Llego a casa de Cavanagh y mi teléfono suena nuevamente. Creo que un auto gris me ha estado siguiendo.

—Hola amor.

—Estoy llegando a tu departamento.

—¿Habíamos quedado en vernos hoy?

—No, pero como eres mi pareja ni sabía que tenía avisarte.

—Ainhoa no es eso.

—¿Ainhoa? Pensé que habíamos acordado algo sobre eso.

—Perdón amor, no estoy en mi departamento.

—Okay ¿En cuanto tiempo llegas? ¿Dónde estás?

—Amor —suspiro— me voy a demorar, nos vemos mañana.

—¿Dónde estás Audrielle?

—¿Qué te pasa? ¿Desde cuándo me controlas?

—¿Por qué no quieres decirme en dónde estás?

—Estoy en la casa de Cavanagh y voy a demorarme, te veo mañana.

Le corto, no tengo ni tiempo ni paciencia para esto. Las cosas entre Ainhoa y yo esta semana han estado frías y complicadas, luego de nuestra charla, dónde no le pude decir te amo, donde me costó decir que somos novias, el clima entre nosotras está raro. Ella no ha vuelto ha decirme que me ama, pero veo como me mira, con nostalgia, con anhelo, con un amor que guarda esperando desbordar para dármelo todo y yo solo estoy aquí, amando a otra, queriendo a las dos. Tengo que tomar una decisión.

Me bajo del auto por cruzar la calle y con Cavanagh del otro lado, cierro mi auto con llave para casi encontrarnos a mitad de la calle cuándo un vehículo sin luces a toda velocidad casi nos atropella pero nos corremos a tiempo.

—¡HIJO DE PUTA! ¿viste la patente? —yo sigo en shock— voy a llamar a la policía, ahí hay una cámara.

—¿Chicas están bien? Escuchamos una acelerada.

—Sí, si casi nos atropella un hijo de puta. Audry ¿Estás bien?

—Ca... casi nos chocan.

La policía llega y yo seguía sin poder hablar, algunos vecinos habían visto un auto gris varias veces rondando el área, con alguien encapuchado y de lentes oscuros manejando. Nos toman la denuncia en la comisaría y prometen ver las cámaras de seguridad, dada la cantidad de quejas de los vecinos que se sumaron a nuestra causa.

—¿Estás bien? Tengo té de tilo, si quieres te lo preparo.

—Sí por favor, gracias. ¿Porqué nos quisieron atropellar Cavanagh? No tengo enemigos, ni nadie que quiera hacerme daño. Tú -la miré- ¿Alguna lo suficientemente loca como para querer hacerte daño?

—Solo una  —muerde su labio inferior— bueno al final —suspira— con el calor del momento se me pasó el porqué te había pedido que vinieras —se sienta a mi lado— Audry necesito ser honesta contigo —¿Sobre que de todo? Casi no sé nada de ella— yo odio a April, la odio con toda mi alma y lo haré hasta mi último día —gira la cara avergonzada— yo fui el producto de una infidelidad de ella con el esposo de mi madre. Alina me adoptó cuando tenía apenas 4 años hasta me dió su apellido, yo no recuerdo mucho de mi vida con April, pero si recuerdo que mi madre me dió los mejores años de mi vida, ella me amaba más que mi propio padre y aún cuando tuvo a su propia hija jamás hizo una diferencia conmigo. Mi madre lo es todo para mí.

—¿Cómo es que ellas terminaron casadas?

—April siempre se mantuvo en contacto con Alina, llegaron a ser buenas amigas. Cuando mi madre se divorció al fin del alcohólico de mi padre, dos años después ella vino a vivir con nosotras, claro que en ese entonces yo no sabía quién era ella, su objetivo era acercarse a mí —se levanta suspirando un poco frustrada— yo confíe en ellas. Su amistad en menos de un año pasó a ser algo más y eso jamás me molestó, con Melissa la aceptamos mientras mamá fuera feliz.

Para un momento mirando el estuche de su violín cuando no se siente bien toca para calmarse, se acerca acariciando el estuche y lo abre tocando sus cuerdas.

—¿Quieres parar un momento?

—Niega con la cabeza— Necesito decirlo todo Audry quiero que conozcas todo sobre mí, quiero ser honesta contigo —respira profundo y vuelve a sentarse a mi lado— antes del baile de egresados ellas nos comunicaron que iban a casarse. Estaba feliz, de verdad muy feliz, yo las amaba a ambas y hacían muy buena pareja. Pero... —su rostro se llenó de odio— me enteré quien era en verdad April —su respiración se torna acelerada y sus ojos se llenan de lágrimas— jamás quise saber sobre mi madre biológica porque mi papito me había dejado en claro que fui un error y me estaba criando hasta que ella se dignara a buscarme. Jamás me sentí amada por mis padres biológicos, una me abandonó y el otro jamás me quiso. Y entonces Alina también me traicionó, me ocultó la verdad, creyeron que si yo creaba un vínculo con April la podría perdonar más fácilmente.

