Universo A-1

El ambiente de la ciudad de aquel nuevo día era uno bastante cálido.

El reloj marcaba las 11 y un ventrexiano desorientado comenzaba a despertarse.

El estaba feliz pues el chico permanecía ahí a su lado.

Se levanto, tallo ligeramente sus ojos y después bostezo.

—Auch. —una pequeña jaqueca se había manifestado.

Vio a Gary que seguía dormido.

Le sorprendía el echo de haber dormido toda una noche en esa posición.

Y luego, sin querer, notó lo tierno que se veía cuando dormía.

Avocato acercó su mano y tapó la nariz del chico.

Después de unos segundos, Gary abrió la boca para seguir respirando.

El ventrexiano rodó sus ojos.

Con su otra mano, cerró su boca y solo así fue como después de 10 segundos, Gary despertó asustado.

Inmediatamente Avocato quito sus manos.

—¿¡Que... Que pasa!?. —el chico se veía agitado.

—Estabas dormido y trate de despertarte asfixiándote. —el ventrexiano mostró una sonrisa tierna.

—G... Genial —dijo extrañado Gary —Por lo menos es una forma menos brusca que la de H.U.E.

—Yo no puedo asegurar eso, pero está bien.

Esta vez, quién tallo sus ojos fue Gary.

A pesar de que no tomo mucho, parecía que si la había pegado un poco la resaca.

—Gary, hoy tengo que regresar.

—¿¡Que!? —el chico parecía muy sorprendido.

—Hoy se cumple la semana completa —Avocato no se escuchaba muy feliz al decir eso.

—Oh... Cierto —Gary miro hacia la puerta.

Y el ventrexiano río un poco. —Quiero que me acompañes a la nave.

El chico regreso la vista hacia Avocato.

—¿Quieres que te acompañe a la nave?.

—Eso fue justo lo que dije. —A pesar de que el ventrexiano tampoco quería irse, mantenía una sonrisa marcada.

—Si... Si te acompañaré. —Al menos eso le daría un poco más de minutos para estar con Avocato. —Solo me cambiare rápido y después... Vamos.

—Si. —Avocato espero que el chico se parara y saliera de su cuarto para cambiarse también, pero no lo hacía.

El ventrexiano se levantó, hizo algunos estiramiento y solo podía ver cómo Gary se ponía nervioso.

—¿No sé supone que irás a tu cuarto para cambiarte?.

—Si, pero dormiste por más de 7 horas en mis piernas. Yo estoy despierto, pero ellas no. —Exlico el chico un poco divertido.

—¿No sientes las piernas?. —le causo más gracia a Avocato.

—No, pero solo es cuestión de esperar un poco, en un momento reaccionarán.

El ventrexiano se acercó con una sonrisa partícular —O podemos obligarlas a que despierten.

Gary frunció el ceño —¿Como?

De un movimiento, Avocato se hincó, tomo las piernas del chico y las estiró por el resto del sillón.

Gary pego un gran grito de dolor —¡Estúpido!.

El ventrexiano comenzó a carcajearse —¿Ya están despiertas Gary?. —Avocato comenzó a dar pequeños golpes.

—¡Eres un!... —por supuesto, trataba de defenderse, pero su fuerza no era nada comparada con la de su amigo. —¡Para ya! —seguia tratando de alejarlo con sus brazos —No es divertido, duele... No me gusta.

Avocato paro y de un salto teniendo cuidado con las piernas del chico, quedó encima de él. —¿Y que tal esto?. —el ventrexiano seguía riendo sin darse cuenta de lo que hacía —Esto... —y se acercó al rostro de Gary. —¿Esto te gusta?...

El chico estaba inundado en mar de emociones —Yo... —Puso gran atención a los ojos de Avocato —No lo sé...

Y para su sorpresa, el ventrexiano presto atención a los labios de su amigo.

Gary se dio cuenta provocando su sonrojo.

—¿Por qué te sonrojaste?. —Pregunto calmando su respiración, pues sentía por alguna extraña razón que sus latidos comenzaban a ser más rápidos.

—Yo... —Gary no pudo responder la pregunta, se distrajo cuando vió las mejillas de Avocato —¿Por qué tu estás sonrojado?...

—No lo estoy —el ventrexiano estaba seguro de lo que decía.

—Por supuesto que sí. —Gary sonrió.

