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ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 𝟿| 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆


Mis ideales cambiaron cuando te noté durmiendo profundamente entre mis sábanas aquella noche. Pasé de soñar con riquezas y victorias a un beso tuyo de madrugada. Incluso si este era el último de ellos.

—Park Jimin.

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—¡Orden en la sala de juntas, vamos a comenzar! ¡Maldita sea, orden!

Los gritos y reclamos en aquel enorme salón eran atosigantes, pero nadie daba su brazo a torcer. Una "repentina" junta de emergencia había sido convocada y todos sabían de lo que se trataba: La entrada a la cámara de rehabilitación del segundo paciente más peligroso del psiquiátrico, Min Yoongi.

¿Pero si era ese tema en específico, porqué tanto escandalo? Tan sólo les confirmarían que por fin, Min cavó su propia tumba.

Pues, al consejo psiquiátrico no le disgustaba el que este rebelde paciente fuera castigado, sino cuánto tiempo.

Los abucheos y reclamos de los altos y bajos mandos eran insoportables, llegando al punto de gritar arrogantes, exigiendo ser escuchados y tomados en cuenta por el director del hospital, qué apenas entraba a pasos lentos a la habitación.

—¡Es un asesino!

—¡Merece estar en la cámara por lo menos un mes, que agradezca que no lo entregamos a la policía!

—¡Orden, por favor! Nuestro director aún no ha dicho palabra siquiera.

—¡Merece pudrirse allí!

Con elegancia, cómo si a su alrededor no estuviera llevándose a cabo una guerra, Park Edurn simplemente caminó hasta la cabecera de la mesa, sentándose sin una gota de vergüenza en el lugar que por ley le pertenecía, observando a sus empleados con un vacío desinterés.

Como si de magia se tratara, los estruendosos reclamos se transformaron en un silencio sepulcral, capaz de erizar la piel de todo ser vivo presente.

Se notaba a leguas el director Park hoy no se iría de la sala sin cortar cabezas.

—Tú —Señaló el azabache a uno de sus empleados, haciendo temblar al que apuntaba—. ¿Tienes algo que decir en nombre de todos, ¿no es así? Déjalo salir.

Titubeante, el hombre no sabía si decir que si, que no o simplemente pedir por piedad, alegando qué tenía una esposa e hijos en casa que mantener.

Pero le era imposible decir algo distinto a lo qué aquella mirada oscura y tétrica le pedía, por lo qué simplemente asintió.

—, ¿Y bien? Te escucho.

—Director... Con t-todo respeto —Los demás alentaban a su mayor desde sus puestos para que siguiera, expectantes, aun cuando en parte estaban aterrados—. E-Esto es, es... inaudito. El paciente 903 casi comete asesinato contra uno de sus compañeros, ¿y usted solo planea dejarlo en la cámara por 24 horas?

—S-sí, Director —Apoyó alguien mas, armandose de valor—. sabemos que es su orden pero nos es muy difícil... —De repente, un horrendo chirrido inundó el lugar, provocando que quién hablaba soltara un pequeño gritillo repleto de pánico. El sonido provenía de la silla de metal de Edurn, la cual fue corrida mientras este se levantaba de ella, como si nada—... Comprenderla.

"Estamos muertos" Pensó inmediatamente toda persona en la habitación. La última vez qué Edurn se había levantado de su silla, (un día en el que cierto paciente muy problemático había sido golpeado por un oficial), cinco de los miembros del consejo aparecieron a la mañana siguiente incapaces de dar su voto en las futuras reuniones.

Porqué se les había sido arrebatada la vida.

—Dejenme recapitular... ustedes no están contentos con la forma en la que yo, el dueño de este psiquiátrico tomo las decisiones, por lo que me están pidiendo, no... Exigiendo, ¿cambie mis órdenes?

—S-Sólo estamos pensando e-en lo mejor para usted y el hospi-

—¿En lo mejor para mi y el hospital? —Preguntó el director, sin un atisbo de gracia en su voz—, ¿eso piensas?

—S-Si, P-por supuesto.

—¿Acaso no lo entiendes? —Preguntó el de cabellos obsidiana, con una repentina sonrisa que supo aterrar al canoso hombre que había osado hasta ahora responderle—. ¿Eres tan poco útil?

—¿D-Disculpe?

Esta vez, a pasos largos, el director Park se acercó hasta el escuálido mayor. Su mirada sobre la suya lo hizo temblar a más no poder. Y el azabache pidió a un subordinado le entregara sus guantes de seda blanca preferidos.

El miembro del consejo tragó apenas los vio y comenzó a rezar para sus adentros. Porqué cada vez que se los colocaba alguien terminaba muerto.

