LAZOS INVISIBLES
Loel disfrutaba los juegos, pero este en especial no estaba siendo de su agrado. Pero no tenía muchas opciones, estaba decidido a ganar.
Sin que el juego pudiese dar inicio, un denso humo comenzó a emerger desde el piso. Muchos de los niños corrieron pero no dejaban de reírse. Mientras el humo se condensaba más y más, hasta llegar al punto que solo las cabezas de los participantes del juego estaban en vista. Como Loel era mas alto que los niños, al poco tiempo solo quedó su mirada flotando sobre el humo.
Muchos ruidos le siguieron a rechinidos de niños que no paraban de salir corriendo. Cuando el humo alfin comenzó a despejarse, Loel temía lo peor. Pero no habían cadáveres, solo la imagen de clara con su maletín mientras le sonreía.
— Creo haberte dicho que me siguieras el paso. — Dijo Clara mientras le lanzaba a Loel su maleta. — Si vas a dejarte atrapar por niños, no pretendas jugar juegos de adultos.
— Vamos a irnos ya, solo estaba por comenzar un divertido juego. — Dijo Loel, bajándole un poco el perfil a una situación que lo seguía manteniendo alerta.
El duo siguió su camino, pero esta vez Clara siempre estuvo pendiente que Loel no se quedase atrás. Esto le hacia sentir seguridad pues ahora no iba a quedarse solo y expuesto, pero seguía sin confiar en ella.
Siguieron caminando por las calles, hasta encontrarse con un tumulto de gente que rodeaba un pequeño escenario vacío. Las instrucciones de clara era salir de allí lo antes posible, pues podría armarse algún lío. Mientras un hombre en bata totalmente blanca tomaba el centro de atención de todos allí.
— Gracias a todos por reunirse. No deben temer mis muchachos, el momento ya llegará pronto. Ese del que les advertí hace tiempo. Para los que confiaron tendrán su recompensa. — Dijo aquel hombre en bata siendo ovacionado por la multitud. — No deben dejarse llevar por la oscuridad, siempre deben ser ustedes mismos. El mal es real, los teggar son reales.
— No es mas que un viejo loco. — Dijo clara, tomando la delantera de Loel que se había quedado atrás escuchando al señor de blanco.
Pero esas ultimas declaraciones marcaron a Loel. En la única parte de su vida que había escuchado ese termino, era en una de las cartas de su hermano Jack.
— ¿Acaso dijo algo interesante ese vejete?. — Dijo Clara, quien claramente absorta en sus pensamientos no había escuchado nada.
— Me sorprende la cantidad de gente solamente. — Dijo Loel. Pensando si debía discutir el termino "Teggar" con Clara o no.
— Es un mundo lleno de idiotas, ahí lo tienes. — Dijo clara, luego que ambos siguieran su camino cruzando entre la multitud que seguía llegando.
A medida que se iban alejando de las multitudes más parecían ralentizar sus pasos, y a clara no parecía ya importarle tanto cubrir su rostro, como si estuviese en un lugar donde se sintiese mas segura o ajena de miradas.
Loel no había dicho una sola palabra desde que su mente se refugiaba en pensamientos que lo llevaban a tener más y más dudas respecto a su hermano y por supuesto con Clara. Pero las dudas no lo dejarían tranquilo y lo llevarían a tomar una decisión.
— ¿Sabes que son los teggar? — Dijo Loel parándose en seco y con la mirada avergonzada hacia el suelo. En un principio Clara solo lo miraba y le extrañaba su reacción, estaba decidiendo si es que en un principio iba o no a responderle.
— Son creencias de otros lugares, muy lejos de acá. Aunque últimamente he escuchado rumores sobre hechos que asemejan todas las historias sobre ellos. — Dijo Clara sonriente, esperando haber complacido con su respuesta a Loel. Pero no dejaba una cuota de seriedad hablando del tema, pues parecía incomodarle un poco hablar sobre aquello.
— ¿Acaso esos rumores de acá tienen que ver con mi hermano? — Dijo Loel mientras miraba fijamente a Clara con aspecto suplicante, para sorpresa de ella misma.
—Se hablan y se escuchan muchas cosas en estos callejones. Los teggar son entes que acompañan a las personas más atormentadas en sus peores momentos, se aprovechan de esas situaciones para tomar el control y llevar a su huésped a realizar actos violentos sin medida. Aunque últimamente se han escuchado historias similares, hay diferencias claves que hacen pensar que no sabemos todo sobre ellos, claro de realmente existir. — Dijo Clara mientras se detenía en una pared con un dibujo de una puerta pequeña. — Hemos llegado, procura no tocar ese tema por ahora.
Loel se encontraba contrariado de manera evidente. Su mirada reflejaba su inmensa necesidad por encontrar respuestas y esto lo llevaba lentamente a querer confiar en Clara. La chica buscaba una pequeña llave en sus pertenencias, una llave tan pequeña que parecía poco probable no perder. Esta fue introducida por un pequeño agujero en la puerta dibujada, lo que provoco fue un ruido seguido de una pequeña puerta por la que ambos entraron arrodillados.
Ambos estaban arrodillados cruzando una especie de conducto de ventilación, que a cada ciertos metros tenia agujeros que permitían la visión sobre las habitaciones por las que pasaban esos conductos. Clara iba al frente buscando alguna cara conocida para que los pudiera ayudar.
A Loel le comenzó a llamar innumerable cantidad de veces la atención todo lo que veía. Habitaciones llenas de alimentos y gente alrededor devorando sin respirar y otras salas con gente muy elegante en vestimenta pareciendo fabricar noticias en las esferas noticiosas, claramente para Loel aquellas eran noticias falsas, siempre desconfió de ellas.
— llegado a la sala de nuestro contacto, debemos bajar y esperar. — Dijo Clara seriamente como esperando tener que convencer a Loel de lo que debían hacer. Pero la respuesta de Loel le sorprendio hasta el mismo. Sin dudarlo tomó impulso y saltó hacia la sala, seguido de Clara.
No pasaron muchos segundos hasta que una de las puertas comenzó a abrirse lentamente. Una figura se asomó lo que tomó por sorpresa a Loel, pues no esperaba ver a aquel personaje allí.
— Bienvenidos sean muchachos, cuando escuché que las noticias se habían esparcido me dedique a esperar su llegada. El líder Abrus no está muerto, es mas. — Dijo el Capitan More, quien recibía la mirada seria y con odio por parte de Loel, quien al enterarse que Abrus seguía vivo pareció cambiar su expresión. Seguido a esto Abrus entra a la habitación, con claras señales de haber estado cautivo y prisionero.
— Ya habrá tiempo de saludos cordiales, por ahora Clara debes acompañarme a otro centro espacial lejano para una misión. Y tu Loel, el hecho que estes acá confirma tus capacidades. Tu hermano estaría orgulloso. — Dijo el capitan More, quien dejaba a Loel totalmente espantado por las palabras escuchadas. De la habitación salió tambien Clara, que al salir compartiendo miradas con Loel, ambos se sonrieron, como si ya de a poco comenzaran a confiar uno en el otro.
— ¿Confías en ella?. — Dijo Abrus mirando a Loel, quien evidentemente confundido no sabia que responder. - Ambos van a traicionarnos, tuve que recorrer mucho para volver a donde todo esto comenzó. Pero ya no estas solo Loel, vamos a rescatar a tu hermano y a todos los que podamos. Debes contarme todo sobre como te aliaste con Clara y todo lo que ella sabe, pero antes te contare mi parte de la historia, asi podremos generar un lazo de confianza mayor.
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