Capítulo 1
Wisconsin, Estados Unidos 🇺🇲
Suspiré y cerré mi última maleta, luego miré nuevamente a David.
—¿Será que puedes dejar de llorar?, ya pareces un marica —le dije para luego reírme, él se limpió un poco las lágrimas y me habló.
—Es que me vas a hacer mucha falta, para mí ya la vida aquí en Wisconsin no será la misma.
—Tonterías ahí tienes a Samanta —le dije mientras tomaba asiento al lado de él.
—Pero no es lo mismo es que contigo yo hago cosas de hombres, en cambio con Samanta no puedo ir a beber y...
—No pues gracias por hacerme ver como una mala influencia para tu relación con Samanta.
David rodó los ojos y luego hablo.
—Te vas porque no quieres estar cerca de Amelia —me miró fijamente.
—Claro que no, solo quiero cambiar de ambiente, ya tú sabes.
—Digas lo que digas, hagas lo que hagas, me queda más que claro que te vas solo por huir de Amelia —agregó David mientras se sobaba su sien, luego se rio —definitivamente Amelia y tu son el uno para el otro, porque ambos en vez de quedarse y luchar por su amor, deciden empacar sus cosas y se van, Amelia se fue para Francia y ahora tú te vas para Londres.
—Las cosas no han sido fáciles, tu sabes muy bien lo que siento y más ahora al conocer un poco a Amelia —le dije finalmente, David levantó una ceja.
—¿Qué conociste de ella? —me pregunto con cierta intriga.
—Pues conocí su capacidad de mentir, me trató como si fuera su títere, entonces Amelia me hizo tanto daño como Susan —exclamé
—Estás muy equivocado primo, pero tarde o temprano te darás cuenta que tú lugar es estar con Amelia y no en Londres como quieres hacer.
Le iba a responder, pero llegó mi mamá bastante sonriente.
—Tesoro aquí tienes los boletos, salimos mañana a las 9: 00a.m —yo también le sonreí y le mostré mi escritorio.
—Gracias mamá, déjalos ahí —ella nos dio un beso en la frente a cada uno y se fue.
—Entonces tu viaje es un hecho —suspiró David y yo asentí, él volvió a llorar.
—Deja de llorar que se me va a olvidar que soy un macho pecho peludo y te voy a abrazar —comencé a reírme y David se me unió.
—Es que me vas a hacer falta, créeme que no me voy contigo por Samanta, pero ganas si tengo —yo abrí los ojos.
—Creo que tú estás enamorado de mí.
Él se levantó, cruzo los brazos y suspiró.
—Deja de decir bobadas y ya que tu viaje es un hecho entonces vamos por unas cervezas —yo asentí, supongo que unas buenas cervezas no me caerían mal.
—Listo, entonces vamos —tomé mi celular, me lo metí en el bolsillo y salimos —mamá vamos a ir a tomarnos unas cervezas, no nos vamos a demorar.
—Espero que de verdad no sé vayan a demorar, ya sabes a qué horas sale el vuelvo que no me vaya tocar ir a buscarte Edward Wilson porque ahí si me vas a conocer...
—Mamá cálmate solo serán unas cervezas no el bar completo —le dije sarcástico, ella rodó los ojos, luego soltó una risita, nos despedimos de mi mamá y salimos del apartamento.
Detuvimos al primer taxi, le dimos las indicaciones y en unos minutos ya íbamos camino a nuestro bar favorito.
....
—¿Entonces son solo dos cervezas? —nos preguntó el barman.
—Así es, solo eso por ahora, muchas gracias —le dije y él asintió.
—Entonces salud —me dijo David, chocamos cervezas y al fondo fueron a dar, estaba fría así que comencé a toser y me cayeron unas gotas en el pantalón —¿estás bien? —me preguntó David, yo asentí.
—Iré a limpiarme, ya vengo —me levanté y me dirigí al baño.
....
Después de que Edward se fuera yo volví a beber un poco de mi cerveza, comenzaron a poner música bailable así que comencé a mover mis dedos rítmicamente.
—¿Quieres bailar? —me volteé y me encontré con una chica pelirroja bastante sonriente.
—No, la verdad no, créeme no soy bueno bailando —le dije, ella soltó una carcajada.
