moví tratando de frenarla, pero el dolor me recordó mi estado actual, ella se abalanzó sobre mí y me abrazó fuerte llorando para mi sorpresa.

—Perdón por no llegar a tiempo Audrielle, lo intente, perdóname por favor, dije que te protegería y no lo hice —lloraba desconsolada.

—Frannie, Fran —la abracé fuerte— no fue tu culpa siempre me has cuidado y tu me advertiste de los riesgos. No era tu responsabilidad.

—Sí, lo era pero, no pude llegar a tiempo, casi te pierdo como perdí a Sharon. Te moriste tres veces Audry, tres.

—Tuve un sueño con ella y mi papá —Frannie me miró, mientras limpio sus lágrimas— me dió un mensaje para ti, algo de una mariposa y a es hora de dejarla volar, que tú entenderías.

—Claro que entiendo —se llevó la mano a su dije de mariposa— ahora debo dejar entrar al resto y si dices que me viste llorar te abriré puntos en la frente —se secó las lágrimas, respiró profundo y abrió la puerta— pueden entrar —dijo seria.

Rebecca fue la primera en ingresar con una cara bastante demacrada está aún con su ropa manchada de mi sangre, se nota que ha estado llorando bastante. Tiene también las manos lástimadas y ensangrentadas, supongo que es por haberle pegado a Ainhoa. Las demás se le sumaron colocándose al lado de la cama, luego entró mí mamá desesperada llorando con Cavaldi atrás.

—Tú y tu prima van a matarnos.

—Bueno de hecho creo que somos más propensas a morir nosotras —quise ser graciosa y nadie río, excepto mi hermano con mi mismo sentido del humor— estoy bien.

—Bien pálida. Agradece que está tu madre aquí porque sino te golpearía —Dijo Cate y nos sorprendió ya que es la más tranquila.

—Todos lo haríamos. Porque ni siquiera nos llamaste —mi hermano habló, con la hija de Alex dormida entre sus brazos.

—¿Ah sí? Dime genio ¿Dónde está tu teléfono? —lo buscó entre su ropa— lo tiene mi ex... —en ese momento me percaté de que arriba de la mesita a mi lado está ese anillo que Ainhoa me había dado— por favor tirenlo —lo tomó Cate y lo guardó para deshacerse de él.

—Nunca jamás en tu vida, hagas lo que hiciste hoy Audrielle —Dijo sonando seria Rebecca.

—En cuánto tu vida no peligre, no lo haré.

—No puedo con tu hija —le dijo a mí madre y se agarró la cabeza.

—Nos dejan un momento a solas —les pedí a todos y me dejaron con mamá, es la primera vez en mucho tiempo que estamos de esta manera— mamá sé que muchas veces en el pasado fui injusta contigo en muchas cosas, y que quizás tampoco intenté demasiado que tuvieramos una buena relación entre nosotras, pero quiero que podamos acercarnos un poco más —tomé su mano— si quieres.

—Es lo que siempre he querido Audrielle. Rebecca —la miré extrañada— hace tiempo que sé su nombre —se encogió de hombros— dijo que si íbamos a ser familia quería confiar y me contó como se llama, también —comenzó a reír— me pidió tu mano. Me da gracia por que es demasiado correcta para hacer las cosas, pero tú estás en edad de hacer lo que quieras no necesitas mi permiso.

—La amo mamá y creo que a ambas nos gustaría tu bendición.

—Claro que la tienen hija.

La puerta se abrió de repente y entraron mis suegras con Mel.

—Audry menos mal que estás bien, Cavanagh nos llamó llorando. Nos hizo pensar que habías muerto.

—Bueno en realidad lo hice, 3 veces. Pero aquí éstoy de vuelta. Alina, April y Mel, ella es mi madre.

—¿April Basinger? —la pelinegra asiente— no lo puedo creer que alegría verte, no me digas que Rebecca es tu hija, yo te mandaba ropita con Richard y ella debe ser tu esposa, es un gusto —mi madre estrechó la mano de ambas.

—Eras tú quién mandaba ropa para nuestra Becca, ropa que también uso Mel.

—Supongo que las chicas estaban destinadas a reencontrarse.

Que increíble que antes mi madre le diera mi ropa y ahora Rebecca me la saca ella misma.

—Bueno de hecho ahora seguimos compartiendo la ropa —tambien la cama.

Fin