Capitulo 25
Los días habían pasado con pesar. Muchos de los que habían Sido afectados por aquel atentado, dejo una mancha en todos. Nunca hubieran imaginado, que alguien podría hacer eso, en un lugar en el que se supondría. Que deberíamos estar asalvo.
Muchos de los padres ponían su condolencia en las víctimas, pero. Muchos otros, trataban de quejarse frente al consejo de maestros, por qué aún con todo lo sucedido. La escuela seguía con los planes de realizar un baile escolar, algunos llegaron a comprender. Son los últimos días en que estudiantes estarían reunidos y así celebrar con alegría la salida de los estudios y entrar al mundo nuevo. El mundo laboral de los adultos.
Pero con el pasar de los días. Esos días se hicieron semanas y esas semanas, se convirtieron en meses. En los cuales, terminaron dando una noticia. El baile se celebraría a finales de noviembre. Así tener dos festividades juntas.
El baile de invierno y la siguiente semana. El día de graduación.
Muchos estaban llenos de alegría, al saber que el dinero que muchos habían invertido, no se perdería. La mitad sería para construir un pequeño monumento, en nombre de las víctimas y la otra mitad, celebrarían el baile.
Pero en los problemas de un individuo, eran distintos. Por simplemente vagancia, habiendo salido con sus amigos, este se había olvidado de comprar un traje nuevo, algo que lo hiciera ver elegante y mucho más atractivo. Y lo único que le quedó, fue buscar entre la ropa de su padre. Algún conjunto que pudiera combinar con el suyo.
Chad .
Tuve que llegar lo más rápido que pude a mi casa. Estaba cansadísimo, tuve que correr muchas cuadras, solo maldigo el día en que padre decides comprar una casa. En la cual la parada del autobús, está a 7 cuadras de distancia.
Estaba aturdido. Tenía días en los que no había hecho nada de ejercicio. Y el correr mucho, termino gastando todas mis fuerzas, pero el problema no terminaba ahí. La poca falta de tiempo que tenía era mucho peor, tenía al rededor de dos horas en escoger algo que ponerme.
Gracias a los cuantos consejos que tuve de mi amigo. Sabía cómo improvisar, al no tener ropa de marca. Me daba el lujo de modificarla a mi gusto, no todo el tiempo, era obvio. Pero me daba la ventaja en ciertos días, en los cuales no tengo la cantidad de ropa necesaria, oh simplemente, no tengo la adecuada para ciertos eventos.
De forma muy cautelosa termine en el cuarto de mi padre, apresar de la edad que tenía, sabía comprar camisetas. No todas eran de mi estilo, sobre todo en los colores que se dignaba a escoger. Pero un blanco era el color indicado. No lla mucho la atención y combinarlo es muy fácil.
Tenía la camisa, solo faltaría buscar un pantalón de la gran mayoría que tenía, así que eso sería descartado. Lo segundo era si ponerme un saco, oh con un chaleco estaría todo bien. Aún cuando en el nombre del evento diga baile. La gran mayoría, no va a eso. Solo es una excusa para poder tomar a gusto y escaparse para tener la primera vez en la vida.
Tarde poco en escoger todo. Estaba orgulloso de mi mismo.
— Esto es un logro en mi vida.
Y sin perder mucho más tiempo, termine sin ninguna prenda de ropa. Así como vine al mundo, con lo único que me cubría. Una toalla de spiderman en la cintura, rápido corri al baño. Interrumpiendo a la chica que estaba por entrar.
— ¡Idiota!.
Fue lo único que escuché. Su voz molesta al otro lado de la puerta, no le tome nada de importancia, mucho menos los golpes que estaba dando a la puerta para que saliera. No iba a tardar mucho, agua por todo el cuerpo, poner jabón en los lugares que normalmente huelen mal y únicamente aplicarlo dónde se que todos van a oler, osea, brazos y cuello.
No tenía mucho tiempo y con pasarme la toalla estaría era suficiente, en el camino me secaría. Nada más abrir la ventana del auto y dejar que el viento me secaría el pelaje.
— Todo tuyo.
Salí disparado de aquel baño en dirección a mi habitación, lugar en el que tarde menos en vestirme. Gracias a que todo lo que tengo como acompañante, ya está comprada. Corbata con nudo incluído. Solo los genios la tenemos. Incluso fue algo que estuve pensándolo un rato, por qué lo único que tenía de perfume. Era el ambientador de vainilla que uso cuando limpio el auto por dentro. Pero el aroma era agradable y sin pensarlo dos veces me lo coloque. Axilas, cuello y pecho. Saludo del baño y oliendo a vainilla. La mejor combinación del mundo. Aún cuando está no sea algo tan masculino.
