Capítulo 19._ La estás perdiendo
«Jos»
Las cosas comenzaban a cobrar buen sentido, al menos así parecía, y si así se podía decir. Pasaron dos semanas de lo ocurrido, Isabela estaba mejorando; se alimentaba correctamente, las heridas ya no dolían tanto y poco a poco volvía a hablar; nadie quería presionarla. Su estado de ánimo era más alegre, por mi parte le platiqué todo a mi madre y después de mil intentos la convencimos de irse a vivir con nosotros. Aunque, sabía que estaba perfectamente con los Villalpando, no podía lidiar con la idea de que pasara tiempo con Alonso; ya tenía suficiente con Bryan Mouque invitándola a salir a todos lados, y de ella aceptando con la mejor de sus sonrisas.
Ewww, ¿qué le veía a ese cabello de estropajo? Mis ojos eran más bonitos. Duh.
Ahora Isabela y yo teníamos mucho tiempo juntos, salíamos a caminar al parque en suma tranquilidad y le compraba sin falta todas las tardes una rebanada de su pastel favorito luego de recogerla de su trabajo; había conseguido empleo en una librería. Se veía tan bonita con su uniforme, ya no podía negarme lo obvio a mí mismo, cada día me gustaba más... por lo tanto se hacía más difícil confesarlo.
¿Cobarde? Sí, lo soy.
Sin contar que entre su proceso de curación, Isa gastaba su tiempo enviando mensajes y hablando con alguien. No sabía quién era, y ella tampoco me había comentado nada, sin embargo sí la veía sonreír así que me conformaba con eso.
Al día siguiente me levanté temprano, mi alarma sonó antes de tiempo por lo que me arreglé con tanta calma que inclusive me hice mi propio desayuno. Cepillé mis dientes después de estar viendo Bob Esponja en la televisión acompañado de mis hot cakes quemados de la orilla; nada que mucha maple y crema batida no solucionaran. Una hora más tarde, el ruido se hizo presente en la casa, anunciando que ya todos se habían despertador.
Pasó otra media hora cuando alguien tocó en mi cuarto.
—Jos ¿estás despierto? —preguntó mi hermana detrás de la puerta, asomando su cabecita de cabello castaño claro
—Desde hace casi dos horas —contesté orgulloso, dejando los platos sucios en la mesita de noche. Sacudí mis manos y tomé mi móvil —Pasa.
—¿Y ese milagro? —abrió mi puerta dejándose ver completamente, sonreí con ternura al mirar sus cómodos pantalones de pijama con estampado de cerditos con alas; yo los había escogido la Nochebuena pasada y en Navidad se los obsequié. Se sentó a mi lado acurrucándose en mí, nuestra posición favorita; besé su cabeza con todo el amor que pudiera ser capaz de transmitirle a mi compañera de vida
—Mi despertador sonó antes de tiempo —contesté a su pregunta haciéndonos reír a ambos. Ella y yo éramos parecidos a los ojos del resto, aunque para ser sincero yo no lo creía así —¿Te puedo preguntar algo? —me atreví a decirle, ya que era la persona en la que más confiaba seguido de mi madre, Isabela, Clara, Alonso, Katia... y ninguno me hacía caso
—Claro chiquito, ¿qué cosa? —dio unas palmadas emocionada, se enderezó separándose de mí
—¿Sabes si Isa está saliendo con alguien? —bajé la mirada con mi cara ardiendo de vergüenza, me sentía estúpido pero aún más actuando como el novio celoso que claramente no tenía el papel
—No estoy segura Jos, pero ella te quiere —contestó segura de sus palabras, yo me limité a bufar ante su respuesta. Nuevamente me dejé caer sobre el colchón con las sábanas sin arreglar, si mamá entraba y veía esto seguro me regañaría —Escuché que ha estado hablando mucho con Alonso —se encogió de hombros, despreocupada
—¿Con Alonso? —fruncí el ceño al oír aquel nombre, desconcertado —¿Villalpando? —asintió con expresión confundida, a ella no se le hacía extraño aunque a mi yo interno más idiota sí —Pero él es mi amigo.
—Ya te dije que no estoy segura, ahora apresúrate que se hará tarde y tienes que manejar. —palmeó mi hombro con entusiasmo por iniciar un nuevo día —Y José Miguel, hablar con un amigo es completamente normal, deja de hacerte ideas en la cabeza o quedarás loquito a mas no poder. Pensar mucho las cosas, o demasiado poco, puede afectar en una mayor medida de lo que pensamos —se burló dándose en la sien golpecitos con el dedo, y salió de mi habitación dando saltitos
—¿Alonso, en serio? ¿por qué él? —hice una mueca mientras me levantaba y me colgaba la mochila, mi día comenzaba a ensombrecerse
El transcurso a la escuela fue callado, a excepción de la música que pasaban en la radio la cual siempre sintonizaba. Pasaron algunas de mis canciones favoritas, pero eso no hizo que me sacara de la mente una posible relación amorosa entre mis mejores amigos, casualmente con la chica de la que creía estar enamorado. No estaba seguro ¿bien? Mis sentimientos hacia la gente siempre eran peculiares, de lo que no dudaba era que la quería, pero eso siempre lo supe.
Me estacioné y bajamos del coche, caminamos a la entrada y Fer se fue con sus amigas, por lo tanto, yo caminé con Isabela tomados de la mano.
—¿Qué clase tienes? —le pregunté en un intento de romper el hielo, ella me miró distraída
—Química ¿y tú? —finalmente sus ojos conectaron con los míos haciéndonos sonreír a ambos, los suyos eran más claros y brillantes que los míos. Pude apreciar que luego de tanto tiempo, volvía a maquillarse; nada exagerado, sino algo más ella... casual pero sensual.