Los dos comenzaron a acercarse sin perder de vista cada facción del otro.

Y poco a poco, los dos llegaban al punto de no retorno, aquel en el que sus respiraciones son sentidas y los labios prácticamente están unidos.

Pero Gary recordó que Avocato tenía pareja.

Y eso lo arruinó.

El chico puso sus manos en el pecho del ventrexiano,

—Creo... Creo que mis piernas ya sirven. —emitio una risa que denotaba su vergüenza.

Y Avocato reaccionó.

—Por... Por supuesto —El ventrexiano se levanto y se alejó del chico.

Gary, fingiendo que todo estaba bien, se levantó con dificultad y salió de la habitación.

Tenía su respiración agitada y las mariposas en su estómago estaban demasiado alteradas.

¿Que había sido eso?.

No sabía si estaba mal, pero se sentía feliz.

Por qué por primera vez en la realidad, había sentido una correspondencia.

Había sentido como si Avocato quisiera a Gary y no solo como amigo.

El chico negó con su cabeza.

—No... Eso es estúpido, el solo jugaba... —penso y se dirigió a su habitación.

Para el ventrexiano no fue diferente.

—¿Que... Que fue lo que pasó?. —se sentó en su cama y ocultó su rostro con sus manos.

Después, vio su panel.

—Ya es tarde —Pensó.

No tenía tiempo para estar pensando en su acción.

Debía regresar o de lo contrario estaría en graves problemas.

Se apuró.

Tomó lo necesario, dejo algunas cosas, se paró frente a la puerta, revisó que todo estuviera en orden y sin demorar más, salió de la habitación.

—Oh... —Gary se paralizó. —Iba... Iba a tocar la puerta.

Avocato lo observó por algunos segundos y después sonrió —Pues ya no lo harás. ¿Nos vamos?.

—Si... —Por más que resistiera, Gary mostraba su trizteza en las palabras que emitía.

Aún así, el chico acompaño al ventrexiano hasta al hangar.

Ahí, Avocato le pidió que subiera. Por supuesto, Gary quedó muy confundido, después, el ventrexiano le explicó que no podía irse ahí, sería mucho "show" y le explicó que lo dejaría en el monte de siempre.

A pesar de que esa idea no beneficiaba al chico, el acepto.

Por qué no importa que tan difícil o que tan imposible sea la situación.

Cuando la persona de la cual estás enamorada te pide algo, es muy difícil decir que no.

Avocato cumplió con lo dicho, llegó al monte y se estacionó parcialmente, abrió la compuerta y los dos se asomaron.

El ventrexiano solo quería darle la mano.

Pero Gary la rechazo y en su lugar, le dio otro gran abrazo.

Avocato suspiro, pero no debía engañar a nadie, también lo quería.

Después se miraron y el ventrexiano vio en el chico su necesidad de decir algo, pero no lo hacía.

Por supuesto, le pareció tierno. —¿Lo vas a decir? O ¿Lo digo por ti?.

Gary rodó los ojos —Prometeme que vas a regresar.

Y Avocato no pudo más.

Se acercó para darle el abrazo final. —Lo prometo.

Y ellos no lo sabían, pero cada segundo que pasaba, cada mirada que daban, cada abrazo que realizaban, provocaba en ellos un poco más, la necesidad de estar con él otro

Como una pequeña adicción.

Después de eso, Gary bajó, Avocato se retiró y la semana pasó.

—Hasta pronto, Señor Bigotes.

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Universo A-10

—Quinn, no te desanimes, hicimos lo que pudimos. —Pequeño Cato puso su mano en el hombro de la chica.

—Si... Creo que sí.

Después de una larga investigación, concluyeron que todo de cierta manera tenía sentido.

No había nada que descubrir, no había mentira que revelar.

Solo un puñado de extrañas coincidencias que interpretaron mal.

—Hora de irnos. —Pequeño Cato se abrochó el cinturón, tenía rato que estaban en la nave.

—Al menos fue un poco divertido ver la forma de vida de otro universo. —Quinn se escuchaba muy desanimada.

—Al menos.

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Holis UwU.

Más temprano que de costumbre ehh Xdxd.

Pero que cosas están pasando entre estos dos :00.

Hasta el lunes 7u7.

Bai.

Hasta El Último Día II: Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato): Capítulo 33 (47), Temporada 2.