━ CHAPTER THIRTEEN,
( Nicolás Flamel )

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ELIZABETH YA NO se hablaba con Harry y estaría así hasta que el muchacho se diera cuenta que fue culpa de él y le ofrecía una disculpa.

Hermione regresó el día anterior al comienzo de las clases y antes de que Hermione pudiera saludar a Harry, Elizabeth la tomó del brazo y fueron a la habitación para que le pudiera contar todo.

Hermione estaba dividida entre el horror de la idea de Harry vagando por el colegio y desilusionada porque no habían descubierto quién era Nicolás Flamel. También está molesta porque ella realmente esperaba que Harry y Elizabeth pasarán lindos momentos juntos, pero al parecer fue todo lo contrario.

Elizabeth le hacía la ley del hielo a Harry, pero cuando era necesario le hablaba. Este estaba realmente arrepentido pero no sabía cómo pedirle disculpas ya que la chica ni siquiera lo miraba.

Elizabeth ya no quería seguir con la búsqueda de Flamel porque parecía en vano. Cuando al fin empezaron las clases, solamente buscaban por diez minutos en los recreos.

Cuando Harry entró a la sala común se encontró con Ron jugando ajedrez con Hermione, el ajedrez era la única cosa en la que ella perdía. Y rodó los ojos cuando notó que Elliott le estaba leyendo un libro a Elizabeth, que se encontraba recostada en su hombro.

Cuando Ron se dio cuenta del estado de Harry, creyo que era por Elizabeth pero quizás era algo mucho peor.

Hermione llamó a Elizabeth, ya que Harry tenía algo que decirles y les explico en susurros.

—No juegues —dijo de inmediato Hermione.

—Diles que estás enfermo —añadió Ron.

—Finge que se te ha roto una pierna —sugirió Hermione.

—Rómpete una pierna de verdad —dijo Ron. Elizabeth solo los miraba en silencio sin una idea qué se le ocurriera.

—No puedo —dijo Harry—. No hay un buscador suplente. Si no juego, Gryffindor tampoco puede jugar.

En aquel momento Neville cayó en la sala común. Nadie se explicó cómo se las había arreglado para pasar por el agujero del retrato, porque sus piernas estaban pegadas juntas, con lo que reconocieron de inmediato el Maleficio de las Piernas Unidas.

Había tenido que ir saltando todo el camino hasta la torre Gryffindor. Todos empezaron a reírse, salvo Hermione, que se puso de pie e hizo el contra maleficio. Las piernas de Neville se separaron y pudo ponerse de pie, temblando.

—¿Qué ha sucedido? —preguntó Hermione, ayudándolo a sentarse junto a Harry y Ron.

—Malfoy —respondió Neville temblando—. Lo encontré fuera de la biblioteca. Dijo que estaba buscando a alguien para practicarlo.

—¡Ve a hablar con la profesora McGonagall! —lo instó Hermione—. ¡Denúncialo!

Neville negó con la cabeza.

Todos empezaron a reírse, salvo Elizabeth y Hermione, que se puso de pie e hizo el contra maleficio. Las piernas de Neville se separaron y pudo ponerse de pie, temblando.

—No quiero tener más problemas —murmuró.

—¡Tienes que hacerle frente, Neville! —dijo Ron—. Está acostumbrado a llevarse a todo el mundo por delante, pero ésa no es una razón para echarse al suelo a su paso y hacerle las cosas más fáciles.

—No es necesario que me digas que no soy lo bastante valiente para pertenecer a Gryffindor; eso ya me lo dice Malfoy —dijo Neville, atragantándose.

—No les hagas caso, no debes dejar que te pisoteen. Malfoy no es nada sin esos tontos. Ese idiota se cree la gran cosa, de seguro ni ha de saber ni como ir al baño sin que sus dos tontos vallan detrás de el para limpiarle el trasero —usualmente Elizabeth solía ser callada y no decía cosas como tal, pero realmente estaba cansada de todos.

Harry le dio una rana de chocolate a Neville, ya que estaba a punto de llorar.

