●d i eC i s é i s●
Capítulo 16
Dedicado a: elounorzerrie
Louis se encoge de hombros.
—Quiero decir, a veces. Uhmm... ayuda al estado de ánimo. Parcialmente lo que queremos es que Niall llegue a estar tan excitado y provocado por ti que no pueda decir que no cuando le pidas que salga contigo. Y esta es una buena oportunidad para practicar.
—Voy a estar haciendo el ridículo toda la noche.
—No, no lo harás, porque a nadie le importa. Y si lo hacen, les noqueare. —Me mira con nerviosismo, como si estuviera preguntando si eso ha sido demasiado protector de su parte—. O puedo simplemente, ya sabes, no hacer nada y dejar que te revuelques en tu propia vergüenza.
—Preferiría eso a que te comportes como un caballero de brillante armadura, sí.
—No es… —Abre su boca para discutir, luego frunce el ceño.
—¿No es qué?
—Olvídalo. —Suspira. Por alguna razón, el sonido clava diminutas astillas de dolor en mi pecho. Louis no suspira a menudo, no de una manera tan pesada y derrotada. Siempre es ligero, irreverente. Estoy incluso agotándolo, y eso me hace sentir mal. Es como ver a Alana aburrirse de mí, a pesar de que nunca lo ha hecho. Pero el aterrador pensamiento de que ella lo esté, siempre está ahí. No puedo permitir que Louis se aburra de mí. Renunciaría como mi maestro, y me dejaría sola y confundida en el enorme, extraño mar del mundo de las citas.
—Lo siento —le susurro.
—¿Qué?
—No quise decir caballero de brillante armadura. Aprecio el sentimiento detrás de ello.
Hay un silencio, y entonces él le da una palmada al volante.
—Ahora puedo morir en paz. ¡Eleanor Calder se está disculpando! ¡Conmigo!
—No tientes a la suerte. —Frunzo el ceño. Louis sólo se ríe, en cambio, y suena mucho mejor que su suspiro.
Finalmente estaciona, y yo salgo lentamente. En el estacionamiento, él se estira. Se ve más alto, sus hombros parecen más amplios, y cuando levanta sus brazos, su camisa se sube y muestra tensas líneas de los músculos que lleva en el dobladillo de sus pantalones vaqueros. Me quedo mirando la forma de V teñido de cabello negro, extasiada.
Louis me pilla mirando. Me encuentro con sus ojos directamente.
—Tienes un muy buen os coxae.
Louis se ruboriza y frunce el ceño.
—Tengo un buen, ¿qué?
—Huesos en la cadera —digo—. Os coxae en latín.
—¡Oh, claro! —Sus ojos se iluminan—. "Os, como hueso. Hemos dado eso en Psicología hoy. Entonces, ¿qué significa coxae?
—Cadera —le digo. Louis sonríe como si acabara de descubrir el secreto de la vida eterna.
—Hombre, eso es tan guay. El latín está tan jodidamente guay.
—Realmente lo es. —Sonrío. Louis me mira, y de repente se aclara la garganta, demasiado serio.
—Está bien, consejo, la mayoría de los hombres no se preocupan por el latín.
—¿Tú sí?
—Obviamente, porque es interesante y me gusta aprender cosas interesantes, pero no soy como la mayoría de los tipos. Así que. Sólo asume por ahora que palabras aleatorias que suenan como si estuvieras echando una maldición no van a funcionar con Niall, ¿de acuerdo? Si quieres darle un cumplido a los huesos de su cadera, hazlo en español. Yo sé que él es inteligente y lo entenderá y todo eso, pero Demi no le hará un cumplido en latín, así que sería mejor si no lo hicieras.
Asiento, absorbiendo la información cuidadosamente.
—Entiendo.
—Y Demi no diría mierda como "entiendo", tampoco. Diría algo como, "Okie-Dokie" o algo tan molesto como eso.
—¡Okie-Dokie! —Pongo mi voz tan dulce y entusiasta como me es posible para imitarlo. Louis parece conmocionado y me siento conmocionada sólo por decirlo, y luego ambos colapsamos en un ataque de risa. Ha sido tan poco natural, tan extraño y poco característico de mí, que deja un agujero en el aire por su pura ridiculez.
—Nunca uses esa voz de nuevo, Princesa — dice Louis. Me limpio una lágrima.
—Otro punto que añadir a la lista de cosas en que estamos de acuerdo. Se está haciendo bastante larga.
Louis me da una media sonrisa, la tristeza se ciñe a los bordes.
—Lo es, ¿no es así?
Antes de que pueda preguntarle lo que eso significa, camina hacia la parte delantera con luces de neón del club, con el letrero de color rosa chillón; VENN DIAGRAM. Debería estar lleno porque es un viernes por la noche, pero no hay nadie en la cola.
Sólo hay un gorila, un hombre fornido con un tatuaje de halcón sobre su cabeza rapada.
—Louis. —Asiente el gorila—. ¿Y quién es esta hermosa señorita?
—Hola, Juan. Esta es mi, uh. —Louis lucha por encontrar la palabra correcta— . Mi…
—Tutora. —Ofrezco mi mano—. Yo soy su tutora en matemáticas. Eleanor. Encantada de conocerte.
—Elena —dice Louis rápidamente—. Su nombre es Eleanor. De todos modos, ¿podemos entrar ya?
