Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ 𝟹| 𝑻𝒖 𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐, 𝒔𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆


"En medio de una lluvia de estrellas, me animaste a pedir un deseo. Me sentí tan egoísta, porqué pedí qué tu amor por mi fuera eterno."

—Park Jimin.

.

.

.

.

[Park Taehyung]

Han pasado 3 días.

Tres míseros días desde mi "primera sesión" con el dichoso Dr. Edurn. Aún siento una vergüenza indescriptible, pero ahora lo que más siento... es ira.

Desde qué lo escuché decir qué dejaría la sesión acabará antes para descansar ya qué no estaba en todos mis sentidos, desde qué sus ojos conectaron con los míos. Desde el preciso momento en que lo vi, está hirviéndome la sangre del enfado conmigo mismo.

¿Cómo pude confundir a mi esposo con otra persona? Pero eso no es lo que me hace perder la cabeza.

Es la idea de qué son idénticos...

¿Qué se supone que susurras ahora, Taehyung?

Escuchar mi nombre reventó la frágil burbuja de mis pensamientos. Oh, es verdad, no estoy solo.

Veo lo que hay a mi alrededor, paredes gris oscuro, una triste cafetería llena de comida promedio. Personas comiendo y jugando, tratando de olvidar lo dañadas qué están sus mentes así sea por pocos minutos.

Personas cómo yo.

Mis ojos caen en el chico qué tengo al frente, el único qué me tolera en este psiquiátrico de porquería: Min Yoongi, el amante al fuego y las mandarinas.

—No es nada Yoongi —Respondo, como si nada hubiera pasado—. ¿Es mi turno de jugar?

Lo más característico de su persona era su cabellera plateada y su mirada llena de café negro recién hecho.

Cansado–de mi seguramente–, este se toca la sien con los dedos y asiente—. En el dominó no preguntas, sólo haces tú jugada. ¿Dónde está tu mente estos días?

Se me frunce el entrecejo mientras me debato entre escoger una ficha o no—. ¿De qué hablas? Estoy igual qué siempre.

No vayas a decir nada, no vayas a decir nada.

—Por supuesto qué no lo estás. Mírate, pasas en las nubes. Justo el otro día que jugamos me diste una paliza y hoy... — hace una pausa cuando coloco mi ficha, colocando el una que me hace comer 7 fichas ya que no tengo cómo responder en ningún lado—... Eres pésimo. Debes tener algo en tu mente así que dime.

No puedo evitar blanquear los ojos de la irritación incluso si tiene la razón. Y se qué no me queda más opción que decirle qué ocurre.

—Está bien —Admito derrotado—. Pasó algo que no me deja tranquilo y ya no se qué hacer con estos pensamientos. ¿Feliz?

Observo mis fichas de nuevo, de alguna forma trato de ganar la partida.

Mi posible amigo, –porqué más bien lo considero el único qué me soporta– por primera vez desde qué lo conozco se queda callado. Tanto qué me preocupa.

—Yoon, ¿por qué no dices na-...

— ¿Es por el Dr. Edurn? —Pregunta con sus ojos gatunos fijamente puestos en mi.

Ya me descubrió.

No sé qué decir, porqué ni yo mismo lo entiendo. ¿Tiene algo que ver? Sólo he visto su rostro una vez.

Pero eso es más que suficiente. Me digo a mí mismo.

—Sí, es debido a él —Mi vista se nubla, por las primeras lágrimas bajando por mis mejillas—. No comprendo cómo me pasó por la cabeza qué cuando lo vi, me sentí junto a Jimin de nuevo.

—Taehyung...

—Lo tuve entre mis brazos, ¿no suena increíble? La sensación era demasiado parecida. Por unos segundos pensé mi esposo había vuelto a la vida. Pero no fue así.

Con suavidad, Yoongi posó su mano en mi hombro, dándome palmadas.

» Cuando lo mire a los ojos no encontré los luceros azules qué eran mi cielo y mar. Lo único qué aprecié fue mucha, demasiada oscuridad, una qué me hizo recordar lo sólo qué me sentía sin él a mí lado. ¿Y sabes que es lo peor? Qué yo...

Paciente N. 111: Park Taehyung, se solicita en el consultorio 4. Repito, Paciente Kim Taehyung se solicita-...

Ambos, Yoongi y yo nos sobresaltamos ante la voz del megáfono llamándome. Y no podía escapar porqué estaba en la zona común del hospital con más gente tanto pacientes cómo guardias.

Me levanté de mi silla a regañadientes, sabía perfectamente para qué estaban llamándome: era hora de mi segunda sesión con el Dr. Edurn.

