Los años no tan maravillosos parte 1.
Esto es una vista al pasado de Eren, hasta ahora no se sabía nada de su vida junto a sus padres.
Eren veía a su madre llorar, su padre se negaba a hablar, al parecer la discusión que hasta hace un momento mantenían se había salido de control.
Eren: Mamá no llores, ¿qué pasó?
- Nada mi vida.
Eren: No te creo, papá ¿qué pasa?
- Eren, ¿recuerdas que tu madre se realizó unos estudios?
Eren: Si.
- Hijo, tu madre no está bien.
Aquellas palabras aún vagaban por su cabeza, estaba a unos meses de cumplir quince años cunado a su madre le detectaron un extraño padecimiento, el castaño vio como en esos meses la vida se le iba a la mujer que más amaba en la vida.
Ya no era aquella persona risueña que lo regañaba, sus ojos habían perdido aquel hermoso brillo que siempre los habían caracterizado.
Eren contuvo las lágrimas al sólo pensar en que poco a poco perdía a su madre.
Y así fue, fue una noche de noviembre cuando el corazón de su madre se detuvo,
Eren lloro como un niño pequeño aferrado al cuerpo de la mujer, se negaba a creer que ella lo hubiera dejado.
El funeral fue sencillo, personas allegadas a la familia acompañaron al castaño, su mejor amigo, Armin se dedicó a limpiar cada lágrima que abandonó los ojos esmeraldas.
En cuanto a Grisha, el llevaba el duelo de manera distinta, en cuanto el funeral terminó, se dedicó a trabajar día y noche.
Eren suspiro con cansancio, tal vez las cosas mejorarían con el tiempo...
Pero no lo hicieron.
Grisha murió poco después de Carla, un terrible accidente durante un viaje a un congreso de medicina, el castaño a penas si podía procesar la información.
Armin: Vamos Eren, esperan por nosotros en la funeraria.
Eren: Ya voy, buscaba una foto de papá y mamá, no se donde quedaron.
Armin: Te ayudo a buscar.
Los dos buscaron por un rato, Eren encontró una caja guardada en el fondo de un cajón, al abrirla encontró varias cartas dirigidas a su padre, fotos de un niño y una mujer y un anillo.
Tomo con cuidado las cosas, se sorprendió al ver que todas las cartas tenían el mismo remitente.
Eren: Esto es de papá.
Armin: ¿Quiénes son?
Eren: No lo se, ya tendré tiempo de investigar, ahora es necesario ir a la funeraria.
Los dos salieron de la casa de los Jaeger, Eren a diferencia de la primera vez que estuvo en el mismo lugar no lloro.
Esto tiene segunda parte, iremos un poco atrás.
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