━ CHAPTER FOUR,
( hogwarts con la h de hogar)

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—ELIZABETH, Elizabeth...Vamos despierta, ya mismo llegamos a Hogwarts..—Harry trató de despertarla tocando tres veces su mejilla con delicadeza.

—¡Elizabeth, Scabbers está a punto de morderte la oreja!

Esto de inmediato causó que Elizabeth se levantara con mucha rapidez mientras se sacudía.

—Ew, ew, ew.

—Calma, solo fue una broma de Ron para que despertaras. —Harry trató de calmarla; palmeando su espalda mientras que Ron reía a carcajadas.

—Que caballero, Ron. —ironizó Elizabeth.

—Debes irte a cambiar, ya mismo llegamos a Hogwarts.

Afuera estaba todo oscuro y las luces del tren estaban encendidas.

La puerta del compartimiento se abrió, una chica con mucho pelo color castaño y los dientes de delante bastante largos entró.

—Acabo de ir a la locomotora, le pregunté al conductor y me dijo que ya casi estamos llegando —hablo mirando a Elizabeth, mientras está levantaba la ceja confundida—. Vine a decirle a tus amigos que te levantaran, pero ya estás despierta. Ven, te enseñaré dónde están los baños. —dijo con voz amable.

—Fue grosera conmigo, pero con Elizabeth es todo lo contrario —murmuró miranda a Harry, refiriéndose a la muchacha con cabello tupido. 

Elizabeth se levantó de su asiento y decidió seguirla después de haber agarrado su uniforme.

—Soy Hermione Granger...—dijo la chica.

—Elizabeth Edwards.

—Sip, lo sé. Los chicos me dijeron sobre ti.

Cuando llegaron a los baños y entró para cambiarse. Terminó de vestirse y salió del baño, Hermione se fue con un muchacho llamado Neville y Elizabeth regresó con Ron y Harry.

—De que me perdí mientras estaba dormida...—le preguntó tomando asiento al lado de Harry, que de inmediato se removía nervioso.

—De mucho. Harry ya tiene un enemigo. "Draco Malfoy" —Ron remarco el nombre con disgusto.

—Tienes el sueño pesado, todos estábamos gritando y tú ni te quejabas. —se burló el de lentes.

—Es que la emoción de venir a Hogwarts me ha quitado el sueño.

—Scabbers le mordió el dedo al amigo de Malfoy. —Ron se carcajeó recordando.

—Por cierto, te guardamos dulces. —interrumpió Harry sacando unos dulces de su bolsillo.

—Harry te los guardo, yo no.

—Asumí que querrías probar estos dulces mágicos.

—Gracias. —Elizabeth le sonrió en forma de agradecimiento, mientras habría una envase de ranas de chocolates— Me gustan mucho las ranas de chocolate, mi papá me compró una la semana pasada.

Desenvolvió su rana de chocolate y sacó el cromo. Era un hombre con cabello marrón, en su hombro llevaba una especie de palo con patas y manos, usaba un chaleco rojo. Debajo de la foto estaba el nombre: Newt Scamander.

—Habla ya, quién te tocó.

—Newt Scamander.

Elizabeth dio la vuelta a la tarjeta y leyó:

Newt Scamander es un famoso autor de
Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos.
Actualmente se encuentra en la selva tropical
brasileña estudiando babosas de fuego.

Una voz retumbó en el tren.

—Llegaremos a Hogwarts dentro de cinco minutos. Por favor,dejen su equipaje en el tren, se lo llevarán por separado al colegio.

Elizabeth se mordía las uñas, y su estómago se retorcía de nervios. Harry alejó la mano de la boca de su amiga y decidió entrelazar su dedos para que los nervios de Elizabeth se calmaran. Pero esto causó que sus nervios aumentaran más.

El tren aminoró la marcha, hasta que finalmente se detuvo.Todos se empujaban para salir al pequeño y oscuro andén. Elizabeth se estremeció bajo el frío aire de la noche.

