"Un tiempo a solas."
Eren terminaba de ajustar el pañal limpio de su adorado regalito, sonrió cuando Levi arrojó el pañal sucio al cesto de basura haciendo una mueca por el olor.
Eren: Que exagerado eres, huele a rosas.
Levi: Muertas.
Eren: Grosero.
Levi: No te enojes.
Eren: Sólo porque es muy temprano para enojarme.
Eren tomó el mameluco de su pequeño para comenzar a vestirlo, mientras lo hacía repartía besos en las mejillas de el bebé quien se movía en un intento de librarse de la ropa, Levi aprovecho el momento para decirle a Eren parte de su plan para ellos dos ese día.
Levi: Amor.
Eren: ¿Si?
Levi: Te espero está tarde en la oficina, Petra cuidara a regalito y Mikasa pasará por Lucy.
Eren: Esta bien.
Levi: Nos vemos lindo
Eren se despidió de el azabache, ambos sonrieron cuando regalito llamo la atención de ambos, Levi se despidió de el pequeño quien sólo hizo un pequeño gesto.
El resto de la mañana Eren lo paso tranquilo, entró en pánico cuando de repente recordó lo dicho por Levi, al ver el reloj se apresuró en tomar un baño y arreglarse lo mejor posible.
Cuando llegó a la oficina, Petra le sonrió como siempre, dudo un poco en dejarle a su pequeña adoración, la rubia lo convenció al decirle que Levi esperaba por el.
Al entrar en la oficina se sorprendió de ver a su pareja frente a la puerta con un ramo de flores, de manera lenta el castaño se acercó, Levi dejo de lado el ramo de flores para tomar al castaño de la cintura, Eren se colocó de puntitas para darle un pequeño beso que Levi correspondió.
Eren: Señor Ackerman, ¿qué planea?
Levi: Verá señor Jaeger, planeo pasar una hora sólo nosotros dos, comerle la boca a besos y recordarle que estoy loco por usted.
Eren: Levi.
Levi: Ven vamos a comer.
Eren asintió, se dejo guiar hasta la pequeña mesa que se encontraba al centro de la oficina, sus ojos brillaron al ver la variedad de cosas dulces que había para comer, estaba por tomar algo cuando la mano de Levi se lo impidió.
Levi: Eso es para el postre cariño, además si no comes, Petra se puede ofender, ella preparó la comida.
Eren: Esta bien, comeré.
Tras una comida llena de mimos y besos, la pareja se encontraba abrazada, Eren no dejaba de soltar suspiros que hacían sonreir al azabache.
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