Volteé hacia mi único compañero en el hospital. Este me sonrió con desinterés pero sabía sólo me escondía lo que en verdad pensaba.

—Te irá bien, Taehyung. Sólo hínchale los huevos un rato cómo siempre haces. Sí algo sucede, yo incendio todo y nos largamos.

No pude evitar reírme, en especial por las reacciones de la gente a nuestro alrededor qué sabían Yoongi es nada más y nada menos qué pirómano.

—Sí. Eso haré —Prometí, limpiándome una lágrima esta vez de alegría.

[...]


Ahora qué me encontraba en todos mis cabales podía notar ciertos detalles qué la última vez no tuve en cuenta dentro del consultorio de Edurn.

Mi conclusión después de varios minutos: Todo se ve robable.

Desde la lujosa lámpara hecha con algo parecido a lápiz lazuli en el techo, unas mesas finas de roble cómo escritorio, el dispensador de café con marcas caras o exóticas, hasta el mismo sillón de cuero azul donde me encontraba sentado, ¡todo seguramente había salido por el ojo de una cara! ¡Se ve tan robable!

¿Debería hacerme psiquiatra?

La idea se escapó rápidamente de mi mente. Alguien que necesita psiquiatra no puede serlo.

—Dios, ¿Cuánto más va a tardar Edurn en llegar?

Llevaba esperando ya unos cinco o diez minutos, los nervios me hacían pensar en idioteces–cómo las de hace unos segundos.–

Volteo hacia la puerta exasperado y me acuesto en el sillón para quejarme otra vez mientras mis párpados se cierran.

—Ah, ¿por qué es tan impuntual? Qué venga de una vez.

Lamento la demora.

Me levanto rápidamente del sillón para sentarme de forma apropiada por reflejo, abriendo los ojos tan rápido qué siento mareo.

Efectivamente, Edurn ha llegado. Y ahora qué ya no me sentía drogado por los analgésicos podía confirmarlo: Es idéntico a Jimin.

—Está bien, no se preocupe —Respondo cómo puedo, con mis ojos fijamente puestos en su rostro.

Su nariz respingada, piel blanca, suave cómo una pintura, su mandíbula fuerte y marcada qué tanto adoraba. Todo me recordaba a él.

Pero lo que más me hacía pensar en Jimin eran sus labios carmín, llenos y seguramente suaves. Tan besables.

— ¿Se encuentra cómodo en el sillón? —Pregunta cordial, colocando su abrigo en su silla para luego dirigirse a la que se encontraba frente a mí.

—S-sí, es muy lujoso —contesté lleno de nervios por mis pensamientos.

¡Despierta, idiota! Este no es tu esposo, es otro endemoniado psiquiatra qué vino de quién sabe dónde.

¿Tal vez es su gemelo? ¿Jimin me habrá ocultado esa información? El también es un Park.

Quisiera preguntarle, por su parecido, por su apellido, por todo. Una parte de mi, una pequeña parte, me grita lo haga.

Estoy a punto de abrir la boca para cometer una estupidez pero debo salir de dudas, yo puedo hacerlo, porqué tal vez él-...

¿Podría dejar de mirarme, Sr. Park? Sé qué en ocasiones mi atractivo es muy capaz de distraer a las demás personas, pero quiero dejar claro qué nuestra relación no puede ser más qué de médico-paciente. ¿Será difícil para usted mantenerlo de esa forma?

¿Perdón?

Parpadeo varias veces, incrédulo a lo qué mis oídos acaban de oír. ¿Mantener qué de qué forma, distraer a las quién?

— ¿Qué acaba de decir? —Pregunto aún extrañado.

Con una mirada ahora inexpresiva, él me responde con un: —. Olvídelo, no todos pueden seguir el ritmo de una conversación después de todo. ¿Damos inicio a la sesión?

— ¿Y acaso usted si puede seguir el ritmo a todo lo que le digan? —Gruño sin darme cuenta.

—A eso me dedico —Una risilla sale de sus labios, cómo si disfrutara la idea de dejarme en ridículo—. ¿O por qué cree se encuentra en mi consultorio, por un café?

—Hijo de put-...

—No permitiré más interrupciones, Sr. Park. No sé de su tiempo pero el mío es costoso. Así qué, ¿comenzamos?

Retiro todo lo dicho anteriormente, este tipo jamás podría estar relacionado con Jimin. Este tipo es un demonio.

.

.

.

.

"Lo admito, soy un egoísta. Porqué me veo capaz de robar todas las estrellas para qué nadie, excepto tú, mi amado, pueda disfrutar de su brillo. Incluso si eso me hace el villano."

—Park Edurn.

.

.

.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro