Capitulo 18
El día había transcurrido tranquilo, ambos chicos tuvieron que ir de tienda en tienda para poder conseguir un traje económico, pero lo único que consiguieron fue una chaqueta. Que lograron combinar con una camisa y un pantalón de mezclilla.
—¡Por fin!.
Grito Chad, comenzando a llamar la atención de los que se encontraban al rededor. La causa fue por que habían encontrado uno, bastante bien de precio. Pero. Había un pequeño detalle, y eso llevaba un nombre. Eliot.
—¡No puedo usar esto!. El fucsia no es un color que yo usaría.
—Vamos, no sabemos hasta que te lo pruebes.
Dijo tomando a Eliot de la mano y metiéndolo un poco brusco de la pequeña cabina para probarse el traje. Así que mientras Eliot se cambiaba; Chad se distrajo un poco viendo su celular, dándose cuenta que ya darían las 4:00 de la tarde. Aún que en su casa recibiría un regaño por parte de su padre...estar cerca de este zorro ha valido la pena. Es bueno, en el buen sentido claro.
—Ya termine.
Se escuchó del otro lado de la cortina, sacando a Chad en su profundo pensamiento. Y ahora prestándole atención al chico que aún se encontraba escondido, la curiosidad lo mataba, esperaba poder verlo con un traje.
— Sigo con lo mismo, este color no me gusta.
—¡Venga ya!. Si todavía no te he visto, ¡Quiero verte!.
Así fue como lentamente éste comenzaba a salir, mostrando lo increíble y muy tierno que podría verse el zorro, la sensación que recorría mi cuerpo era extraño, podía sentir como mi pelaje se erizaba, era igual como masturbarse por primera vez. Solo que un poco más romántico.
—Te vez genial.
—¿Lo dices enserio?.
—Claro que si. Pero antes, déjame arreglarte ahora yo.
Acercándose al zorro lamió ambas manos y las paso por la cabeza de Eliot, para que así su cabello se quedara en una posición mejor, más al estilo de chico que le gusta divertirse. Luego retiro los anteojos que llevaba puestos. Quedando con total impresión.
—¿Ocurre algo?.
— Quien lo diría. Debajo de esa capa de chico sabio, se encuentra esto.
— ¿Qué clase de esto. Te refieres?
Dijo, mirándose en el espejo del probador, pero fue mas extraño cuando la mirada de Chad estaba sobre el. Y voltearse y así mirarlo, no parecía una buena idea, ambos se encontraban callados, la tensión aumento cuando el de mayor estatura acerco su rostro al suyo. Pero algo los detuvo, cuando escucharon que otras voces entrar al probador, y con un poco de vergüenza ambos se alejaron del otro. Chad mirando el suelo y Eliot. Mirándose nuevamente en el espejo.
—¿Enserio crees que me veo bien?.
— Claro, no te mentiría.
— Supongo esta bien.
— ¿Supones?. Te vez fantástico.
—No bromees— Exaltado —¡Este no soy yo! Chad, yo lo siento, pero creo que me estoy arrepintiendo.
—Que. — dijo sin ninguna emoción.
—Lo siento, no puedo.
Dijo sin más, para volver nuevamente a la cabina, mientras hablaba desde el otro lado.
— Chad perdóname, por hacerte perder el tiempo...solo espera, saldré en un minuto, vale.
Mientras que afuera alguien no decía nada, está completamente desilusionado, ya que después de todo él no iría, aún que viéndolo bien, no se por que había pensado en que verdad iría a la fiesta, o más bien, que me acompañe. Creo que el estúpido esta vez fue Chad.
—Esto está mucho mejor.
Dijo Eliot con una sonrisa, mientras salía con el traje en el perchero para colocarlo de donde lo había sacado. Eliot estaba mas calmado consigo mismo nuevamente, podía respirar tranquilo. Y tomando algunas prendas que había escogido, una mas cómoda.
— No soportaba estar más tiempo metido dentro de esa cosa.
—Si lo que tú digas. Oye me tengo que ir, tengo que hacer algo en casa.
—Espera te acompaño. Dejame pagar esto.
Contesto esperando algún comentario, pero lo único que sentía era esa vibra violenta. Pero intento ignorarla, por que pensaba que solo se trataba de algún mal entendido. Así que nuevamente intento preguntar, pero esta vez mas calmado.
—Vamos, no te dejare ir solo, además yo...
Rápidamente fue interrumpido por un fuerte grito que decía, — ¡SOLO LÁRGATE!. — Haciendo que éste retrocediera un poco asustado, Eliot ya conocía la parte buena de Chad, pero también conocía mucho mejor la parte mala. Y nuevamente estaba ahora alerta, esperando ver si la mano de chad se dirigía al rostro.
—Perdón. — retrocediendo. — Yo solo intentaba...
—¡Solo callate estúpido!— Este comenzó a reír, pero luego noto como el zorro temblaba—No me lo espero viniendo de alguien tan patético, es normal que siempre estés solo, y veo que en verdad eres lo que dicen en la escuela.
—Chad no entiendo. ¿Qué paso?
— Solo alejate de mi. Ya me humille estando contigo.
— Pero...
— Si no te vas dentro de tres segundos. Las cosas que tenia en mente hacerte cuando me delataste. Están por cumplirse.
Este solo se dio la vuelta y al intentar esquivar los pasillos de ropa. Miraba como muchos mantenía sus miradas fijas en el, provocando que cada vez aquellos pasillos se hicieran mas estrechos. Un ataque de ansiedad apareció. El llanto se había trasformado en alguna emoción ahogada. Quería ocultarse, pero ya estaba en la caja, pagando las cosas, y con un total de solo 78 dólares. Dejo uno de 100. Y sin llevarse el cambio, tomo la bolsa con sus cosas y casi corriendo dejo la tienda.
Este termino corriendo por todo el centro comercial, esperaba no encontrarse con nadie que lo reconociera. Pero también esperaba que Chad no lo siguiera, chocando con algunos, que no sabían que pasaba, solo ignorando. Eliot no tardo mucho en llegar, colocándose debajo de un árbol de ceiba más grande que había, ese era su lugar personal donde podía desahogarse sin miedo de que alguien lo mirara, o escuchara. El bosque que en un principio estaba en total silencio, era inundado por el fuerte llanto de Eliot, quien se había quitado sus gafas para que estas no se mojaran.
Mientras lloraba, se secaba las lagrimas, quería ser fuerte, pero no podía. El menor recuerdo de lo que Chad le había dicho era como si una navaja te entrara en la espalda. Cuando en un principio pensó en al fin tener después de 17 años, su primer amigo. Si tan solo todos supieran que ese rumor que está en la escuela es una completa mentira, Las cosas no fueran de esta manera. Pero creo que los marginados como yo siempre seremos y nos sentiremos de esta forma.
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