Capítulo 19
Llegué a mi casa y lo único que pude hacer fue llorar, mi mamá estaba a mi lado y trataba de darme consuelo.
—Hijo no pierdas la calma, todo va a estar bien, Amelia en unos cuántos días va a estar contigo, se van a poder casar y serán muy felices para siempre.
—Es que ella no se merecía esto que le está pasando, yo sé que me he equivocado muchas veces, pero soy yo el que debe pagar las consecuencias por mis actos y no Amelia, ella ha sido tan buena y tan leal, además lo único que ha hecho ha sido amarme.
—Hijo como te digo todo va a estar bien.
—Yo pensé que está sería la noche más feliz de mi vida y que mañana al amanecer la tendría conmigo, tendría a mi linda esposa.
—Hijo, pero ya podrás estar con ella, Arturo y sus agentes están trabajando duro en la búsqueda de Amelia.
—Mamá quiero estar solo, la verdad es que ando muy mal con todo esto que está pasando.
—Está bien hijo, te haré un té de manzanilla, sé que te va a servir mucho.
Mi mamá salió de mi habitación y yo solo podía pensar en el peligro que corre Amelia al estar en las manos de Victoria, yo no podía dejar de pensar en que ella es capaz de matar y además de eso ella me odia por haberla dejado plantada.
Busque mi teléfono ya que estoy dispuesto a mandarle un mensaje a Victoria, pero me di cuenta que me tiene bloqueado en el WhatsApp, también en el Facebook me bloqueó, mejor dicho no tengo forma de buscarla, lo peor de todo es que hoy me llamó de un número privado que es imposible rastrearlo.
Le mandé un mensaje a David
Yo: David, yo necesito que me ayudes a buscar a Amelia, ya que estoy dispuesto a buscarla por cielo, mar y tierra, no tengo paciencia de esperar a que la policía la encuentre.
Bloqueé mi celular, me tomé el té que me trajo mi mamá e intenté dormir, pero la verdad es que no soy capaz de conciliar el sueño, pensé que hoy sería una noche llena de amor, pero estoy preocupado porque la mujer que amo está en manos de una loca que es capaz hasta de matar con tal de salirse con la suya.
Pero algo si es cierto es que estoy dispuesto a todo por Amelia, hasta dar mi vida con tal de que ella este a salvo.
Días después
—Es increíble que ya hayan pasado tantos días y Amelia todavía este secuestrada —le decía a David mientras me sentaba a tomar café con él.
—Arturo y sus agentes la están buscando —me dijo David para tratar de darme ánimo, pero nada me consuela, solo quiero estar con Amelia.
—Para mi eso no es suficiente, yo quiero saber que Amelia está a salvo y poder casarme con ella lo más pronto posible.
Mientras me mandaba un sorbo de café mi celular sonó.
Llamada telefónica
Yo: Bueno, ¿con quién hablo?
Desconocido: Hijo, ven a la casa de Emma, hay nuevas pistas sobre el paradero de Amelia.
Yo: Voy para allá mamá, ya que justamente eso era lo que más estaba esperando.
Mi mamá: Bueno hijo, aquí te esperamos.
Fin de llamada telefónica
—David vamos, que hay nuevas noticias de Amelia, me acaba de llamar mi mamá.
—Voy con ustedes, quiero saber dónde está Amelia —nos dijo Samanta mientras entraba al comedor.
—Mi amor es mejor que no vayas, tú no has estado bien de salud, no quiero que nuestro bebé corra peligro, así que guarda reposo, yo te tendré al tanto de todo lo que pasa con Amelia.
—Es que me siento impotente que mi hermana no esté bien, que este secuestrada, yo quiero ayudar en su búsqueda —David se acercó y le dio un beso en la frente a Samanta.
—Lo sé mi amor, pero en tu estado tu no puedes estar de un lado para el otro, debes cuidarte por nuestro bebé.
—Está bien, me quedaré por mi bebé, pero por favor me cuentan cualquier cosa que pase.
—Si mi amor, te amo —le dijo David a su linda esposa, yo le di un beso en la mejilla y salimos los dos del departamento como almas que lleva al diablo.
...
—¿Qué han sabido de Amelia? —pregunte entrando a la casa de Emma, Arturo puso su taza en la mesa y se levantó.
—Con los agentes de sistemas pudimos hacer un rastreo de las diferentes llamadas que ha hecho Victoria en estos días y nos dimos cuenta que se repitieron unas del mismo lugar, fue desde un teléfono público que hay abandono justo a las afueras de la ciudad.
—Entonces eso quiere decir que Amelia puede estar en esos terrenos —añadió Ricardo.
—Efectivamemte Richi, pero debemos estar seguros antes de proceder.
—¿Y cómo podemos estar seguros que Amelia está allá? —pregunté con demasiada curiosidad.
—Yendo a investigar —afirmó Arturo.
—Quiero colaborar, sé que podré ser de mayor utilidad, yo puedo reconocer a Victoria o quizás pueda llegar a ver a Amelia.
—Hijo de ninguna manera vas a arriesgar tu vida...
—¡Perdóname mamá, pero no te estoy preguntando, se trata de la vida de Amelia!, no voy a permitir que Victoria le haga más daño a Amelia del que ya le ha hecho.
—¡Edward! —me regaño Emma, ya que le había alzado muy feo la voz a mi mamá, me acerqué a ella y le tome sus manos
—Perdóname mamá, yo jamás quiero hablarte así —mi mamá me abrazo.
—Todos entendemos en el estado de ánimo que estás hijo, así que no te preocupes —me dijo mi mamá y además me dio un beso en la frente.
Ricardo se sentó al frente de nosotros y nos comunico.
—He contratado un investigador privado, que junto con la policía van a buscar a Amelia, porque yo estoy dispuesto a buscarla por cielo, mar y tierra.
—¿Y te ha dado noticias? —preguntó mi mamá
—Aún no, pero él está haciendo su mayor esfuerzo, ha tenido unas buenas pistas.
—De hecho gracias a él, pudimos darle ubicación exactamente con los terrenos en donde puede estar Amelia, porque con la información que nos dio el investigador pudimos poner a trabajar a nuestros agentes de sistemas —agregó Arturo —además ya tengo unos agentes listos para ir a hacer un operativo, así que me iré con ellos y los tendré al tanto si podemos rescatar hoy mismo a Amelia.
Arturo se levantó y yo también me levanté, todos me miraron preocupados.
—Arturo me voy contigo —dije con mucha seguridad.
—Edward te agradezco que quieras colaborar con nosotros, pero es mejor que en esta operación estemos solo oficiales de la policía ya que puede ser muy riesgoso, yo no quiero arriesgar tu vida y mucho menos la vida de Amelia.
Acepte que Arturo se fuera, yo salí de la casa de Emma acompañado de mi mamá y de David, Emma quedó bastante preocupada por lo que está pasando con Amelia afortunadamente Ricardo se quedó con ella.
David miro su reloj y se acercó a mí.
—Primo yo no quiero dejarte solo, sé que estás pasando por unos momentos muy amargos, pero no quiero dejar más sola a Sammy, sabes que su embarazo está muy avanzado —me dijo mientras me daba un abrazo y le puso la mano a un taxi, se despidió de mi mamá y de mí.
Yo la verdad estoy muy preocupado por el rescate de Amelia y solo espero que todo salga bien porque me muero por estar con ella.
...
Estos días han sido eternos, todavía no entiendo como el día más importante de mi vida se convirtió en semejante pesadilla, me hace mucha falta mi familia y sobre todo Edward, en estos momentos ya estaríamos casados, en nuestra luna de miel y amándonos cada segundo.
Se abrió la puerta del sótano en dónde estoy encadenada y entró Victoria con una gran sonrisa.
—Hola Amelia, te traje comida, para que después no digas que no te supe atender —ella destapo el plato y la verdad se veía bastante apetitosa la comida, pero luego pensé que podría tener veneno, después de todo esta mujer me odia y si estoy acá en su poder es justamente porque está dispuesta a matarme.
—Victoria no tengo hambre, así que llévatela.
Ella me apretó la mano con bastante rudeza y me pasó una cuchara.
—Pues te la comes, porque necesito que te la comas, no te mandé a preparar esta comida para luego echarla a la basura.
—Claro que quieres que me coma esa comida porque debe tener veneno, sé que me quieres matar Victoria porque por algo estoy acá.
—No te lo niego si quiero matarte, pero todavía no, quiero que Edward sufra en carne propia lo que yo alguna vez sufrí por él.
—Victoria, pero yo no tengo la culpa de que Edward haya decidido no casarse contigo.
—Si la tienes, porque Edward te ama y tú lo amas, porque si tú no lo amarás, él se hubiera quedado conmigo, aunque eres una mujer caprichosa y manipuladora, tú siempre haz hecho lo que se te da la gana con él.
—Pero yo no me metí en la relación que tú tuviste con Edward, ustedes no tenían nada cuando él volvió a buscarme, además Victoria, la historia de nosotros y sobre todo nuestro amor viene desde hace mucho tiempo.
Cuando le dije eso a Víctoria, ella me dio una cachetada.
—Pegame, acaba conmigo, mátame, pero Edward y yo nos amamos.
Victoria me iba a dar otra cachetada, cuando sentimos unos tiros desde el segundo piso, luego abrieron la puerta del sótano con bastante brusquedad.
—Señora nos acaba de caer la policía y están exigiendo que les entreguemos a Amelia.
—Edward vino a buscarme.
Victoria apenas me miro y se rió, me puso las manos en mis mejillas y provocándome dolor me dijo.
—Primero te mueres maldita antes de que vuelvas a ver a Edward, te juro que aunque tenga que mancharme las manos de sangre tú no vuelves a ser feliz con él.
...
La policía entro a la fuerza en la casa dónde tenían secuestrada a Amelia, pero no encontraron nada, aunque entraron habitación por habitación, seguían sin encontrar a Amelia.
Los oficiales que entraron a dicha casa sintieron un disparo que provenía desde la parte baja de la casa...
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