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Junio 2015

—¿Se puede saber que tienes en la cabeza como para mostrar tu cara después de tanto tiempo? ¿Mierda?—habló la peli roja arrastrándole del brazo hasta la estancia—¿Estás consiente de lo que hiciste?

—Yo...lo siento. No fue mi intención.

—¡Claro que no fue tu intención! ¡Nunca es tu intención!—le reprochó murmurando—¿Ya estarás contento? Tú hija está encerrada en su habitación llorando desconsoladamente por la humillación por la que la hiciste pasar. ¡Ni siquiera quiere ver a Jungkook de lo avergonzada que se encuentra! ¡Y es su prometido!

—Eufemia, yo...no sabía que esa bebida causaría tal efecto en mi. Tiene años que no tomó algo tan costoso.

—Escucha bien Kim NamJoon. Amber y yo nos rompimos el lomo para sacar adelante a esa chica luego de que Amelie murió y tú dejaras de mandar pensión. TaeRi, es como una hija para mi, y no voy a permitir que vengas y le arruines una de sus mejores etapas en su vida. Sabes que no tengo tacto para decir las cosas, así que, toma tus pertenencias y lárgate por la misma puerta por la que entraste antes de que llame a la policía y te saque a patadas—soltó la pelirroja—Ella ya sufrió demasiado por culpa tuya, déjala en paz.

—Si. Tienes razón—respondió el castaño tomando sus cosas con desánimo.

—Claro que tengo razón. Siempre, tengo razón.

Namjoon pensó en las distintas posibilidades.

1.-

No. No había. Definitivamente había actuado como un completo tonto, cruel y padre egoísta. ¿Cómo se había atrevido a hacer algo así? Era un completo descarado desde el momento en que puso un pie en el lugar con el único propósito de conseguir dinero y no de ver cómo TaeRi se encontraba, si estaba bien, tan siquiera asegurarse de que realmente era feliz y que su decisión era la correcta. ¿No era eso lo que hacía un padre?. No. Él no tenía el derecho de llamarse así. Ahora sólo era un hombre que formaba parte de su pasado, y que no tenía ningún lugar en el futuro de esa chica. Así que, sin protestar, simplemente tomó su mochila del suelo, y decidido caminó hasta la salida para regresar a su miserable vida.

—¡Espere, señor Kim!—interrumpió un peli negro con la respiración agitada—Por favor, no se vaya.

—¿Jungkook, qué estás diciendo?—hablo Eufemia.

—Yo...sólo quiero que Somi sea la mujer más feliz. Es todo—mencionó el chico—Y creo, que el día de nuestra boda no estaría completo, si su padre no forma parte de él.

—Él no es un padre. La dejó en el peor momento de su vida.

—Pero... sé que, si fuera ella, aunque una parte de mi le guardara rencor, me gustaría que "mi padre" estuviera ahí para entregarme al altar.

—Yo...—murmuró observando a la peli roja.

—Un error, Kim. Uno solo, y te largas—soltó la mujer saliendo de su campo de visión.

—Gracias, niño—espetó el castaño lanzándose prácticamente encima de él.

Tenía una única oportunidad, definitivamente iba a aprovecharla.

Aquella miraba su reflejo en el enorme espejo del baño, secaba su cabello dorado mientras su cabeza era un completo desastre. ¿Qué se suponía que debía sentir ahora? ¿Cómo debía tomar la gran reaparición de su padre? ¿Debía preocuparse por ello? ¿Estaba mal sentirse un poco emocionada por verle de nuevo?

—Mi familia está totalmente emocionada por este matrimonio, no tienes idea de cuantas veces mi madre repitió lo hermosa que te veías—habló el peli negro terminando de colocarse la pijama—¿Y que digo de los inversionistas para mi nuevo restaurante? ¡Dios, Somi! Te amaron. Mi hermano está muy ocupado con la empresa, lamenta no haber podido llegar, pero prometió venir el día de la boda sin falta. ¡Puf! Todo salió maravilloso—le escuchó decir al joven recostándose sobre la enorme cama de hotel—A excepción de unas cuántas cosas, claro.

Dijo sin notar lo avergonzada que aquello le hizo sentir a la chica, después de todo la imagen de su padre orinando sobre el chocolate fundido se impregnó nuevamente en su cabeza.

—Y respecto a eso, creo que tú y yo debemos hablar. ¿No lo crees?—menciono Jungkook con cierta seriedad.

La chica salió del baño para dar la cara.

—Yo...

—Dijiste que había muerto, Somi—le interrumpió abriendo los ojos—Es decir, no estoy enojado por eso, es sólo que, pudiste decirme la verdad, ¿Por qué lo ocultaste todo este tiempo?

—Porque él forma parte de mi pasado ahora. Es sólo es un hombre de paso en mi vida—balbuceó sin saber exactamente qué más decir.

—Él está ahí afuera hospedado, está aquí, en el ahora, no en tu pasado amor.

—¿Por qué ahora?—se quejó dejando que una cuántas lágrimas se acumularan en sus ojos—Es decir, no llamo ni una sola vez luego de que mamá muriera, no mando un sólo correo ni escribió una carta al menos. ¿Crees que estoy haciendo lo correcto?

—¿Acerca de...?—cuestionó el chico sin saber exactamente a lo que ella se refería.

—Habló de, dejar que él entre en mi vida nuevamente. ¿Crees que haría lo correcto?

—Oh, ya veo lo que sucede aquí. Cariño...—suspiró acercándose a ella—Sé que él las dejo cuando aún eras una niña, pero eso no cambia el hecho de que sigue siendo tu padre, ahora intentando hacer las cosas bien. ¿Recuerdas?

—Tengo miedo, miedo de que vuelva a herirme.

—No lo toleraría, ten por seguro que arruinaría a todo aquel que se atreva a hacerte daño, le dejaré en claro que tengo muchos contactos, entre ellos hombres muy poderosos—se burló logrando que ella riese y luego una sonrisa tranquila se adueñó de sus labios—Sabes que yo estaré aquí para ayudar a sanar, pase lo que pase—susurró depositando un cálido beso en su frente— ¿Lo sabes verdad?

—Lo sé.

—Todos merecen una segunda oportunidad, Somi. Una vez mencionaste que no podías evitar sentirte incompleta, y ahora el saber que el hombre que puede ayudarte a llenar ese vacío esta vivo, yo...Yo sólo quiero que seas feliz, porque mi felicidad siempre irá de la mano con la tuya.

—Te amo, Jeon Jungkook—murmuró rodeándole de la cintura—No tienes idea cuánto.

—Yo te amo más, futura Jeon Somi—dijo correspondiendo tal abrazo.

Somi lo sabía.
De todos los lugares del mundo... sus brazos, eran su lugar favorito.