Chad no perdido el tiempo, trato de muchas formas para que Eliot no se fuera, quería hablar con el. Tenía que arreglar todo, no podía dejarlo ir.

No por qué supiera que fuera gay de clóset, si no. Que ahora sabía la verdad sobre las notas, sabía perfectamente que si Eliot hablaba con cualquiera, sería su despedida del equipo de fútbol, también de que su padre le prestará el auto. Pero aún así, Eliot no paraba.

— ¡Chad para ya!.— dijo casi en un grito.

— ¡No!.

— Muy bien.

Eliot se dio la vuelta, esperando que Chad lo tomara de su sudadera, y al momento de que este la tomo, en un reflejo este se la quitó, corriendo escalera abajo, hasta pasar por lo que parecía el comedor, donde se encontraba la hermana de Chad con una laptop, y su padre con un libro.

Ambos se habían asustado cuando vieron al zorro correr, pero luego miraron a su hijo/hermano seguirlo detrás de él, como si la vida dependiera de eso. Ambos se voltearon a mirar, y también fueron detrás de él. Así poder enterarse de lo que estaba pasando.

—Eliot.— respirando. —Déjame explicarte.

— Chad no tienes por que pedir disculpas.

 Dijo mientras observaba el suelo, aún que fue lindo recibir cartas de un completo extraño, pero cuando descubrí todo se derrumbó, mis esperanzas de que alguien me quería. Inclusive que la persona que me hacía todo esto me digiera la verdad antes de que yo fuera a ese lugar no hubiera salido vivo. Todo se trataba de una vil y desagradable mentiras de un tipo que por una vez en su vida le había demostrado algo mas. Parece que la frase, todos podemos cambiar, solo funciona si tu no conoces de nada al sujeto.

—Pero quiero hacerlo, yo solo quiero que al menos, antes de la graduación quiero hacer lo correcto.

— Supongo que las otras veces en las que me humillaste. Ahí no pensabas en tu futuro.

— No traigas cosas del pasado. 

—De todas formas. Ir a la graduación, no esta en mi lista de cosas por hacer.

—¡Que!.— sorprendido. — Pero,  tienes que hacerlo. ¡Hola!— intentando entender a Eliot— Es una graduación, el mejor evento de todo joven. Significa un paso de dejar la adolescencia y entrar un poco al mundo de los adultos.

— Ni siquiera sabes como funciona una Universidad. — con poca cordura.

— Claro que si. Dependiendo que carrera tomes. La universidad tratara de buscar un mejor trabajo. 

—  SI. Pero solo si ves que por tu propia cuenta, haces lo que se te pide. Eso significa que estudies, saques buenas notas por tu cuenta. 

—  Obvio. No soy un imbécil. El poder de este mundo es tu inteligencia en lo que ya conoces.

— ¿Por que ahora suenas como un maestro de filosofía?

— Uno aprende cosas en los castigos. Me dieron a leer muchos libros.

— Chad no voy a ir, punto.

Con enojo este comenzó a caminar, no quería seguir perdiendo el tiempo con alguien como el. Pero fue el agarre de Chad que no lo dejo avanzar. Y por un momento logro volver a ver aquellos ojos, su mirada era muy extraña, eran las pocas veces que en ella no se mirara una expresión seria, oh una que diera miedo.

— ¡Alto!.— Grito deteniéndolo. — ¿Qué te parece si yo voy contigo?.

— ¿Qué fue lo que dijiste. 

Sorprendido este se detuvo, mientras ahora ponía atención a lo que su Bullying decía. Ni siquiera se podía imaginar que algún día alguien como el le pidiera tal cosa. Tal vez en una historia sacada de la mente de un perturbado. Pero el.

—Bueno. Tu mismo lo dijiste. — Acercándose a Eliot. — Es tu turno para humillarme. ¿Qué te parece?

— No. No puedo hacer eso. 

Eliot estaba mucho mas confundido, sabia que el era un desgraciado. Pero tampoco se convertiría en el, ni hablar.

— Eliot, hazlo.— besando su mano. —  No me preguntes por que hice eso, pero déjame hacer esto por ti. Al menos así sabrán que pude disculparme contigo, de alguna forma.

— Pero no puedo hacerlo. —  retirando su mano. —  No entiendo. Por que me pides algo así. 

— Ya te dije. —  apenado. —  Es como una venganza, por todo lo que hice.

— Tampoco es correcto.

—  No me obligues a rogarte.  — mostrando una mirada mas seria.

— Si te digo que si. ¿Pararas de comportarte de esta forma?.

— ¿En que forma te refieres?. 

— Al de un asesino violador. Nadie te ha dicho que tu mirada en la que amenazas. Es muy extraña. 

— Hablaremos eso después. Ahora lo importante. 

— Está bien, lo haré.

 Aún que Eliot no le gustaba la idea, al menos tengo que decir que intenta hacer las cosas bien, aun si eso se tratara en humillarse, haciéndole creer a todos que es gay y que esta relacionado conmigo de alguna forma.

— ¡Si!. — levantando sus brazos en victoria.

— ¿Entonces que me recomiendas ponerme? 

— No importa. Cualquier cosa te hace ver sexy...

Eliot pensó que había escuchado mal. Incluso intento decir algo acerca de su comentario, pero lo único que recibió fue: — Ya es muy tarde, no te interrumpo mas. — y como todo un cobarde, solo dejo a Eliot con la duda. Por primera vez aquel perro que le hacia la vida una pesadilla, le había dicho un cumplido. Aun cuando sus palabras no fueran las indicadas para referirse que alguien se viste bien. Pero conocía bien a Chad. Así que alguna de su ex, estaría acostumbrada a ese tipo de cumplidos.

Eliot por curiosidad volvió a ver a aquella casa, mirando que el estaba en la ventana, y al descubrilo. Rápido la cerro, sabia perfectamente que lo que había dicho estaba mal. Y por la vergüenza a quien se lo había dicho, estaba claro darle un poco de tiempo. 

— Felicidades.

Chad volvió a asustarse, cuando una voz se escucho en a sus espaldas. Cuando vio de quien se trataba, era la estúpida de su hermana. Esta hizo todo lo posible por intentar asomarse y ver por que su hermano se comportaba de esa forma, y con una patada en una de sus piernas logro tumbarlo, y con esa oportunidad logo ver por la ventana, dejando ver como alguien se alejaba, pero por la distancia que había ya no reconocía de quien se podría tratar.