Eren comía feliz sus galletas de miel, Levi aprovechaba para hablar con el bebé.

Levi: Regalito, soy papá.

Eren: No se moverá.

Levi: Bebé no tortures a papá ni a papi.

Eren: No, este bebé se niega a cooperar contigo.

Levi: Bien no te muevas mocoso, pero cuando llores de hambre yo seré quien te ignore.

Eren: Cuanto drama el tuyo.

Levi: Sigue comiendo tus gallegas, sigues castigado por lo de la despedida.

Eren: Celoso.

Levi: Esos tipos planeaban más que bailar.

Eren: Ya se, amor solo tengo ojos para ti, solo tu me calientas más que el sol de verano.

Levi: Lo se, pero se lo tenía que dejar en claro a ese tipo.

Eren negó con una sonrisa la cual se hizo aun mayor al ver a Lucy llegar.

Lucy: Hola papá, hola papi.

Eren: Hola amor.

Lucy: ¡Hola bebé!

La pequeña colocó su manita en el ahora notorio vientre de el castaño, al hacerlo el pequeño se hizo presente con un golpesito.

Lucy: Ya pronto saldrás a jugar y seré muy buena hermana mayor.

Un par de movimientos más se hicieron presentes la niña tenia una cara de sorpresa y felicidad que encantaron a Eren.

Lucy: Se mueve, cuando le hablo se mueve.

Levi: Es normal, Lucy ama al bebé y el bebé ama a Lucy.

Eren: Tienes razón.