Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲

La alarma sonó y eso significa que ya debo volver a las clases en la universidad, me levanté, tomé mis cosas y me fui para el baño, pero al mirarme en el espejo me asusté.

—Que cara la que tengo —me dije para mí misma, creo que la cara de Annabelle es hermosa a comparación con la cara que tengo en estos momentos, me quité la ropa y me di una ducha larga.

Mi celular comenzó a sonar, pero lo tengo en la habitación y es obvio que no puedo salir a contestar.

Al salir del baño lo primero que hice fue mirar quién me había llamado y al ver el nombre casi me desmayó...

Edward

—Me imagino que no era importante pues solo me llamo una vez —dije mientras me colocaba la ropa, al terminar de hacerlo me hice una cola alta, tomé mis cosas y salí a desayunar.

En el comedor ya estaban Ricardo y mi mamá desayunando.

—Buenos días —les dije, mi mamá se levantó me dio un abrazo y un beso.

—Buenos días mi amor, siéntate ya voy por tu desayuno —me dijo mientras caminaba hacia la cocina, yo me senté al frente de Ricardo, él me sonrió.

—¿Cómo dormiste cariño?

—Supongo que bien, aunque si me duele un poco la cabeza, pero no es nada que unas pastillas no me quiten.

—Sabes que si necesitas algo no dudes en decírmelo.

—Gracias Ricardo, sabes que te quiero mucho.

—Y yo te quiero mucho más.

Mi mamá me trajo el desayuno y los tres empezamos a comer.

—El viernes pasó por ti para que te pongas guapa —me dijo Ricardo.

—Aunque hija tú me puedes ir diciendo que vestido quieres ponerte y yo te lo compro —añadió mi mamá mirándome.

—¿Tenemos algún evento? —les pregunté bastante intrigada.

—¿Samanta no te dijo nada? —me preguntó mi mamá, yo negué —me parece extraño pues eres su mejor amiga.

Yo levanté una ceja, creo que la rubia me está ocultando algo.

—Lo que pasa es que te fin de semana Nicolás y Matilde se casan —me dijo Ricardo, yo abrí los ojos como platos.

—A mí Samanta no me había dicho nada y como dice mi mamá se supone que somos mejores amigas —dije para luego suspirar.

—Supongo que te lo iba a decir hoy apenas se vieran, porque Nicolás apenas me anuncio de esta boda el sábado y pues ustedes estaban en bueno ya sabes dónde —añadió Ricardo y yo asentí.

—Bueno tal vez tengas razón —dije para poner los cubiertos en la mesa —me cepillo los dientes y nos vamos —les dije y ellos asintieron.

....

Mientras Ricardo le ponía seguro al apartamento, miré hacia la puerta del apartamento de Edward y suspiré.

—¿Para qué me habrás llamado? —dije, pensé que había sido para mí, pero mi mamá me miro.

—¿Me dijiste algo? —yo negué, y volví a mirar para el apartamento de Edward, la puerta se abrió y por un momento mi corazón comenzó a acelerarse, pero es obvio que no es él el que va salir sino...

—Buenos días David —le dije y él me sonrió.

—Hola Mía, ¿vas camino a la universidad? —me preguntó mientras se nos acercaba —buenos días Emma, Ricardo.

—Así es, ya es hora de volver a estudiar.

—Yo también voy para allá, si quieres te llevo, iba a pasar por Samanta, pero me acabo de llamar a decirme que su papá la iba a llevar —sonreí y miré a mi mamá.

—Para que no tengan que dar tanta vuelta para llevarme a la universidad me iré con David.

—Bueno mi amor, no hay problema, pero eso sí cuídense mucho —nos dijo mi mamá, Ricardo me dio dinero y nosotros nos fuimos.

....

—Amelia no es por nada, pero tienes una cara —me dijo David para luego soltar una carcajada.

—Tranquilo no es algo que ya no sepa —suspiré.

—Me imagino que esas ojeras tienen nombre y es mi amado primo.

No dije nada, simplemente suspiré, David soltó una carcajada.

—No necesitas decirme nada, sé que tengo la razón.

Abrí un poco la ventana para que me entrará el aire.

Llegamos a la universidad y esto estaba lleno de autos, chicos y chicas caminando de un lado al otro.

—Muchas gracias David, nos vemos —le dije y él me sonrió.

—Dile a Sammy que enseguida voy a verla —asentí y comencé a caminar, menos mal en la información que me mandaron al correo pues sigo teniendo la misma habitación compartida con Samanta.

Llegué a la habitación y ya Sammy le había puesto seguro, así que saqué mi llave y entre.

—Hola Mia —me dijo Sammy.

—Hola Sammy, ¿cómo vas?, ahorita viene tu amor a saludarte —ella sonrió de lado y suspiró, yo comencé a organizar mis cosas.

—¿Cómo te termino de ir ayer?

—Supongo que bien, llegué y me acosté a llorar como hasta las 10:00a.m.

Sammy se sentó en mi cama.

—Ya somos dos, justamente de eso quiero hablar contigo, imagínate que mi papá se va a casar y...

—Ya lo sabía, mi mamá y Ricardo me lo contaron, aunque me hubiera gustado saberlo por ti.

—Mia apenas me enteré ayer, mi papá le pidió matrimonio a Matilde mientras estábamos en Londres y a pesar de que le tengo mucho aprecio a Matilde, las gemelas ni se digan y mi papá es feliz con ella, yo aún tengo el recuerdo de mi madre, sé que los últimos años no fueron los mejores pues ella nos abandonó por irse con su novio, pero bien o mal era mi mamá —ella comenzó a llorar y yo la abracé.

—Llora, llora todo lo que quieras, que llorar limpia las penas del alma —le dije mientras le acariciaba su espalda.

Ella dejó de llorar y yo le limpie las lágrimas que le quedaron en su mejilla.

—Pero al fin de cuentas estoy feliz por mi papá y por las gemelas —me dijo mientras aspiraba los mocos.

—Para ser una princesa no lloras como una, mírate esa nariz llena de verdes —cuando le dije esto comenzó a reírse —me gusta que rías y seas feliz —ella me abrazó.

Toc, Toc ✊🏻

—Yo abro —le dije y me levanté, caminé hacia la puerta y al abrirla me encontré con cierta personita.

—Mia cada vez más hermosa y tú Samanta ni se diga —me dijo entre risas.

—Y tu como siempre de coqueto, pasa a ver y me cuentas cómo te ha ido en tu vida —al decirle esto, me sonrió y entro.

—Pues en mi vida no ha pasado nada especial —me dijo mientras se sentaba en la cama de Samanta —Sammy ¿qué te pasó?, ¿por qué esa cara?

—Mi papá se va a casar y no estoy muy feliz por eso.

—Lo mismo me pasó cuando se casó mi papá y pues ahí voy lidiando con mi madrastra y con decirles que es peor que maléfica.

—Menos mal no es mi caso Eduardo —dijo Samanta mientras se reía —Matilde si es buena persona y además quiere mucho a mis hermanas y a mi papá ni se diga.

—Bueno para que te olvides de ese matrimonio, les tengo un chisme —nos dijo Eduardo mirándonos fijamente.

—¿Qué pasó? —preguntamos Sammy y yo al mismo tiempo.

—¿A qué no adivinan quienes son la nueva pareja de la universidad?

—¿Romeo y Julieta? —dije y Eduardo soltó una carcajada.

—¿Elizabeth y Darcy? —dijo Sammy y él volvió a negar, para luego reírse muy fuerte.

—Ustedes definitivamente están locas, pero no es ninguna de esas parejas es una mucho mejor.

Sammy y yo nos miramos para luego decir juntas.

—¿Adán y Eva?

Eduardo se rio hasta llorar y luego dijo.

—No, no y no, pero como veo que no se tomaron muy en serio el tema, les voy a decir, la nueva pareja somos Violeta y yo.

Al decir esto ambas quedamos estáticas.

—¿Pareja? —le preguntó Samanta.

—¿Desde cuándo? —le pregunté yo.

—Desde que se descubrió que Susan había matado a Sofía, pues nos comenzamos a acercar más y nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común y... —dejé de escuchar la historia de Eduardo, más bien me fijé en su mirada, efectivamente sus ojos reflejaban felicidad y eso me alegra mucho a mí —¿le ves algún problema Mia?

La pregunta de Eduardo me sacó de mis pensamientos.

—¿A qué? —le pregunté y él rodó los ojos.

—Ya sabía yo que no me estabas escuchando, entonces va de nuevo, yo te estaba preguntando ¿si le ves algún problema a que salga con Violeta?

—Claro que no, antes me alegra mucho que seas feliz —le dije mientras le daba un abrazo y él me sonrió.

