Armin veía a las enfermeras ir y venir, el monitor mostraba que por el momento todo seguía igual.

Podía ver afuera de la habitación  a Erwin hablar con su médico, por el semblante de ambos sabía que no todo iba bien.

Suspiro una vez más cerrando los ojos hasta que unos toques suaves sobre su cabello lo hicieron abrir los ojos para ver a Erwin junto a él.

Erwin se veía demacrado, dos días sin dormir bien le habían afectado.

Erwin: Todo estaba hasta cierto punto bien, la princesa no llegará aun.

Armin: Eso es bueno.

Erwin: Lo es, pero.

Armin: ¿Pero?

Erwin: Tendrás que tener una enfermera a tu cuidado las veinticuatro horas del día, no podrás levantarte para nada cariño, estarás bajo cuidado constante.

Armin: Esta bien.

Erwin: Armin.

Armin: ¿Si?

Erwin: ¿Estarás bien en casa de Eren y Levi por unos días? Tengo que arreglar todo para que la enfermera te cuide y para que tu estés comodo.

Armin: Si, estaremos bien.

Erwin asintió,  dejando un beso sobre la frente de Armin salió de la habitación, Armin suspiro, unas lágrimas rebeldes abandonaron sus ojos, la enfermera que llegaba para checar su progreso sólo lo miro con pena.