—¡Papá voy a usar tu auto!.
Grite tomando las llaves del tazón que estaba al lado de la puerta. Pero lo único que escuché, fue un gran estruendo, escuchando pisadas fuertes y antes de que pudiera atraparme. Salí por la puerta.
—¡No se te ocurra tocar mi precioso convertible!.— Grito.
—¡Gracias Papá. Te amo!.
Contesto Chad desde el estacionamiento de la casa, mientras un padre preocupado salía de esta lo más rápido posible, observando como su auto se marchaba. Por aquella carretera.
—Vuelve aquí pequeño pedazo de ....
—¡Papá!.
Gritaba ahora su hija, saliendo con dos vestidos en cada mano, y la toalla al rededor de la cabeza.
—¿Que quieres cariño?.
Mencionó el hombre mayor, volteando y mirando a la joven con las dos prendas de ropa.
—¿Cual crees que es mejor?. El rosa fuerte. —Levantando su mano derecha— O el azul rey. —Levantando su mano izquierda.
—Me gusta el azul.—Contesto su padre Sonriente
—Gracias. Llevaré el rosa entonces. —Dijo entrando a la casa a cambiarse, mientras la sonrisa de su padre desaparecida.
—No hay de que. —Frustrado se sentó en las escaleras de su casa. —Ya estoy muy viejo para esto.
Así lentamente éste respiraba tranquilo, cuando salió su hija, llevando el vestido rosa, haciendo que su padre se sorprendiera mucho. No por lo bella que estaba, si no. Por qué el escote que tenía, era muy sugerente.
—¡Vuelve a la casa ahora!.—Enojado.
—¿Que?, ¿Por que?. — Confundida.
—Se te ven mucho las tetas
— Volteando. — Ve y ponte algo que te tape eso. Y quiero que uses un suéter. Por qué hoy ase frío.
— ¡Pero papá!.
— No quiero oír quejas. Y más vale que obedezcan, oh no te dejare ir a esa fiesta.
— Ya no soy una niña. Sabes que voy a crecer, y lo que tengo en mi pecho también va a crecer.
— Cariño entiende. — Más comprensivo. — Yo te quiero mucho. Y no quiero que te lastimen, me conozco como hombre. Y no quiero que un inútil salga solo por tu cuerpo.
— ¿Te estás escuchando?. — molesta.
— Si. Y se que te di un buen consejo. No lo mires como una molestia, solo quiero que te metas en tu cabeza. Que fue tu error haber nacido mujer. Así que ahora, cámbiate oh ponte algo diferente .
— ¡Esto es el colmo!. — gritando. — ¡Vivo rodeada de tarados!.
Y así resignada y completamente enojada, está volvió a dentro a cambiarse, escogiendo un pequeño chaleco que hiciera juego con su color de vestido. Abrochado hasta arriba así al momento de salir no fuera detenía nuevamente por su padre, que esperaba por la puerta. Así poder aprobar el traje.
— ¿Feliz?.
— Si. — contesto sonriéndole.
—¡Gracias!.— Emocionada, le plantó un beso en su mejilla y luego, con llaves en mano, tomó la camioneta color roja de su padre—Me llevó la camioneta papá.
—¡NOOOOO! Mi segundo bebé no.
—Gracias papa, te amo.– Encendiendo la camioneta, mirando como está se marchaba del lugar, mientras un padre lloraba por sus dos autos
—¡¿QUE MÁS ME VAS A QUITAR MUNDO!?– Grito a todo pulmón haciendo una rabieta, en el jardín principal.
Mientras Chad manejaba con una mano, con la otra tecleaba el número de Jonathan, para ver que está pasando en la escuela. Pero únicamente la llamada llega al buzón, lo único que pensaba es que ya estaría en la fiesta. Oh segundo, el inútil olvidó poner su teléfono en vibración y únicamente lo dejo en silencio.
—¡Mierda!. — Quejándose.
Y es que mientras pensaba en lo que podría pasar no me había dado cuenta que ya había llegado, y que tenía más de 15 minutos estacionado. ¿Que coño pasa conmigo?.
Puse el capo del auto y luego cerré las puertas con llave. Luego me guarde las llaves al bolsillo y arregle un poco mi traje de gala, no era el mejor entre todos. Pero así me dejarían entrar.
—Es la hora.– Me digo a mí mismo.—También dejare de hablar solo.
Pero algo le detenía el paso, no sabría que habría pasado. ¿Estaba nervioso?. Podría ser, pero lo que estaba seguro, es que el estaba ansioso, sus manos comenzaban a temblar y mil fantasias comenzaron a aparecer de golpe. Y dando un respiro fuerte. Este entrego por aquel marco el cual estaba lleno de globos.
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