━ CHAPTER ONE,
( ¿soy una qué? )

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ELIZABETH DIANNE EDWARDS no precisamente tenía una vida normal. Vivía con su padre, ya que su madre había fallecido cuando era una bebe aun. También tenía una madrastra, Allison, lo de bonita lo tiene de tonta, ella era una persona malvada. A veces la pequeña Elizabeth detestaba pasar tiempo cerca de ella, una vez tras escuchar las venenosas palabras que su madrastra le había dicho, fue tanto el dolor que Elizabeth sintió que decidió escaparse de la casa para ir a donde su abuela para que la consolara; después de tres días su padre la encontró. Allison causaba que Elizabeth llegará a su límite y sucedían sucesos extraños.

En una grande habitación de la mansión Edwards se encontraba Elizabeth, mirando el techo con aburrimiento, no disfrutaba los calurosos días de verano. Prefería el invierno, por muchas razones, como celebrar navidad, chocolate caliente, nieve y muchas razones más, que si ella te las nombrara te aburrirías. Además no podía pasar tiempo con su padre, él trabajaba más en el verano. Ella no sabía exactamente en lo que su padre trabajaba, pero a veces llegaba con pequeñas heridas.

—Elizabeth, la cena está servida. —hablo Henry, el mayordomo. Él siempre estaba en las buenas memorias de Elizabeth, estaba cuando nació, cuando su primer diente se cayó o cuando su padre se iba a trabajar en plena navidad y no tenía con quien compartir esos momentos. Él era como su segundo padre. Henry era un hombre delgado, rubio y estaba en sus 30 años, comenzó a trabajar para el padre de Elizabeth cuando tenía 19 o algo así.

—¡Ahh! —exclamó Elizabeth, recién estaba conciliando el sueño.

—No exageres, Beth. —dijo el rubio sentándose en el sillón que había en la habitación.— espero que tengas hambre, el chef hizo Espagueti.

—De hecho no tengo hambre.

—Pues que mal por ti, debes bajar a comer o seguirás con...

—Ya, no necesitas recordármelo. Ya bajo en unos segundos.

—Bien —dijo Henry sonriendo y saliendo de la habitación.

Elizabeth se levantó de su cama para mirarse en el espejo. Había heredado los azules ojos de su madre y el cabello castaño, también, labios rosados y pestañas largas, era demasiado delgada y algo pálida.

Su abuela siempre le decía que eran tan linda y frágil como una flor. Pero eso solo era la simple opinión de su abuela. Algunos compañeros suyos se burlaban, lo que causaba inseguridades en ella.

No tenía muchos amigos, de hecho no tenía ninguno. No sabía sí era porque ella no daba de su parte al salir de su espacio de confort. Le intimidaba abrirse con otras personas y siempre se preguntaba las mismas preguntas: ¿qué pasaba si no le agradaba? ¿esa persona dejaría de ser su amiga si ella no era suficiente? Su cabeza realmente era una tormenta.

Henry algunas veces le había dicho que tenía las inseguridades de su madre, y si, Henry llegó a conocer a su madre. Apolo, el padre de Elizabeth, no le contaba mucho de su madre ni de cómo había muerto.

Cuando Elizabeth terminó de peinarse el cabello, salió de su habitación para después bajar las escaleras y entrar al comedor.

Su madrastra estaba ya sentada, comiendo. Elizabeth sabía que Allison no estaba de buen humor por el ceño fruncido. Allison era una mujer de estatura alta y su cabello era castaño, tenía ojos grises. Ese día su madrastra usaba un vestido esmeralda de seda con joyas plateadas. Elizabeth titubeo en preguntar si saldría a un lugar específico cuando su padre llegara, pero prefirió quedarse callada, no quería hacer que se molestara más de lo que ya estaba.

—Aquí está tu plato ¡Espagueti a lo británico! —dijo Henry dándole su plato.

—Gracias, Henry.

Henry se dirigió hacia la cocina Elizabeth metió el tenedor a la boca, mastico y saboreo el sabor de la comida.