Déjame explicarlo, de una forma fácil de comprender.

—¿Ex-explicar que-

—Traicionarne a mi, es traicionar este hospital. Traicionarne a mi, es destruir lo que tanto has trabajado desde que tu asquerosa y repudiante existencia puso un pie en los pisos de esta instalación. Y por eso mereces morir. —Rápidamente, con una  fuerza monstruosa, Edurn fácilmente agarró al hombre del cuello, alzandolo por encima de su propia cabeza. Todos en la habitación miraban aterrorizados la escena. Pero nadie intervenía.

Una vez la piel del hombre se había vuelto violesca por la falta de oxígeno, susurró sus últimas palabras, llenas de una ahogada confusión.

—P-Pero... ¿C-Como yo lo... Traicione?

Edurn ante aquello solo puso alzar las cejas, divertido, acercando sus labios a la oreja del contrario. A pesar de todo, se consideraba un caballero y por su educación no era capaz de dejar una pregunta hecha hacía el sin respuesta.

—¿Cómo lo hiciste? Es simple... —La presión en el cuello del hombre se hizo incluso más fuerte, dando el toque final  a su vida—... Al casi condenarme a que Taehyung me odie por deshacerme de su juguete —El cadaver, justo después de aquella sentencia, cayó al piso sin gracia, con un golpe seco de fondo—. Disfruta tu estadía en el infierno.

El director Park, lentamente quitó los guantes ahora manchados de rojo de sus manos, tirandolos sobre el cuerpo sin vida en frente suyo.

Y como si nada hubiera pasado, volvió a su asiento, observando a las personas que conformaban su concejo mirando un punto fijo, uno lleno de sangre.

—Y bien... ¿Alguna otra persona quiere darme su opinión respecto a la decisión que tomé del paciente 903?

Impulsados por la codicia, dos personas más alzaron sus manos temblorosas. Y con eso, Edurn supo sería una reunión más tediosa de lo que esperaba.

[Kim Taehyung's pov]

Incluso después de haber llorado, hasta quedarme dormido por unas horas, aún no se cómo sentirme.

¿Cómo un imbecil estúpido e infiel? Dijo mi subconsciente, haciéndome querer darme un tiro en la cabeza por todo lo sucedido hace varias horas.

—¿Qué mierda he hecho? —Miré mis manos tembloroso, tocando mi mejilla lentamente con una de ellas.

Aún sentía el toque de Edurn latente en ella. Si cerraba los ojos, podía sentir su calidez.

Y eso sólo me hacía sentir peor.

—¡Maldita sea! —Exclame a la vez que me paraba de mi cama, volteandola de la ira conmigo mismo—. ¡¿Por qué fui tan estúpido?!

Busqué con la mirada que más podría destrozar, pero lo único que quedaba era una fotografía puesta en la pared.

Era la única fotografía que Jimin me había dejado antes de...

—Antes de fallecer —Susurré para mi mismo. La fuerza en mi se desvaneció a medida que me acostaba en el frío piso de mi habitación y cerraba los ojos. Me sentía totalmente incapaz de hacer algo bueno en mi vida.

—¡Oye, Kim! —Escuché del guardia que hacía las rondas cerca del pasillo. Al muy imbecil que no le bastó con lo que pasó la última vez y quería seguir con su actitud de descerebrado de mierda—. ¿Con quién carajos estas hablando? —Dijo, acompañando su pregunta de varios golpetazos a mi puerta.

Aún más cabreado que antes–si eso era posible–le grité desde mi puesto—. Le hablo a tu hermano, hijo de puta. Me dice que lo folle por la boca porqué por atrás ya le dejaste tremendo agujero, incestuoso de mierda.

—¡Tu, pequeña mier-

Ni siquiera sabía si tenía hermano, pero viendo su reacción parece que si existe y hay incesto de por medio.

Sonreí malicioso sin darme cuenta. Me serviría para joderle la vida en muchas futuras ocasiones—. Déjame en paz o hago que mientras te lo follas diga mi nombre solamente, infeliz.

Para ser tan tímido de vez en cuando tienes una boca muy sucia.

Edurn.

Abrí los ojos y me levanté como pude del suelo, observándolo apoyado en la puerta.

Se veía imponente, oscuro y misterioso.

Su traje vino tinto de dos piezas, pulcro y limpio. Su cabello negro, que llamaba a acariciarlo por horas.

Sus rasgos finos y elegantes, su mirada penetrante sobre la mía, la forma en la que registraba mi cuerpo como si yo le perteneciera. 

La falta de su sonrisa, porqué en su semblante se notaba la preocupación al verme seguramente en mal estado.