—Un segundo, déjame comprobarlo. —Juan guiña y se escabulle por las puertas del club. Es una cosa extraña de hacer, pero Louis se vuelve hacia mí e interrumpe mis pensamientos.
—Mira, probablemente no sea la mejor idea utilizar tu nombre real aquí, ¿de acuerdo?
—¿Por qué? ¿No son estas personas tus amigos? Debo presentarme adecuadamente.
—Sí, pero… —Su rostro se contorsiona—. Si Niall se entera de alguna manera de que has estado aquí… quiero decir, un montón de chicos de la escuela vienen aquí. Así que. Yo no quiero que… No quiero que por ser vista conmigo arruine tus posibilidades, ¿de acuerdo? Estás trabajando duro. Y no quiero arruinar eso para ti con mi reputación de mierda.
Antes de que pueda argumentar, Juan vuelve, sonriendo.
—Muy bien, están listos.
Louis suspira.
—Vámonos.
Juan nos lleva por el club completamente oscuro, y sólo damos unos pocos pasos antes de que las luces parpadeen por todos lados. Cuarenta personas gritan "sorpresa" al mismo tiempo, lanzando confeti, brillo y serpentinas hacia nosotros. Me sacudo el brillo y Louis sacude su pelo castaño, riendo cuando Perrie y un hombre de coleta alta inician un abrazo de grupo sobre él. Todos aplauden. Globos azul esmeralda y verde oscuro inundan el techo, con una pancarta verde de "FELIZ CUMPLEAÑOS LOUIS" que cuelga sobre el bar con iluminación fluorescente en la parte posterior. La pista de baile está vacía y brillante con luces de neón, a la espera de que la fiesta comience. Un hombre más alto que el y cabello negro azabache camina entre la multitud sosteniendo una tarta gigante, y la gente empieza a cantar cumpleaños feliz. Louis se mezcla incómodamente con la multitud, sacando el dedo medio a algunas personas de una manera infantil y petulante, pero el rubor en sus mejillas y la sonrisa en sus labios me dicen que está muy contento. Cuando terminan, sopla las velas, y la alegría es ensordecedora. La tarta se mueve a la barra y se corta. Perrie toma un poco de pastel y la extiende por el rostro de Louis, y el sujeto de coleta que le ha abrazado antes ahora le empuja repentinamente todo el rostro de Louis hacia la tarta. Espero que esté furioso, pero Louis termina riendo y pareciendo un mimo mal pintado. A medida que se reparten las porciones de la tarta sin manchar y Louis se limpia en el baño, me dirijo hacia Juan.
—Él no me ha dicho que era su cumpleaños.
—Es reservado acerca de ese tipo de cosas. —Juan sonríe—. No le gusta compartir cosas. No creo que tuviera mucho de eso en su hogar, al crecer, y a veces eso hace que las personas se cierren, hace que ellos no quieran compartir. Pero se lo sacamos a la fuerza.
—¿Y toda esta gente... le conocen? —pregunto.
—Claro. Son nuestros clientes habituales del club. Cuando Louis se mudó aquí, trabajó como guardia de seguridad conmigo. Rita le dio el trabajo. —Juan asiente hacia un hombre jovial con lápiz labial de color rosa, de ojos de color ámbar con delineado púrpura y peluca de color negro que le llega hasta la cintura que está ordenando botellas detrás de la barra mezclando bebidas—. No tenía un lugar al que ir, así que le dejamos dormir en el almacén en la parte de atrás por un tiempo, también.
No me puedo imaginar al confiado, arrogante Louis durmiendo en un catre almacén en la parte de atrás de un club dirigido por un travesti. No me lo puedo imaginar no siendo despreocupado e independiente, y acostándose con chica tras chica en ese sucio apartamento suyo.
—Es un buen chico, un poco terco. No tonto, porque es inteligente si se le explican las cosas.
Juan me da una palmada en el hombro.
—Gracias por ayudarle con las matemáticas. Significa mucho para nosotros. Todos quieren verlo triunfar en esa universidad.
—¿Tarta? —Perrie se acerca a nosotros sosteniendo dos platos de papel cargados con tarta azucarada. Juan toma uno y sonríe.
—Gracias.
Tomo el otro tentativamente, observando la forma en que sus ojos color azul observan cada centímetro de mí.
—Gracias.
—Me suenas —dice finalmente.
—Soy Ele... na —le digo—. Tutora de matemáticas de Louis.
Sus cejas se alzan y sonríe como un gato que acaba de atrapar un pájaro.
—¿Oh en serioooo?
—Perrie, toma. Come una pieza antes de que se acabe. —Un hombre le ofrece su pastel. Lo toma, comiendo bocados pequeños, pero sin quitarme los ojos de encima. El hombre me sonríe, su camisa verde musgo destaca su buena figura. No tanto como Louis pero buena en fin.
—Soy Liam. —Ofrece una mano, y se la estrecho—. Encantado de conocerte.
—Elena —le digo—. Es un placer conocerte a ti también.
Liam apunta al hombre alto de cabello azabache. Su pelo es de punta en la nuca, con un flequillo que se alarga mientras se acerca a su rostro.
—Ese de allí, es Zayn. Probablemente intentará venir y hablar contigo acerca de un raro grupo indie en algún momento de esta noche. Los tres somos compañeros de Louis.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro