Capítulo 24
Después de que Susan cayera en mis brazos por culpa del disparo, toda la iglesia quedó en silencio, hasta Edward y Amelia aún seguían en el piso, yo sentí como que deje de respirar, rápidamente Eduardo y David corrieron a ayudarme a sostener a Susan, ella estaba inconsciente, luego de unos minutos por su boca comenzó a salir sangre, yo me desespere tanto que comencé a gritar.
—¡Una ambulancia por favor! —Samanta sacó su celular para pedirla, yo comencé a llorar porque la vida de Susan está en peligro.
—Me dicen del hospital que ya enviaron una ambulancia y que viene lo más rápido que pueda —me dijo Samanta dándome un apretón en el hombro, yo asentí, por la preocupación que tengo hasta las ganas de hablar se me fueron.
Me acerqué al oído de Susan para decirle —mi amor, tu tienes que estar bien, por favor resiste, la ambulancia ya viene, por favor no me dejes solo.
Susan me empujó y caí al suelo junto con Edward, a pesar de que todo fue demasiado rápido pude ver como Susan caía en los brazos de Simón, vi también a Eduardo y a David corriendo a ayudarle.
Edward se levantó, sacudió su traje y me ayudó a levantarme, me quise acercar a Susan, pero Edward no me dejó, Victoria al darse cuenta que le había disparado a la persona equivocada, intentó huir, pero Arturo junto a sus compañeros no la dejaron ir, hasta la estaban apuntando con sus armas, Arturo se acercó a ella y mientras le colocaba las esposas, le dijo.
—Victoria Hall queda detenida por tentativa de homicidio contra Susan Smith —ella se intentó zafar ya que él la tenía demasiado agarrada, hasta parecía que la estuviera lastimando, ella lo volteó a mirar desafiante.
—El disparo no era para Susan, yo no quería herirla, pero no tenga la culpa que esta tonta se haya atravesado —dijo mientras me miraba fijamente, luego soltó una risa —yo quería matar a la zorra que me robó al amor de mi vida.
Edward al escuchar a Victoria, se enojó tanto que soltó mi mano y camino hacia ella, cuando la tuvo frente a frente le dijo.
—A mi esposa la respetas —Victoria al escuchar a Edward, soltó una risa bastante escandalosa.
—Te llenas la boca diciendo que está es tu esposa, te recuerdo mi querido Edward que yo debería ser tu esposa, pero tú eres un miserable y un cobarde, y si Susan no se hubiera atravesado, ahora serías un hombre viudo.
—Jamás te voy a perdonar que hayas secuestrado e intentado matar a la mujer que amo y tu vas a pagar por todo lo que hiciste.
Victoria volteó los ojos y le dijo a Edward entre risas.
—Tu perdón no me importa, además mi papá sabía todos mis planes, y sobre todo me apoya —luego le dijo a Arturo —así que usted policía de tres pesos aunque me lleve a la comisaría, mi papá pagara para que me dejen libre.
—Yo de usted no estaría tan segura señorita, porque no hay forma que evada la ley, ya que fui testigo de cómo entro a esta iglesia intentando matar a Amelia e hirió a Susan, así que yo que usted buscaba que le hagan llegar un abogado y ya mismo se va conmigo —le dijo Arturo, los oficiales tomaron a Victoria, Arturo se acercó a Edward y a mí —lamento que esto haya pasado en su matrimonio, y aún más lamento no poder estar con ustedes en la recepción de su boda, pero tengan la seguridad que Victoria no saldrá libre y ustedes podrán ser muy felices.
—Eso está por verse, porque mi papá no me dejará pisar una cárcel, porque yo soy su princesita —Victoria volvió a reírse.
—Arturo llévate a esta loca, porque estoy perdiendo mi paciencia y puede ocurrir otra tragedia —le dijo Edward a Arturo, él asintió y comenzó a caminar detrás de los oficiales que llevaban a Victoria.
Me zafé del agarre que me tenía Edward, pero él rápidamente reaccionó.
—¿A dónde vas?
—Tengo que hablar con ella —y sin esperar una reacción de Edward, corrí detrás de Arturo, todos comenzaron a llamarme —¡Victoria!
Victoria, Arturo y los oficiales me voltearon a mirar.
—Amelia, aléjate por tu seguridad, aléjate por favor, vuelve adentro de la iglesia —me dijo Arturo, pero yo no le hice caso, simplemente me acerqué a Victorita, ella me miró fijamente.
—¿Por qué le disparaste a mi hermana?, ¿por qué tanto odio por mí?, Victoria yo no te hice nada, no tengo la culpa de que Edward no te amará.
—Porque te odio, te quedaste con el amor de mi vida, ya que si tú no existieras Edward sería mío, completamente mío y me alegra mucho saber que arruine tu matrimonio, te odio Amelia y maldigo el miserable día que naciste.
—Amelia, por favor regresa a la iglesia —me insistió Arturo, pero yo no le hice caso.
—¡Amelia, ven aquí! —escuché a mi mamá, pero la ignore.
—Arruinaste el día más importante de mi vida, pero tengo el amor de Edward y por más de que intentes matarme o logres hacerlo, Edward no dejará de amarme y jamás será tuyo —Victoria al escucharme sus ojos reflejaban ira.
—¡Eres una maldita, te odio y si hoy no pude matarte, algún día lo podré hacer, porque solo contigo muerta yo estaré tranquila, así que si yo fuera tú andaría con miedo, porque ten la seguridad que vendré por ti! —me gritaba Victoria mientras la subían a la patrulla, iba a caminar hacia la iglesia cuando Edward venía corriendo.
—¿Estás loca?, no viste lo que Victorita fue capaz de hacer, ¿cómo te arriesgas de esta manera mi amor?, pudo haberse zafado de los oficiales y hacerte algo.
—Ya no me podía hacer nada, la tenían muy bien agarrada y necesitaba que ella me dijera porque hizo todo esto , porque tanto odio —él se acercó y me dio un beso.
—Pues porque está loca, por nada más, pero ya pasó mi amor, ven vamos los invitados nos están esperando y debemos esperar que llegué la ambulancia por Susan —nos dimos un abrazo, definitivamente este no era el matrimonio que yo soñaba, pero lo importante es que ahora estamos juntos y para siempre, ambos volvimos a entrar a la iglesia, el ambiente estaba demasiado tenso.
Luego de unos minutos llegaron los de la ambulancia y empezaron a revisar a Susan.
—Pero casi no llegan, mi novia está entre la vida y la muerte y ustedes llegan unas horas después, no ven que le pegaron un tiro y...
Mi mamá se acercó a Simón y le dio un abrazo para intentar tranquilizarlo.
—Tienes que calmarte, lo importante es que ellos le presenten los primeros auxilios a Susan y se la lleven a un hospital —él asintió.
—La paciente está muy delicada, tenemos que trasladarla ya mismo a un hospital, ha perdido mucha sangre —nos dijo el paramédico que le estaba tomando los signos, un compañero de él entró con una camilla, montaron a Susan ahí y salieron corriendo con ella —alguien se va ir con nosotros en la ambulancia.
—Yo me voy con ella, es mi novia —le dijo Simón al paramédico, pero él negó.
—Señor usted está muy alterado, no es recomendable que se vaya con la paciente —Simón estaba apunto de decirle algo, pero Violeta se le adelantó.
—Simón no te preocupes, yo me voy con Susan, confía en mí, ella es mi mejor amiga, la voy a cuidar.
—No, yo me quiero ir Susan.
—Simón, deja que Violeta se vaya con Susan, tú te vas conmigo —le dijo Eduardo, él a regañadientes acepto y los paramédicos se fueron con Susan acompañada por Violeta, la verdad Simón estaba inconsolable, Eduardo se fue con él para el hospital.
—La verdad no me imaginaba esta boda para ti —me dijo Samanta mientras se acercaba para darme un abrazo.
—Yo tampoco quería que mi boda fuera así, pero ya lo importante es que soy la esposa de Edward, y ahora solo quiero que Susan esté bien.
Mi mamá venía acompañada de Ricardo, ambos tenían una cara de tragedia, Olivia corrió demasiado rápido hacia mi.
—Yo sé que está demasiado mal que lo diga, pero ¿qué vamos a hacer con la recepción?.
—Oli, obviamente no va haber recepción, necesito cambiarme e irme ya mismo para el hospital.
Mi mamá, Olivia y Samanta estaban de acuerdo con lo que había acabado de decir, pero Ricardo, David y Edward no.
—Mi amor, pero es que ambos estuvimos esperando este momento desde que estamos juntos, celebrar nuestro matrimonio es un sueño de ambos.
—Pero no me siento bien, no quiero celebrar cuando mi hermana esta camino a un hospital por salvarme, es que no se dan cuenta, si Susan no se hubiera metido, la que estaría quizás muerta o lastimada sería yo, y ahí sí que menos hay recepción, porque la novia estaría muerta.
—Eso no lo vuelvas a repetir hija, porque en ese preciso momento me muero yo también —me dijo mi mamá para luego darme un abrazo y un beso en la frente —Amelia, tiene razón, no va haber fiesta, pero si debemos hace algo con los invitados.
Todos al fin quedamos de acuerdo, ellos me iban a ayudar con los invitados y Edward se iba conmigo para el hospital.