—Estoy más que segura que tu vales por doce Malfoys —a Neville le gustaba creer que Elizabeth era como un príncipe y él era la princesa, algo tonto.

Significa que ella lo salva casi siempre como una princesa necesita ser salvada de un dragón por un príncipe, mientras está encerrada en una torre; Elizabeth siempre lo ayudaba en las materias que él no entendía y siempre sabía qué decir para hacerlo sentir mejor.

Neville dejó escapar una débil sonrisa, mientras desenvolvió el chocolate.

—Gracias, Elizabeth.. Creo que me voy a la cama... ¿Harry quieres el cromo? Tú los coleccionas, ¿no?

Mientras Neville se alejaba, Harry miró el cromo de los Magos Famosos.

—Dumbledore otra vez —dijo— Él fue el primero que...

Harry miraba con atención la carta y luego levantó la vista.

—¡Lo encontré! —susurró—. ¡Encontré a Flamel! Escuchen lo que dice:

«El profesor Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago

tenebroso Grindelwald, en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones

de la sangre de dragón ¡y por su trabajo en alquimia con su

compañero Nicolás Flamel!».

Hermione dio un salto. No estaba tan emocionada desde que le dieron la nota de su primer trabajo.

—¡Esperad aquí! —dijo, y se lanzó por la escalera hacia el dormitorio de las chicas. No había pasado ni un segundo y ya la vieron, sostenía con un enorme libro entre los brazos.

—¡Nunca pensé en buscar aquí! —susurró emocionada—. Lo saqué de la biblioteca hace semanas, para tener algo ligero para leer.

—¿Ligero? —se burló Ron, pero Hermione los ignoró.

—¡Lo sabía! ¡Lo sabía! Nicolás Flamel es el único descubridor conocido de la Piedra Filosofal.

—¿Qué? —dijeron Harry y Ron.

—¡Oh, no lo entiendo! ¿No saben leer? Miren, lean aquí.

Empujó el libro hacia ellos:

La piedra Filosofal es una sustancia que tiene poderes asombrosos. La piedra puede transformar cualquier metal en oro puro. También produce el Elixir de la Vida, que hace inmortal al que lo bebe.

La única Piedra que existe actualmente pertenece al señor Nicolás

Flamel. El señor Flamel cumplió seiscientos sesenta y cinco años el año pasado, lleva una vida tranquila en Devon con su esposa Perenela (de seiscientos cincuenta y ocho años).

—¿Quién va a operas? Ahí no hacen nada más que gritar como loros.

—Entonces posiblemente el perro custodia la Piedra Filosofal de Flamel...?

—Correcto, Elizabeth. Entonces cómo son amigos, seguro que le pidió a Dumbledore que se la guardase, porque son amigos y porque debe de saber que alguien la busca. ¡Por eso quiso que sacaran la Piedra de Gringotts!

—¡Una piedra que convierte en oro y hace que uno nunca muera! —dijo Harry—. ¡No es raro que Snape la busque! Cualquiera la querría.

—Jugaré —informó a Ron, Elizabeth y Hermione—. Si no lo hago, todos los Slytherins pensarán que tengo miedo de enfrentarme con Snape.

—Pero lo tienes...—Elizabeth sonrió inocentemente encogiéndose de hombros.

—¡Elizabeth! —le reprocho Harry de manera divertida— Les voy a demostrar... les voy a borrar la sonrisa de la cara si ganamos.

—Siempre y cuando no te borren a ti del terreno de juego —dijo Hermione.

╭ 𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥𝗔 ✧
┆ ✐; ❝Sip, recuerdo haber dicho que no iba a tener tiempo para publicar porque estaba castigada pero no pude resistirme a publicar otro capitulo. Realmente no se cuando vuelva a publicar otro capitulo necesito subir mis notas❞
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┆ ✐Recuerda; ❝ Espero que les guste y apoyen esta saga, por favor no sean lectores fantasmas, voten y comenten. ¡♡♡♡!❞
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Con cariño, 
𝗺𝗮𝗿𝘆 ❤️!