De repente escucho que alguien gritaba su nombre y la abrazaba por la espalda. Se dio la vuelta y vio a Elliott, el cual temblaba por el frío, su nariz estaba roja al igual que la de Elizabeth.

—Se conocen...—preguntó Harry, mirando a Elliott.

—Si, soy su mejor amigo, Elliott Smith.

—Harry Potter.

—Gusto en conocerte.

Elliott sabía perfectamente quién era Harry Potter pero eso no le importaba, prefería preocuparse por sacar buenas notas, divertirse y leer.

De pronto apareció una lámpara moviéndose sobre las cabezas de los alumnos, y oyeron una voz.

—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien por ahí, Harry?

—¿Quién es? —preguntaron.

—Hagrid, él es el que me recasto de mis tíos y me contó que era mago.

Siguieron a Hagrid por un estrecho sendero resbalando y a tientas.

—En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro—, justo al doblar esta curva.

Se produjo un fuerte ¡ooooooh!

Era mucho mejor de lo que se imaginaba Elizabeth, había un impresionante castillo con muchas torres y torrecillas y brillaba bajo el cielo estrellado, le era imposible explicar lo que sentía en ese preciso momento.

—¡No más de cuatro por bote! —gritó Hagrid, señalando una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de la orilla.

Harry y Ron subieron a uno, seguidos por Elizabeth y Elliott.

—¿Todos habéis subido? —continuó Hagrid, que tenía un bote para él solo—. ¡Venga! ¡ADELANTE!

Y la pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizándose por el lago, que era tan liso como el cristal. Todos estaban en silencio, contemplando el castillo que se elevaba sobre sus cabezas mientras se acercaban cada vez más al risco donde se erigía.

—¡Bajad las cabezas! —exclamó Hagrid, mientras los primeros botes alcanzaban el peñasco.

Todos obedecieron y los botecitos los llevaron a través de una cortina de hiedra, que escondía una ancha abertura en la parte delantera del peñasco.Fueron por un túnel oscuro que parecía conducirlos justo por debajo del castillo, hasta que llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por entre las rocas y los guijarros.

Después de bajar de los botes, un chico que lloriqueaba por encontrar a su sapo al fin lo encontró.

Subieron por un pasadizo en la roca, detrás de la lámpara de Hagrid, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo.Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta de roble.

—¿Estáis todos aquí? Tú, ¿todavía tienes tu sapo?

Hagrid levantó un gigantesco puño y llamó tres veces a la puerta del castillo.

La puerta se abrió de inmediato. Una bruja alta, de cabello negroy túnica verde esmeralda, con rostro severo esperaba allí.

—Los de primer año, profesora McGonagall —dijo Hagrid.

—Muchas gracias, Hagrid. Yo los llevaré desde aquí.

Abrió bien la puerta. El vestíbulo de entrada era enorme, hubieran podido meter la Mansión de los Edwards, junto a la cabaña de verano, que eran muy grandes. Las Paredes de piedra estaban iluminadas con resplandecientes antorchas, el techo era tan alto que no se veía y una magnífica escalera de mármol, frente a ellos, conducía a los pisos superiores.

—Bienvenidos a Hogwarts —dijo la profesora McGonagall—. El banquete dará inicio en unos momentos, pero antes de que se sienten a cenar serán seleccionados. La Selección es una ceremonia muy importante ya que mientras estén aquí, sus casas serán como su nueva familia en Hogwarts. Tendrán clases con sus casas, dormirán con los de sus casas y pasarán el tiempo libre en la sala común de la casa.

Elizabeth había dejado de prestar atención cuando la maestra comenzó a hablar sobre las casas de Hogwarts y los triunfos de las casas. Había leído sobre las casas de Hogwarts, así que suponía que terminaría en Gryffindor o quizás en Slytherin, pero creía que Hufflepuff sería una buena opción, su padre le había dicho que él había ido a Gryffindor mientras Henry había ido a Slytherin, y su madre a Hufflepuff.

Los ojos de la profesora se detuvieron un momento en la capa de Neville, que estaba atada bajo su oreja izquierda, y en la nariz manchada de Ron..

