Hanji reía divertida al picar las mejillas regordetas de regalito y que el pequeño bebé hiciera una mueca de molestia idéntica a la de Levi.

Hanji: Regalito, no seas así, la tía Hanji te queiro mucho.

Eren negó al ver la escena, desde que escucho que llamaban a la puerta y vio a la castaña supo que su mañana sería entretenida.

Eren: ¿Cómo va la vida de casada?

Hanji: Bien, Moblit se encarga de mantener el orden.

Eren: Hanji.

Hanji: Lo se, lo se, mejor cuéntame, ¿qué harán para halloween?

Eren: Pensaba llevar a Lucy a pedir dulces, y tomar una foto de Lucy y regalito disfrazados.

Hanji: ¡Aburrido!

Eren: No es aburrido, ¿verdad?

Hanji: Un poco, ¿que dices de hacer una fiesta de disfraces?

Eren: Faltan dos días, Hanji es imposible organizar todo en dos días.

Hanji: Ya llevo la ventaja, tengo cajas y cajas con decoraciónes, y otras cosas.

Eren: No tengo disfraz, y Levi no va a querer.

Hanji: Vamos a la tienda de el centro, ahí puede que encuentres algo.

Eren: Hanji, ahora se porque Levi te tiene poca paciencia.

La castaña sonrió, en menos de lo que Eren hubiera querido los dos junto a un malhumorado regalito llegaron a la tienda.

Eren: Bien buscaré algo para mi.

Hanji: Adelante, yo buscaré algo para Levi.

El castaño asintió no muy convencido, busco por cada sección encontrándose con cosas muy reveladoras, negó al encontrar un traje que parecía más erótico que disfraz, estaba por buscar a Hanji cunado un disfraz llamo su atención.

Hanji reía al ver lo que había conseguido para Levi, busco al castaño, sonrió cuando lo vio en la caja con más de un traje, al salir de la tienda la castaña le insistió en no decirle nada a Levi hasta el día siguiente, si había alguien a quien Levi no podía decirle que no, era al castaño y a sus hijos y eso Hanji lo aprovecharía.