En una carta te dejé
un manifiesto de que te amé,
y cuando te fuiste yo lloré
pensando en lo que pasé…

Cada recuerdo que forjaste,
con mil ilusiones tú llegaste.
Hoy en mi alma reanimaste
lo que de felicidad es contraste.

Esta carta no es legible,
palpable, no huele, inflexible;
mas tiene una tinta indeleble…
No se puede tener en un mueble…

Y en la vida no se siente
el dolor de la muerte,
ya no estás de mí enfrente.
Mi existir ya es diferente.

En una carta te dejé
una canción que no canté,
la dijo mi mente, el corazón,
vos de vivir sois mi razón…