El lugar estaba en silencio. Elizabeth se removió incómoda en su asiento. Trato de terminar de comer lo más rápido posible. Se levantó de su asiento, recogiendo su plato, quiso ser educada y recogió el plato de Allison.

—Gracias. —Allison jamás le había agradecido nada a ella, eso hizo que sintiera un nudo en la garganta.

Se dirigió a la cocina y lavó los platos. Las mucamas se habían ido ya a descansar, al igual que Henry.

Subió las escaleras hacia su habitación deseando escuchar cómo la puerta principal se abriera, pero no pasó. Llegó a su habitación para ponerse su pijama e irse al baño para lavarse los dientes. Regresó a su habitación, apagó la luz y se acostó en su cama cubriéndose con la cobija.

Sintió como sus ojos comenzaban a cerrarse lentamente.

Le tomó unos minutos para conciliar el sueño y cayó dormida.

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Era sábado.

Elizabeth se levantó contentísima porque su padre no trabajaba los sábados.

Tendió su cama lo más rápido que pudo, fue a su armario en busca de su vestido favorito; este era blanco con un estampado negro de mariposa en la espalda. Se puso sus zapatos blancos y bajó corriendo las escaleras.

Se dirigió al comedor y ahí se encontró a todos con caras de nerviosismos.

Allison salió del lugar para dirigirse a la cocina por agua. Apolo, el padre de Elizabeth tenía una carta en la mano, también había una lechuza en la mesa, la cual Henry le estaba dando de comer una galleta.

—¿Papá?

—Elizabeth —dijo su padre mientras se daban la vuelta para mirarla—. Buenos días, Cariño

—Buenos días. ¿Está todo bien? —preguntó Elizabeth un poco nerviosa por las miradas preocupadas.

—Si, cariño. Ven siéntate para que desayunes, necesitamos hablar de algo.

Henry, Allison y Apolo se sentaron en sus puestos, Elizabeth copió la acción mientras la mucama, Helena, le servía el desayuno. Elizabeth le agradeció.

Apolo reunió a todas las mucamas y les dijo que hoy podrían irse a sus casas a descansar.

—Mira Elizabeth —comenzó diciendo su padre—, voy a ser directo. Eres una bruja.

Elizabeth soltó una pequeña carcajada, pensó que era una broma de su padre pero al parecer no había sido ningún chiste.

—¿Estás bromeando, verdad? —su padre negó— Esperate ¿Soy una qué?

—Eres una bruja, Elizabeth y esta carta que está aquí es de Hogwarts.

—¿Qué es Hogwhats?

—Hogwarts. —le corrigió su padre— Es un colegio de magia y hechicería.

—¿De qué? —Elizabeth se encogió de hombros mientras veía la cara seria de su padre. Elizabeth sabía que no le gustaba que le preguntaran dos veces cuando hablaba lo suficientemente alto para que casi toda la ciudad escuchara— Lo siento.

—De Magia y Hechicería. Ahí fue donde Henry, Allison y yo aprendimos todo, esa fue nuestras escuela, como la escuela a la cual tu vas pero envés de aprender cosas como sumar, multiplicar o restar, aprendamos magia—Apolo trataba de explicarle todo a su hija en la manera más sencilla para que pudiera comprender y no se confundirá más de lo que ya estaba—. Allison es una sangre pura, Henry es hijo de muggles, al igual que yo.

—¿Y qué hay de mamá? —preguntó Elizabeth desconcertada por todo lo que le estaba contando— ¿Ella también fue a Hogwarts?

—Si, tu madre, Cassiopeia también fue a Hogwarts, ella también era hija de muggles.

—¿Por qué me ocultaron esto por mucho tiempo? —volvió a preguntar Elizabeth, mientras tomaba un poco de agua. La cabeza le comenzaba a dar vueltas.

