CAPÍTULO SIETE: MONSTRUO DE OJOS VERDES.

      —Dame a Fred o George. ¡Bill! ¡Charlie! Maldita sea... incluso aceptaré a Percy. No puedo pasar otro minuto con Ron. Sigue intentando mostrarme qué tan suaves están sus labios. ¡Como si me importara!—, Edelyn tiró con dramatismo de su cabello —. ¡Va a volverme loca!—, golpeó su nuca contra la repisa repleta de libros —. ¿Todos los chicos son tan estúpidos?

      —Una gran proporción de ellos, sí—, declaró Hermione —. Pero, siempre está Harry.

      Edelyn alzó las cejas —. Nah, él también puede ser un estúpido—, dijo ella, subiendo los lentes redondos del chico ya que tenían la mala costumbre de torcerse sobre su nariz.

      Harry rió avergonzado, rehuzándose a mirarla a los ojos.

      —Bueno, creo que los dejaré solos entonces—, Hermione dijo de repente —. Harry tiene algo que preguntarte.

      Como si hubiera usado magia, Hermione desapreció y Harry entró en pánico.

      —Entonces...—, Edelyn se apoyó sobre la mesa, moviendo sus piernas de adelante hacia atrás —. ¿Qué pasa?

      —Yo...—, Harry pasó sus manos a través de su cabello, maldiciones hacia Hermione ocupando su mente —. Yo - erm - estaba—, toció para aclarar su garganta —. La fiesta de Navidad de Slughorn se acerca, ¿sabes? Y--.

      Edelyn sacó la lengua —. No me lo recuerdes. ¡Sigue hablando de ella! Será absolutamente horrible...

      —Sí. Bueno, me preguntaba si, tal vez, sería menos horrible si nosotros - si tú y yo, quiero decir - um...

      — ¡Oie, Black!

      Edelyn inspiró una bocanada de aire. Se giró para ver a Draco Malfoy acercándose.

      Los ánimos de Harry cambiaron al instante —. ¿Qué quieres, Malfoy?

      —No es de tu incumbencia, Potter—, ladró Malfoy. Entonces, girándose a Edelyn, agregó en voz baja —. Necesito hablar contigo.

      Edelyn frunció el ceño —. Bueno...

      —Espera—, Harry la tomó por el brazo.

      —Está bien—, ella soltó una carcajada ahogada y susurró al oído de Harry —. Prometo no tocar ningún collar que intente darme.

      Harry no lo encontró divertido ni aliviante. Observó la espalda de Malfoy mientras se marchaban.

      Edelyn siguió a Malfoy hasta un salón vacío. Tan pronto como la puerta se cerró, ella fue empujada sin ceremonias y se encontró arrinconada contra la pared.

      — ¿Qué-? Por Merlín, ¿qué crees que estás haciendo?

      —Cállate, Black. Sé que fuiste tú.

      — ¿Qué fui yo?

      —No deberías lavarte el pelo antes de espiar gente, especialmente cuando el aroma de tu shampoo es nauseabundamente fuerte. Me tomó un momento darme cuenta. Slughorn haciéndonos trabajar juntos para Pociones ayudó ya que tuve el desfortunio de tener que estar a menos de un metro de ti por más de dos segundos. Me seguiste en Knockturn Alley en el verano, ¿no?

      La presión de su brazo contra su pecho fue más fuerte, pero Edelyn no se quejó —. ¿Es esta tu forma de confesar que estás detrás del incidente del collar maldito? En serio, Malfoy, no creí que eras del tiempo que se sienta y usa una Maldición Imperio para que otros hagan tu trabajo sucio.

      —Eso no tiene nada que ver conmigo. Esa chica Bell--.

      —Katie—, gruñó Edelyn, los dientes apretados —. Y casi murió. ¿Cómo está tu consciencia?

      — ¡Cállate! ¡Te lo dije! ¡No tengo nada que--!

      —Está bien, tienes razón—, escupió Edelyn —. Te seguí en Borgin y Burkes ese día, y vi ese collar en la tienda. El mismo collar que le pediste a Borgin no vender. El mismo collar que maldijo a Katie. Así que, solo me estoy preguntando quién era tu verdadero objetivo.

      El rostro de Malfoy palideció.

