Todos estaban saliendo de los salones, ya era el toque del segundo receso, donde muchos se juntaban con sus "amigos" mientras que yo estoy feliz con mis libros, mi música, mis dibujos, mi comida y mi soledad.

—¡Hey cuatro ojos!.

Decía alguien detrás del zorro quien por los nervios rezaba por que no lo siguieran. Pero fue demasiado tarde. Por que solo sintió el tirón de sus sueter perdiendo el equilibrio. Y luego ver como el gran pastor alemán quien le dedicaba una sonrisa. Y sujetando las manos del zorro lo comenzó a acorralar hasta que eliot sintió la pared completamente fría, eliot al levantar su vista logró ver aquellos ojos de un color azul muy intenso.

—Cuando te hable intenta no ignorarme, porque pueda que sea lo último que hagas. — Hablo chad y con aun la sonrisa en el rostro, su tono de voz demostraba una inmensa molestia.

—¡Suéltame! .— Intentaba zafarse. Pero ahora chad le sujetaba de la chaqueta.

—¿Por qué lo haría?. —Y con la mano libre le quitó las gafas. — Quiero escucharte rogar por ellas.

—¿Me darías mis gafas... por favor?— Suplico.

—No. — Contestó y luego soltó las gafas, las cuales se rompieron. — Ups... se me resbalaron.

Eliot apenas si lograba ver sus gafas en el suelo. Estaba por hablar, pero solo sintió aquel gran golpe en su estómago lo que lo obligó a arrodillarse. Y luego el segundo impacto en el rostro. Y como pudo, el zorro se ponía de pie ayudándose con la pared que tenía detrás y su visión que se desenfocan en  momentos. Pero lo que si logro ver era el tercer golpe que se venía. Pero ese golpe nunca llego por que solo vio como una chica con ayuda de un libro golpeo el rostro del pastor alemán, quien ahora estaba en el piso.

—Como se atreven a tratar a alguien de esa manera.

—Mejor metete en lo que no te incumbe. — contestó chad, mientras se levantaba y se limpiaba la sangre que salió de su labio.

—Crees que me intimidas. — quitándose una chamarra que después lanzó a un grupo de chicas quienes miraban y filmaban con sus teléfonos.— Eres más que un estupido que le gusta molestar a Eliot. 

— He dicho. Metete en tus malditos asuntos. 

— Dame una buena razón por la cual quieres golpearlo. 

— Este hijo de la gran puta. — Se intentó acercar a eliot. Pero la chica estaba enfrente del zorro. — Se le ocurrió delatarme con el director, ahora tengo que hacer servicio comunitario obligatorio. — Mirando con odio al zorro. — Y también me vetaron tres partidos.

— El que tiene la culpa en primer lugar eres tu. Deja de molestar a eliot.

Eliot quien sorprendido por como la chica sabía su nombre. En la cabeza del zorro empezó a hacerse una idea. Posiblemente era ella quien me deja las cartas. 

— Claro que no!. Esto es asunto entre el marica y yo.

— Sabes trozo de mierda. — Contestó la chica con sonrisa en el rostro.— Los que insultan a otros con apologías homófobas. Son los que tienen su homosexualidad escondida aun. Dinos Chad, todavía no te voltean la tortilla.

Chad quien en sorprendido solo le enseño el dedo de en medio.  Y se marchó del sitio completamente molesto, soltando insultos y insultando al que se atravesara. 

—Ese estúpido, soplapollas.— Miró la chica como chad salía por la puerta.— Chico, aprende a defenderte. — Miro ahora al zorro dedicándole una sonrisa muy dulce.

—Por la forma que lo dices, suena muy fácil. Pero aun asi, muchas gracias por defenderme.— acomodándose su chaqueta. 

—Yo soy más pequeña que tú. — Dijo con una pequeña burla. 

— Kate. ¿Tienes gafas de repuesto?. — Y rápido otra chica se acerco y saco unas gafas. 

— No son las mismas. Pero espero te ayuden en algo. 

Eliot con una sonrisa en el rostro tomó las gafas y al colocarlas pudo distinguir a las chicas con un poco de dificultad. Ya que por el poco aumento que tenían apenas si mejoraba su visión.

— ¿ Puedes irte a casa?. Podemos acompañarte hasta tu casa. 

— Tranquila. Ya hicieron mucho por mi hoy, pero agradeceria que me llevaran hasta el portón. Llamaré a alguien para que me pase trayendo.

—Ya escucharon chicas.

Las otras dos chicas se acercaron al zorro. Y cada una tomó un brazo del chico y con mucho cuidado lo llevaron a la puerta principal.