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22 - Segundo Arranque

A la mañana siguiente, cuando Gary despertó, lo primero que pensó fue en lo que Quinn le había dicho el día anterior.

"¿Por qué diablos tu y Avocato no se presentaron el día de hoy para lo de la nave?."

Solo por eso, estaba inseguro en sí ir o no ir.

Y lo pensó, se tomó su tiempo para reflexionarlo.

Llegó a la conclusión de que no tenía nada que perder.

Por todo lo que le había dicho la psicóloga, por toda esa razón.

Nada de eso era un problema suyo, solo iría a ayudar y si no quería más su ayuda, lo entendería y se iría.

Y así lo hizo.

Tomo su ficha donde estaba el sello de acceso, se despidió de Mooncake y salió hacia la zona de investigación y de restricción.

No esperaba encontrarse a Avocato pues había que admitir que ya iba un poco tarde.

Pero llegó, y nervioso entro a la zona restringida solo para toparse con el robot y como tenía que suceder, al ventrexiano.

—Buenos días, capitán Gary.

—B... Buenos días.

Avocato dejo el desarmador que tenía y miro fijamente al chico.

Gary comenzaba a prepararse para escuchar un.

"Gracias, pero ya no te necesito".

O tal vez un.

"Eso fue todo Gary".

El chico apretó sus manos para soportar un poco más la presión.

El ventrexiano por su parte, solo se acercó un poco y... Sonrió.

Gary tapó su boca y bajo la mirada totalmente sonrojado.

No se había preparado para eso.

—Gary, pensé que ya no vendrías.

Gary avergonzado río. —No, no... Solo se me hizo un poco tarde.

—Bueno, en ese caso, comienza con tu avance de la última vez, que esto está casi listo. —Avocato dio la vuelta para continuar con lo que estaba haciendo.

—¡Si! —respondio todavía nervioso.

Y los dos junto con el robot de apoyo se dedicaron a hacer lo suyo.

No cruzaron más palabras hasta la hora de comida.

Y esta vez, no hubo situaciones tan incómodas o extrañas.

Los dos, regresaron a sus habitaciones juntos.

Para este punto, el día ya había terminado, y les esperaba un nuevo amanecer lleno de situaciones poco predecibles, pero con su toques de alegría y esperanza.

Una idea muy alejada de lo que realmente paso.

Todo tan normal, todo tan rutinario.

Y el siguiente día fue lo mismo.

Aunque en cuestión a su relación todo estaba mucho mejor.

Existía más conversación, menos momentos incómodos, algunas risas, algunas miradas.

Lamentablemente, como en muchas situaciones, todo iba tan bien que jamás imaginaron que su paz, después de estar trabajando 4 días seguidos en armonía, se quebraria como una torre de naipes a punto de terminarse que se derrumbaba por la más mínima perturbación de viento.

—¿Puedes creerlo? ¡Mañana terminamos de reparar esto!. —Avocato se veía bastante emocionado.

—Si, si. —El chico recordó que dentro de dos días era su cita "no cita"

—Por fin regresaré a mi hogar.

Las palabras del ventrexiano solo le aclaraban a Gary que el no iría a aquella cena.

Y todo se vio reflejado en su rostro, que en vez de expresar emoción o felicidad por Avocato, expresaba más bien tristeza e incluso decepción.

—Gracias Gary, sin tu ayuda, me hubiera tardado un poco más en terminar. —el ventrexiano volteo a observarlo.

El chico, perdido en sus pensamientos alcanzo a responder —Oh... Por supuesto Avocato, no tienes que agradecerme.

El ventrexiano identificó de inmediato que algo no andaba muy bien.

Pero, ¿Acaso era el quién tenia que hablar con el chico?.

Después de todo, la nave estaba casi reparada, la cuenta regresiva de su regreso estaba en máximo 24 horas y el chico en realidad le daba igual.

Ya no tenía una razón por la cual hablarle, la ayuda había terminado.

Y antes de ignorar por completo a Gary, recordó que había echo una especie de promesa.

Por qué en un momento el quiso arreglar las cosas con el Comandante Gary a pesar de lo ocurrido.

Y ahora que tenía la oportunidad, ¿La rechazaría así sin más?.

Era cierto que ese no era su universo, pero tal vez, por lo menos ahí podría arreglar lo que en su cosmos, era irreparable.

Por lo menos ahí podría perdonar al Comandante Gary... O en su defecto al Capitán Gary.

Avocato, con mucha fuerza de voluntad pregunto. —¿P... Pasa algo?.

Gary abrió exageradamente sus ojos por sorpresa —No... No, es solo que... Creo que cuando termines tu nave, simplemente te irás.

El ventrexiano se ahorro su comentario "Era obvio ¿No?.

—Asi estaba planeado Gary.

Y eso solo empeoró las cosas, por qué hizo pensar al chico que ni siquiera se tomó la molestia de leer la nota que hace unos días le había enviado.

—Si... Supongo que sí.

Avocato empezaba a incomodarse. —Bueno... —avanzo al lugar de las herramientas y tomo una especie de soldadura. —No te sientas triste Gary, en algún momento tenía que ocurrir. —se recostó sobre una tabla sobre ruedas y se metió abajo de la nave. —Aparte de que los dos tenemos cosas que hacer, yo regresar con Quinn y apoyarla, tu debes ser un capitán y...

