Esta es la historia de un amor. Pero no cualquier amor, ¡no, no! Aquí no van a encontrar esos finales de cuento de hadas, porque, seamos sinceros, ¿quién puede ser feliz todo el tiempo? ¿Existe alguien así? Si es así, que me pase el truco, porque lo necesito.

El amor no siempre es como nos lo cuentan. A veces llega de formas inesperadas, en el momento más caótico, o cuando menos lo estás buscando. Otras veces, el universo tiene su manera muy particular (y un tanto retorcida, claro) de mostrarnos el amor que merecemos. 

Aunque, aceptémoslo, a veces elegimos justo lo que menos nos conviene. Ya saben, ese amor que es como ese postre con triple chocolate que te encanta, pero que te va a caer mal. Y aun así, lo comes. Porque, ¿quién puede resistirse?

 ¿Curioso, no? Ves todas las señales en neón gritándote "¡Aléjate!", y aun así, te aferras a ese amor, sabiendo que el final no va a ser precisamente feliz, pero igual sigues ahí, esperando que tal vez, solo tal vez, esta vez sea diferente.

Lo increíble es que hay personas que entran en tu vida como si fueran algo mágico, y desde el minuto uno, conectan contigo de una manera única. Personas que, sin darte cuenta, empiezan a provocar pequeños terremotos emocionales y a cambiar la manera en que ves las cosas. Y es que, cuando llegan, no siempre somos capaces de ver el efecto que tendrán hasta que pasa el tiempo. 

Esas personas se vuelven tan importantes en momentos clave de nuestra vida que, de una forma u otra, terminan influyéndonos, para bien o para mal. Y, aunque a veces nos causen más dolores de cabeza que alegrías, las amamos como si fueran nuestro verdadero amor.

Pero aquí viene la gran pregunta, y agárrense porque es profunda: ¿ese es el verdadero amor? Tal vez, solo tal vez, el verdadero amor no esté en alguien más. Quizás el mayor romance de todos sea contigo mismo. Ya sabes, aceptarte tal como eres, con tus cosas raras y todo, aprender a decir "no" sin sentirte culpable, y rodearte de gente que te hace sentir como si estuvieras siempre en un concierto de tu banda favorita. 

Porque, seamos sinceros, es mucho mejor estar con personas que potencian tu energía a lo grande que con esos dementores que te dejan más desanimado que los concursos literarios de Wattpad.