      El corazón de Edelyn latía contra su pecho. Sus piernas amenazaban con doblarse cuando él alzó su varita y la colocó contra su frente. Su voz, sin embargo, no mostró temor —. No vas a obliviarme, ¿cierto?—, siseó, sus ojos bajando momentáneamente a su brazo izquierod —. No creo que tus compañeros Mortífagos lo aprueben, ¿sabes? Solo usarían la maldición asesina. Así que, ¿por qué no dejas de jugar y me matas?

      —Lo haré si tengo que hacerlo—, gruñó él.

      — ¿A tu propia prima? Mira, parece que la tía Bella te tiene alrededor de su dedo. Terminarás como ella, ¿no?

      — ¡CÁLLATE!—, gritó Malfoy —. ¡Niña estúpida! No tienes idea de lo que soy capaz.

      Los ojos de Edelyn se entrecerraron —. Deja de actuar. Es patético. Eres muchas cosas, Malfoy – la mayoría no puedo decirlas sin un par de profanidades –, pero no eres un asesino.

      Algo dudó en las facciones de Malfoy. Su agarre se aligeró, lo suficiente para que Edelyn se librara y tomara su propia varita. Ella la apuntó debajo de su barbilla y, antes que pudiera emitir palabra, murmuró —. Obliviate.

      Sus ojos se nublaron, cayendo en un estado aturdido. Edelyn tomó su mano y lo sacó del aula vacía. Su mente acelerada, lo dejó en el pasillo solo y corrió hasta la oficina del profesor Dumbledore.

      Sin saberlo, de pie en el pasillo, cubierto por la Capa de Invisibilidad, estaba Harry. Él observó en el Mapa del Merodeador a Malfoy. Desde la orientación y la proximidad de sus pasos, hasta el cabello despeinado de Edelyn y la expresión aturdida de Malfoy...

      Harry se quitó la Capa y golpeó a Malfoy justo en su mejilla.

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      —Entonces, ¿me preguntarás qué vestido deberías usar?—, chilló Hermione, sonriendo de oreja a oreja cuando encontró a Edelyn sentada en la Sala Común.

      Edelyn, que acababa de regresar de la oficina del director, continuó observando sus pies. Se sentía mariada y ligerament eenferma, el peso de los asuntos confidenciales siendo duros sobre sus hombros. Oh, cómo cambiaron las cosas... pensó que, en esta ocasión, ella sería la que guardaría un oscuro secreto de sus amigos – el secreto de la lealtad de Draco Malfoy hacia Ya-Sabes-Quién y la tarea que tenía que hacer.

      — ¿Lyn?—, Hermione se sentó en el posabrazos y le dio un apretón a su muslo —. ¿Bueno? ¿Dijiste que sí?

      Edelyn pestañeó, y finalmente se encontró con la mirada animada de Hermione —. ¿Decir que sí a qué?

      —Harry, por supuesto. Te preguntó, ¿no?

      — ¿Preguntar qué?

      —Oh, ¡ese idiota!—, exclamó Hermione, lanzando sus brazos al ire —. Se acobardó, ¿no?

      — ¿Se acobardó de hacer qué?—, preguntó Ron, sentándose al otro lado de Edelyn.

       Hermione instantáneamente miró para otro lado —. ¿No deberías estar chupándole la cara a Lav-Lav?—, dijo fríamente.

      Ron rodó los ojos y la ignoró por completo —. Lyn, ¿viste a Harry? Se suponía que nos encontraríamos en el dormitorio antes de la comida.

      —No desde que lo vi en la biblioteca—, dijo Edelyn. Tan pronto como las palabras salieron de sus labios, el retrato se abrió —. Habla del Diablo y aparecerá—, remarcó. Le sonrió a Harry, pero se sorprendió cuando él la miró con el ceño fruncido.

      —Tuviste una tarde muy divertida, ¿no?

      — ¿Qué-? ¿De qué hablas?—, balbuceó Edelyn.

      —No te hagas la tonta—, gruñó —. De todas las personas con las que acostarte, ¿tuviste que elegir a Malfoy?

      — ¡¿QUÉ?!—, la voz de Ron hizo eco en la silenciosa Sala Común. Las cabezas se giraron hacia ellos. La boca de Hermione cayó abierta.

      Edelyn observó a Harry con la boca abierta —. Por Godric, ¿qué te dio esa idea?

      —Oh, por favor—, Harry resopló —. ¿Saliendo de un salón vació así? No creí que estabas tan desesperada.