—Pues, no pensábamos que esta carta fuese a llegar ya que jamás habíamos visto algún inicio de magia en ti, esa fue la razón por la que siempre te ocultamos sobre Hogwarts o la magia. No queríamos contarte ya que si hubieses sido una persona sin magia, no queríamos que te sintieras decepcionada. —dijo Henry, observando como Elizabeth dejaba de comer, apenas y se había metido una cucharada a la boca.

—¿Elizabeth, tú quieres ir a Hogwarts? Es tu decisión, pensábamos que quizás podríamos ir a vivir en Francia para que vayas a Beauxbatons, ya que la semana pasado mandaron una carta diciendo que también fuiste aceptada ahí. —dijo su padre.

—Preferiríamos que escogieras Beauxbatons —habló Allison mirándola con seriedad.

—Si fuese a Beauxbatons sería un gran reto para Elizabeth, ya que ella no habla mucho el idioma. Hogwarts sería mejor, además Hogwarts es una de las mejores escuelas y es muy segura. Elizabeth también puede conocer más sobre su madre ahí. —opinó Henry, Apolo asintió con la cabeza estando de acuerdo con él.

Elizabeth escogió ir a Hogwarts, esa era la mejor decision que había hecho en toda su vida. No sabía exactamente si era por llevarle la contraria a su madrastra o si realmente deseaba ir a Hogwarts, le daba miedo encontrar algo de su madre que no le llegase a gustar. Siempre quiso ir a Francia, pero apenas y sabia pocas palabras del idioma. En los dos lugares aprendería magia de todas formas.

El padre de Elizabeth escribió la respuesta, y después la envió con el búho.

El resto de la mañana trataron de contarle todo sobre el mundo mágico. Ahora sabía que significaba esa extraña palabra que había dicho su padre: Muggle(así se llamaba a una persona no mágica), que existían magos o brujas, algunos buenos y otros peligrosos.

Todavía no podía asimilar lo que le había dicho, cuando fue a su habitación comenzó a saltar en la cama de la felicidad. No podía creer que era una bruja.

Su padre le había dado la carta para que la pudiera ver.

Era un sobre amarillento, con tinta verde esmeralda que decía:

Señorita E. Edwards.
Primer cuarto del segundo piso.
Mansión Edwards, Woking
Surrey

Sacó la carta y leo el contenido.

𝐂𝐎𝐋𝐄𝐆𝐈𝐎 𝐇𝐎𝐆𝐖𝐀𝐑𝐓𝐒
𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐀 𝐘 𝐇𝐄𝐂𝐇𝐈𝐂𝐄𝐑𝐈́𝐀

Director: Albus Dumbledore (Orden de Merlín, Primera Clase, Gran Hechicero,

Jefe de Magos, Jefe Supremo, Confederación Internacional de Magos).

     Querida señorita Edwards:

          Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Le adjuntamos la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su búho antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,
Minerva McGonagall
Directora adjunta

El 31 de Julio irían a comprar los útiles. ¡En solo 5 días, sería el 31! No podía con el entusiasmo.

En la tarde habían salido para comprar helado y habían ido a visitar a los Smith, el primogénito y único hijo de este matrimonio era cercano a Elizabeth, se llamaba Elliott, pero no se consideraban amigos ya que casi nunca se veían. Su padre dijo que ellos también pertenecían al mundo mágico y que estaba bien si le decía a Elliott que era una bruja, ya que Elliott era un mago.

╭ 𝗡𝗢𝗧𝗔 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗨𝗧𝗢𝗥𝗔 ✧
┆ ✐; ❝Este es el primer capítulo, estoy demasiado entusiasmada. Espero que haya sido            suficiente para el primer capítulo. Trato de escribir profesionalmente pero JAJAJA soy            principiante.❞
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┆ ✐Recuerda; ❝ Espero que les guste y apoyen esta saga, por favor no sean lectores fantasmas, voten y comenten. ¡♡♡♡!❞
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Decidí publicarlo hoy, porque el viernes no iba a tener tiempo, tengo exámenes :(

Con cariño, Mary <3.