—Se equivocaron.

—Sí, y muy feo. Me gané una beca completa en The Julliard, y me fui sin mirar atrás. Con la única que me hablaba era mi hermanita, ella no tenía nada que ver con ellas. Vine a recomponer la relación con mi madre hace tan solo dos años luego de bastante terapia, pero no me interesa tener nada que ver con April, ya demasiado me parezco a ella físicamente como para dejar que encima me llamen por su mismo nombre o hacer lo que ella hizo.

—¿Se llama April también?— Por eso no aceptas salir con personas que estén en pareja —asiente con la cabeza.

—No quiero parecerme a April más de la cuenta.

—Gracias por contarme tu verdad Cavanagh

—April Rebecca Lombardi Cavanagh.

—¿Qué?

—Esos son mis nombres y apellidos completos.

—¿Lombardi?

—Mi padre él era un gran tenor, pero mal padre y un pésimo esposo —se levanta— quería llevarte para que conocieras a mi madre porque —me mira— porque honestamente te amo Audrielle, porque confío en ti y sé que solo han sido casi 6 meses pero confío en ti, lo suficiente como para decirte mí nombre, para que conozcas a mi familia y quería en algún momento explicarte el porqué odio y no le digo mi nombre a nadie

—¿Entonces puedo llamarte Rebecca?

—Eres... acabo de decirte que te amo ¿y solo se te quedó mi nombre?

—Perdón es que al fin se tu nombre y que me amas —cuando lo repetí en voz alta me di cuenta— ¡Dijiste que me amas! —Doy un salto— yo también te amo lindura, te amo —beso su frente.

—No puedes decirme por mi nombre, tu debes decirme linda o lindura ¿Estamos claras rulitos? Esto jamás, jamás se lo digas a nadie, nadie más tiene derecho a saber mi nombre solo tú. Lógicamente quise que me llamaran de alguna manera como la persona que más me ha amado y esa no es April, entonces desde que me fui solo hago que todos me llamen por el apellido de mi madre, el otro nombre me lo dio el alcoholico, al menos quise elegir la manera de ser llamada.

—¿Sabés al menos porqué hizo lo que hizo?

—No, ni me importa. Lo único que quiero es no parecerme a ella en sus malas acciones. —se acercó postrandose entre mis piernas— por mucho que te ame Audrielle, no voy a pasar mis límites y valores. No estaré contigo hasta que estés soltera, porque aunque lo deseo y no solo besarte, tal acto en este caso me parece algo desleal hacía tu pareja y hacía mi misma.

—Lindura me acabas de poner en un gran aprieto porque esto... nosotras... —suspiro— es lo que más deseo. Yo te amo —vuelvo a decirle mirandola a los ojos y una gran sonrisa se dibuja en su rostro marcandosele los oyuelos— terminaré todo con Ainhoa.

—No te das una idea de lo mucho que me encantaría besarte en este momento. Pero —suspira— no puedo hacerlo rulitos —acaricia mis labios— aunque besas bien. Bastante bien. Arregla tus cosas con ella, yo estaré esperando y por favor ten cuidado, Ainhoa... no es alguien de fiar. Tú solo conoces una versión de ella, una amable, yo conozco al monstruo que puede ser y si ella se transforma contigo, yo haría lo que fuera para protegerte. No quiero perderte.

Besa mis manos, yo me agacho y beso su cabeza abrazándola fuerte, nos quedamos así unos minutos. Ella propone quedarme a dormir en su casa, dado el loco del auto gris suelto, o se iba conmigo a dormir en la mía y no es una buena idea, así que me quedé.

Que lindo es despertar con ella abrazada a mí, y que tentador es querer besarla apenas despierto.

—¿Qué tanto ves enana?

—¡Oye! Bien que te gusta la enana.

—Bien que amo a la enana —da vuelta su rostro a otro lado y yo la beso en el hombro.

—Habló la pasiveada por la enana. Tambien te amo fuck girl pasiva.

—¿Qué acabas de decir enana?

—Lo que escuchaste.

Una guerra de cosquillas se desata en la cama y solo para cuando me caigo de la cama aún riendo en el suelo sobandome la cola.

—Versatil pequeño Minion, versátil —Bien que la había pasiveado cuando la tuve entre mis brazos y ahora le llama versatilidad— ¿Quieres acompañarme la semana que viene al cumpleaños de Mel? Ella me dijo que te invitara. Les has caído muy bien a todas rulitos.