Harry

Su noche era fuerte. Tenía todo a su favor, aún cuando había calculado millones de posibilidades, cuales funcionaran en sus clases de cita por internet. Estaban completamente juntos, bailando lentamente al ritmo de aquella bella melodía. Harry estaba tranquilo, mientras internamente éste agradecía a Jonathan por ayudarle mucho. No espera que fuera a ayudarle, ni mucho me nos a qué algo como esto estuviera pasando. Únicamente. Solo podía decir un gracias.

Sentía todas las miradas sobre el. Cada vez se sentía más pequeño, pero por alguna razón, aquel zorro que tenía enfrente, únicamente bailaba con el. Y solo una pregunta paso por su cabeza en ese momento, pero no sería tonto con arruinarlo con eso. Asi que se limito a decir un halago.

—Tienes una bonita sonrisa.

Lo que provocó un pequeño rubor en sus mejillas, ya que estaba nervioso por cómo reaccioné Eliot. Pero lo único que recibió, fue una sonrisa más grande.

— Muchas gracias. La tuya también lo es.

— Es extraño decir cosas como estás.

— ¿En que sentido?.

— Cariñitos. Siento que endulzan mucho una conversación.

— Lo dice un sujeto que sacó a bailar a alguien que estaba sentado con su amigo.

Soltó Eliot. Volteando a ver cómo su amigo seguía en su lugar. Jugando en su celular, mientras comía botanas.

— ¿Quien es el?.

— No tengo idea. Pero estudia aquí también.

— Seguro es de segundo año, ¿Se saltará clases?.

— No lo creo. Más bien creo que es de los académicos, su nombre está en la lista de los mejores.

— Supongo que algunos tienen el camino fácil.

Eliot solo se comenzó a reír. No sabía si el comentario que había escuchado, era algo de envidia. Oh simplemente una queja.

— Tú risa es bonita.

— Que horror. — Bromeando. — No me imagino que tipo de música escuchas. Si pensaste que mi risa es bonita.

—Pues, me pareció la más hermosa, que mis orejas pudieron haber escuchado.

Esto había tocado al zorro, y la verdad no sabía cómo reaccionar ya que no estaba acostumbrado a los cumplidos, pero que un extraño se te acerque, pida bailar contigo y que te trate muy bien, quien lo diría, los gustos del zorro son los desconocidos.

—Y dime. ¿Quieres algo de comer?.

Pregunto Harry. Deteniendo a ambos en su danza lenta, mientras Eliot solo reía. Pensando; ~Que forma más extraña de conocer a alguien. ~ El zorro por su parte. Acepto, y con delicadeza, fue jalado por aquel ser, quien lo dirigía a una mesa larga llena de botanas junto a la fuente de chocolates.

—¿Que quisieras probar?. ¿Caramelo, chocolate, alguna fritura?.

— Chocolate quedaría bien. — Mirando la bandeja con frutas.

— ¿Fruta favorita?.

Pregunto en broma. Al ver como el zorro había clavado cinco fresas en un palito y lo único que hizo, fue no verlo por pena. Provocando una pequeña risa en Harry.

— ¿Enserio querés que conteste?.

— Mejor no. — Notando el pequeño enfado del zorro.

— Tienes que probar esto. Está delicioso.

Mencionó el zorro. Probado aquel pincho. El sabor una mezcla perfecta, el chocolate no era tan empalagoso. Y la fresas estaban en su punto de madurez. Siendo la comida perfecta de la noche

—Bueno. Yo estoy viendo una que me encantaría probar.

Harry sonreía de una manera pícara a Eliot. Pero este apenas se enteraba de lo que pasaba, ya que el sabor de la fresa lo controlaba, y lo único que hacía era agarrar muchas más, hasta que alguien le llamara la atención por commerce solo esa fruta en concreto.

— Eliot. ¿Me estás escuchando?.

—Perdona, dijiste algo— Dijo mientras comía la última.

— Ja,ja,ja, debes ver tu cara, es genial.— Riéndose.

—Perdóname. —limpiando sus mejillas con una servilleta. — No suelo dejar que me vean comer.

—Tranquilo. ¿Conoces a alguien que sea así?.

—¿Qué?. —Dijo prestando ahora atención.— ¿Qué quieres decir con eso?.

