10 | 𝘁𝗵𝗲 𝗺𝗼𝗼𝗻 𝗮𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲 𝘀𝘂𝗻 ❜
━ CHAPTER TEN,
( la luna y el sol )
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DESPUÉS DEL PARTIDO habían ido a tomar té a la cabaña de Hagrid.
Le contaron a Harry que tenían sospechas sobre Snape; que Snape trataba de pasar por el perro de tres cabezas para robar lo que ese perro guardaba, y él ayudó al Trol a entrar.
Por accidente a Hagrid se le habían escapado algunas cosas; como que ese perro se llamaba Fluffy, que era de él. También dijo que se lo había prestado a Dumbledore para algo secreto. Hagrid también había mencionado a un tal Nicolás Flamel, así que él estaba involucrado en eso.
Esa noche ni Elizabeth ni Hermione podían dormir, asi que Elizabeth le contó lo que había pasado cuando fue a ver a Harry a los vestidores. Hermione parecía una fangirl, que no paraba de emocionarse por cada palabra que decía su amiga.
Hermione le había dicho que parecía una historia romántica, de esas que solo pasan en libros.
Pero cuando Hermione cayó dormida, Elizabeth seguía sin sueño. Salió de la habitación, bajando por las escaleras para dirigirse a la sala común.
Pero ahí se encontró con alguien que había intentado evitar.
Trató de regresar a su habitación, pero el azabache ya la había saludado.
—Me estás evitando ¿No es así? Hice algo o dije algo malo —preguntó Harry con mucha rapidez.
—No. Es que simplemente. No sé explicarlo pero es que tengo vergüenza...¡Debiste haberlo dicho de otra manera!
Por un momento Harry no entendió lo que la chica hablaba, pero después comprendió. Este miró sus zapatos escondiendo su sonrisa.
—Ven, siéntate al lado mío...—le dijo Harry con voz suave.
Los dos estaban tapados con una cobija frente a la chimenea.
Elizabeth interrumpió el silencio diciendo:
—Tengo hambre.
Lo que había dicho fue tan repentino que Harry no pudo evitar reír.
—Bueno, he estado leyendo este libro que encontré en la biblioteca —dijo Elizabeth—, me gusto mucho por cierto. Se trata sobre la leyenda donde el Sol y la Luna eran dos jóvenes humanos que se profesaban un amor que no tenía límites, era esencia pura.
» Se enamoraron locamente el uno del otro. Todo el mundo hablaba de su romance, desde la Tierra hasta el Olimpo. Esto hizo que la noticia no tardase en llegar a la diosa del amor y la belleza, Afrodita. Aquí es cuando comenzó todo. Afrodita haciendo gala de su máximo poder de seducción intentó cautivar al joven en varias ocasiones, pero no había forma de conseguirlo. De hecho, el joven Sol confesó a esta diosa que, aun siendo consciente de que no había nadie más bella que ella, él estaba perdidamente enamorado de la Luna y no contemplaba otra idea.
» Afrodita sintió celos de que una pareja de mortales pudiera quererse de una forma tan intensa y que ella no enamoraría al joven. Afrodita, llena de envidia, decidió castigar a los dos jóvenes. Así que los separó no pudiendo volver a estar juntos. Convirtió al joven en el astro que iluminará el día y la mujer iluminará la noche.
—¡Nunca coincidirían en el firmamento!
»Afrodita creyó que el amor entre ellos se extinguiría. Por esta razón, desde entonces, el Sol solo puede verse por el día, mientras que la Luna lo hace por la noche. Sin embargo, el plan de Afrodita de separarles no hizo que el amor se extinguiera. Estos dos jóvenes siguieron queriéndose pese a la distancia y el tiempo.
» Entonces, Zeus sabía que el amor de estos dos jóvenes era poderosísimo, habló con el Sol. Le aseguró poder ver a su amada siempre que lo deseara con todas sus fuerzas. Zeus intervino para que el Sol pudiera al menos rozar de nuevo el rostro de su amada. Dice que esto ocurre en los días de eclipse, cuando los dos jóvenes vuelven a fundirse en un solo cuerpo por un instante. Porque el amor es muy poderoso y si se quiere, se puede.
—Es una historia muy linda. —Harry sonrió— ¿Qué tipo de libro sueles leer?
—Depende, no soy muy fan de los libros a decir verdad. Me gusta lo que trata sobre la imaginación, amistad, mitología griega o basados en hechos reales. He leído la colección completa de Ana de las Tejas verdes, las crónicas de Narnia, La iliada por Homero, también el diario de Ana Frank. No recuerdo los demás. —le contó Elizabeth mientras bostezaba y recostaba su cabeza en el hombro del chico.
Amaba que Harry la escuchara con tanta atención cuando hablaba, era la única persona a la cual no aburría, y eso la hizo sentir bien.
—Por cierto, estuviste genial en el juego de hoy —Harry observó como la chica lentamente iba cerrando los ojos, para quedar profundamente dormida— Estuviste perfecto...
—Buenas noches, Elizabeth...—susurro besando su frente.
Harry jamás imagino poder querer demasiado a una persona. A una chica que apenas y había conocido y había aceptado como su mejor amiga. Quizás todo comenzó cuando la vio caminando con su padre, ese día en la estación y fue corriendo a pedirle ayuda.
Esa noche, los dos durmieron juntos en la sala común.
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¡Se acercaba la Navidad!
Se podría decir que la Navidad era la festividad favorita de Elizabeth.
Una mañana de mediados de diciembre Hogwarts se descubrió cubierto por dos metros de nieve. Sinceramente era el paisaje más hermoso que Elizabeth hubiera visto en toda su vida.
Los gemelos Weasley fueron castigados por hechizar varias bolas de nieve para que siguieran a Quirrell y lo golpearan en la parte de atrás de su turbante.
Aunque Elizabeth no podía con la curiosidad de saber lo que su padre le contaría cuando fuese en las vacaciones de navidad, había decidido quedarse para hacerle compañía a Harry.
El no quería regresar a Privet Drive, por sus tíos y Elizabeth tampoco quería verle la cara de amargada a su madrastra.
—Me da mucha lástima —dijo Draco Malfoy, en una de las clases de Pociones— toda esa gente que tendrá que quedarse a pasar la Navidad en Hogwarts, porque no los quieren en sus casas.
Mientras hablaba, miraba en dirección a Harry. Crabbe y Goyle lanzaron risitas burlonas.
—Mas lastima das tu, a ti tampoco te quieren y aún así vas.
—¡Elizabeth, no le digas eso! Lo más probable es que le vaya a ir llorando a su padre o al profesor Snape, y te meterás en problemas. —la regañó Hermione.
—Hola, Hagrid. ¿Necesitas ayuda? —preguntó Ron, metiendo la cabeza entre las ramas.
—No, va todo bien. Gracias, Ron.
—¿Te importaría quitarte de en medio? —La voz fría y gangosa de Malfoy llegó desde atrás.
—Enserio eres tan idiota que no notas que hay camino libre por el lado. Enserio, Malfoy, te ahogas en un vaso de agua.
Draco ignoró por completo lo que dijo Elizabeth.
—¿Estás tratando de ganar algún dinero extra, Weasley? Supongo que quieres ser guardabosques cuando salgas de Hogwarts... Esa choza de Hagrid debe de parecerte un palacio, comparada con la casa de tu familia. —siguió jodiendo.
Ron se lanzó contra Malfoy justo cuando aparecía Snape en lo alto de las escaleras.
—¡WEASLEY!
Ron soltó el cuello de la túnica de Malfoy.
—Lo han provocado, profesor Snape —dijo Hagrid, sacando su gran cabeza peluda por encima del árbol—. Malfoy estaba insultando a su familia.
—Si, pero pelear está contra las reglas de Hogwarts, Hagrid — dijo Snape con voz amable—. Cinco puntos menos para Gryffindor. Y ahora marchaos todos.
—Voy a atraparlo —dijo Ron, sacando los dientes ante la espalda de Malfoy—. Uno de estos días lo atraparé...
—Y yo un día lo tiraré por las escaleras....—siseo Elizabeth.
—Los detesto a los dos —añadió Harry.
—Vamos, arriba el ánimo, ya es casi Navidad —dijo Hagrid—. Vengan conmigo al Gran Comedor; está precioso.
Así que los tres siguieron a Hagrid y su abeto hasta el Gran Comedor, donde la profesora McGonagall y el profesor Flitwick estaban ocupados en la decoración.
Elizabeth quedó completamente sorprendida y emocionada. Realmente era espectacular y totalmente increíble. Guirnaldas de muérdago y acebo colgaban de las paredes, y no menos de doce árboles de Navidad estaban distribuidos por el lugar, algunos brillando con pequeños carámbanos, otros con cientos de velas.
—¿Cuántos días les quedan para las vacaciones? —preguntó Hagrid.
—Sólo uno —respondió Hermione—. Y eso me recuerda... Harry, Ron, Elizabeth, nos queda media hora para el almuerzo, deberíamos ir a la biblioteca.
—¿Ir a la biblioteca? Eso es realmente triste, justo antes de las fiestas. —dijo Harry.
—Oh, no es un trabajo —explicó alegremente Harry—. Desde que mencionaste a Nicolás Flamel, estamos tratando de averiguar quién es.
—¿Qué? —Hagrid parecía impresionado—. Escúchenme... Ya les dije... No se metan. No tiene nada que ver con ustedes lo que custodia ese perro.
—Nosotros queremos saber quién es Nicolás Flamel, eso es todo —dijo Hermione.
—Salvo que quieras ahorrarnos el trabajo —añadió Harry—. Ya hemos buscado en miles de libros y no hemos podido encontrar nada... Si nos das una pista... Yo sé que leí su nombre en algún lado.
—No voy a deciros nada —dijo Hagrid con firmeza.
—Entonces tendremos que descubrirlo nosotros —dijo Elizabeth siguiendo a Harry, colocando sus manos en los hombros de Harry mientras hacían ruidos de trenes, y se dirigían a la biblioteca.
Habían estado buscando el nombre de Flamel desde que a Hagrid se le escapó, porque ¿de qué otra manera podían averiguar lo que quería robar Snape?No lo encontraban en ningún libro de la enorme biblioteca. ¡Parecía que la tierra se lo había tragado!
No era raro que aún no lo encontraran. Habían empezado hace 15 días, y solo buscaban cuando tenían tiempo.
Hermione sacó una lista de títulos y temas que había decidido investigar con la ayuda de Elizabeth; mientras Ron se paseaba entre una fila de libros y los sacaba al azar y Harry se acercó a la Sección Prohibida.
Después de un rato la señora Pince había encontrado a Harry y lo había sacado del lugar, para los estudiantes no les permitía acercarse a la sección prohibida o tocar un libro sin un permiso firmado por un profesor.
Cinco minutos después los cuatro ya se habían ido a almorzar, sin haber encontrado algo aún.
—Van a seguir buscando cuándo yo no esté, ¿verdad? —dijo Hermione—. Si encuentran algo, envíenme una lechuza.
—Y tu podrás preguntarles a tus padres si saben quién es Flamel —dijo Ron—. Preguntarles a ellos no tendrá riesgos.
—Ningún riesgo, ya que ambos son dentistas —respondió Hermione.
╭ 𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥𝗔 ✧
┆ ✐; ❝ Estos enferma 🤧 Literal me duele todo el cuerpo, la cabeza, me molesta algo en la garganta y tengo fiebre. AYUDA ❞
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┆ ✐Recuerda; ❝ Espero que les guste y apoyen esta saga, por favor no sean lectores fantasmas, voten y comenten. ¡♡♡♡!❞
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Con cariño,
Mary ❤️!
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