Unos extraños ruidos sacaron de su trance a Gary quien se percató de que uno de los lados de la base que sostenía a la nave, se dobabla lentamente.

El chico, sin hacer caso a las palabras de Avocato, se acercó lentamente para asegurarse de que lo que estaba pasando no atentaba a la vida del ventrexiano que permanecía justo abajo de la nave.

Y cuando todo pareció estabilizarse, la base simplemente se torció provocando que la nave cayera de aquel lado.

La parte que trabajaba Avocato no salió para nada afectada.

Y eso tampoco fue impedimento para que Gary no reaccionara.

El lo saco y ahora lo tenía justo enfrente de él, podían sentir sus respiraciones y sus miradas no enfocaban otra cosa que no fueran sus mismos rostros.

—Yo... —trato de hablar Gary, pero contemplar los ojos del ventrexiano se volvieron su prioridad.

Avocato por su parte se perdió completamente.

El no veía a Gary como tal.

No veía sus ojos, tampoco sentía sus respiraciones.

Lo que veía en realidad Avocato, era a un niño de aproximadamente 14 años que estaba encima de él. Con una sonrisa que despertaba mil emociones y con un particular brillo en sus ojos que emulaban a galaxias enteras.

Un pequeño chico que invadía su espacio personal para frotar su rostro en el pelaje de su estómago.

—¡Eres muy suave!— mencionó sin parar de reír.

Lamentablemente, volvió a suceder.

Y todo eso que solo se podía describir como su total felicidad, fue atacado por su peor pesadilla, con la que tenía que vivir día a día.

—Realmente creí que estabas muerto.

—Pues no lo estoy, y si estoy aquí es solo por ti. —confeso Avocato. —Yo se quién eres Gary y definitivamente tu no eres esto.

—Por supuesto que no, soy mucho más.

Avocato entrecerró sus dientes —¿Que hay del apretón Gary?... Me vas a decir que eso también lo fingiste?.

El chico río —No se de donde inventas tantas cosas gato. Pero eso no importa, lo bueno es que has venido a tu muerte. —Gary tomo su pistola y apunto al ventrexiano —Una muerte tan sencilla como la de tu...

Avocato golpeó fuertemente a Gary.

Se levanto muy alterado y vio en el suelo al chico que mantenía su mano en su mejilla.

—¿A... Avocato?...

—¡Aléjate! —grito el ventrexiano. —Alejate maldito asesino...

Gary estaba muy desorientado —¿De qué... De qué hablas?...

—¡No mereces mi perdón! —Grito el ventrexiano con sus ojos cristalizados. —No puedo perdonar a la persona que mato a mi hijo.

Gary con dolor punzante en su mejilla frunció el ceño —¿Tu hijo?...

Avocato, con sus apenas lágrimas bajando lentamente, se volteo y se fue del lugar dejando a Gary confundido y lastimado.

—Tu hijo...

_________

El chico estaba en la mesa de su habitación.

Frente a él, permanecía el dibujo del ventrexiano que había echo Pequeño Cato.

Llevaba horas llorando.

—Por un momento pensé... Que tal vez el era igual a ti. —hablo Gary limpiándose los ojos de vez en cuando. —Por un momento pensé que tal vez podría ser algo para el, así como creía que lo fui para ti. —suspiro —Pero no... Y lo peor de todo es que tú ya no estás a pesar de que te escuché en mis sueños.

Gary tomo el dibujo en sus manos.

—Te extraño tanto. —susurro. —Y haré esto por ti.

El chico tomo su dispositivo de comunicación y seleccionó el último número de señal que había anotado.

Espero unos segundos en que la línea conectará y cuando perdió la esperanza de una respuesta, contestó.

—¿Hola?.

—Hola. —respondio tratando de tranquilizarse Gary.

—¿Quién habla?.

—Necesito verte.

—¿Para que?.

—Para un trabajo que podría interesarte.

—Lo siento, estoy retirado.

—Se trata de tu padre.

Un silencio abrumó la llamada.

—¿Cual es el punto de reunión?...

____________________________________

Yo no sé que dice la noche que me pide que vuelva 🎶🎵 UwU, pero antes de volver, aquí está el capítulo :D

Bueno, por fin sabemos la verdadera razón del porque Avocato odia a Gary.

Estaba escribiendo una biblia de explicación pero se me olvidaba que todo esto viene explicado en las siguientes partes XDD.

Capítulo 23: Vulnerable (25 de Junio).
Capítulo 24: Cita Con Galletas (27 de Junio).

Los siguientes capítulos son importantes por qué aclaran incluso cosas de Nave Especial.

Es lo único que puedo decir amigos Cx

Hasta el martes aaaaa.

Bai.

(Lo siguiente está un poco muy difícil, pero si me dicen el por qué del título del capítulo de hoy [que extraño se escucha eso xD] les dedico el siguiente capítulo 7u7)

Hasta El Último Día II: Ecos Y Ruidos (Gary x Avocato): Capítulo 22 (36), Temporada 2.

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