—Amelia, vamos a la casa, te cambias, que nosotros nos encargamos de todo —me dijo Olivia, asentí y luego le di un abrazo.
Todos nos dirigimos hacia mi casa para que nos pudiéramos cambiar de ropa, ya que no debe ser nada cómodo estar andando en un hospital con un vestido de novia.
...
—Mamá ya te dije que no necesario que vayas conmigo al hospital, me iré con Edward, David y Samanta, yo te tendré informada de lo que pase con Susan.
—Hija, sé que este momento está siendo demasiado difícil para ti porque Susan es tu hermana, entonces no quiero dejarte sola.
—Amelia, deja que tu madre te acompañe, dale esa gusto a ella —me dijo Ricardo, asentí frustrada y salimos de mi casa, siendo el hospital nuestro destino.
Es demasiado difícil ver a mi mejor amiga herida y con posibilidad de morirse por culpa de una loca obsesionada, aquí estoy apretando su mano para darle ánimos y fuerza para que luche por su vida, no dejo de pensar en Amelia, ella es muy buena persona y no merecía tener este matrimonio, sabiendo que este día es el más importante para una mujer, si lo sé yo que cuando me case, no cabía de la felicidad, además ellos han luchado mucho por estar juntos y no es justo que Susan después de todo lo que ha pasado, ahora este camino hacia un hospital sin saber que va a pasar con su vida.
Cuando llegamos al hospital ya los médicos nos estaban esperando, recibieron a Susan y corrieron con ella para poder atenderla, una enfermera se acercó para pedirme los datos de ella, cuando termine, me acerqué a la sala de urgencias a esperar noticias de Susan, luego de unos minutos llegaron Simón y Eduardo.
—¿Qué te han dicho de Susan? —me preguntó Simón, él esta muy preocupado y yo lo entiendo, yo tampoco quiero que a Susan le pase nada.
—Nada, no me han dicho nada, apenas la están atendiendo, pero vas a ver que esto solo será un susto, dentro de muy poco va a salir de acá y será muy feliz contigo.
—Ay Dios mío, y yo con esta angustia —nos dijo Simón mientras se levantaba, y se pasaba las manos por la cabeza, comenzó a caminar de un lado a otro, está entrando en estado de desesperación.
Amelia llegó al hospital acompañada de Edward, David, Samanta y Emma.
—¿Te han dicho algo de Susan? —me preguntó Amelia y tenía una cara que la verdad no parece ser la cara de una recién casada.
—¿Ustedes qué hacen acá? —les pregunté a los recién llegados, ya que ellos deberían estar en la recepción de la boda.
—Venimos a acompañar a Susan, nosotros no podríamos estar bailando y celebrando sabiendo que ella está entre la vida y la muerte —me respondió Edward.
—No me han dicho nada de ella, pero cuando llegamos la atendieron de inmediato.
—Bueno, eso es una buena señal de que Susan va a estar bien —nos dijo David, él tenía razón y me parece que es un gesto muy noble de ellos, estar aquí cuando deberían estar celebrando, menos mal a pesar de que la sala de urgencia está llena, pudieron conseguir un lugar para sentarse.
Luego de unos minutos que se sintieron como unas horas salió un médico que según Violeta era el que estaba atendiendo a Susan.
—¿Familiares de la paciente Susan Smith James? —al escucharlo todos nos pusimos de pie.
—Somos nosotros y yo soy el novio —le respondió Simón señalándonos, el doctor nos miró uno a uno, respiró profundamente para luego decirnos.
—La paciente perdió mucha sangre, a pesar de que la bala no perforó ningún órgano importante, por la pérdida de sangre, está demasiado grave —nos dijo el médico, todos nos volteamos a mirar —yo les recomiendo que vayan buscando un sacerdote, porque creemos nosotros bajo nuestro conocimiento médico que la paciente no pasa de esta noche.
—Eso no puede ser, Susan va a estar bien, ella es demasiado fuerte, ella no se puede morir —le dijo Simón al doctor y comenzó a llorar, Violeta también comenzó a llorar, yo estaba apunto de colapsar.
—Pueden pasar a verla sus padres, si la paciente está tan grave, permitimos que sus papás la vean.
Simón me volteó a mirar, yo me acerqué al doctor y le dije.
—Susan es mi hermana, su madre está en la cárcel y mi papá está fuera del país —él suspiró.
—Pero podemos hablar con las autoridades para que le den un permiso especial para que la señora pueda venir a ver a Susan, porque ella está es muy delicada y el ver a su madre puede ser alentador para la paciente o para que se despida de su hija —mi mamá le iba a dar la razón al doctor, pero Simón agregó.