—No seas tímido, vamos a bailar —ella insistió, pero yo volví a negarme, menos mal ella entendió, lo extraño es que en vez de irse se sentó a mi lado.
—Me llamo Victoria, pero puedes decirme Vicky —volvió a sonreír, yo le estire mi mano y ella la tomo fuertemente.
—Yo soy David —ella soltó mi mano y luego le pregunté —¿vienes sola?
—No, yo vine con unas amigas, pero ellas ya se perdieron por ahí y entonces quedé sola —suspiró.
—Entiendo, ¿quieres algo de beber? —le pregunté y ella sonrió.
—La verdad es que sí, muchas gracias —me dijo sonriente, de verdad es que está chica sonríe mucho, el barman le trajo la cerveza y ambos comenzamos a tomar —¿estás solo?
—No, mi primo está en el baño, no demora en llegar —le dije y ella asintió, iba a tomar nuevamente y justamente vi a Edward caminando hacia nosotros —ahí viene mi primo —ella se volteó y abrió sus ojos.
—Vaya, vaya está buenísimo —dijo para luego beber, yo me reí.
—Casi que no puedo entrar al baño, pero al menos me pude limpiar —me dijo Edward mientras llegaba.
—Eso veo, Edward ella es Victoria —se la presente y ambos sonrieron.
—Yo soy Edward —Victoria quedó embobada al verlo, luego él se sentó a mi otro lado, los tres comenzamos a conversar, Victoria es una chica bastante agradable, nos ha hecho reír mucho, mi celular comenzó a sonar.
—Ya vengó debo atender una llamada de mi novia —me levanté y salí de ahí.
....
—Tienes ojos tristes —me dijo Victoria mientras trataba de tomar mi mano, pero yo sé la apartaba.
—Creo que estoy siendo muy evidente —le dije mientras sonreía, aunque pareció más una mueca.
—Si quieres hablar yo te escucho, créeme soy buena escuchando a la gente y dando los mejores consejos.
—Victoria pues resulta que mi historia comienza cuando David y yo nos mudamos de Londres para estudiar aquí en Wisconsin...
....
—Perdóname que te lo diga, pero tu ex esposa es una loca —fue lo único que dijo cuando termine mi historia, yo suspiré.
—Lo es y lo que más me duele es que me separo de Amelia, ya que ella es la única mujer que he amado, pero Susan se empeñó en separarnos y mato a nuestro hijo —al decir lo último se me hizo un nudo en la garganta.
—Me imagino lo duro que debió haber sido para ti perder a ese hijo —está vez si deje que tomará mi mano.
—Pues sí, pero yo no lo conocí de hecho si sabía que venía en camino lo que no sabía es que era mío, Amelia me lo ocultó todo el tiempo y...
—Déjame adivinar que Amelia te trató como si fueras su títere —yo la mire asombrado pues justamente así me sentía.
—Así es y por eso también es que no estamos juntos, de hecho, terminé toda clase de relación con ella.
Victoria suspiró.
—Cariño tu historia con Amelia es peor que la de Romeo y Julieta —yo solté una carcajada, ella también se rio —entonces ¿qué vas a hacer ahora?
—Por ahora me iré mañana para Londres, quiero despejar mi mente.
Ella abrió bastante los ojos para finalmente sonreír.
—Yo también viajo mañana para Londres, pero en mi caso es por cuestión de trabajo de mi papá —suspiró.
—Entiendo, o sea que me imagino que toda tu familia se va para Londres —le dije finalmente.
—Pues solamente mi papá y yo, porque mi mamá hace muchos años nos dejó para irse con su amante.
—Me imagino que fue muy duro para ti que tu mamá te abandonará —ella negó y a mí me sorprendió.
—Ella nunca fue una buena madre conmigo, de hecho, me negaba como su hija, yo solo he contado con mi papá —se le empezó a quebrar su voz, pero traté de darle ánimo —sabes Edward nuestra vida ha sido una mierda —yo asentí y ella volvió a hablar —y porque nuestra vida es así deberíamos ir a bailar —ella ni me dejó hablar solo me tomo de la mano y me guío a la pista de baile.
....
Bailamos cuatro canciones y luego regresamos a la barra, Victoria se reía de mí pues no sé bailar bachata.
—Veo que se están divirtiendo —nos dijo David.
—Edward no sabe bailar bachata —le dijo Victoria entre risas, David se les unió a las risas y yo rodeé los ojos.
—Bueno que les terminé de ir bien con las cervezas —añadió David, yo lo miré extrañado.
—¿Ya te vas? —le pregunté y él asintió.
—Si, porque al hablar con Samanta ella se enojó al darse cuenta que estaba aquí contigo, entonces iré a hablar con ella.
Vaya, vaya no le conocía esos celos de la hermosa rubia de ojos verdes.
—¿A esta hora? —volví a preguntar.
—Pues claro, yo no quiero pelear con ella, mejor nos vemos en el apartamento, Victoria un placer conocerte, nos vemos —tomo su chaqueta y se fue.
—¿Entonces otra cerveza? —le pregunté a Victoria, ella negó.
—Ya me quiero ir para mi casa, lo que pasa es que no he hecho maletas y mañana el vuelo sale temprano.
Yo asentí, tomé el único sorbo de cerveza que me quedaba.
—Entonces te llevo a tu casa —ella sonrió.
—Que caballero eres —me dijo y yo asentí, ella también se acabó su cerveza y salimos.
Paramos el primer taxi que pasará, Victoria le dio las indicaciones al taxista y él arrancó, nos fuimos conversando y me di cuenta que tenemos muchas cosas en común, además es una persona muy agradable para conversar, al mirar el paisaje me di cuenta que es de buena familia ya que vive en un lugar de ricos, aquí no hay casas sino mansiones y Victoria hizo detener al taxista en la mansión más grande es más tiene pinta de castillo.
—Muchas gracias por traerme Edward —me dijo para después abrir la puerta.
—Es con mucho gusto Victoria, feliz noche —le dije finalmente, ella sonrió y se bajó, comenzó a caminar hacia la entrada de su casa y yo le dije al taxista que arrancará además le di las indicaciones para que me llevará a mi casa, pero a lo lejos escuchamos un...
—¡Edward! —era la voz de Victoria, hice detener al taxista y bajé la ventanilla.
—¿Se te quedó algo? —le pregunté y ella negó.
—Es que no te di mi número —me paso un papelito rosado que estaba impregnado de su loción —y nos vemos mañana en el aeropuerto —yo le sonreí, ella se alejó, subí la ventanilla y ahora sí el taxi arrancó con mi casa como su destino final.
....
Llegué a mi casa, pagué al taxista las dos carreras y me bajé, el clima estaba bastante frío porque hasta empezó a llover así que rápidamente corrí hacia la entrada, pero desgraciadamente alcancé a mojarme, pedí el ascensor y menos mal llegó rápido.
Comencé a caminar por el pasillo y miré hacia el apartamento de Amelia, suspiré y seguí mi camino, puse las llaves y entré, mi mamá estaba dormida en el sofá así que me acerqué a ella.
—Mamá, mamá —ella fue abriendo los ojos, al verme se asustó —creo que no soy tan feo como para que me hagas esa cara —soltó una carcajada.
—Me quedé dormida leyendo, ¿dónde está David? —me preguntó.
—En estos momentos debe estar con su rubia de ojos verdes.
—¿O sea qué te viniste solo?
—Pues ni tanto porque primero fui a llevar a Victoria hasta su casa y...
—¿Quién es Victoria? —me preguntó mi mamá bastante asombrada.
—Ella es una chica que conocimos en el bar y además mañana viaja también a Londres, mamá estoy cansado me iré a dormir —me acerqué y le di un beso en la frente.
—Descansa hijo —ambos nos levantamos y caminamos hacia nuestras habitaciones, al llegar a la mía lo primero que hice fue abrir un poco la ventana porque aquí en mi habitación hace demasiado calor, lo más extraño es que al asomarme por la ventana, Amelia tenía la luz prendida y la verdad es que ya es bastante tarde, al pensar en ella mi corazón se aceleró, pero también llegaron los recuerdos de todo lo que ha pasado y el estar separados es lo mejor para los dos.
—Adiós Amelia, adiós para siempre —dije finalmente, suspiré y cerré la ventana, me quité la ropa quedando solamente en bóxer, organicé mi cama y me fui a dormir.
....
Hermosas personitas, aquí les presentó a Victoria.
¿Qué les pareció? 🤔
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