Todo el gritaba Park Edurn.

Pero había algo que desentonaba y no podía dejarme quieto. Volví a sentarme en mi cama, mirando hacía el suelo. A pasos suaves, lo sentía acercándose al sitio donde estaba.

—¿Porqué hueles a sangre? —Sus pasos pararon.

Varios segundos después, sentí como su respiración pesada volvía a ser suave y pausada.

—Tuve que atender un asunto.

Sentí como se colocaba un peso en el lado izquierdo del colchón. Ya se había sentado a mi lado.

—¿Solamente uno?—. Pregunté.

—Tres en realidad, aunque el primero no fue culpable del olor... —Se atrevió a bromear, sin una gota de gracia en sus expresiones—. Lo siento. En realidad yo-

—¿Qué haces aquí? —Interrogo sin pensarlo—. Sabes bien que la última vez me fui porqué no... Soportaba seguir ahí, contigo.

—Taehyung, vine porqué-

—No, ¿sabes qué? No quiero saberlo. Si te vas es mejor. No pienso defraudar lo poco que me queda de Jimin debido a ti.

Edurn soltó un suspiro, que supe de fue seguido por una sonrisa. Más no quise verla—. Pero, Taehyung...

—Vete. Aprovecha que no tengo fuerzas para refutar lo que salga de tu boca.

Y cuando pensé escucharía sus pasos al salir, sentí su risa saliendo, dulcemente de sus labios.

¿Porqué siempre se ríe de la nada, será esquizofrenia?

—Pero si es lo que has estado haciendo desde que llegué, pequeño tonto.

Alcé la vista, indignado, volteando hacía el pelinegro rápidamente con enfado—. ¡¿A quién llamas ton-

—Por fin me estás mirando.

Sus ojos oscuros me observaban complacido, como si leyeran en mi todo lo que yo también quise ver en ellos hasta ahora.

Ambos nos acercamos por inercia, con disimulo Edurn desabotonó dos de sus botones. Mi cuerpo comenzó a quemar y mi corazón a palpitar como nunca antes.

Nuestras narices rozaron y sentí por un momento su perfume en mi piel como si fuera una visión de lo que pasaría si nos acercábamos hasta el final.

Esto es peligroso. Park Edurn no es mi Jimin. ¿Entonces porqué me atrae tanto hasta el punto de hacerme sentir...

Un ruido suave interrumpió lo que no sabíamos se estaba formando. Volteé hacía los lados, buscando la causa. Y cuando lo vi... me sentí miserable.

La última fotografía que tenía de Jimin se había caído al suelo.

—No, no, no, no. Jiminie —Casi de un brinco, me acerqué a ella, tomándola y acurrucandola entre mis brazos. Las lágrimas que pensé ya había secado se volvieron a encontrar con mis mejillas, mojandolas rápidamente. Lentamente me senté en el suelo, ocultando mi rostro en el trozo de plástico.

Casi lo hago de nuevo, en frente de Jimin. Soy un imbecil.

La presencia de Edurn, que olvidé del pánico, se acercó hasta donde estaba.

Limpió una de mis lágrimas, como ya se estaba haciendo costumbre. Y con un tono dulce al que para mí pesar también me estaba acostumbrando abrando, me consoló con unas palabras que sin él saberlo, lo serían todo.

—Eres un hombre fiel a lo que amas, Park Taehyung. Nunca lo dudes.

Lo miré justo en ese momento, justo en aquella frase. Y pude sentir por varios segundos, basándome en sus suaves y dulces facciones un cambio palpable. Uno para el que no habría marcha atrás.

—¿Cómo tu puedes... Saber lo que Jimin me dijo cuando nos conocimos?

—[CÓDIGO 30011, ALTERCADO EN EL ALA OESTE. ORDEN DE RESCATAR AL PACIENTE 252. REPITO, RESCATAR AL PACIENTE 252.]

—Ese... Es el número de Yeonjun —Dejé la fotografía en mi cama, rápidamente, incluso tropezando con el pelinegro de la prisa que llevaba al levantarme.

—Taehyung —Me llamó Edurn, pero no pare a responderle.

Aproveché que la puerta estaba abierta y salí disparado de allí. No sabía en qué mierda se había metido Yeonjun, pero estaba seguro de algo.

Yoongi y yo vamos a matar al que le haya puesto un dedo encima.

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NA: ¡Estoy de vuelta! ¿Me extrañaron? <3
Como prometí, lo que de viene es cap doble. Subiré el faltante muy pronto.

Estén atentos. 👀❤️.

Pdt: Les dejo una fotito de mi linda perrita, que cumplió hace poco y la quiero presumir. WKDNFN.

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