Lucy veía a regalito dormir en su cuna, Puppy se mantenía junto a ella mirando con curiosidad como la niña se estiraba.

Eren sonrió al ver a Lucy y Puppy, se acercó a la cuna acariciando el cabello de su pequeña quien le miro con una enorme sonrisa.

Eren: ¿Aun duerme?

Lucy: Si papi.

Eren: Que te parece si cuando despierte regalito, visitamos a papá en la oficina.

Lucy: Está bien, se pondrá feliz de vernos a los tres ahí.

No paso mucho para que regalito anunciara que estaba despierto, Eren se apresuró en alimentar a su pequeño quien se mantenía calmado, y mientras el castaño se aseguraba de que regalito eructara, Lucy regresó a la habitación de sus padres, el castaño le sonrió mientras la niña se sentaba en la enorme cama viendo a su hermano.

Eren: ¿Puedes vigilarlo mientras busco ropa para el?

Lucy: ¡Si papi!

Una vez listos los tres se dirigieron a la empresa.

Y con tan sólo llegar y salir de el elevador, todas las secretarías y asistentes se acercaron para conocer al hijo de su jefe.

Petra: ¡Hola!

Eren: Hola Petra.

Lucy: Hola señorita Petra.

Petra: Hola hermosa, ¿vienen a ver al jefe?

Eren:Como cada día.

Todas asintieron, el castaño sonrió al verlas tan curiosas, con cuidado de no despertar a su regalito dormilón, descubrió un poco su rostro dejando que las mujeres pudieran verlo.

Petra: Es muy lindo.

Lucy: Como papi.

Eren: Y como tú Lucy bu.

Petra: Muchas felicidades.

Eren: Gracias.

Petra: Bueno no los detenemos más, vayan a ver al jefe, hoy fue una mañana pesada.

Eren asintió, tomando la mano de su hija se dirigió a la oficina.

Al entrar pudieron ver a Levi con la cabeza recargada en el escritorio, Eren le indicó a Lucy que no hiciera ruido para poder acercarse más, claro que su pequeño no pensaba lo mismo.

Levi se levantó al escuchar el llanto de regalito, se sorprendió de ver a su pareja e hijos en su oficina, claro que no pudo evitar sonreir cuando Lucy corrió hacia el dandole un enorme abrazo.

Eren: Hola.

Levi: Hola, ¿cómo están?

Lucy: Muy bien.

Eren: Veníamos a secuestrarte para ir a comer, ¿qué dices?

Levi: Aceptó, ¿está despierto?

Un pujido de regalito les hizo saber la respuesta, el azabache no tardó nada en sostener a su hijo menor en brazos mientras mantenía a Lucy junto a él.

Cuando los tres salieron de la oficina, las secretarías suspiraron al ver a su jefe con el pequeño bebé en brazos y a Eren sosteniendo la mano de Lucy.