Eso rimó, bingo. Benedetti estaría orgulloso de mis versos sin esfuerzo.
—Tengo entrenamiento, el viernes es el partido —sonreí aún más, aquel acontecimiento del que tanto nos habíamos preparado ya casi llegaba el día; era una gran oportunidad para conseguir patrocinadores y becarios
—Lo había olvidado —rió tontamente llevándose una mano a la frente, entonces la campana sonó y me miró nuevamente —Supongo que te veré en el receso.
—Claro —le sonreí de vuelta y me acerqué a ella para besar su mejilla, me separé sonriendo y me despedí con la mano caminando dirigiéndome directamente a la cancha pastada de fútbol rápido. Al ser del equipo oficial de la preparatoria, cuando fuera necesario por partidos teníamos permiso especial de faltar a las clases y además; todo el año nos daban cupones de comida, se nos respetaba mucho en el colegio
Llegué al entrenamiento veinte minutos antes de comenzar y saludé al único que estaba en el vestidor: Alonso y Alan.
—¿Todo bien? —preguntó con una sonrisa, ofreciéndome su puño, el cual choqué amigablemente a modo de saludo
Suspiré sonriendo levemente —Claro.
Pronto oímos bulla y vítoreos, algo que solo hacía la persona más loca que conocía —Vamos chicos, es el partido final y tiene que ser nuestro —soltó Freddy emocionado haciendo giros en su camiseta del uniforme con su mano. Se me acercó sonriente —Tú puedes capitán —dijo palmeando mi hombro derecho, fuera alguien comenzó a gritar; el castaño nos miró asustado —Si no queremos que Ricky se altere más de lo que ya está, salgamos, o GRRRR —lo imitó haciendo una gran mueca grotesca con su boca y haciendo ridículas garritas con sus manos
Su primo, Alan, se levantó de la banca y guardó su móvil —¿Sabes Leyva? Me pregunto si realmente somos parientes.
—¿Por qué la duda?— le regresó la pregunta Freddy, entonces hicieron la más tonta de sus costumbres; jugar a las luchitas
—¿Vamos? —el ojiazul hizo un ademán señalando hacia la puerta, asentí siguiéndolo por detrás hacia la cancha
Comenzamos a calentar para posteriormente entrenar, todos sabían que el partido sería el sábado y debíamos de entrenar duro para conseguir la victoria. El colegio había ganado el Campeonato Interescolar por tres años consecutivos, nos apoyaban bastante bien; además uno de los requisitos para estar en el equipo era mantener las calificaciones.
A la hora del descanso nos dejaron salir, así que fui a la cafetería por algo rápido para comer y regresar en busca de mis amigos con los que compartía cancha. Pero no me encontré con algo de mi agrado.
En una de las gradas, Isabela y Alonso estaban riendo, especialmente ella, de algo que él dijo. Esa escena no me gustó para nada, y sí, quizá eran celos, pero de verdad deseaba que ella estuviera conmigo. Entonces, mi inocente Isa lo abrazó, le murmuró algo y se fue sonriendo. Lentamente me acerqué a mi amigo y me senté a su lado.
—¿Qué estaban haciendo? —pregunté intentando que mi voz no sonara tan seria
—Platicando —sonrió tontamente, ganas no me faltaban de quitarle esa felicidad —Tranquilo celoso, nada malo. Pero ella me dijo que te dijera que no iba a poder estar en receso contigo, su maestra de Química quería que la ayudara en un trabajo a esta hora. —me miró burlón, fue imposible ocultar la rojez en mis mejillas por la pena
Solté un profundo suspiro —Bien.
—Anoche me llamó y dijo que...
—Sí, ya comprendí Camarena, hacen todo juntos ¡yupi! —lo interrumpí siendo lo más sarcástico posible, rodé los ojos
—Suficiente ¿qué tienes? —Alonso frunció el ceño, sospechaba que algo me pasaba, lo cual era cien por ciento verdad
—¿Por qué crees que tengo algo? Estoy excelentemente bien —le aseguré abriendo mi botella, bebiendo un poco de mi jugo de manzana. Arrugué la nariz, sabor artificial
Arqueó una ceja, divertido —Me acabas de llamar por mi otro apellido, no como Villalpando, Alonsito o alguno de tus ridículos apodos que te inventas con Isabela.
Já, ¡no paraba de mencionarla y relacionar las cosas con MI chica!
—Es por ella ¿cierto?
—¿Te puedo preguntar algo y me dices la verdad? —dije cortante, más de lo que me gustaría
—Claro —respondió más extrañado que antes
Sonreí cínicamente —Amigo, me ha sido inevitable no notar el tiempo que Isa y tú pasan juntos, incluso más que Bryan —señalé acusadoramente mi gran argumento, Bryan Mouque era toda una garrapata, chinche, fastidio... creo que me di a entender bien —La invitas al cine, vas a verla al trabajo, ella ahora te busca a ti...
—Ve al grano, José.
Lo miré severamente —¿Te gusta Isabela?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
¡Hola! ¿Cómo están? De verdad espero que muy bien💕 Creo que a comparación de otras veces, ya no me tardé en actualizar
Primero, tengo 2 noticias que dar😉
¡LLEGAMOS A LOS 5.2K! Muchas gracias. Sé que la novela comenzó desde el año pasado y me tardo demasiado en actualizarla, pero creo que ya voy mejorando. ❤
No se les olvide votar, comentar y agregar la novela a sus bibliotecas y listas+
Hasta aquí mi reporte, y nos leemos después
—Su fiel escritora Frida :')
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