Guerrero

¿Crees que soy, demasiado joven? Con mis quince años; créeme, tengo el doble de edad de mi padre en su primer batalla. ¿Qué puede ser mejor que esquivar una estocada con tu escudo para arremeter contra el enemigo con tu propia arma? Hachas, Martillos, Espadas, puedo manejarlas en combate, los cadáveres tras de mí, lo demuestran.

Los Guerreros son abundantes en todas las razas. Hay diferentes tipos de guerreros pues algunos se valen de la destreza, velocidad o su experiencia mientras que otros se entregan en mente, cuerpo y alma a la idea de matar, volviéndose así sanguinarios e imparables mientras la batalla dure.
Dado el hecho de que existe gran variedad de armas, aprenden en sus entrenamientos a manejarlas con diferentes armaduras y pesos, pues raramente un guerrero usa solo un tipo de armas.

Aunque son gente de todas las profesiones y condiciones sociales, les une su singular obligación a entablar gloriosos combates. Muchos guerreros son mercenarios y venden sus servicios al mejor postor, mientras que otros se convierten en aventureros y cazadores en busca de fortuna y peligros.
Un guerrero típico es fuerte, duro y extremadamente: Violento.

Mago

¿Cómo aparecí de la nada? Dudo mucho que puedas entender los complicados términos arcanos que tendría que usar para explicarte. Poco me importa que me mires con desconfianza, los magos desde siempre inspiramos temor y recelo, porque nuestro poder es superior al de su primitivo entendimiento. El conocimiento es nuestra arma y la paciencia es nuestra virtud, pronto, te inclinaras ante mí, llamándome: Maestro.

Los magos dependen del estudio minucioso para poder crear su magia. Se dedican a examinar volúmenes viejos en lenguajes extraños, discutir la teoría de la magia y practicar las artes menores siempre que pueden.
Estos taumaturgos poseen grandes conocimientos y habilidades en lenguas extranjeras y muertas, símbolos y signos que a otros les parecerían garabatos de la mano de un niño.

Dados sus continuos tiempos de estudio en silencio y soledad, en su mayoría, se vuelven antisociales y huraños con aquellos que interrumpen sus horas de erudición; por tal motivo muchos ven con desconfianza a los magos, pero no significa que sean desleales.
Si llega a sus oídos rumores (aun de dudosa procedencia) de magia extraña e inusual, tomaran sus cayados, libro de hechizos y pergaminos y partirán hacia la aventura con tal de estudiar, analizar y si se puede, obtener estos avistamientos de poder arcano.

Sus evidentes carencias físicas son engañosas, ya que pueden invocar las energías arcanas a su servicio, pues casi nunca entablan un combate cuerpo a cuerpo. En su lugar, prefieren atacar desde la distancia, lanzando rayos de hielo y llamas a los desprevenidos enemigos.
Para un mago, la magia no es un talento, sino un arte complejo y gratificante.

Monje

¿Perder el tiempo? No creo que entiendas mis principios, mantenía mi comunión con el universo. Meditar mil días, con un trago de agua y una hogaza de pan es lo que necesito, para preparar mi cuerpo. Mis puños romperán las rocas. Mis manos atravesaran el acero y mi Qì, apartara la maldad de mi corazón y mi mente.

Los Monjes son pacifistas, buscadores del equilibrio de la mente con el cuerpo, pues en sus enseñanzas aprenden a dominar el dolor, la duda y el miedo con una estricta disciplina en base a la práctica de artes marciales sin armas, meditación y abstinencia.

Tienen su propia filosofía del vitalismo y llaman a su energía "Qì" aunque también la llaman "Chi" los monjes son únicos, por poder concentrar su Qì en sus puños, o en algunos casos en armas de golpe como bastones u martillos, lo que da como resultado a la potencia de su golpe sea mucho más grande a lo esperado. El Qì no solo puede dañar, también puede usarse tocando puntos de presión en los nervios con fines curativos y reconstituyentes.

Debido a que se crían sin ningún lujo y en comunión con la naturaleza, son incapaces de ver la diferencia entre un noble y un plebeyo; y más aún son incapaces de discriminar a alguien. Aunque esto no signifique, que sean crédulos ignorantes, saben bien detectar el engaño y la mentira y enfrentarse solos o en grupo a aquellos que intenten atacarles, usando la propia fuerza de su enemigo, para derrotarlo.

Aunque no tienden a emplear armas, en ocasiones portan cimitarras, abanicos, lanzas y bastones para la lucha. Son buenos consejeros aunque en generalmente dicen Si y No al mismo tiempo; pues siempre que pueden evitar involucrarse en los problemas ajenos.

Por lo general un monje, es una persona sincera, noble y tranquila.

Paladín

La guerra no tiene favoritos. En batalla; blando mi espada y alzo mi escudo, sabiendo que mi muerte puede estar próxima. Pero no me doblegare ante la duda; vidas de inocentes e indefensos dependen de mi fuerza, mi poder y mis creencias. No puedo darme el lujo de tener miedo.

También llamados los Guerreros Sagrados, los Paladines, son los poderosos generales de los ejércitos Elohim. De noble cuna en su mayoría, aunque hay registros de paladines cuyos orígenes eran de lo más humildes. Son entrenados desde la niñez en los poderes de la luz el rayo y del fuego, para después ser preparados en la batalla.
Pueden invocar la Luz para curar heridas, loar sus armas para romper maldiciones o barreras mágicas crear escudos de fuerza con sus poderes combinados de Luz y Fuego e incinerar criaturas demoníacas o muertos vivientes.

Valientes y justos, pelean desinteresadamente para proteger a su nación de los enemigos que se atrevan a desafiarlos. Incapaces de dejarse llevar por la venganza; y sabiendo ofrecer clemencia, muchas veces suelen ser subestimados y sus enemigos acaban llevándose una desagradable sorpresa al darse cuenta de su error.

Aunque en un tiempo, los paladines fueron exclusivamente Elohim, recientemente, un determinado número de tenaces Khavataris han pasado a formar parte de la Orden de los Paladines.

Pícaro

¿Perdiste tu monedero? Qué raro. No te preocupes, para mí, el dinero nunca hace falta... ¡¡No te atrevas a llamarme Ladrón!! Porque realmente, soy peor... mucho peor; como comprobaras por mis cuchillas cargadas de veneno. Adelanté atrévete a llamarme así de nuevo, aunque en realidad estas diciendo la verdad.

Los pícaros tienen más éxito cuando sus acciones nunca salen a la luz. Son muy aficionados a los venenos y las armas de proyectiles silenciosas, y confían en una mezcla de sigilo, acrobacia y misticismo menor. Mientras la paga sea buena, estarán a tus órdenes.
Generalmente, los pícaros trabajan para nobles ricos o gobiernos locales, y redistribuyen la riqueza o eliminan a los objetivos seleccionados. Existen registros de que se solían emplear pícaros para encargarse de eliminar, a los hijos indeseados de algún noble, o concubinas de lengua muy suelta. Del mismo modo se les contrato para robar documentos o secretos en fortalezas enemigas.

Muchos son de la opinión en que un pícaro carece de honor o de respeto, y en su mayoría son así; pues son incapaces de pensar más allá de si mismos. Pero algunos si han demostrado tener cierto código de ética en escoger a quien servir y quien matar o robar.
Muy comúnmente, la lealtad de un pícaro termina al instante en que recibe su paga.