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Final.

— Dime una cosa. ¿Como te enamoraste de mi hijo?—Dándole un sorbo al café.

Aquella pregunta resonó en mi cabeza.

Estaba por primera vez asustado. Llegando a preguntarse, ¿Qué tanto sabrá?, ¿Eliot habría contado algo en particular?.

Millones de preguntas comenzaron a formarse, pero ninguna formulaba una respuesta, a la que aquella mujer le había preguntado, sentia cómo una de sus piernas comenzaba a moverse por si sola. Estaba nervioso. Y cada que levantaba su mirada y ver, aquellos ojos. Sentía como cada vez se hacía mucho más pequeño.

—Yo... yo no se que decir.

Fue lo único que se me ocurrió,  no me atrevía a verle a la cara. Me encontraba lleno de vergüenza, inclusive tenía ganas de vomitar, pero aún así, estaba en silencio. Intentado buscar de alguna forma ayuda, pero nadie volteaba a verle.

—Sabía que dirías eso.

Aquella mujer hablo, su tono era tranquilo. Incluso, se notaba una desilusión. Esperaba una respuesta genuina, pero escucho las típicas frases de un adolescente perdido.

— Quiero entregarte algo.

Aquella mujer de su bolso saco una carta. Por el color supuso que sería algo ceremonial, es muy extraño ver una carta en color beige.

Con delicadeza la tomé, y lo primero que note, fue un sello único en su estiló. Y detrás de ella con tinta azul, estaba escrito mi nombre.


—¿Que es esto?.— pregunté.

— Una carta. No sé que contiene, la encontré escondida en el escritorio de Eliot. Supuse que te la entregaría. También quiero darte una cosa más, acompáñame.— Dijo la mujer, saliendo del lugar.

Yo di mi último sorbo, al frappé de vainilla que había pedido. Y rápido salí del lugar, encontrándome, con aquella mujer sacando una pequeña caja del maletero del auto. Pero sin percatarme, que de una tienda a unos metros, vi salir un hombre, pero algo no estaba bien, ya que está traía maletas.

Sabía que ambos se mudarian, pero pensé que era dentro de una semana

Esto se escuchó el cerrar de una puerta, así que sin más observo como un gran zorro, normal, un poco esbelto pero aún así estaba bien de cuerpo, y junto con la mujer se acercan a mi, con una caja entre las manos.

—Estuve hablando con mi esposo, y ambos llegamos en un acuerdo para entregarte esto.

— Lo mejor será que lo abras en tu casa.

— Me gusto conocerte.— Mencionó la mujer, abrazando a Chad, quien solo correspondió el abrazo.


En unos pocos segundos, habían pasado muchas cosas. Por qué sin poder procesar todo lo que estaba pasando, miraba como la primera vez que hablo con los padres de Eliot. Sería la última vez. Por qué solo se quedó viendo, cómo estos se montaban en el auto y se marchaban.


Comenzaba a caminar nuevamente a mi casa, ya que el camino no era tan largo logre llegar un poco rápido, pero note a alguien afuera de mi casa.

 Y es que al principio no conocía de quien se trataba, pero al acercarme, era aquel chico que lo único que se de él es que se llama Harry.  Cuando noto mi presencia este solo se levantó, sujetándose ambas manos, con las orejas para atrás.

—¿Que es lo que deseas?.— pregunté directo, y es que el solo saber que Eliot estuvo con el me producía de alguna forma molestia.

—Bueno, te he buscado por todas partes, quería hablar contigo, pero fue muy difícil hasta que Jonathan me dijo donde vivías.

—Ya me lo esperaba, pinche chismoso.—Mirando molesto a otro lado.— Entonces... ¿De que es lo que quieres hablar?.

—Es sobre lo que ocurrió. Sobre Eliot.

Fue la gota que derramó el vaso, y es que ahora había colocado la caja en el suelo y me acerqué y sujete su camisa levantándolo para así poner las cosas claras de una vez por todas.

—Que te quede bien claro, ¡Harry!. Tú no tienes derecho a venir a mi casa y hablarme sobre Eliot. — Sacudiéndolo.— Es más, no puedes ni mencionar su nombre cuando estes enfrente mío.

—¡Chad!.— sujetándole de los brazos— Tienes toda la razón, se que tú y Eliot ya se conocían de hace mucho tiempo, pero a mi me rechazó, ¿Que hubiera pasado si también te hubiera rechazado y luego pasa lo que paso?.

—Maldito. — Soltando bruscamente a Harry, mientras le observa molesto. — Solo di lo que vienes a decirme, luego tienes que largarte.

Harry, quien apenas podía ponerse de pie, después de que Chad le hubiera empujado, éste con dolor logró ponerse firme.