—Y también se me había olvidado contarles ahora comparto habitación con David.

—Hablando de David, iré a darle un besito, desde ayer no lo veo y ya lo extraño —Samanta ni nos dejó responderle, simplemente se fue a verse con su Romeo.

—¿Qué hay de Edward? —me preguntó Eduardo y yo suspiré.

—Está en Londres haciendo su vida con una pelirroja —dije en un tono triste.

—Entonces tu haz tu vida con alguien aquí, Amelia pienso que ya es hora de que te olvides de él, créeme Edward no merece que tú sufras por él mientras él es feliz con alguien más.

—Pero es que a pesar de todo yo lo amo.

—Amelia yo sé que lo amas y me queda más que claro que él también te ama, pero es muy cobarde para luchar por ti y prefiere fijarse en alguien más antes de estar contigo.

—Tienes razón, pero él es el dueño de mi corazón y créeme que hice todo lo posible por él, incluso fuí a Londres a buscarlo y...

—Y ahí es donde lo viste con la pelirroja —yo asentí —Mia lo mejor que debes hacer es olvidarlo y buscar tu felicidad con alguien más, no sigas insistiendo porque para él solo eres una opción —me dijo Eduardo mientras me daba un beso en la frente y salió de la habitación.

Luego de que Eduardo se fuera me tiré en mi cama, luego llegó Samanta muy emocionada.

—Sabes Mia lo amo demasiado, lo amo y lo amo.

Rodeé los ojos.

—Lo amo, ¿ya te había dicho que lo amo?

Comencé a reírme y así es Samanta después de verse con David, le iba a responder, pero mi celular comenzó a sonar, era una video llamada con Olivia.

Videollamada

Olivia: Hola preciosa, ¿cómo vas?, ¿dónde andas?

Yo: Hola hermosa, yo muy bien y tú, aquí ando ya en la universidad, estoy con Sammy.

Olivia: Oh qué bien, entonces déjame verla.

Sammy: Hola mi hermosa modelo favorita.

Olivia: Hola hermosa rubia, que bueno que están juntas porque debo decirles que esté fin de semana iré a Wisconsin debo contarles algo muy importante.

Yo: Pero qué bien aquí te esperamos, sabes que es hermoso verte.

Sammy: Mia tiene toda la razón, además hay muchas cosas para contarte.

Olivia: Me imagino, pero eso lo harán el fin de semana, ahora debo ir a la pasarela, nos vemos besitos, chao hermosas.

Fin de videollamada

—Que emoción que Olivia vaya a venir este fin de semana —dije mientras daba leves saltos.

—Pero este fin de semana es el matrimonio de mi papá ¿no lo recuerdas?

—Cierto, lo olvidé, pero tranquis cuando Olivia llegué ya el matrimonio se habrá acabado.

—Es verdad, el vuelo de ella se demora mucho —Sammy se tumbó en su cama y yo hice lo mismo.

—¿Cómo vas con lo del matrimonio?, ¿ya te sientes mejor?

—Ya me siento mejor, pero no es fácil que otra mujer vaya a ocupar el lugar de mi mamá.

—No creo que Matilde quiera ocupar el lugar de tu mamá, ella es consciente que eso es algo que no puede hacer.

—Supongo que tienes razón, pero igual es extraño para mí —ella suspiró y yo rodeé los ojos —se me había olvidado decirte, Edward llamo a David.

Al escuchar su nombre me emocioné.

—¿Y qué pasó?

—Pues pregunto por ti y... —se quedó callada.

—¿Y?

—También le dijo a David que las cosas con la pelirroja están comenzando a ser serias.

Al escuchar esto me levanté de mi cama y caminé hasta la cama de Samanta.

—¿Qué tan serias?

—Tanto que su padre quiere que ella sea su esposa, lo que David no entiende es como su tío piensa eso, si hace nada la conoce.

—Entiendo —dije mientras contenía mis lágrimas.

—Mia, pero al final de la llamada él le acepto a David que aún te ama.

—Me ama y ya anda planeando boda con la pelirroja, que bonito amor —dije para luego irme para el baño, necesitaba tomar un poco de agua.

....

Edward es un tonto y Amelia es una necia, pero después de todo así se aman.

—Aunque su amor es más raro que la historia de Romeo y Julieta.

....

Muchas gracias por leerme. ❤️❤️

Los quiero mucho.❤️