Era raro que Eren se mantuviera tan quieto y desanimado, el desayuno era silencioso en ese momento.

Levi: ¿Te sientes mal?

Eren: Un poco.

Levi: ¿Quieres ir con el médico?

Eren: No es tan grave amor.

Levi: ¿Seguro? Te ves muy pálido.

Eren: Si, ahora iré a arriba, tal vez dormir un poco más ayude.

El castaño se puso de pie con dificultad, una punzada en el vientre lo hizo soltar un quejido que llamo la atención de su pequeña y de Levi.

Lucy: ¿Papi que es eso rojo que hay en tu pantalón?

Levi: Amor estas sangrando.

Todo paso demasiado rápido, en menos de 30 minutos Eren se encontraba en una habitación de hospital con una intravenosa y el diagnóstico de un posible aborto.

Levi rogaba por que todo estuviera bien con el castaño y su bebé, se forzó a sonreír cuando Eren estiró su mano libre en busca de el, el castaño aún tenía rastro de las lágrimas que derramó durante su camino al hospital.

Levi: Todo estará bien amor.

Eren: Tengo miedo.

Levi: También tengo miedo, pero hay que ser valientes ¿Si?

La pareja se mantenía con las manos unidas cuando Moblit apareció con una expresión serena, le dedicó una sonrisa a los dos antes de hablar.

Moblit: Esta bien, no fue una pérdida.

Levi: ¿Seguro?

Moblit: Si, debo decir que su bebé está bien, el sangrado pudo deberse a que tu organismo aún sigue adaptándose a su nueva situación, te receté unas vitaminas, una dieta rica en hierro y que descanses.

Eren: Si.

Moblit: Los dejo, iré a ver si Hanji y Lucy están bien.

Levi: Gracias.

Eren: Sigue aquí.

Levi: Si amor, prometo cuidarlos mejor, darte mucho amor a ti y al bebé.

Eren: Ahora más que nunca tengo miedo.

Levi: No tienes por qué, los dos juntos haremos esto ¿promesa?

Eren: Promesa.