—Se como te sientes, estás triste, confundido, inclusive sientes que todo fue tu culpa.

—Deja de hablar en acertijos y suéltalo de una maldita vez, oh si no quieres terminar con un brazo roto.

—¿Puedes perdonarme?.

—¿Qué?.—confundido.—¿Perdonarte de que?.

—De haber intentado meterme en la relación de ambos.

—No comprendo nada.

—Se que no lo entiendes, yo tampoco lo entiendo, pero cuando estuve con Eliot, supe que estaba enamorado de ti.

—Chico yo...

— Inclusive antes de que todo esto pasara me quedaba pensando. Eliot eres un idiota, por dejarlo entrar tan fácilmente en tu corazón, a ese imbecil de Chad, por aceptar sin que hicieras el mas mínimo esfuerzo, por ser ya el noventa y ocho por ciento ya de el, ¿Y que recibo yo a cambio?. —Comenzando a lagrimear.— Promesas vacías por parte de Jonathan, dejándome pensar, siempre todos los que son guapos, no les cuesta nada, aún que digan que los sentimientos son importantes, es una completa basura, siempre es el físico, ¡Diablos Eliot!, ¡Lo di todo por ti¡, aún que no te dieras cuenta y lo seguiré haciendo aún que tú ya no estés aquí! ¡Te dije que ¡aún que lo escogieras a él apoye esa decisión, y la mantengo, ya que por muy poco que fuera, pude ver tu sonrisa y aún me maldigo, por que me confesé ante ti de una manera tan patética de que estoy enamorado de ti!.


—Yo siempre...

Harry había sido interrumpido de una forma que nunca se imaginó, o pasó por su cabeza, aquel perro que fue su rival desde que el momento supo que quería estar con Eliot le estaba abrazando, y es que no es solo eso, si no que también estaba correspondiendo, así que poco a poco Harry se estaba calmando y seguido de un...

—También lo siento.

Departe de Chad quien aún seguía sin separarse de Harry, ambos rivales se estaban disculpando, inclusive Chad, quien no suele decir lo siento, a menos que sea importante.

Así ambos poco a poco se separaron, y es que no se atrevían a mirarse a los ojos, pero fue hasta que Harry limpiándose el rostro rompió el silencio.

—¿Que hay dentro de la caja?.—Pregunto dando un suspiro y un poco calmado.

—La madre de Eliot me la dio, así que ¿por que no la abrimos?. Creo que tienes también el derecho de que tendrá.

—Vale.

Ambos nos sentamos en la grama, acomodándonos, Harry enfrente mío y así al abrirla, también vea que hay dentro. Así que colocando mis manos al rededor de la tapa la levante, dejándome ver muchas cosas, tanto libros, juegues y un par de fotografías.

La curiosidad de ambos fue grande que Harry cogió un pequeño juguete de un astronauta, pero fue cuando recibió una notificación en su celular.

Era obvio que ya le estaban llamando en su casa, así que sin más le obsequié el juguete, para que así recuerde a Eliot mientras que yo tomé un libro, era bastante grueso, y es que al abrirlo noté que no era un libro cualquiera, si no más bien se trataba de un álbum fotográfico.

Estaba lleno de fotos de Eliot, tanto de niño, como adolescente, inclusive algunas que al parecer estaban decoradas por el. Pero fue llegar hasta una donde me encontraba con el.
   Fue la primera fotografía que nos tomamos juntos, cuando aún éramos niños, verla solo me traía recuerdos, y viendo aquella fecha 2006, así que sin más solo sonreí, ya que no quería acordarme más de ese año, ya que también me traería horribles recuerdos, pero fue luego pasar la siguiente pagina y encontrar una donde  tenía la fecha 2018 y en la que ambos nos estábamos besando.
«¿Cuando nos tomamos esta foto?» Fue lo primero que pensé, ya que no recuerdo eso.

Pero al seguir viendo la foto observé una pestaña, donde ponía...«Agradezco a la hermana de Chad por mandarme la foto que más adoro.»

Fue sin más cuando volví a sentir nostalgia,ya que fue aquella vez que llegó a mi cuarto y donde nos dimos nuestro primer beso.

Y es que apenas habían pasado unos días y aún me cuesta saber como era su voz, pero estoy feliz, ya que tengo uno de los mejores recuerdos, que nadie se podría imaginar.



Fin.












Y aquí termina esta historia, la cual disfrute mucho escribirla para ustedes, se que tiene sus error pero aún así quiero agradecerles. Por el apoyo que le dieron.
Os quiero un montón.
Aquí se despide el escritor esta historia que tiene como nombre.

Admirador Secreto.

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