—La mamá no va a venir a ver a Susan, la última vez ella la visitó en la cárcel, Elena le dijo que no la quería volver a ver —todos quedamos sorprendidos al escuchar a Simón, es imposible que una madre le diga eso a un hijo, definitivamente Elena no nació para ser madre, porque por culpa de ella es que Susan creció odiándome y el resto de la historia ustedes ya la saben.
Todos estábamos desconcertados por el estado de Susan y saber que Elena no quiere verla, a mí me afecta demasiado saber que ella está a punto de morir por salvarme a mí.
—¿Puedo verla?, yo puedo ser la motivación que usted dice doctor, o si Susan va a morir, quiero verla por última vez —le suplicaba Simón al doctor, pero él no estaba muy seguro de dejarlo pasar.
Me acerqué a mi mamá, para darle un abrazo, ella tenía razón la necesito y mucho.
—Mamá, necesito un favor tuyo, pero por favor no me digas que no —le dije haciendo súplica con mis manos.
—Claro hija, dime, ¿qué favor necesitas?
—Mamá, entra a ver a Susan, ella necesita calor de hogar, y que mejor persona que tú para dárselo, por favor dale amor para que sepa que tiene muchas razones para luchar por su vida.
—Eres tan noble mi amor, tienes un corazón gigante, así que si hija, haré lo que me pides, porque ella salvó tu vida y sin ese sacrificio ahora la madre que estaría llorando a su hija sería yo —le sonreí en forma de agradecimiento.
Ambas nos levantamos y fuimos donde el doctor, él aprobó la visita de mi mamá, así que mientras ella estaba con Susan.
—¿A dónde fue Emma? —me preguntó David, yo me senté al lado de Edward y le respondí.
—Fue a ver a Susan, yo sé lo pedí, ya que Elena es mala y no quiere verla, mi mamá es todo lo contrario y ella con su amor le dirá que tiene motivos para luchar.
—Listo, que la señora Emma la vea, pero por favor quiero verla después, porque necesito verla —nos dijo Simón mientras cruzaba los brazos, él seguía llorando, Violeta trataba de darle ánimos, aunque ella también se nota afectada.
Abrace a Edward, porque en este momento necesito un abrazo de mi esposo, mi hermana se esta muriendo y yo no puedo con tantas emociones juntas.
—Te amo mi vida, te amo esposa mía —él me tomó de la mano y la entrelazó, luego empezó a acariciar mi mano —esta argolla es todo para mí —me dijo mientras me mostraba su anillo.
—Te amo esposo mío, gracias por haber renunciado a una gran celebración por Susan.
—Le debo tu vida a Susan, y me parece increíble que lo diga después de todo lo que ha pasado entre ustedes dos —solté una risita para luego darle un beso a mi esposo, lo amo tanto.
Obviamente esta no era la boda que yo soñaba, porque así ustedes lo duden porque soy hombre, yo si soñaba con un momento perfecto entre Amelia y yo, no quería que termináramos en un hospital, Susan casi muriéndose y mi esposa con cara melancólica y llorosa.
—¿Quieren café? —preguntó Sammy, todos los presentes dijimos que si.
—Voy a ir a ayudarle con los cafés a Sammy —me dijo Amelia mientras se levantaba para seguir a Samanta, luego de que Amelia se fuera, David se sentó a mi lado.
—Es increíble, tantas veces que dije que Susan era la reencarnación de Satanás y ahora es una héroe.
David tenía la razón, siempre criticamos a Susan por ser tan mala, y ahora le salvó la vida a Amelia, voltee a mirarlo y le dije.
—¿Te confieso algo? —cuando él me asintió, continué hablado —jamás pensé ver un acto de bondad en Susan, y menos creía que ella pudiera salvar a Amelia de morir cuando muchas veces me dijo que ella misma la iba a matar.
David soltó un risa, ya que estoy seguro que piensa lo mismo que yo.
—Pues yo pienso igual, además mira que ellas ya se las lleva muy bien y pues además de eso son hermanas.
Samanta y Amelia llegaron con los cafés, al verla repartiéndolos, sonreí, es increíble por todo lo que hemos pasado para poder amarnos, mire mi dedo anular y al ver el hermoso anillo que tengo ahí, me hizo suspirar, además significa un símbolo de amor entre la mujer de mi vida y yo.
Emma salió de ver a Susan, y tenía una cara de pocos amigos, eso significa que ella de verdad está muy mal, Simón entró casi corriendo a verla, es triste que ella vaya a tener un final trágico, sabiendo que ya había cambiado y ahora era mucho mejor persona que cuando la conocí, ella merece estar bien, y y anto Simón como Susan merecen un final feliz juntos.
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