—Bueno. Dicen que cuanto quieres a alguien. Actúas como el.— Mirándole a los ojos.— Así que dime, ¿Quien conoces así.— Sonriéndole.

Y es que al terminar la última frase, su mente se lleno de recuerdos de un patán malhumorado y lleno de ego. Pero no podía evitar, que en su cabeza esa frase tenía mucho sentido, fue lo mismo que le había dicho Jhonatan cuando lo encontró en el centro comercial. Ahora era alguien nuevo. Y solo por recordar su nombre, formó una pequeña sonrisa, y es que cualquiera que pase pensaría, este tío tiene un problema al sonreírle a la comida.

—Harry. ¿Por que estás conmigo?.—Pregunto sin mirarle.

—No entiendo la pregunta.

— Nadie en los años en los que estuve en esta escuela intento hablarme. Chad comienza a hablarme y ahora todos me saludan y mira. Tengo a un chico graduado con honores. Enamorado de mí

— Es normal. Chad es popular. Te volviste popular.

— Fue fácil explicarlo.

— Bueno. Se que es raro estar aquí. Siendo tú quien eres. Pero no lo tomes mal todo lo que te pasa.

— ¿Tengo algo bueno que ofrecer?.

—Bueno. Eres bajo, respetuoso, caritativo, atractivo, gentil. Tienes mucho que ofrecer, aún cuando vez el lado malo de las cosas, siempre estás bien. Eres como el Himalaya.

—Duro, frío y sin vida.

—¡No claro que no!.— Nervioso. — Lo que quiero decir es...

—Harry, eres un chico realmente amable, y adoro tu compañía, pero aún así... tu y yo no podemos estar juntos.m

La última palabra, para hacer que Harry se quedará mudo, por como iban las cosas su amor secreto no era correspondido. Tenía un mar de sentimiento, pero lo único que sentía era vergüenza y pena. Eliot noto como la respiración tranquila de Harry cambio. Por lo que entendía esta era su primera vez con una desilusión amorosa. Así que sin más se acercó al chico lastimado y le abrazó fuerte, sin más comenzó a sentir como caigan pequeñas gotas sobre su mejilla, y es que al levantar su rostro vio la mirada de tristeza de Harry, verlo le dolía así que sin miedo se acercó y plantó un pequeño beso, aún que signifique poco, está claro que al menos podría hacer algo por alguien, ya que no quisiera ver a alguien pasar por lo mismo que El Paso.

Poco a poco ambos se separaban, y viéndose a los ojos, Eliot con su mano seco sus lágrimas, y la mirada de tristeza que tenía, se había formado una pequeña sonrisa.

—Creo que somos como las asintotas. —Mostrándole una sonrisa al pequeño zorro.

—¿En que sentido nos parecemos a un problema de matemáticas?.

—Nos acercamos cada ve más, pero nunca podemos estar juntos.

—Eso fue muy bello.— Dándole un pequeño beso en la mejilla.— Se que te mereces a algo mejor que yo.

—Pero aún así, yo nunca te olvidare.

—Sigue así, ten más confianza en ser quien eres y serás feliz, no seas igual que yo, quien a perdido mucho tiempo sin amigos y con miedo del mundo.

—Lo intentaré.

Dijo abrazándose nuevamente, mientras ambos observaban como Chad entraba por la puerta, sin darse cuenta de que ellos estaban aún lado suyo. Pero claro, Harry tapaba a Eliot por su nerviosismo.

—Ve con el. — Dijo Harry, mientras calma a Eliot.— Si el té hace algo, ten por seguro que llegaré de inmediato.

—Muy bien, solo espero le guste lo que compre para el.

—Perdón por ser curioso, pero que compraste con exactitud.

Pregunto curioso. Pero no podía evitar sentir un poco de envidia, no sabía que el zorro tenía un obsequio.

—Un pequeño oso, muy especial para mi, pero ahora quiero que alguien más lo tenga.

—Creo que a él no le van ese tipo de cosas.

—Hay que intentarlo.— Dijo, mientras observaba como Chad está en una mesa bebiendo ponche.

—Buena suerte.

Comentó, mientras miraba a Eliot marcharse. Hasta llegar a un auto y sentarse, queria estar con el. Haría el mal tercio en una charla que estaba claro, no estaba invitado.