Yo debo ser el más servil de tus amantes…
¿Por qué debo hacerlo?
Y tengo que ser el que nunca pueda olvidarte…
¿Qué motivo hay para ello?

El retrato que hay de ti
impreso indeleble en mi mente,
ya no quiero tenerlo,
quiero para siempre perderlo.

No he podido hacerlo
de forma convincente,
tendré que recurrir
a soluciones indecentes.

Voy a abrir mi corazón
para sacarte con las manos,
ya no puedo, ya se nota,
locura mi humor denota…

…Y locura tengo ya.

Azotaré mi propia espalda,
quemaré mis propias manos,
lloraré por el dolor
que me causé yo mismo.

Prefiero sentir la muerte
porque yo así lo deseé,
y no porque tú quisiste
y yo, como idiota, acepté.

Torturaré a la luz mis ojos
y caminaré en ardientes brazas,
que sea esa mi perdición,
el futuro de mi propio error.

Deseo quemarme en mi fuego
y no en el que tú encendiste,
te amo, y no lo entendiste,
pero moriré porque yo así lo quise.