El día en la escuela era tranquilo. La mayoría de salones estaban ocupados por los estudiantes, y en uno de ellos estaba un zorro conocido su mirada estaba concentrada en los problemas de su cuaderno, terminaba uno y luego resolvía el siguiente.

Eliot era uno de los alumnos estrellas en la clase de matemáticas, lo cual no era sorpresa para muchos. El tema era álgebra, uno que dominaba a la perfección al igual que la química oh física.

El zorro al levantar la vista para poder anotar los últimos cuatro que faltaban. Una pequeña bolita de papel callo en la mesa en la que trabajaba. Eliot miraba quién era el que la había lanzado. Fue grande su sorpresa al ver como aquel pastor alemán levantaba su mano y su rostro mostraba una amplía sonrisa.

— Mira la nota.

Dijo Chad en voz baja. Así no llamar la atención del profesor que solo estaba sentado enfrente de su laptop mirando algunos documentos y bebiendo de su café.

Eliot estaba confundido. Así que sólo había hecho caso a Chad, tomando la bolita de papel en la cual estaba escrito

  ¿Puedo sentarme contigo?

Eliot estaba sorprendido. Así que sólo volteó a ver aquel gran chico, quien junto sus manos en señal de súplica. Eliot solo rodó los ojos y asentó con su cabeza. Chad por otro lado no tardó en sentarse junto al zorro, mientras que el profesor solo miro como aquel chico cambiaba de lugar y pensaba. ~No me pagan lo suficiente para pelear con adolescentes~.

Por un momento el mundo se había parado, eliot estaba arrepintiéndose por haber aceptado, pero de todas las veces que había hablado con Chad terminaba completamente igual. Así que sólo trato de controlarse, pero también evitando que Chad se diera cuenta.

— Gracias por aceptar.

Susurro Chad, mientras abría su cuaderno. Eliot por comparar resultados de los problemas supo enseguida por qué Chad había pedido sentarse al lado.

— Zorrito podría...

No termino de hablar cuando Eliot solo le acercó su cuaderno al lado, Chad estaba alegre por qué el zorro le estaba dando copia. Así que este sacó su celular y tomando foto de cada resultado este le envío las fotos a sus dos amigos que estaban al lado de el. Quienes al recibir las imágenes rieron sin elevar mucho la voz.

Aeliot  no me importa mucho lo que estaba pasando, varios años estudiando al lado de Chad ya estaba acostumbrado de alguna forma a su manera de actuar. Así que, de manera disimulada, conecto sus auriculares a su celular y comenzó a poner alguna canciones al azar.

Pero fue ahora Chad quien miraba al zorro, había notado su silencio. Al momento de voltear solo miro como este apoyaba su cabeza en una de sus manos. Mientras hacía garabatos en el escritorio, de alguna manera sintió algo... Quizás un poco de remordimiento. Pero aún así esas ideas se las quitó rápido de la cabeza ya que necesitaba al menos una nota muy alta. Y no ser suspendido de las prácticas.

— Zorrito. — Susurro Chad. — ¿Tienes algún posits?

Y sin hacer decir nada eliot solo busco en su estuche. Encontrando uno de color azul y sin despegar su mirada del cuaderno se lo dio. Cosa que molesto un poco a Chad. Pero de todas formas solo se mantuvo en silencio. Y sin que eliot lo viera, este comenzó a escribir sobre él.

— ¡Clase!. — Hablo el profesor. — Ya casi es hora de salir. Si no terminaron los problemas está bien. Los revisaré mañana a primera hora.

Y tras decir eso. Un suspiro por parte de todos los estudiantes que estaban en el salón se escucho. Ahora cada uno se encontraba guardando sus cosas, eliot solo levantó la mirada para poder ver a muchos hablando entre sí. Este solo respiró hondo y se estiró, pero al voltear ver a su costado, miro un espacio vacío y al buscar al chico que se había sentado con el, ahora se encontraba riendo y bromeando con su grupito de amigos.

Eliot solo rodó los ojos, y mientras aún tenía tiempo decidió terminar el último ejercicio. Pero algo le llamaba la atención, ya que su cuaderno Chad lo había dejado cerrado, pero la pequeña página de color azul sobresalía. Así que decidió abrirlo y mirar el texto que tenía escrito.

Nota número 10.
Chad.

Oye. No tienes por qué ignorarme todo el tiempo, espero no pienses mal de mí. Yo ya había terminado el trabajo pero me senté a tu lado por qué los hijos de puta de mis amigos me molestaban, así que les mentí que no había hecho nada. Así que me senté contigo para copiarte y pasárselas pero no les di tus anotaciones, si no unas de la clase pasada pero los imbéciles ni lo notaron. Y no te preocupes si no terminaste yo resolví los últimos de tu cuaderno. Espero que sea una prueba de que no quise usarte. Y para compensarte aún más. Quisiera invitarte a ver una película el miércoles. Pero ponte algo más masculino, por qué el pantalón que andas ahora hace que se te vea un culo muy grande y delicioso, jajaja. No homo Bro solo es un cumplido.

Esperaré tu respuesta después.

Al momento de terminar de leer la pequeña nota, dentro de eliot comenzaron a formarse muchos sentimientos encontrados, el primero asombro, el segundo confusión. Pero todo se derrumbó dentro de el, cuando al momento de ver a Chad nuevamente, notará como este le miraba y con sonrisa en el rostro solo le guiñó mientras volvía a la conversación con sus amigos. Hasta que la campana sonará.

Eliot por primera vez estaba feliz. No es que fuera un trámite con sentimientos suicidas. Si no más bien, que una vez en la vida, uno de los chicos que lo hacía miserable le había escrito algo que le agraria siempre. Luego el sonido fuerte de la campana hizo que todos se levantarán de sus asientos, y en orden salieron.

Los pasillos estaban repletos de todos que salían al mismo tiempo, el zorro avanzó tranquilo, siendo saludo por algunos que sólo lo miraban pasar, oh de aquellos habían compartido asiento en alguna clase.

— ¡Eliot!.

Le llamó la atención una voz detrás de él. Cosa que el zorro al voltearse miro a un husky  de ojos azulados.

— ¿Sucede algo?. — Preguntó el zorro.

— En la clase de química. ¿Esther puede unirse con nosotros?.

— Si. No hay ningún problema, pero puedes pedirle que consiga información sobre las células madre y algunos tubos de ensayo, no podre conseguir más para el lunes.

— Está bien, le diré que venga preparada.

— Bueno.

Fue lo único que dijo, para solo darse la vuelta y comenzar a caminar en dirección a su casillero y dejar solo los libros. Pero fue para su sorpresa que no solo estaban sus cosas, si no que en ella estaba una nueva carta, y con cuidado este la tomo. Al principio no quería leerla. Ya que había pasado mucho tiempo. Eliot estaba molesto por algún motivo de que su amor secreto lo dejara unos días, pero pensándolo mejor. Una carta de un extraño no a matado a un.

Nota número 11.

Hola...¿Como te encuentras?, solo quiero decirte que lo siento por dejar de mandarte cartas y dejarte solo. Pero ahora tengo el valor y valentía para poder hablarte, así, ¿que piensas si vamos a ver una película al cine? Si decides ir pues será el miércoles a las 2:30, espero poder verte.

Cada palabra escrita en la nueva carta del chico misterioso era un problema para eliot. Sin darse cuenta tenía dos citas para el mismo día. La primera con alguien completamente anónimo, sin ninguna pista de cómo sería, y la segunda era nada menos que el ser más inestable que conocía.

— ¿Hasta ahora la estás leyendo?.

La voz que había salido de la nada asustó a eliot. Quien había tirado unas cosas. Llamando la atención de los que pasaban, pero al ver quiénes eran los protagonistas solo pasaron de largo.

— Veo que aún me tienes miedo. Eso es bueno. — dijo Chad, dejando escapar una risita.

— No. Es sólo que me asusté por qué me hablaste de la nada. — Decía mientras escondía la nota entre medio de sus libros.

— Jajajajaja — Reía Chad cada que recordaba el brinco que había pegado el zorro del susto. Ya que en un principio esa fue su idea — Entonces lindo zorrito.

— ¿Entonces que...?

— Lo que decía la nota que deje en tu cuaderno.

— ¡Oh!. — Reaccionando. — No te preocupes. Sabía que por algo te sentaste a mi lado.

— Si. Pero de todas formas. — metiendo sus manos en su chaqueta. — ¿Tendrás libre para ir a ver una peli?.

— Si. Pero la verdad es que este miércoles no puedo, hice unos planes con alguien más.

— Lo entiendo. — Decía Chad bajando sus orejas.

— Pero el domingo podré. — Apenado. — Si aún deseas claro.

— No podré. Igual, de todas formas gracias por tu tiempo. — Mirando su reloj. — ¡Carajo!. Voy tarde al entrenamiento. Zorrito escríbeme mejor. No tengo mucho tiempo.

— Está bien. Supongo.

Decía eliot. Mientras observaba como chad desaparecía entre medio de la multitud. De estudiantes, por alguna razón eliot se sentía extrañado. Pero un comentario hizo que este le llamara su atención. Así que solo se limitó a escuchar.

— Si. Escuché que van a entrenar y tengo que ir a tomar algunas fotos para usarlas después.

— irás tú solo. — hablo otro animal.

— Si. De todas formas estarán en la cancha y yo en las bancas tomando fotos. — Quejándose. — Quisiera que alguien tomara mi lugar. Hoy tenía cita con el estilista.

— ¡Yo puedo ayudarte!. — Dijo rápido Eliot.

— ¿Estás seguro?. — dijo el canguro con la cámara en mano.

— Puedo ayudarte. No tengo nada que hacer.

— Si eso todos lo notamos. De todas formas está bien, toma. — Entregándole la cámara. — Recuerda tomar fotos buenas, una del equipo entero, otras mientras juegas y una del entrenador.

— Está bien. Prometo serán las mejores.

— Eso espero cariño. — dijo sin importarle mucho las palabras del zorro.