Me levanté, muy animado, era el día de mi cumpleaños. Aunque el buen ánimo se cagó de inmediato, me caí de culo por las escaleras ya que alguien dejó tirada sus revistas anime porno y me tropecé con éstas.

"Puto Marty..." pensé, frustrado.

Todos los chicos de mi banda estaban sentados viendo al televisión, a su vez que bebían cerveza. Me miraron y luego seguían admirando el programa del noticiero.

Me sentí icnoradoh.

- Feliz cumpleaños, Maruchan, te dejamos los regalos sobre la mesa, desayuna y ahí si quieres te vienes a sentar con nosotros -me dijo Nick, sin despegar la mirada de ese aburrido noticiero.

Fruncí el ceño.

- Feliz cumple, Dave -Junior si se molestó en mirarme y sonrió.

Marty miró y no dijo nada, sólo continuó viendo la tv, a su vez que murmuraba...

- Nya nya, caguai desu baka oniichan...

Fui al comedor, a pasos cortos y pesados, estaban mis regalos sobre la mesa muy mal envueltos, había uno con forma de pene, ah, sí, seguro es la play que pedí para la navidad pasada.

Los abrí todos: un consolador, un corpiño, una toalla sanitaria manchada con monstruación y uno que venía de otro lugar que no era la banda, lo mandaron por correo... ¿sería la play?

No, era un puto pastel, de un jinete cabalgando un caballo que se follaba a un mecánico y abajo estaba escrito:

"Vivan los cuatro jinetes, marica, muérete con tu mechanix. Con hamor: Quirk Hammett ♥"

Vaya, bale bergah la bidah.

Me sentí solo, muy solo, demasiado solo.

Debo dejar de decir "solo" antes que me dé progeria.

Doro dejó de hamarme, Jeff Young es un marica, Diana una perra, los de mi banda me han regalado basura, excepto por el corpiño porque... olvídenlo, huele a pene esa mierda, ya no me sirve.

Tengo la sensación de que nadie me quiere, que soy odiado por todas partes, la fama no me sirve de nada, soy un asco de persona.

Tocaron la puerta y fui a abrir, un puto niño con cara de ratón y una sonrisa de violador del bosque, fruncí el ceño y advertí:

-Ahorita no, joven.

Y le cerré la puerta en la cara.

- ¡Deif Mostein te hamo erez mi d10zz!

Fruncí el ceño, asqueado. Prosiguió tocando la puerta. Abrí sólo porque me dio pena.

- D10z Maruchan, ¿me kiereh dar un autógrafo? -me enseñó un marcador negro y una camiseta negra.

JAJA que bruto, póngale cero.

- Ahorita no, joven, que voy a cagar.

Volví a cerrarle la puerta en la cara.

Insisto, veo mis regalos de cumpleaños y a mis compañeros de banda, lo primero que pienso es que nadie me ama, soy feo y que moriré sólo, virg... no, eso último no, lels.

Abrí el refrigerador mientras me rascaba mis pelirrojas bolas... bueno, unos tacos no estaría mal para desayunar, sólo espero no acabar con cagadera más ratito.

A falta de amor, unos tacos al pastor (Y)