      Edelyn se colocó de pie. Aunque no igualaba a Harry en altura, sí lo igualaba en asertividad —. ¿Disculpa?

      —Me das asco—, Harry sacudió la cabeza —. ¡Ustedes dos son familia! Pero supongo que es normal entre ustedes - acostándose con sus propios primos.

      Para este momento, casi todos en la Sala Común observaban la conmoción.

      —Por la barba de Merlín... no sé qué te pasa, Harry, pero estás completamente loco. ¿Crees que yo-? ¿Que me acostaría con alguien en un salón vacío? ¿Que siquiera tocaría a Malfoy voluntariamente?

      —Sí, ¡sí, lo creo! ¡Sabía que había algo entre ustedes dos! Se volvieron más y más cercanos desde que Slughorn los hizo trabajar juntos en Pociones, ¿no?

      —Claro, ¡porque hacer tarea es tan íntimo!

      — ¡Su tía mató a Sirius, Lyn!—, le gritó —. ¿O ya te olvidaste de tu padre muerto?

      Todos jadearon. Ron se ahogó con su propia saliva. Hermione cubrió su boca con sus manos.

      Los ojos de Edelyn se encendieron con ira —. Cruzaste la línea, Potter—, gruñó y sus ojos azules fueron envueltos por brillantes llamas verdes —. ¿Cómo te atreves a incluir a Sirius en esto?

      —Oh, creo que a Sirius le gustaría saber qué diablos le pasó a su hija como para acostarse con Malfoy. Un Malfoy—, ladró —. Oh, pero tu familia estaría orgullosa, ¿no? Dos sangres pura - dos sangres pura que son familia. ¡Es perfecto! ¡Tu abuela estaría tan orgullosa! Realmente estás cumpliendo con ser una Black.

      Sus palabras vertían veneno, y Edelyn sintió su corazón envenenarse con cada sílaba.

      Aunque el silencio que entonces siguió solo duró un par de segundos, fue como una eternidad. Con las lágrimas al borde de caer, Edelyn se envolvió entre sus brazos y habló —. Gracias por pensar tan poco de mí.

      Pasando a su lado para salir por el retrato, dejó una tensa quietud en su marcha, que solo fue rota por el sonido que emitió el puño de Ron al golpear a su mejor amigo en la nariz.

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      —No se preocupe, señorita Black—, chilló Dobby, el elfo doméstico, palmeando ligeramente su espalda —. Dobby está seguro que esto pronto se solucionará.

      Kreacher, que estaba ocupado sirviendo una taza de té, murmuró —. Ese jodido mocoso, molestando a mi ama.

      Edelyn restregó sus ojos y se sonó la nariz cuando pasos irrumpieron en la cocina de la escuela.

      — ¡Señorita Black! ¡Señorita Black!—, Dobby exclamó con emoción —. ¡Wheezy está aquí! ¡Su Wheezy está aquí!—, tan pronto como Ron tomó asiento al lado de Edelyn, le preguntó —. ¿Al señor Wheezy le gustaría algo?

      —Oh - em - no, está bien, Dobby.

      —Dobby y Kreacher dejarán a la señorita Black y al señor Wheezy solos, entonces—, asintió Dobby y tomó a Kreacher por el brazo, arrastrándolo a donde los otros elfos domésticos se encontraban limpiando.

      Edelyn esnifó por la nariz. Su voz salió rasposa —. ¿Cómo supiste que estaba aquí?

      —Le demandé a Harry que me diera el Mapa de los Mereadores—, dijo Ron, encogiéndose de hombros. Entonces, como pensándolo, agregó —, después que lo golpeé.

      — ¿Lo golpeaste?

      —Sí. Él - uh - bueno, cruzó la línea, ¿no? Quiero decir... tú no... realmente no te acostaste con Malfoy, ¿cierto?

      Edelyn hizo una mueca y hundió su rostro entre sus rodillas —. ¿Por qué creería eso? No besaría a Malfoy ni aunque tuviera que elegir entre él y una Acromantula.

      Ron tembló, entonces acarició su espalda —. Las malas decisiones están en tu sangre... digo, tus abuelos eran primos sgundos.

      Edelyn levantó la cabeza y arrugó la nariz, incrédula —. Realmente eres el idiota más insensible que tuve el desfortunio de conocer.

      —Y aún así soy tu Weasley favorito, así que...

      Edelyn hizo una mueca falsa. Se acercó a Ron y reposó su cabeza sobre su hombro —. Segundo favorito—, murmuró —. Pero gracias - por golpear a ese jodido estúpido.

      —Él simplemente tiene suerte que Fred y George no están aquí, o ya estaría muerto—, dijo Ron, encogiéndose de hombros —. Bueno... probablemente hubieran matado a Malfoy primero por siquiera mirarte, entonces usarían su cadaver como un arma contra Harry.

      Ella soltó una carcajada —. Gracias por la imagen mental, Ronniekins. En serio, ¡lo aprecio! Por la barba de Merlín, espero que nunca descubran esto...

      —Poco probable, Lyn. Juro que esos dos tienen espias en el castillo. Ya me enviaron un vial con poción de amor con una nota que decía: en caso que te falte, no querrías que Lavender deje de besarte, ¿no?

      —No...

      —Sí, lo hicieron.

      —Bueno, debes admitir que fue una sorpresa...

      Ron resopló  ¿Qué le guste a alguien?

      Edelyn lanzó sus ojos hacia el techo —. Que te guste alguien más además de Hermione.

      —Oh, ¡no molestes, Lyn! Por la décimo quinta vez, no me--.

      —Me dijiste que tiene linda piel.

      —Sí, pero - pero también... ¡Neville también! Neville tiene linda piel.

      Edelyn alzó las cejas —. ¿Esta es tu forma de salir del clóset?

      Mientras tanto, escaleras arriba, en el dormitorio de los chicos, Hermione estaba limpiando la sangre de la recién-curada nariz de Harry.

      —Harry, tú - en serio - solo - eres un complete--.

      —Sé que soy un idiota, Hermione. No necesitas recordármelo.

      —No deberías haber involucrado a Sirius. Eso fue--.

      —Lo sé—, Harry gruñó, presionando sus codos contra sus rodillas —. Ni siquiera sé por qué lo dije... ¡sse me escapó!

      —Hmph. Bueno, los celos son horrible.

      — ¿Qué? No estaba - no es por eso que - ¡no estoy celoso de Malfoy!—, protestó Harry, tornado sus facciones en una mueca hacia Herimione.

      Pero ella solo alzó una ceja y lo desafió —. ¿No? Entonces, ¿por qué estabas tan molesto?

      —Ella - ¡ella etuvo con él! Quiero decir, si fuera solo--.

      —Oh, ¡cállate, Harry!—, Hermione explotó contra él —. Edelyn, como mucho, tolera a Malfoy. Nunca lo besaría, mucho menos dormiría con él.

      —No viste lo que yo—, discutió Harry —. Estaban tan cerca el uno del otro y, cuando salieron, Edelyn estaba colorada y su cabello era un desastre, y Malfoy estaba completamente fuera de sí, y--.

      Hermione negó —. Entiendo que se vea mal, pero respeto a Lyn lo sufficient como para creer que probablemente hay una historian detrás de eso. Estás saltando a conclusions, y tu razonamiento está nublado por los celos.

      —Por última vez, ¡no estoy celoso!

      — ¿Entonces por qué te importa tanto a queen besa o con quién tiene relaciones=?—, replicó HermionE —. Si no estuvieras celsoo, no estarías en esta situación, ¿no? ¡Urgh! A veces eres tan testarudo, Harry, y demasiado necio como para ver lo que está frente a ti.

      — ¿Qué quieres decir?

      —Por amor a Dios, Harry—, Hermione gruñó, desesperada —. No le gusta Malfoy, le gustas tú. Siempre gustó de ti.

      Harry pestaeñó —. ¿Entonces por qué ella-?

      — ¡No lo hizo!—, exclamó Hermione impacientemente —. Solo creíste que lo hizo, y entonces le gritaste frente a toda la Sala Común. ¿No viste lo enojada que estaba? Si fuera otra persona quien la acusara de eso, solo se hubiera reído y lo hubiera tomado con humor. Pero no. No reaccionó así porque eras tú el que estaba diciendo todo eso. La lastimaste.

      Harry tragó con dificultad. Hubo una large pausa y, entonces —. ¿Qué-? ¿Qué hago ahora?

      —Honestamente, Harry, no lo sé—, suspiró ella —. No lo sé. Realmente la cagaste esta vez, y tienes suerte de queue Fred y George no están aquí.

      — ¿Qué? ¿Por qué?

      —Porque estarías muerto.