En frontera con la cruel realidad
te acercas del brazo con alguien más,
sé quién es, no hay por que decir.
Entiendo que todo ahora sí se perdió.

Me ves lejos, y finges reír
por un nuevo encuentro conmigo,
luego de tantos años
nos volvemos a ver.

Yo aún no acepto lo que fue,
no lo puedo procesar.
Al terminar lloraré,
sí, lo haré otra vez.

Me acerqué un poco más hacia ti,
y me hablaste del ser
que crees te da calor,
que piensas te da su amor.

Es mentira, yo lo sé,
nadie puede quererte como yo.
Hace años yo te vi partir,
y mira, que ese hoy te tenía aún con dolor.

Me dijiste que ahora eras feliz,
que ese ser te adoraba,
y yo no decía nada, sólo escuchaba
las mentiras que te dijo y creías.

En mis labios camuflé muy bien
el repudio hacia él,
una sonrisa amable que ocultaba la cruel,
la sádica y de horror que sentía en verdad.

Estreché su mano, fuerte la apreté,
creo yo, le lastimé.
En su gesto noté el dolor que causé,
tú me veías a mí con auras de duda.

¿Era yo de verdad quien una vez
te trató de ayudar?
¿De verdad te olvidé? ¿O sólo lo fingí?
En el fondo, sabes que de verdad te aprecié.

Y terminas con un frío adiós,
asegunda tu amor,
yo sigo el caminar, no detengo mi andar.
Cuando andan ambos lejos…

…Giro para disparar…