—Volveré cuando estén preparados. —sin más se fue.

—¿Te ayudo con tu cabello, Harry? —dijo Elizabeth observando que el chico no conseguía lo que quería con su cabello, era demasiado despeinado. El de lentes asintió con la cabeza un poco avergonzado.

—¿Cómo se las arreglan exactamente para seleccionarnos? —le preguntó Harry a Ron, quedándose quieto mientras Elizabeth resoplaba, tratando de no rendirse en acomodar y aplastar un poco el cabello de Harry.

—Creo que es una especie de prueba. Fred dice que duele mucho, pero creo que era una broma.

Elizabeth sabía que era mentira, Henry le había contado todo sobre la selección de las casas. Harry la miró preocupado, pero se sorprendió cuando vio que no se había asustado como Harry, ni siquiera se preocupó en recordar los hechizos como Hermione. En cualquier momento, la profesora McGonagall regresaría y lo llevaría a su juicio final.

De la nada se escucharon gritos, Elizabeth sintió que se le salía el corazón.

—¿Qué onda...? —murmuró Elliott, confundido.

Unos veinte fantasmas acababan de pasar a través de la pared de atrás. Se deslizaban por la habitación, hablando unos con otros, casi sin mirar a los niños. Estaban discutiendo sobre el famosísimo Peeves y sobre darle una segunda oportunidad

El fantasma, con gorguera y medias, se había dado cuenta de pronto de la presencia de los de primer año.

—¡Alumnos nuevos! —dijo el Fraile Gordo, sonriendo a todos—. Están esperando la selección, ¿no?

—Obviamente, qué más puede ser —susurró Elliott sin atreverse a hablar más fuerte, temía que alguien lo escuchara y se metiera en problemas—. Quizás no se dan cuenta porque son fantasmas y les falta neuronas, están muertos.

—Basta —lo callo Elizabeth mientras que Hermione miraba al muchacho de una mala manera, pero este le mando un beso con la mano—. Se respetuoso

—¡Espero veros en Hufflepuff, es mi antigua casa —continuó el Fraile—. ¡Excepto a ti!—miro a Elliott de pies a cabeza, definitivamente lo había escuchado.

—En marcha —dijo una voz aguda—. La Ceremonia de Selección va a comenzar.

La profesora McGonagall había vuelto. Uno a uno, los fantasmas flotaron a través de la pared opuesta.

—Ahora formen una hilera —dijo la profesora a los de primer año— y seguidme.

Hermione iba detrás de Elizabeth y Harry se colocó enfrente de ella, este giró a mirarla y dijo en susurro:

—¿Nerviosa?

—Si, demasiado.

—¡Camina, Harry! ¡Nos estamos atrasando! —se quejó Elliott.

Salieron de la habitación, y crucaron el vestíbulo justo por donde había unas puertas dobles y entraron al Gran Comedor.

Elizabeth jamás había visto un lugar tan extraño, pero aun así demasiado espléndido.

Estaba iluminado por miles y miles de velas, que flotaban en el aire sobre cuatro grandes mesas con estudiantes sentados. Había una gran mesa, donde se sentaban los profesores.

La profesora McGonagall condujo allí a los alumnos de primer año y formaron una fila delante de los otros alumnos, con los profesores a sus espaldas. Era maravilloso ver el techo de terciopelo negro, salpicado de estrellas.

Encima del taburete había un sombrero puntiagudo de mago. El sombrero estaba remendado, raído y muy sucio.

╭ 𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥𝗔 ✧
┆ ✐; ❝Quiero hacer preguntas para ir conociendonos, Lector a "escritor". Entonces, ¿cuáles son sus personajes favoritos? Probablemente los míos son el trío de oro, los gemelos, y Ginny <3 Por cierto, Saben qué Robbie Coltrane(Hagrid en las películas) falleció...? Descansa en paz /* Robbie Coltrane. ❞
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┆ ✐Recuerda; ❝ Espero que les guste y apoyen esta saga, por favor no sean lectores fantasmas, voten y comenten. ¡♡♡♡!❞
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Con cariño, Mary <3.