Capitulo 22
Ambos chicos caminaban tranquilos, dando ya las 4:30 de la tarde. Jonathan hablaba sin detenerse, sin saber que Chad no le escuchaba, más bien, pensaba en que pasará el día del baile.
Éste comenzaría a las 6 pero la verdad, es que las ganas de asistir ya no las había perdido. Después de lo que pasó, no quiere ni imaginarse estando solo en el baile, sentado en la mesa bebiendo ponche, hasta que alguien me saque a bailar. Aún que una cosa es claro. ¿Por que estoy haciendo todo este drama?.
Después de todo Eliot ya tomó su decisión, ¿por que me sentiría mal por el?. De seguro ahora está en su casa, estudiando, leyendo, haciendo algo que solo los inteligentes como el hacen.
— Bueno colega, aquí me quedo yo.
— Bien.
— ¿Sucede algo?.
— Nada en particular.
— Bueno, esperaré hasta que me digas. — Mirando su teléfono. — Benja pregunta si entregaste los folletos del baile.
— Dile que sí.
— Entonces. Dime, ¿Irás verdad?.
— No podré ir. —Dijo sin mirarlo a la cara. — Tengo cosas importantes que hacer. No creo tener el tiempo de ir.
— Por favor. ¿Vas a estar así, solo por que Eliot no quiso ir contigo?.
Al decir lo último paré en seco, eso la verdad me había molestado. Pero claro, no le dejaré ganar nada. Así que solo seguí caminando ignorando todos sus comentarios, ni el ni ese zorro le importaban en lo absoluto.
—Parece que al final. Harry terminará bailando con el. — Mencionó Jhonatan.
Aquello si le había logrado detener. Y de alguna manera, había activado algo en el. Chad únicamente se volteó. Mostraba una mirada completamente entre confundida y a la vez ultra molesta.
—¡Repite lo que has dicho!.
Ordeno casi en un grito, sujetándose al Husky de mayor estatura, sabía perfectamente como alterar a Chad. Pero esta nueva faceta era completamente nueva.
—Lo que has escuchado.— Librando el agarre de Chad.— Tú querido novio si ira, ahora dime. ¿Que pasará?, ¿Cuando el chico que le dejaba cartas como un completo acosador, lo vea en la fiesta?.
—¿Ahora que estás diciendo?. Dijiste que era una broma para Eliot.
Chad únicamente termino llevándose ambas manos a su rostro. Estaba completamente frustrado, y pensar ahora en esta verdad, lo único que provocaba en el. Era un fuerte dolor de cabeza.
—Entonces.— Entendiendo.— Todo este tiempo. El chico que creía que habíamos inventado. ¿Es real?
—Absolutamente.— Buscando una foto en su celular. — Escucha, conozco a Harry, el es un amigo mío, y me dijo que le gustaba a alguien de nuestra escuela. Yo no le tome importancia ya que es normal, pero fue cuando me dijo de quien se trataba. — Enseñándole la foto. — Mirá
— ¡Maldiciendo!. — tomando una piedra del suelo y arrojando lo más lejos que podía.
— ¿Por qué esa reacción?.
— Ahora se quién es. Tenemos las mismas clases.
— Eso puede ser un problema ahora.
— Pero. Lo que no entiendo, ¿Cuando comenzó?. — recordando el rostro. — Este tal... ¡Harry!. A mandarle cartas.
Flashback.
| Dos meses atrás. |
Jhonatan.
Estaba sentado, comiendo una deliciosa hamburguesa en la cafetería con Benjamín. Hace como dos meses que comenzamos una relación a escondida. Y los únicos momentos en que nos juntamos, es en los días en que tengo biología y el clases avanzadas de matemáticas. Por qué esas clases únicamente las teníamos para recuperar alguna materia con baja nota. Pero al ser los últimos días de clase. Esas horas se suspendieron, teniendo dos horas libres en los que podíamos unirnos a algún comité. Oh simplemente estar explorando a antojo la escuela.
