Ser ingrato y desgraciado,
¿Por qué lloras por los locos?
Estupidez de los pocos,
manifestada en ti…

Me rio en tu cara, poeta insensato.
Fallaste a un juramento, es tanto…
Libertus renace de las sombras
para recordarte quién eres.

¡Intrépido poeta del fuego cósmico,
deja de escribir al destino cual idiota!
No perteneces a un corazón tan torpe,
no eres tú alguien que merezca lástima.

Eres el que merece el mundo
y el que rompió barreras de poesía
con el dolor sin precedentes
que por fin se vuelve odio.

¡Ha vuelto el gran libertus!
¡Viva la libertad de las cadenas de amor!
Muérete, zorra ingrata
que no aceptaste al que te amaba.

Despierta, valiente hombre,
Cosmoelectric, tu pluma de fuego.
Ese bolígrafo del enamorado
tíralo al aire a ver a quién le queda.

No eres tú el que llora por nadie,
por una demente que no supo apreciarte.
Eres tú el creador de mundos,
el dibujante de mil destrozos.

¡Cosmoelectric, que si ella
quiere lascivia fiel a los principios de Lesbos
y no resulta aquello que pensaste el momento
déjala libre, a ver cuánto le dura el gusto!

Libertus ha vuelto…
Se murió el cordero…
Revivió el gran arte
y se hundió el sentimiento…