Pero la única desgracia de ambos, es que si alguien del equipo, se acercaba. Teníamos la excusa de que hablábamos de tácticas secretas para el juego, oh simplemente. Benjamin era mi tutor. Y era obvio siendo este de los estudiantes aplicados. Aún cuando ellos se creían la mentira. El único que sospechaba era Chad. Pero con lo estúpido que era, le habíamos dicho la verdad, y lo único que hizo fue enojarse. Por qué se pensaba que le estábamos jugando una broma.
—Tendré que llevarte en grúa si sigues comiendo de esa forma. — bromeó Benjamin.
— Sabes que tengo que ser grande. Soy el segundo al mando del equipo. — Excusándose. — Al menos no parezco muerto de hambre, deja de comer tanto pasto.
—¿Pasto?. Se llama lechuga. — Comiendo un poco.
—Pasto, lechuga. Es lo mismo— Dándole una gran mordida a su hamburguesa.
— Qué grotesco.
— Emmcerrio. — Masticando.
— ¿Y por qué mi pasto es malo?. ¿Pero el de tu hamburguesa, no?.
—Por que mejor no le vas a comer el culo a alguien más. Quiero disfrutar mi comida— Dándole otra mordida
— Tienes razon.
Jhonatan solo miraba como. Benjamín salió por la puerta. Y lo único que hizo, fue tragar grueso y dar un fuerte suspiro.
Y tomando una servilleta este comenzó a limpiarse la boca, los restos de salsa y mostaza que le habían quedado. Era evidente que no era la primera vez en que habían peleado de esta manera.
Obviamente como buen Alfa, pregunté si habían visto a un tío completamente enojado salir de la cafetería. Y el único que me dio las indicaciones fue un pequeño labrador, este usaba gafas y solo me señaló en que dirección lo había visto. Yo solo agradecí, y comencé mi rumbo.
Así que aprendiéndome las indicaciones llegue hasta una de las mesas que estaban para estudio, debajo de un árbol, dando sombra.
—¿Está ocupado?.
—No. —Levantaba la mirada.— Escogiste un buen lugar para comer.
—¿Por que me seguiste?.
—Quiero disculparme. — Tomando asiento. — Otra vez.
El único sonido que se escuchaba, era el del lápiz que sostenía Benjamin. Y sin importar que este no me dirigiera la mirada, era de esperarse que estaba molesto, oh posiblemente decepcionado. Ya que las anteriores veces, lograba escucharlo llorar, aún cuando esté lo intentaba ocultar. Pero con aquella mirada que Benjamin le había devuelto. Sabía perfectamente, que hasta aquí había terminado todo.
—Benjamín. Se que un lo siento ya es algo aburrido de escuchar. — suspirando. — Pero, por la mirada en tu rostro, entenderé. Y aceptare la decisión que hayas tomado. Pero antes solo quiero hacerte una pregunta.
— Eso es nuevo. — Sorprendido. — Podrías decirme entonces.
— Entiendo que no soy nada romántico, y las mierdas que te hice no tienen perdón. Pero. ¿Por qué aún seguías conmigo?.
— Una pregunta muy cursi de tu parte.
— Al menos podrías contestarme.
— Pero no hay nada que responder. — Mirando a Jhonatan. — Aún así. Me sigues gustando. Con todos tus defectos.
—¿Defectos?, ¿Cuales defectos?.
—Bueno. Eres molesto, grosero, pervertido, sin higiene, y sobre todo, muy imbecil— Riendo— Pero después de todo eso, sabes cómo hacer reír a todos. Y tus bromas, aún cuando cruzan la línea, son divertidas.
Aquello de verdad había tocado algo en mi. Tal vez por ver su rostro, el cual transmitía una completa paz, lo único que me produjo. Solo fue sacar una pequeña risa. Y luego me entrego aquella página, yo la tomé con ambas manos, mirando que se trataba de un dibujo. Benjamin me había dibujado, entre trazos muy complejos, yo había quedado atontado, pero seguido de un pequeño rose. Al voltear mire que se estaba sentado al lado mío.
Y con un suave toque gentil, sentí su mano tocar una de mis mejillas y a medida en que miraba como su rostro se acercaba, sabía a la perfección que estaba siendo perdonado.
Por qué la sensación cálida y el suave contacto de los labios de Benjamin. Siempre me producía una sensación electrizante. Y al cerrar mis ojos, solo repetí lo que había hecho, llevando una de mis manos a su rostro, acariciándola suavemente, hasta sujetar la parte trasera de su cabeza, así profundizando más el beso.
Yo quería seguir sintiendo su suave toqué, pero al sentir su pequeña molestia, yo separé mi rostro del suyo, y lo único que aprecie. Fue ver sus ojos de color miel, y acercándome nuevamente, deposite un pequeño beso en una de sus mejillas.
— Gracias por perdonar a este idiota.
— No importa. — acostando en el. — Tienes la suerte de ser atractivo.
— Eso dolió.
— Dime. Tu soportarían a alguien feo.
— Supongo que no.
En ese instante. Benjamin comenzó a reír, sabía que Jhonatan era un corazón blando. Lo que terminaba en momentos como este, aún que al principio dolían, con el tiempo. Supo que no era su culpa, pasar tanto tiempo con chicos como Chad. Podrían volverlo a su imagen y semejanza, y la única oportunidad que tenía, de ver al chico a quien decidió abrirse de forma amorosa, era un completo alivió que este le haya correspondido. Aún cuando únicamente comenzó por pura curiosidad por parte del propio Jhonatan.
Pero sus momentos de felicidad habían terminado, cuando escucharon como alguien más había entrado, así que rápidamente estos se habían separado. Por miedo a que alguien del equipo los viera de forma cariñosa, pero lo único que divisaron ambos. Fue alguien que para. Jonathan se le hacía conocido, ya que se sientan juntos en las clases de matemáticas.
Ya que estando enfrente de la banca se miraba completamente triste.
— ¿Todo bien hermano?. — Pregunto Jhonatan.
—Hola Jonathan.Hola Benjamin—Dijo amablemente, escondiendo un pequeño trozo de papel color verde menta.
Benjamín fue el primero en notar el comportamiento extraño de aquél, y junto cuando había divisando la hora de color verde en su mano. El chico nuevo noto su mirada y rápido la trato de esconder.
— ¿Algo que contar?.
— Jhonatan. — Molesto.
— Tú también lo viste Benja. No te hagas el inocente.
—No es nada. Es solo algo tonto.
—¿Podemos ver?— Pregunto amable Benjamin.
Aquél trato de ocultarlo, pero conocía al sujeto que se le había acercado. Y de todo el equipo, sabía que este no era un bruto como el resto. Y mostrando una mezcla de molestia, este acepto. Esperando alguna burla por parte de el.
— Esto es muy bello. ¿Estás en el club de literatura?
—¡Déjame verlo!.— Quitándole el papel a Benjamín y leyéndolo. — Tu pelaje rojizo solo me hace recordar al suave y cálido otoño, como tus ojos me recuerdan el mismísimo espació, los cuales algunos sienten miedo, yo siendo una atracción y su misma belleza.... — Analizando. — ¿Te gusta cuatro ojos?.
—¡No le llames así!—Levantando la voz.—Su nombre es Eliot. — Quitándole la nota.
—Entonces por que no vamos a decirle. Me parece genial que alguien guste de él.
—No puedo hacerlo Benjamín. — Mirándole. — Ya que cada vez que intento hablarle me quedo mudo, y tengo miedo de que se me salga algo estupido.
—Por que no haces lo que hizo Jonathan conmigo.— Dijo alegre. —Déjale cartas, notas y así él tendrá un admirador secreto. Y por su propia cuenta comenzará a buscarte, y cuando te encuentre, tendrás un peso menos. Por qué será el quien te hablara.
—No lo se, no soy muy bueno escribiendo cosas así. Apenas si pude escribir algo así.—Desanimado.
—Jonathan te ayudará. ¿Verdad?—Dijo Benjamín, mirándolo serio.
— ¡Perdón!. — fueron las únicas palabras que este dijo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro